Reliquias

- Segura que es por aquí...? -

Furina levemente levantó las piezas de Gnosis reposada en sus manos, brillando en alto directo hacia el sureste de las islas de Inazuma, claramente por el camino por el que iban haciendo su trayecto. Furina suspiró antes de mirar al chico.

- Te dije que si... has preguntado más de 4 veces, que pasa...? - Furina lo miró con algo de consternación y leve preocupación, pues el chico se notaba levemente inquieto, aunque no demasiado para ser notable.

El chico la miró levemente, teniendo una leve mirada suave en su rostro, antes de volver a su siempre expresión de seriedad; volteando levemente, suspiró. - Nada nada... es solo que siento que reconozco este lugar... -

Furina parpadeo, antes de mirar hacia todos lados, notando que solo se estaban adentrando más y mas en los densos bosques de Inazuma mientras el sol se posaba en lo más alto de ellos, dejando que algunas sombras comenzaran a formarse entre ellos.

- Solo hay árboles y árboles... - Susurró Furina confundida mientras levemente avanzaba por la profundidad de los troncos y las hojas. - Fuiste creado en Inazuma, no...? Esto se parece al lugar de donde vienes...? -

Sycamore levemente bajo su rostro, y cerró sus ojos; intentando por un momento ver en los recuerdos más profundos de su pasado, pues quizás era la razón de su sentimiento de incomodidad creciendo exponencialmente con tan solo estar dentro de los bosques de Inazuma.

Pero nada, nada vino a él, solo polvo y ecos. Sycamore suspiró y miró a Furina. - Suprimí recuerdos de mi pasado... no debe de ser nada importante... -

Furina se le quedó mirando un momento, su rostro abriéndose levemente antes de suspirar y mirar hacia su lado algo consternada. Furina junto sus manos levemente y comenzó a fritarlas con nervios.

- Supondré que no quieres contarme entonces... no...? - Sycamore levemente alzó su rostro, antes de mirar a la chica. - Sobre... tu pasado...? -

El chico por un momento se quedó en un espasmo mental luego de escuchar aquella pregunta; Sycamore podía saber lo que Furina pensaba, ella creía que aquella frase de "Suprimir recuerdos" no era más que una excusa para evitar ir a su pasado profundamente.

Pero la realidad, es que se forzó tanto en olvidar partes de su vida antes de llegar a ser un Fatui, que ni siquiera puede recordar del todo bien quién era el antes de que fuera encontrado por el "Doctor".

Sycamore suspiró, y volteó levemente. - Hay algunas cosas que no merecen ser indagadas, Furina... mi pasado es algo que prefiero enterrar y dejar morir... -

Entonces Sycamore siguió avanzando ante lo denso de los árboles que bailaban con el viento, mientras Furina se le quedaba mirando con su boca entre-abierta y cejas levemente torcidas en un rostro de leve preocupación.

Bajo su rostro, y presionó con fuerza sus labios no dejando que ningún sonido saliera de ellos. Levemente apretó sus nudillos, y susurró.

- Somos dos... -

- Hm? Dijiste algo? - Sycamore volteó levemente a verla, escuchando un murmullo de su parte.

Furina se ruborizó levemente, antes de negar y mirar hacia su lado. - Nada, nada... -

Furina comenzó a avanzar, rebasando levemente al chico mientras mantenía sus manos frente a ella y su cabeza inclinada hacia abajo por poco. Sycamore se le quedó mirando por un momento, antes de negar, y comenzar a avanzar junto a ella.

Realmente Sycamore no pudo terminar la conversación en ello, porque ahora su mente estaba envuelta enteramente en su pasado; que era eso que habría suprimido de su mente con tanto ímpetu que ahora parece no recordarlo del todo? Recuerda su nombre, o el nombre que obtuvo al llegar a Tatarasuna, El Kabukimono, pero que ocurrió antes de todo ello? Sabe que la Raiden lo creó, sabe que fue abandonado, pero como llegó de un momento a otro hacia Tatarasuna?

Como es que su mente suprimió aquel recuerdo entre su creación y su llegada a Tatarasuna? Sentía como si aquellas fibras de su cerebro hubieran sido separadas en el momento en el que pensó en ellas, y comenzaba a sentirse levemente agitado por el hecho de no recordar del todo.

El había sido Kabukimono, y antes de ello era El Prototipo, pero entonces entre el Kabukimono y el Prototipo, que habia? Como llego a Tatarasuna? Que estaba haciendo antes de llegar a Tatarasuna?

No podía ser que enserio lo olvidó como si se hubiera distraído solamente, sus recuerdos habían venido a él como si fueran un golpe cuando estaba en el Irminsul, entonces no funcionó del todo? Parte de sus recuerdos fueron suprimidos por el mismo? O por alguien más? O el Irminsul falló en el momento que el recupero sus recuerdos?

- Sycamore!!! -

El Chico levantó su rostro rápidamente, ante el grito de una chica llenando sus oídos fuertemente. Sycamore rápidamente la miró para ver a Furina, quien lo miraba atentamente con una mirada preocupada.

- No me escuchaste...? Ya llegamos...? -

Sycamore alzó sus cejas levemente, antes de voltear hacia su frente y ver a una enorme puerta frente a él, una puerta particular que no se veía como aquella a la que habían entrado en Mondstadt.

La puerta constaba de concreto sólido dividido en dos placas, y en medio de estas había un triángulo brillante que reaccionaba ante los chicos los cuales levemente se miraron entre sí. Sycamore se acercó hacia la puerta, sintiendo algo de presión en su ser al verla de frente.

- Ya... e estado aquí... - Susurró Sycamore mientras levemente levantaba su brazo, y comenzaba a empujar las placas de la puerta para abrirla con algo de fuerza.

Furina parpadeo levemente, antes de alzar su brazo. - Sycamore... - Furina tomó con algo de temblor el kimono del chico con sus dedos, evitando que avanzara de más.

Sycamore volteó a verla levemente, y Furina pudo ver que su mirada no era de orgullo, o de aburrimiento, ni siquiera de seriedad; Sycamore se veía consternado, confundido, como si no supiera en verdad en donde estaban pero a su vez supiera en donde estaba.

Furina presionó sus labios, antes de susurrar. - No vayas solo... - Susurró la mujer mientras el chico parpadeaba levemente.

Sycamore por un momento volteó hacia el interior, dándose cuenta que comenzó a avanzar por sí mismo sin Furina. Asintió levemente - Si... Si... -

Sycamore negó rápidamente, intentando retomar un poco de control sobre sí mismo; algo estaba ocurriendo que no le agradaba, y eso estaba poco a poco a llegar a los confines de su mente. Levemente dejó que la mano de Furina se moviera con cuidado hacia sus dedos, y luego hacia su palma, dejando que ambas se entrelazaran muy levemente.

No protestó, como pensó que lo haría, pues en verdad aquel lugar se veía muy diferente a lo que el esperaría para encontrar la pieza de la Gnosis. Furina y Sycamore comenzaron a adentrarse en el lugar, notando como el piso cambió drásticamente a tablas de madera puestas de manera tan fina que parecía un hogar modesto y cómodo.

Sycamore comenzó a ponerse levemente más nervioso, comenzaba poco a poco ser más familiar, pero no había forma en la que esta cosa fuera lo que el creía, estaba seguro que en su rabia contra su propia creadora, contra su propia vida, lo había reducido a simples cenizas.

- Sycamore... ahí... -

Fue entonces que el chico volteó levemente hacia donde Furina apuntaba, y de la nada sintió como si un estómago se generara dentro de él, y quisiera vomitar todo lo que a comido en su vida entera. Sycamore vio con leve horror como ahora se encontraban en la entrada de un enorme salón, en el cual se encontraban dos enormes árboles con hojas rosadas y moradas cayendo en el suelo.

Y en el centro de todo, en el fondo, tallado en madera con la afinidad más precisa que pudiera existir en Teyvat, se mostraba la figura de un chico, llevando un velo y un traje que lo cubría de cabeza a pies.

Sycamore entonces retrocedió ante los recuerdos suprimidos por su propio trauma. Aquí fue donde lo abandonaron.

- No no no... - Comenzó a susurrar Sycamore mientras retrocedía levemente, soltando la mano de Furina.

Furina levemente lo miró, con una expresión de preocupación. - S-Sycamore, que pasa? Estás bien...? -

Pero la voz de Furina sonaba ahogada, sus oídos se taparon y por un momento dejó de creer en que seguía vivo, quizás ya estaba en el infierno, quizás este era su purgatorio. Porque la pieza de la Gnosis estaría en este lugar? En este específico lugar en donde ocurrió la primera traición en su vida?

Era la peor broma en el destino que podría ocurrir, la peor.

Sycamore levemente sintió el agarre de Furina en su hombro, sacándolo de su trance. - Ey! Te estoy hablando! - Furina levemente comenzó a sacudirlo, firmemente dejando que sus uñas se enterraran en la ropa del chico. - Te necesito conmigo, Sycamore! -

Y de aquel grito, Sycamore entonces rápidamente pudo ver entre la niebla que cegó sus ojos por escasos segundos. Levemente pudo ver a los orbes azulados de Furina que estaban a pocos centímetros de él.

Sycamore la vio, antes de ladear su rostro hacia el suelo y presionar sus labios con fuerza, cerrando sus ojos. - Estoy bien... -

Furina no se creyó eso, lo tomó con más fuerza de sus hombros. - Es la primera vez que te veo así, que tienes...? -

Sycamore la miró un momento, antes de negar. - Nada... Nada... -

- Y una mierda... - Dijo Furina en represalia mientras levemente lo sacudía. - Quédate afuera, yo iré por la Gnosis... -

- Eh...? - Sycamore se quedó un momento pasmado, antes de comenzar a balbucear moviendo su cabeza. - Estas loca, no puedes ir sola... -

- Y tú crees que puedes venir conmigo cuando te quedaste como estatua así nada más?! - Respondio Furina mientras lo acercaba levemente a ella.

- Furina, no sabes cómo pelear! Ni sabes que hay aquí! - Sycamore levemente comenzó a intentar separar los brazos de la chica de él.

- Sycamore, quédate afuera! -

- Te dije que te protegería!! -

- Puedo protegerme sola!! -

- Puedes protegerte sola...? -

Esa voz NO era de Sycamore, pero era idéntica a la de él; ambos jóvenes pararon su discusión en seco, antes de comenzar a voltear hacia de dónde provenía aquella voz. Furina volteó sobre su espalda mientras que Sycamore veía detrás de ella.

Una espesa neblina se sembraba entre el interior del gran salón, cubriendo y dejando ciegos a los chicos de quien había dicho eso; Sycamore levemente se acercó a Furina, tomándola levemente del hombro para actuar rápido en caso de algo.

- Que decepción que a esto llegáramos, una falta de respeto a nuestra historia... -

Sycamore apretó su agarre con Furina, sintiendo levemente sus ojos temblar por detrás de sus falsas cuencas de marioneta. Furina levemente balbuceó, antes de mirar detrás de ella.

- Es... Es tu voz... -

Sycamore la vio levemente, antes de mirar hacia la neblina de nueva cuenta. Un paso, y luego otro, y luego otros más comenzaron a acercarse hacia los dos chicos los cuales estaban viendo estáticos que o quién era quien los llamaba.

Sycamore, si tuviera un corazón, podría sentir como dejó de latir, porque eso fue lo que sintió en aquel momento cuando sus ojos conectaron con dos mismas cuentas iguales a las de él. Furina levemente ladeo la cabeza, y susurró en confusión y leve miedo.

- S-Sycamore...? - Preguntó Furina, pero aquel ente simplemente río en burla.

El ente levemente levantó sus brazos, dejando que sus ropas negras se alzaran con el, y sonriendo, dijo.

- Scaramouche... princesa... -

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