Sycamore y Furina

Wanderers of the Water and the Wind presenta:

Sycamore y Furina (PARTE FINAL)

I don't want to see tomorrow...

Unless I see it with you...

Tomorrow so they say..
Will be a lovely day...

A bright new sun will suddenly...
Break trough...

But I don't want to see tomorrow...

Unless... I see it with you...

El sonido de los pajaros cantando fue lo primero que inundó sus oídos en cuanto sus ojos se nublaron en una fría capa de oscuridad; era el primer sonido además del aire que escuchaba en... no sabía cuánto duró caminando por aquel campo, quizás una hora, dos, quizás dos días, quizás un mes, o quizás solo camino 4 minutos.

Sycamore levemente intentó moverse, pero sentía como si algo rígido tuviera sus brazos amarrados en su estancia; levemente abrió sus ojos, siendo su primera invitación de vuelta al mundo aquel techo con patrones curiosos y formas elegantes que se le hacía tan familiar.

"Ah... Inazuma..." El chico levemente dejó salir su fugaz pensamiento, escuchando su propia voz resonar en su mente.

Entonces había salido del campo de maizales, aquel lugar tan enigmático que tocó con la fina yema de sus dedos, como si fuera un diamante que apenas y pudo poseer; un lugar tan misterioso como lo era de hermoso, la unión entre realidades creada a partir de su propio cometido junto a su amada esposa.

Su esposa... Sycamore levemente abrió más sus ojos, tenía que salir de aquí, tenía que verla, y tenía que asegurarle que el estaba vivo, que seguía vivo; Sycamore intentó moverse de nueva cuenta, pero de nuevo aquella capa rígida sostuvo sus brazos.

Fue entonces que decidió mirar a su cuerpo, específicamente a sus extremidades; sus 4 extremidades estaban recubiertas por un frío y extenso yeso que era más duro que la porcelana que cubría su bello cuerpo, y llegaba a cubrir directamente hasta los dedos.

Sycamore perdió levemente su respiración, hasta dejar caer su nuca contra su almohada de nuevo; no podía moverse, aquellos yesos eran demasiado para su fuerza recién creciente en todo su cuerpo.

El no debería de tener sus brazos, ni sus piernas, se le habían sido arrebatadas, entonces que hacían ahí? Cubiertas en un yeso entero? Como si fueran un molde? La Raiden se lo llevó? O alguien de Inazuma? Demasiado bueno para ser una realidad.

Sycamore gruño, intento mover con más fuerza sus brazos; levemente el sonido del yeso resquebrajándose inundó la habitación, los estaba partiendo.

Sycamore intento, poniendo toda la fuerza que poco a poco recuperaba en sus brazos para lograr destrozar los yesos que los cubrían; gruño, y presionó sus dientes mientras sus brazos temblaban.

¡Crack!

El sonido del yeso finalmente partiéndose desde su codo fue como música para sus propios oídos; Sycamore respiró repetidamente, antes de comenzar a partir el otro yeso de su otra mano, de nuevo escuchando el sonido de este partiéndose en dos.

Sycamore rápidamente alzó su brazo izquierdo, recubierto, ahora que podía moverlo libremente, y comenzó a destrozar con este el yeso de su brazo derecho con algo de impaciencia; polvo y escombros caían ante la cama en la que estaba recostado, y finalmente su yeso entero cayó desde su brazo.

Sycamore detuvo su respiración levemente, viendo el estado en el que se encontraba aquel brazo que había perdido; sus uniones eran más notables, a diferencia de cuando se desvanecían con el tiempo mismo. Levemente con sus dedos izquierdos repasó su brazo, se sentía como piel, pero sus uniones se sentían como porcelana.

Sycamore levemente miró sus dedos ahora libres de su mano derecha; las uniones se veían más claras en sus dedos, y sus dedos parecían hechos enteramente de porcelana y no de piel.

Sycamore levemente miró hacia su cuerpo, su torso se notaba... normal, es como si todo en el se hubiera reiniciado excepto su cabeza y su torso, aunque cuando lo pensaba, tenía algo de sentido.

Simplemente cerró sus ojos con fuerza, seguía siendo una marioneta.

- No te mortifiques tanto... las articulaciones desaparecerán como antes pero... llevará tiempo... bastante tiempo... -

Sycamore rápidamente alzó su rostro hacia la esquina que suponía daba a la entrada de su habitación temporal; levemente vio como quien pasaba por ahí tenía un rostro de inexpresividad pura, un kimono levemente abierto y detalles en dorado que la hacían lucir... poderosa.

Pero para Sycamore simplemente representó un sentimiento de abandono, sentimiento que lo invadió levemente, y lo hizo retroceder en su cama, viendo a la mujer con desconfianza.

La Raiden Ei levemente parpadeo, mirando a la marioneta frente a ella con un movimiento tan hostil que, en sí, no podía culpar; levemente suspiró, alzando su brazo para indicar que no pretendía nada.

- Te repare... intente hacerte lo más humano posible... pero si lo intentaba, tu cuerpo simplemente no respondía... - Sycamore miró de nuevo su brazo de marioneta, hecho enteramente de piel y porcelana. - Tus brazos y piernas estaban separadas de ti... si hubiera tenido acceso a ellas yo-

- No te molestes. - Sus primeras palabras luego de un largo ciclo de sueño; Sycamore ni siquiera vio a la Raiden la cual simplemente veía con algo de pena a la marioneta.

Sycamore negó, para así comenzar a arrancar el otro yeso con su mano libre. - Supongo... que debí agradecerte! - Dijo con algo de esfuerzo, mientras retiraba los yesos de su cuerpo; estaban muy pegados a él, y sentía como su piel se pegaba a su fría capa dura. - Pero ya tengo que irme... -

Sycamore simplemente dijo, partiendo los yesos de sus piernas, mirando como estas estaban igualmente hechas de piel y porcelana con sus articulaciones visibles ante la luz; Sycamore se quedó un momento viéndolas, cerrando sus ojos rápidamente mientras negaba.

Rápidamente se puso de pie; tambaleó levemente, pero no pretendía, ni quería quedarse más tiempo. Simplemente usó toda su fuerza, poniéndose de pie con sus piernas nuevas; no se sentían diferentes a las que ya tenía, pero le tomaría tiempo acostumbrarse a aquellas uniones tan prominentes en el.

Simplemente camino, con la Raiden viéndolo desde la salida; Ei levemente colocó una expresión de leve compasión ante la marioneta, que a pasos lentos se movía directamente hacia la salida.

Simplemente, que podría decirle? Luego de perder sus recuerdos a causa de él y ser contada sobre el abandono de ella hacia el, que podría decirle?

Ei simplemente presionó sus labios, antes de levantar su brazo, y tomarlo del hombro levemente, previniendo su salida. - Espera un momento... -

El susurro de Ei le causaba escalofríos a Sycamore, y eso le molestaba; simplemente volteó a ver a la Arconte Electro, denotando su seriedad, aunque por dentro estaba tan nervioso como si de su peor enemigo se tratase.

Sycamore simplemente cerró sus ojos con fuerza. - Llevó pri-

- Se que no deseas verme ni siquiera en una pintura... - Susurró Ei mientras veía a Sycamore levemente; por supuesto, ella sabía, estaba seguro que a este punto todos sabían de él y su pasado, por qué no?. - Yo... me disculpo por-

- No.... - Sycamore rápidamente la detuvo, alzando su dedo con fuerza, callándola levemente. - No... quiero... tus disculpas... - Sycamore simplemente presionó sus labios con fuerza. - Dijiste que querías mi libertad... - Sycamore simplemente negó ante ella. - Para mi solo fue una mera excusa... -

Y Sycamore simplemente la vio una última vez, antes de volver a caminar hacia la puerta de salida de donde sea que estuviera cubierto; la Raiden Ei simplemente se quedó expectante, recibiendo aquella tonelada de dolor de parte de la marioneta que ella alguna vez amo lo suficiente para darle su propio y libre albedrío.

Sycamore alzó su mano hacia el picaporte, apunto de tomarlo; cerró sus ojos con leve fuerza, no había forma en este mundo, o en esta realidad, en la que perdonará a aquella mujer detrás de él.

El dolor era algo humano, el sentirlo era algo humano, algo de valientes, pero Sycamore simplemente soltó su respiración levemente, y su presion en los ojos disminuyó.

Asi como el dolor era humano, también era el dejar que las cosas fluyeran; Sycamore era un humano, en el sentido más puro de aquella palabra, su dolor, su angustia, su rencor, pero también su cariño, su compasión, y su amor.

Aquella humanidad que el creía lejos de él, resultó siempre estar en su ser; Sycamore suspiró, para así voltear levemente por detrás de su espalda. - No puedo perdonarte... -

Ei levemente lo vio, con algo de angustia, a lo que simplemente asintió. - Yo... entiendo... -

Sycamore presionó sus labios, antes de soltar un quebrado suspiro de nueva cuenta. - Pero ya no quiero vivir sin cuentas del pasado... - El chico soltó el picaporte, y se acercó levemente a Ei.

Sorpréndete para Ei, fue ver cómo Sycamore lentamente alzaba su mano a ella, para estrecharla en un apretón de manos que, forman o informalmente, significaría dos cosas.

Dejar ir, y no volverse a poner en el camino del otro.

- Asi que acabemos esto, como se debe... - Susurró el chico mientras veía a la mujer frente a él; Ei levemente miró el brazo del chico, y aunque ella aún quería sentir el apego de tener un hijo, sabía que, simplemente no ocurriría.

Ei lentamente estrechó su mano con la de Sycamore, sellando su pacto; un pacto que incluía el descanso de ambas almas y finalmente dejar ir aquel dolor.

Sycamore asintió, a lo que Ei, sonriendo, simplemente cerró sus ojos. - Bueno... creo que tienes un lugar a donde ir... -

Ei lentamente suspiró, para así darse la vuelta, y tomar de entre unas estanterías un cúmulo de ropa, que en lo más alto tenía aquella visión Anemo dirigida a él, junto con aquella pluma que Ei misma le dio en su tiempo.

- Barbatos esperaba que pudieras pasar con el para... discutir algunas cosas... - Sycamore lentamente tomó la ropa, mirando la visión en lo más alto de todo. - Espero que esta experiencia te haya acercado más a tu objetivo, Sycamore... -

Sycamore levemente vio a la Raiden, viendo su sonrisa; Sycamore simplemente bufó con una sonrisa de lado, para así de nuevo caminar hacia la salida.

- No tienes idea... -

. . .

Sus manos levemente jugaba con su abanico que tenía justo detrás de su espalda; su cabello, ahora corto, veía frente a ella el proceso de reconstrucción de aquel enorme cráter causado por ella y el ser que amaba.

Habían sido los 3 meses más difíciles que pudo haber vivido en sus 500 años de existencia, porque aquella compañía se le había sido arrebatada de sus manos; Furina simplemente cerró sus ojos con fuerza, dejando que el aire llegara a su rostro.

El aire le calmaba, le recordaba a Sycamore; a pesar de su historia, para ella el aire siempre había sido la clase de Visión que le pertenecía a a él. Levemente abrió su boca, como si quisiera decir algo, pero no salió nada de ella, nada más que oxígeno que tenía guardado.

Furina abrió de nuevo sus ojos; su gente poco a poco se reconstruía, y los daños habían sido menores, podía celebrar aquello, al menos, pero quería celebrarlo con el, con aquel que le ayudó a superar todo el calvario para salvar a su pueblo.

Furina simplemente sumió su mirada, y suspiró; sería mejor que volviera a casa antes de que otro ataque de pánico llegara a ella, y mostrara debilidad ante la gente que amaba. Simplemente limpió sus lágrimas en la cuenca de sus ojos con calma, para así dar una media vuelta y comenzar a caminar.

Mantuvo su mirada baja en el concreto en todo momento, no dándose cuenta de la gente que pasaba a su alrededor, familias y niños caminando emocionados viviendo un nuevo y hermoso día, y no sabiendo que les deparará mañana.

Porque ellos destrozaron el futuro marcado, para que todos tuvieran un futuro nuevo; Furina simplemente camino con su mirada baja, ni siquiera dándose cuenta de que unos pies lentamente se detuvieron al lado de ella; aquellos pies eran recubiertos por unas calcetas blancas abiertas y llevaban unas sandalias de madera al estilo japonesas.

Levemente su cuerpo se detuvo, viendo a Furina caminar sin darse cuenta de su presencia; un carraspeo vino de aquella garganta, y habló.

- Creí que cortarías tu cabello cuando yo estuviera... -

Furina se detuvo en seco.

Alzando su mirada lentamente, comenzó a sentir de nuevo sus lágrimas emanar de sus ojos; levemente volteó su cuerpo entero para ver de aquella voz que la llamó. Tenía su sonrisa de nuevo, y su rostro estaba lejos de estar roto, estaba completamente liso y bello como ella siempre quiso recordarlo.

Furina tembló; Sycamore lentamente se acercó a la mujer, llevando su sombrero de nueva cuenta, cubriéndolos del sol. Sycamore de nueva cuenta habló. - Tu piel es muy delicada, deberías considerar usar una sombrilla que cubra el sol para tu-

¡HUG!

Sycamore rápidamente la atrapó en sus brazos; Dios, enserio que el quería saltar antes hacia ella, pero su inseguridad comenzaba a ganarle. Ya no tenía que preocuparse ahora, sin embargo, pues Sycamore simplemente fue abalanzado por el cuerpo de Furina, el cual temblaba con fuerza mientras envolvía sus brazos alrededor de su cuerpo, casi como si se lo fueran a arrebatar de nuevo.

Furina enterró su rostro entero en su hombro, y Sycamore de igual manera hizo lo mismo; no había fuerza en el mundo que quisiera separarlos, ni que pudieran hacerlo, simplemente se abrazaron, sin dejar que nada más importase.

- Eres... Eres un idiota... - Susurró Furina entre llantos.

- Y tú... muy... llorona... - Respondió Sycamore entre lágrimas.

Furina río levemente, lentamente separando su rostro de su hombro, para así mirarlo de frente; su belleza seguía ahí, no había ningún rastro de dolor en su rostro, solo estaba aquel bello ser que tanto amaba.

Sycamore lentamente rio, con un rostro menos... inexpresivo, con sus ojos brillantes, y con sus cejas alzadas; Sycamore finalmente rio como si no tuviera un dolor en sus hombros cargándolo, simplemente había paz, en su interior, y en el.

Y finalmente Furina lo atrajo a ella, para así besarlo, besarlo como tanto había esperado hacerlo desde que lo perdió; Sycamore siguió aquel beso, colocando sus manos en sus caderas para atraerla más a él.

Fontaine había sido liberada de su perdición.

El mundo de Teyvat había sido liberado de su bucle.

Las realidades ahora tenían un lugar de control hermoso.

Y ellos ahora se tenían el uno al otro.

Quizás si había un final feliz, no solo esperando que llegara, sino que si lo buscas, estará esperándote.

Crea tu propio futuro, porque no hay futuro que ya esté escrito.

Hail! Hail!
What's the matter with your head? Yeah!

Hail! Hail!
What's the matter with your mind?

And your sign an-a!
Oh oh oh!

Hail! Hail!
Nothing the matter with your head!

Baby find it!
Come on and find it!

Hail!
With it baby! 'Cause you're fine!

And you're mine!
And you look so divine!

COME AND GET YOUR LOVE!

COME AND GET YOUR LOVE'

COME AND GET YOUR LOVE!

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