Mission: Impossible
- Cuando mencionaste que iríamos desapercibidos, no pensé que sería de esta forma... -
Yelan levemente bajo sus lentes; ahora su cabello azulado y corto estaba cubierto por una fina y muy bien cuidada peluca de un color rojizo parecido a la sangre; llevaba una vestimenta nata de Liyue pero alejada de su normal traje de trabajo, y su rostro ahora tenía pegatinas falsas que hacían simular arrugas.
Yelan levemente vio al chico, y subió sus lentes de nuevo. - No es por bajarles la moral, pero sus disfraces de antes eran reconocibles para alguien que les diera un buen ojo... -
Sycamore gruño; ahora faltante de su sombrero y con un cabello largo amarrado en una coleta; tenía una cicatriz falsa directa en su ojo y un saco de color negro con detalles azules que terminaba en un gran pantalón ajustado que odiaba con su vida, sentía que le restaba su libertad.
Pero Furina lo amaba aparentemente, porque desde que se colocó aquel disfraz, no a parado de mirarlo; Sycamore la miró levemente, antes de susurrar. - Que? -
- No quieres intentar usar la coleta cuando estemos en casa...? - Sycamore lentamente la miró, antes de rodar sus ojos, aunque discretamente le guiñó un ojo a su esposa la cual simplemente río. - Nos vemos in-cre-ibles! A esto le llamo lucir el estilo! -
Furina dio una vuelta dejando que su enorme vestido oriental se alzara en el aire, captando la mirada de solteros y solteras que estaban en el camino en su vida cotidiana (Algo que no le agradó a Sycamore para nada); Furina levantó su sombrero de playa, y sonrió con emoción.
- Debo de admitir, señorita Zhao... Su sentido de la moda es muy atractivo... - Mencionó Furina mientras guiñaba su ojo, mencionando aquel nombre falso.
!!!!
1 HORA ANTES
Hey
What are you hidin'
Whatcha doing
When you're gone
Nothing wrong
Being private
Make sure
It ain't wrong
Your life double sided!
Two faced like coins!
- Usaremos nombres falsos... - Yelan lentamente alzó un par de telas en sus manos, dejando que se deslizaran en las palmas de los dos chicos.
- Ya tenemos - Susurró Furina mientras miraba con algo de emoción su ropa.
- Peter Parker y Mary Jane no son nombres convencionales de Teyvat... los encontrarán, fácil y rápido... - Yelan dijo con una frialdad que Furina jamás había sentido jamás en alguien.
Lentamente Yelan retiró sus pendientes de sus oídos, y con algo de calma, tomó una peluca de su escritorio.
- Yo seré la señorita Zhao... que se dirige junto a su hermano menor, Muyang... - Yelan apuntó a Sycamore, el cual parpadeo simplemente. - A su trabajo... -
What side to I get!
Which side are you on!
So what have you done!?
Some of your dirt has come to light!
Why where you!
Speeding up that hill
Until the brakes
Come off!
!!!!!
- Zhao... Zhao... Aja! Aquí estás! - Un hombre de apariencia mayor leyó en su tabla respectiva, detenidamente hasta que un nombre apareció en esta, un nombre común, para gente común. - Pueden pasar usted y sus acompañantes, aunque ha! Tenga cuidado, tenemos a visitantes algo... extraños, si sabe a lo que me refiero... -
- Se muy bien sobre los Fatui aquí, don... - Dijo Yelan, mientras pasaba, siendo seguidos por los dos chicos los cuales miraban a todos lados algo nerviosos; había guardias por todos lados, y no precisamente guardias de Liyue. - Parece que las regiones están más abiertas a aceptar a los Fatui... -
- Ni que lo diga... - Mencionó el anciano mientras caminaba junto a la mujer. - Desde que esos fugitivos están en el radar, quién sabe cuánto podría tardar esto... -
- Le aseguro que no tanto... - Mencionó Yelan, antes de mirar lentamente detrás de su espalda a los dos chicos.
Sycamore lentamente miró a Furina, la cual miraba con algo de temor a los guardias de los Fatui que caminaban como si fuera de su propiedad todo el lugar, y daba miedo, demasiado. Furina levemente miró a su prometido, el cual podía notar su nerviosismo.
Sycamore lentamente tomó su mano, acariciandola, y tratando de transmitirle algo de comfort.
"Tu serás Yang-li... esposa de Muyang..."
!!!!
And someone saw you in a fight!
Am I right?!
It doesn't matter to you!
If you get heads or tails!
You just don't like
To flip all the time
But if you spin it!
You get to see both sides
Oh the thrill of the double life!
- Nadie en Teyvat sabe que están casados, cierto...? - Yelan preguntó a los dos chicos, mientras Sycamore lentamente se miraba en el espejo, amarrando su coleta de caballo con cuidado.
- Solo tú, hasta ahora... - Mencionó Sycamore.
- Bien, usaremos eso a nuestro favor... - Yelan lentamente comenzó a colocar algo de labial en sus labios.
Furina lentamente colocó su sombrero encima de su cabeza, mirándose levemente, antes de sonreír; a pesar de todo, a pesar de ser considerada una desertora, a pesar de que todos estaban en contra de ella.
Estaba amando su nueva vida, un esposo, y aventuras por doquier, muy diferente a una vida llena de duelos y óperas. Furina se sonrió a sí misma, antes de voltear con determinación.
- Hagamos esto entonces... -
I KNOW YOU HEARD THE RUMOURS
YOU MUST GET OVER TO IT
RIGHT AWAY
IF ANYONE CAN DO IT
YOU GOTTA GET TO SOON
IT'S NOT OKAY
YOU GOT CARS TO DRIVE
PLENTY JETS TO FLY
WHEN WILL YOU ARRIVE!
YOU RUNNING OUT OF TIME
DONT YOU SEE EVERYTHING
IS ON THE LINE
SO IM SORRY BUT YOU HAVE
TO CHOOSE A SIDE
!!!!!!
- Escoria Fatui... -
Fue el susurro de Yelan que bajó sus lentes levemente de su rostro; el salón principal de la catedral estaba lleno de guardias de la agrupación, demasiados para el gusto de Sycamore o Furina, y claro, Sycamore no veía la hora en la que la oportunidad se le presentara para destrozarlos a todos, pero claramente eso haría fallar el plan.
Cual era el plan? No lo sabía, pero sabía que atención no requerida lo hacía fallar.
- Entonces... nos dirás que tenemos que hacer o seguirás murmurándote en tu mente? - Susurró Sycamore hacia Yelan con algo de irritación, a lo que la mujer levemente lo vio.
- Tendremos que subir a la cima de la posada; es probable que el encargado, o encargada del lugar tengan algo para nosotros... - Yelan mencionó.
- No sabes quienes son los encargados...? - Preguntó Furina mientras se cubría levemente su rostro.
- No lo sé todo... -
- Per-fecto... cargándonos la mismísima verga... - Dijo Sycamore con sarcasmo. - Algo más o lo iremos descubriendo en el camino...? -
- Niño, estamos en territorio peligroso, quieres seguir quejándote? -
NIÑO? LE ACABA DE DECIR NIÑO? Esta mujer probablemente era años luz más joven que el, y le acaba de llamar niño? Oh Sycamore estaba apunto de saltar hacia ella y gritarle de todo lo que podría gritarle.
Pero la mano de Furina posándose en su hombro fue suficiente para hacerlo volver en sí; tener a su esposa a su lado era algo que lo hacía sentirse bien, inclusive si las circunstancias no se presentaban favorables hacia él.
Sycamore relajó su mirada, antes de suspirar. - Bien... - Susurró.
Furina sonrió levemente, antes de bajar su mano hacia la de él y tomarla con calma. Sycamore podría ser muchas cosas, pero Furina amaba cada cosa que él era; de alguna forma le resultaba curioso, ella jamás pensó que hablaría o pensaría así de alguien, todo solía quedarse en simples fantasías de obras y cuentos que ella solía leer o inclusive estelarizar.
Pero ahora ella estaba casada, casada con el hombre que amaba.
Lentamente Furina torció su mirada, tratando de salir de su burbuja mental llena de fantasía para volver al mundo real, pero algo en ella le pedía volver al ver el panorama en el que se encontraban: Los soldados Fatui no eran precisamente los más amables residentes del Wangshu Inn, y es que antes de que ellos entraran en fuga, los Fatui solían ser más discretos en sus movimientos, solían ser precavidos con quienes hablar y el como lo harían.
Pero entonces un día todo cambió, cuando el panorama se tornó nublado para Fontaine con la desaparición de su arconte, los Fatui no desaprovecharon la oportunidad; destrozó tras destrozo que causaban Furina y Sycamore significaba más oportunidad a los Fatui de salir a la luz.
Y ella se sentia culpable, porque sabía que de seguir así, los Fatui comenzarían a tomar más, y más, y más control, hasta llegar... a donde se supone que querían llegar.
- Cuando tienen el poder en sus manos... olvidan la discreción... - Susurró Sycamlfe a Furina, sacándola de sus pensamientos; Furina lo miró, notando como el chico miraba con algo de melancolía a los soldados tratando como si no fueran nada a simples civiles pasando por el Wangshu Inn. - Si tienen la oportunidad... van a demostrar la fuerza que tienen... -
Furina notó su melancolía, y su tristeza en palabras; su esposo estaba arrepentido, arrepentido de la vida que había llevado, y que había cursado de manera lenta. Furina levemente lo acercó a ella, para así darle un joven beso en su mejilla.
- Ya no eres ese hombre, Sycamore... - Susurró Furina en su oído, lo cual hizo que se sonrojara. - Eres un protector... y mi esposo... -
Sycamore miró un momento a Furina, antes de sonreírle levemente a su rostro, y posar su frente en la de ella; esta mujer le hacía querer olvidar todas sus responsabilidades, y simplemente besarla, hundir sus pies en la arena, y pasar el resto de su inmortalidad con ella.
- Te amo... - Le susurró Sycamore, tomándola por sorpresa.
- Y-Ya lo sé, tonto... - Dijo la mujer sonriendo.
- Ey, miren, soy fanática de las historias de amor, pero... hermanito, quieres por favor comportarte en espacios públicos? - Sycamore gruño levemente, con Furina riéndose de la actuación de Yelan llamándolo hermano menor al chico.
- Claro, "hermana"... - hizo un énfasis claro en hermana, ella no era nada para él.
Yelan volteó su mirada hacia el frente, aunque no pudo evitar soltar una leve sonrisa joven que desapareció inmediatamente de su rostro; lo que sea que los medios decían sobre ellos, parecía ser mentira, porque ambos verdaderamente se veían enamorados, ambos se veían comprometidos el uno con el otro.
Yelan era lista, y con ver algo, podía identificarlo, ella podía saberlo, y sabía que ellos no iban a dejar que nadie los separe.
Nada.
...........
........
....
..
- Me parece que ya e explicado las suficientes veces del por qué los dueños no podrán presentarse por ahora... -
Una mujer de rasgos finos, y cabello blanco con un solo mechón grisáceo que hacía juego con su albino pelo lentamente colocó sus manos detras de su cuerpo; mirando como justo frente a ella había un enorme ser, con hombreras haciendo juego a una armadura ceremonial, y en sus manos tenía un enorme martillo que solo lo hacía lucir más intimidante.
En su rostro, sin embargo, había una máscara particular,que terminaba en punta cubriendo su nariz; una leve risa se escuchó, y el mastodonte lentamente se movió para darle paso a una persona con figura femenina, pelo largo y vestimenta refinada, con una espada escondida en su cintura y una máscara de igual manera puntiaguda.
- Bueno, señorita... -
- Puede llamarme Ningguang... - Mencionó la mujer mientras reposaba su cuerpo en el gran escritorio.
- Ningguan! Ningguang... - La Fatui lentamente comenzó a moverse por el salón, mirando por todos lados el orden y el cariño que los dueños le pusieron a su espacio de trabajo. - Los Fatui nos encontramos en una encomienda especial desde Fontaine... no se si está enterada, pero el ministro de-
- Y no se si recuerda... pero no estamos en Fontaine... - Ningguang interrumpió; la mujer lentamente colocó una sonrisa un poco más dura, antes de voltear a mirar a la mujer.
- Notó un poco de agresividad hacia nosotros... - Susurró hacia ella, a lo que alzó sus brazos en un ademán. - No hay nada de que mantenerlos culpables, señorita Ningguang, solo queremos ayudar... tener al Wangshu Inn como un puesto de operaciones sería productivo para-
- No se que clase de poder creen que tengan, pero mientras actúen en Liyue, actúan bajo las reglas de Liyue... - Ningguang interrumpió, a lo que la mujer la vio directamente, antes de tomar su frente.
- Es eso una amenaza? - Dijo la mujer.
- Tomelo como guste... -
Ningguang dio la vuelta, enfocando su mirada en una pila de papeles que se encontraba en el escritorio de los dueños de la posada; la mujer de los Fatui la vio un momento, antes de lentamente mirar a su guardia.
La mujer y el guardia conectaron miradas, a lo que la mujer simplemente asintió; el guardia no objetó más, porque entonces alzó su martillo en el aire, y comenzó a caminar lentamente hacia Ningguang.
¡CRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASHHHHHHHH!!
Ningguang lentamente levantó su mirada, al escuchar el estruendoso sonido de golpes y algo chocando contra el suelo; lentamente volteó su mirada, sorprendida viendo como detrás de ella se encontraban los dos Fatui, en el suelo, derrotados, y de pie detrás de ellos se encontraba un trío bastante extraño.
Trío que comenzó a tomar más sentido, cuando la mujer lentamente se quitó su peluca, revelando ser Yelan, una vieja conocida de la mujer. Ningguang colocó una mirada un poco más estoica, antes de suspirar.
- Me preguntaba cuando es que aparecerías... - Susurró Ningguang. Lentamente se inclinó en el escritorio, sosteniéndose del borde viendo a los dos nuevos detrás de Yelan. - Y... quienes son ellos? Novatos? -
- Podría decirse... - Susurró Yelan; Sycamore y Furina no dijeron nada. - Los Fatui quieren algo más que solo obtendrán si consiguen a los fugitivos... sabes... que podría ser...? -
- Cariño, si lo supiera... - Lentamente Ningguang tomó su rostro, sosteniéndolo levemente. - Parece que tiene que ver con esa... como se llamaba...? Lo que sea que los fugitivos tengan en su poder... -
- La Gnosis... - Susurró Sycamore en un tono un poco más duro.
- Eso... - Dijo Ningguang mientras negaba. - Aprovechan que las regiones están en una prioridad con los fugitivos, y bang... empiezan a tomar control, poco a poco... -
- Malditos hijos de perra... - Susurró Sycamore en bajo.
Yelan lentamente gruño en bajo; miró por encima de su hombro a sus acompañantes, y Furina miró a Sycamore, esperando que el tuviera una idea nueva o un Plan B a todo el plan que creaban con la marcha.
Sycamore la miró levemente, antes de bajar su mirada hacia uno de los Fatui en el suelo, a la mujer; Sycamore suspiró lentamente, antes de agacharse y tomarla de su corbata, comenzando a arrastrarla por la habitación a la vista de todos.
- Que planeas? - Preguntó Yelan.
- Un viejo sistema de interrogatorio. - Fue la respuesta de Sycamore, el cual lentamente comenzó a abrir el ventanal que daba hacia la terraza libre de la oficina.
Ningguang parpadeo levemente, antes de voltear su mirada hacia Yelan. - Quienes dices que son...? -
- Es mi deber mantener la identidad de los nuevos... - Fue el susurro que le dijo a la mujer, antes de suspirar. - Por ahora llámalos Muyang y Yang-Li... -
Sycamore, entonces en un acto sorpresivo, amarró con un poco más de fuerza la corbata de la Fatui en su cuello; lentamente, con su visión, comenzó a generar leves brisas a su rostro que comenzaban a despertarla poco a poco.
La Fatui murmuró levemente. - Ugh... q-que pas-
Lo primero que la Fatui vio al abrir los ojos, fue la sonrisa burlona de Sycamore, que la tenía tomada de su corbata. - Buenos días... -
¡PUSH!
- AHHHHHHHHH! -
La Fatui sintió su cuerpo detenerse en seco, y su cuello siendo jalado hacia arriba; Sycamore la había empujado por el borde de la terraza, a una caída de más de 30 metros de largo, pero claramente al necesitar respuestas de ella, la sostuvo de su corbata, amenazandola con dejarla caer.
- Los Fatui están buscando la Gnosis de agua... - Empezó a hablar Sycamore, mientras La Fatui intentaba sostenerse del brazo del chico. - Ya deberían saber que están en piezas ahora, juzgando por los miles y miles de informante que tienen en cada nación; también deberían saber que las piezas son inútiles sin la principal la cual está en poder de los fugitivos... - Sycamore explicó, lentamente soltando uno de sus dedos. - empieza a hablar, antes de que mi brazo se canse... -
La Fatui respiro pesadamente y de forma rápida, mirando la intimidación en los ojos del chico de la coleta; no se veía un mentiroso, y no estaba lista para saber si lo era, no aún.
- T-Tenemos una pieza en nuestro poder... - Comenzó a explicar la Fatui. - Es inútil... no funciona, no sin las otras piezas... - La Fatui tragó algo de saliva. - P-Pero tenemos la ventaja... ahora que los fugitivos están fuera... u-un heraldo tomó provecho de ello... y comenzó a esparcir nuestro control... -
Sycamore achicó sus ojos. - Quién fue el heraldo...? -
La Fatui lo miró a los ojos, con terror, sintiendo que su vida se iría si a este chico ni le gustaba su respuesta. Lentamente abrió su boca, y susurró.
- La cuarta heraldo... la sota... -
Sycamore abrió sus ojos en shock, lentamente sintiendo sus pupilas temblar; quería creer que no había escuchado ese nombre, pero lo escuchó, y escuchó claro.
- Arlechinno... -
*Bip*
*Bip*
*Bip*
Furina levemente parpadeo, con su mirada fija en Sycamore y su interrogatorio, ante el sonido de una alarma lentamente sonando; movió su mirada a todos los lados en los que pudiera haber algo así, no por nada, simplemente Furina solía distraerse con facilidad.
Antes de fijar su mirada en el Fatui en el suelo; interesada se acercó, solo para ver como su martillo parpadeaba de morado a rojo, lenta, y tétrica mente.
Furina no necesitó más tiempo para congeniar que ocurría; en horror, retrocedió, antes de comenzar a correr; Furina empujó a ambas Yelan y Ningguang a diferentes extremos de la habitación, las cuales no pudieron siquiera protestar ante la rapidez de su empuje.
Furina comenzó a correr con más fuerza a la terraza, y a su esposo.
- SYCAM-
¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!!
..............
.......
....
..
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Ey que pedo, que pedo, que pedo
Gracias por el apoyo que le han dado al fanfic! No esperaba que esta historia tuviera tanto reconocimiento al ser una rare pair de dos personaje que me maman del juego.
Este soy yo pidiéndoles que hagan una historia Scararina porque necesito más.
Es de mi agrado informarles que esta historia está en el número 1 del tag de Furina!
Le ganamos a Arlefuri y Aefuri, soy la mera riata /j
Anyways, por ahora es todo, gracias!
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