Flores y Heroes

¡SLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!

La espada de la viajera, la que había detenido a incontables enemigos en el pasado cayó al suelo, no por un golpe, no por un ataque, no, cayó al suelo de que el estruendoso sonido de algo lanzado hacia los confines del cielo fuera escuchado.

Entonces una enorme luz resplandeciente ciego levemente sus ojos; los ojos de todos los presentes fueron envueltos ante un enorme brillo que comenzó a llenarlos. Levemente Lumine cubrió sus ojos evitando que más brillo llegara a sus ojos, todos tuvieron que cubrir sus ojos.

Layla fue la primera en ver de que se trataba, que clase de cosa de tal calibre pudo haber causado esto; sus ojos no pudieron comprender del todo lo que ocurría, sin embargo, pues lo que sus ojos veían era como un enorme rayo era lanzado hacia las grisáceas nubles del cielo, llenándolas de un brillo incandecente que parecía hacerlo de día nuevamente.

Cyno levemente volteó a sus pies; las grietas que comenzaban a llenar los pisos de Fontaine y dejaban entrar el agua poco a poco comenzaban a cerrarse, y el agua poco a poco comenzaba a drenarse; la lluvia se detenía, y los rayos dejaban de caer.

Tighnari se colocó levemente a su lado; aquel enorme rayo que chocaba contra el cielo poco a poco dejaba una enorme entrada de luz sobre la que comenzaban a entrar los rayos de un soleado día.

Yelan miró hacías las personas que detuvieron su escape para presenciar aquel evento; aquellas familias levemente tocaron el agua con la punta de sus pies... y nada, no ocurrió nada, sus cuerpos estaban intactos, y no parecían tener ningún efecto.

Ningguang, al lado de Yelan, susurró. - Lo lograron... -

Layla levemente perdió su respiración; su sonrisa no pudo ser contenida. Su espada cayó junto a la de Lumine, la pelea ya no le importaba, lo que le importaba, era ver a Sycamore y a Furina, ver que estuviera bien, ver que habían triunfado.

Comenzó a correr, mientras era vista por todos, hacia el centro de donde aquel rayo vino.

Había acabado todo.

O no?

Wanderers of the Water and the Wind presenta:

Flores y Heroes (PARTE 4)

- ¡GASP! -

Furina comenzó a toser con fuerza, sintiendo como si una descarga eléctrica la levantara de su leve sueño que la mantuvo en el suelo por un momento. Su cuerpo estaba con leves moretones, y sentía sus huesos crujir y doler, pero era manejable.

Furina levemente se levantó del suelo, su cabeza daba vueltas y sus ojos estaban paralizados, pero el dolor poco a poco comenzaba a bajar de sus sentidos; miró levemente su entorno, enfocándose en que es lo que había pasado cuando aquel enombre brillo los envolvió.

Escombros, eso era lo que había alrededor de ella, nada más que escombros de lo que alguna vez fue el resguardo del Mar primordial de Fontaine; Furina soltó su respiración levemente, antes de mirar hacia sus manos posadas en las piedras, estaban mojadas por agua que aún corría de entre los pedazos de concreto que cayeron del techo.

Furina levemente levantó sus manos, dejando correr las gotas de agua en sus palmas, viéndolas fijamente; era el Mar Primordial, pero se sentía diferente en su piel, no extraño, pero diferente, el Mar Primordial le hacía sentir un leve cosquilleo cuando solía tocarlo, pero esto? Esto solo le dejaba la mano húmeda.

Fue entonces que Furina abrió sus ojos levemente brillando, y susurró. - S-Se acabó... -

Sonrió, y no pudo evitar comenzar a reír, tomando su frente con fuerza. - Funcionó...! - Furina rio más, antes de alzarse y levantar sus brazos con emoción. - FUNCIONÓ! SYCAMORE! SYCAMORE LO LOGRAMOS! LO LOGRAMOS! -

Furina entonces paró en seco, en donde estaba su esposo? Cuando miró hacia todos los lados posibles no había rastro de él; levemente volteó su cuerpo y rostro, mirando hacia cualquier estancia que no haya mirado más de dos veces.

Furina alzó su voz, y sus brazos. - Sycamore! -

Un pequeño gruñido se escuchó a pocos centímetros de ella; la chica entonces rápidamente volteó hacia una pila de escombros que se movían levemente. Furina alzó sus ojos, y rápidamente corrió de entre las piedras hacia el chico.

- Sycamore! Sycamore me oyes?! - Preguntó Furina, tomando entre sus manos la enorme piedra que aplastaba el cuerpo del chico.

Un gruñido se escuchó, antes de escuchar su voz. - Quítame... esto... de encima... - Pidió Sycamore entre los escombros con una voz algo divertida.

Furina no pudo evitar sonreír al escucharlo; empleó toda su fuerza rápidamente a sus brazos, empujando con todo lo que tenía el gran escombro que tenía atrapado a Sycamore.

Entonces cuando finalmente lo volteó, miró a su esposo; su rostro de felicidad poco a poco pasó a tornarse uno se... impresión. Sus manos levemente se levantaron a su rostro, cubriendo su boca para evitar que algún sonido saliera de ella.

Bajo sus pies estaba su esposo, o lo que quedaba de él; un cuerpo con solo una extremidad, siendo la pierna, restante. Sus brazos y su pierna derecha eran nada más que polvo a este punto, y su cuerpo estaba lleno de marcas y quebraduras que dejaban a entender su mal estado. Tenía un ojo faltante, y sus mejillas tenían agujeros enormes.

Sycamore levemente volteó su rostro, dejando salir el sonido de su articulación del cuello crujir con fuerza; levemente le sonrió a su esposa, en un estado crítico. - Si... para librarme de Mona tuve que... sacrificar los brazos... - Levemente su nuca se recostó contra el escombro detrás de él.

Furina, temblando, se agachó hacia el cuerpo de Sycamore; de rodillas posándose a su lado, Furina entre un rostro de shock con inminentes lágrimas saliendo de ella, posó su mano sobre el pecho de su esposo, sintiendo sorpresivamente un corazón latiente en este.

Sycamore levemente la miró, sonriéndole con calma. - Que tienes...? - Levemente preguntó, su ojo faltante levemente fue cubierto por sus cabellos. - Estoy... vivo... - Susurró con algunas dificultades. - Solo... me debo reparar... y listo... -

Furina sintió su labio temblar; presionó con fuerza su mano contra el pecho de su esposo, bajando su rostro levemente. Sycamore había sacrificado todo en este viaje, solo para salvarla a ella, para salvar a su pueblo; este era el mismo chico que fue un Fatui, que fue un destructor, un héroe, para ella, y para Fontaine.

Furina soltó un sollozo, bajando su cabeza hasta la frente del chico, presionándola con fuerza; Sycamore quería abrazarla, pero sin brazos? Cómo podía hacerlo. - No llores... No llores... - Sycamore levemente sonrió. - La muerte... es una vieja amiga... y jamás a podido llevarme... -

- Cierra... la boca... - Susurró Furina mientras envolvía sus brazos en el torso de Sycamore, acercándolo a ella, lo más que podía.

El chico simplemente soltó un resoplido. - Estaré bien... - Susurró. - Estaremos bien... -

Sycamore recargó levemente su rostro en el hombro de Furina; su dolor era como si estuviera de vuelta en el abismo, pero esta vez? Esta vez sentía que podía con ello, simplemente se permitió cerrar su único ojo, y descansar, al menos por un frívolo momento, de toda su vida.

Cuando Sycamore abrió su ojo, entonces, su pupila se achicó rápidamente mientras en el reflejo de este se podía ver un objeto rojo y enorme cargar contra ellos; su pensamiento no duró en llegar, y rápidamente con su único pie faltante, empujó el cuerpo de Furina presionándolo contra su pecho, lejos del alcance de lo que aquel objeto les harí-

¡SLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!

- GRAH! -

Soltó un grito ahogado; su ojo levemente se abrió su ojo, viendo como aquel objeto se trataba de una enorme oz bañada en sangre, o pintura? No sabía que era, pero sabía que la cuchilla de aquella oz le habia cortado enteramente el pie, dejándolo siempre con su rodilla.

No necesitaba ver de quién se trataba, reconocia en donde fuera aquella arma, inclusive en sus peores pesadillas. Sus ojos levemente recorrieron el mango de aquel objeto, llegando hasta unas manos elegantes pero con firmeza, casi como si hubiera rabia transmitida desde su cuerpo.

Sycamore levemente soltó su respiración, sabía que la volvería a encontrar, pero pensaba que sería cuando pudiera pelear, ahora? Ahora no tenía nada. - Arlechinno... -

- Esto te Trae recuerdos, Scaramouche...? - La voz fría y firme de la mujer, escondiendo un leve toque de molestia se alzó frente a él, retirando la oz poco a poco del suelo. - Tu llegando de cualquier expedición... hecho un total desastre... -

Sycamore presionó sus dientes con fuerza; quería levantarse, pero no tenía nada para hacerlo, nada, solo una rodilla restante que ahora tenía falta de su pie, que podría hacer? Sycamore gruño simplemente.

Negó con su cabeza, viéndola. - Yo... me borre del Irminsul... - Susurró, viéndola desde el suelo. - Como... como es que me rec-

¡SLASH!

- AHH! -

Arlechinno jaló con fuerza su oz, la cual había atravesado lo que quedaba del hombro de Sycamore, para atraer su mutilado cuerpo hacia ella; levemente Arlechinno posó a Sycamore justo frente a sus ojos, pudiéndola ver de frente. Su molestia era evidente, su rabia lo era aún más; para Sycamore era la primera vez que la veía denotando más emociones que simple indiferencia.

- Tu egoísmo siempre te cegó, Scaramouche... - Susurró Arlechinno, presionando sus dientes. - Crees que fuiste el único...? El único que intentó borrarse de la existencia...? -

Sycamore abrió su ojo levemente, con su pupila achicándose poco a poco; Arlechinno cerró sus ojos con fuerza. - Quería morir tanto como tú... en un punto antes de que siquiera consideraras hacerte el bienhechor... - Sycamore gruño. - El Irminsul borraba todo... fue un calvario llegar hasta su centro... - Entonces Sycamore notó como su ojo comenzaba a glitchearse; Arlechinno cerró sus párpados con fuerza. - Yo? Yo lo único que cause fue que mi cuerpo y mente quedarán atrapados en un error de Teyvat... - Arlechinno gruño. - Pero tú...? Tu... egoísta infeliz... renaciste en una nueva vida, para que...? Para... recuperar tus recuerdos... tus penas... y usarlas para tu fuerza...? -

Sycamore levemente susurró. - A-Arlechinno... -

- Mientras yo fui maldecida por querer borrarme... tu deshaces tu propio milagro por quererte hacer pasar por el bueno... - Arlechinno dijo con rabia y toxicidad en sus palabras, acercando el cuerpo del chico a ella. - Tu no merecías esa oportunidad... yo sí! Y lo único que recibí... fue una maldición que no me abandonará jamás... -

Sycamore levemente la vio; su rabia y tristeza, su pena y su dolor, y es que mientras quería gritarle que toda su palabrería era mierda, no podía ni entenderla; el Irminsul era aún desconocido para el, su poder, y su historia, pero sabía algo, y es que el Irminsul era selectivo, muy selectivo, sobre quien podía siquiera verlo, y sobre quien solo podía soñarlo.

Sycamore simplemente alzó su cabeza, la oz aún incrustada en su hombro. - Mi vida... la vida de Scaramouche... no estaba más que... llena de dolor y sufrimiento... - Sycamore simplemente cerró su ojo. - Q-Quizá solo se trataba de eso, Arlechinno... M-Mi vida no valía nada... la tuya... aún podía dar más... -

¡SMACK!

El cuerpo de Sycamore cayó ante el suelo mientras el sonido de piezas de su mejilla cayendo al suelo se hacía presente; el chico levemente levantó su rostro, viendo como Arlechinno sostenía su temblante puño en el aire.

La mujer veía con una emoción de desdén y rabia que jamás creyó tener en ella; el chico enserio estaba tratando de convencerla de que, que? Que no lo matara con palabrería inútil? El más que nadie debía saber, que esa mierda era inservible.

Arlechinno solo gruño, y alzó su oz de nueva cuenta.

¡SLASH!

- GAH! -

Pero la Oz de Arlechinno nunca llegó al pecho de Sycamore; levemente abrió su ojo, notando como su oz se enterró directamente a su lado. Con su pecho subiendo y bajando, miró como en el pecho de Arlechinno estaba enterrada la misma espada que había visto en todo este viaje.

Furina había enterrado su espada en el pecho de Arlechinno; detrás de ella, posándose con un rostro lleno de rabia, miró a Arlechinno con un rostro que su esposo solo podía catalogar con una sola palabra.

Ira.

- No te atrevas... - Susurró Furina, antes de levantar su rostro con desdén. - NO TE ATREVAS A TOCARLO! -

Arlechinno volteó con temblor su rostro, viendo como su pecho ahora era atravesado por una espada de un filo mayor al que podría pensar que tendría a simple vista; pero su rabia era incontable, y sus ganas de acabar con todo, era la única fuerza que ella necesitaba en aquel momento.

Arlechinno tomó entre sus manos el mango de su la, para así gritar en dolor, y voltear hacia Furina. - INSERVIBLE REINA! -

¡CLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!

El sonido de la espada de Furina y la Oz de Arlechinno de hizo presente entre todos los escombros; sus fuerzas eran equiparables, entre una heroina y una heraldo; ambas se veían a los ojos con una rabia que no tenía precedentes.

La pérdida de un esposo, la pérdida de una oportunidad, Furina y Arlechinno no estaban dispuestas a perderlo todo en ese día, y no lo iban a hacer. Furina rápidamente achicó sus ojos, entonces agachándose a una velocidad impresionante, atacó con sus pies los tobillos de Arlechinno, haciéndola perder su equilibrio.

Furina tomó su oportunidad, alzando su espada en el aire para intentar darle un enorme corte; Arlechinno simplemente dio una vuelta a su oz, posando su mango contra una piedra para utilizarlo como soporte; Arlechinno alzó su pierna para intentar darle una enorme patada a Furina.

¡FRUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUSH!

Furina apenas pudo esquiva el filo de su tacón cortando su mejilla, pero no fue suficiente para detenerla, nada la detendría; dando una vuelta a su espada, Furina la alzó en sus manos, tomando la oportunidad de tener su extremidad cerca de ella.

Arlechinno notó rápidamente su plan, pero su reacción tardía le costó llevarse un enorme corte de la espada de Furina; el corte era profundo, dejando que sangre cayera hacia el suelo, y comenzara a desbordarse de ella.

Arlechinno gruño, mientras su pierna la hacía flanquear hacia el suelo; alzó su rostro rápidamente, para así utilizar su cuerpo como escape, dando una voltereta en el suelo evitando que Furina diera otra estocada con su espada.

Pero cuando su pie lastimado presionó contra el suelo, lo único que sintió fue dolor; su pierna falló, haciéndola caer de rodillas contra el suelo. Furina no perdió el tiempo, alzando su espada, rápidamente dio otro swing poderoso.

¡SLASH!

Arlechinno cubrió su cuello con su brazo, evitando ser lastimada de gravedad. - AGH! - grito entre dolor.

Furina simplemente soltó su espada, sería más fácil si lo hiciera simplemente a mano; Arlechinno no vio el momento en el que el puño de Furina aplastó enteramente su nariz, aturdiéndola, y llevado su cuerpo enteramente contra el suelo.

Arlechinno ni siquiera pudo ver el momento en donde Furina presionó con sus piernas su cuerpo, posándose encima de ella, entonces-

¡SMACK!

Otro golpe fue dado a su rostro.

¡CRACK!

Y otro.

¡THUMB!

¡SMACK!

¡SKREET!

Y otros mil más; el rostro de Arlechinno dejaba salir sangre por doquier, manchando el escombro debajo de ella de un color tinte tan característico, pero Furina no se detuvo.

Siguió golpeando, y golpeando, hasta que sus mismos nudillos comenzaban a sangrar de los golpes que daba; Furina gruño en alto, antes de mover sus manos al cuello de Arlechinno, y presionar, presionar con todas las fuerzas que tenía.

- Querías separarnos...! - Grito Furina, mientras presionaba, y escuchaba la respiración de Arlechinno quebrarse. - Querías acabarnos...! - El cuerpo de Arlechinno comenzó a moverse frenéticamente. - QUIERO VER QUE LO INTENTES! -

Arlechinno alzó su mano lastimada hacia el brazo de Furina, intentando detenerla, pero era demasiada fuerza, y demasiado dolor de su parte para hacerlo; sus pulmones comenzaban a quemar, y su cuello comenzaba a quebrarse.

Furina presionó con más, y más fuerza, mirando como Arlechinno poco a poco comenzaba a morir entre sus manos-

- FURINA! -

Furina rápidamente alzó su rostro, lleno de rabia y lágrimas; volteó detrás de ella, esperando encontrar a alguno de los que alguna vez llamó compañía lista para detenerla, lista para enviarla a prisión por ser una fugitiva.

Lo único que encontró, fue a Sycamore, desde el suelo, con su cuerpo demacrado y un rostro dolido, viéndola; Sycamore levemente negó, antes de susurrar, entre su lecho de muerte.

- No eres... una asesina, Furina... -

Furina vio a su esposo, en el suelo, mirándola, no con decepción, o miedo siquiera, simplemente con compasión; Furina cerró sus ojos con fuerza, enserio quería acabar con la vida de aquella mujer debajo de ella.

Quería enserio hacerlo, simplemente quitarle un peso menos a este mundo...

Sus manos levemente soltaron el cuello de Arlechinno; la enorme respiración que esta romo se escuchó en eco en los alrededores de los escombros. La heraldo rápidamente se tomó del cuello, con su brazo y pie lastimados, antes de levantar la mirada hacia la arconte falsa, la cual simplemente miró a sus pies a la mujer, gruñendo, presionando sus dientes.

Y simplemente caminó, cojeando con dolor, alejándose de la mujer; Arlechinno quería ir, quería retarla, quería matarla, pero su cuerpo simplemente le pedía dejarlo, dejarla, y desistir.

Furina simplemente camino, con desdén y cansancio, hacia donde su esposo estaba; Sycamore, en el suelo, levemente la vio, ella podía notar como ahora su cuerpo estaba más roto, carajo, parecía que se caería a pedazos apenas lo moviera.

Pero Sycamore levemente le sonrió en el suelo, antes de cerrar su único ojo. - Eres... fuerte... Furina... más fuerte que yo... sin dudas... -

Furina rápidamente se agachó a su lado; con temblor, movió sus manos al rostro del chico, se sentía frío, casi como si en verdad todos esos golpes fueran el último paso para que poco a poco su ser fuera perdiéndose.

Furina negó, mientras sus ojos temblaban. - E-Esta bien... está bien.. t-tienes que estar bien, e-estás viv-

- Eso.. fue todo lo que... podía dar, Furina... - El chico levemente cerró su único ojo con fuerza, una traicionera lágrima abandonándolo. - Y-Ya no siento... ya no siento nada... e-en mi interior... todo... todo se está apagando... -

- No no... no! - Furina presionó sus rotas mejillas entre sus manos, acercando su rostro a ella. - Podemos repararte! D-Dijiste que podíamos! Podemos aún-

Sycamore simplemente la vio, antes de levemente hacer una mueca con su boca; el chico simplemente susurró. - Furina... - La mujer levemente lo vio. - A-Acércate... por favor... por favor... -

Furina levemente alzó sus ojos; Sycamore simplemente le sonreía, como el jamás lo había hecho. No tenía corazón para levantarlo y llevarlo a buscar ayuda, simplemente haría caso, el estaba bien, tenía que estarlo, el era una marioneta, el había pasado incontables veces por esto, no es así?

Furina levemente se acercó a él; Sycamore alzó su rostro levemente, y la besó, Furina no tardó en corresponder su beso, levemente sintiendo sus agrietados pero aún así suaves labios sobre ella, Furina simplemente continuó su beso, con leves lágrimas cayendo en el rostro de Sycamore.

Levemente Sycamore comenzó a separarse, muy kentsmenre; Furina abrió sus ojos, no queriendo separase del beso. Fue entonces que se dio cuenta del porque se había separado el chico.

La nuca del caminante levemente cayó en la piedra detrás de él, su ojo ahora no tenía ningún brillo, y su rostro pasó a tener una tonalidad más dura, como si de un simple material se tratase.

Furina levemente sacudió a Sycamore. - S-Sycamore...? - Susurró levemente; el cuello de Sycamore comenzó a ponerse más rígido, y sus uniones de marioneta comenzaban a hacerse más visibles. - S-Sycamore... por favor... por favor responde... respóndeme... -

Layla levemente miró al gran cráter que se cernía sobre sus pies, con una sonrisa adornando su mirada; en cuanto sus pies se detuvieron, sin embargo, lo único que sus ojos vieron era el cuerpo de Furina gritando y abrazando con fuerza el torso sin extremidades de Sycamore.

Sus ojos poco a poco comenzaban a perder el brillo, y su cuerpo comenzó a temblar; no podía ser cierto, o si? No debía ser cierto; Yelan rápidamente llegó a su lado, notando rápidamente lo que ocurría.

Sycamore había muerto.

Layla levemente se movió, pero rápidamente la mano de Yelan la envolvió evitando que avanzara; Layla grito, y grito más, alzando sus brazos mientras intentaba llegar a Furina y a Sycamore, quien simplemente lloraba con el cuerpo del chico a su lado.

El primero de los 7 en posarse en el borde del cráter fue Venti; su mirada simplemente seguía a Furina abrazando al cuerpo del chico Anemo en sus manos. Levemente Venti soltó un tembloroso suspiró de su boca, quitándose su boina levemente, y bajándola con lentitud.

Nahida, lentamente siguiéndolo a su lado, miró desde el borde a su niño, a su hijo, a su precioso hijo, sin vida; Nahida no tenía ninguna palabra que decir, ni voz para decirle, simplemente cayó ante el suelo de rodillas, con sus lágrimas poco a poco brotando de ella.

Zhongli levemente se agachó a la altura de Nahida, colocando una mano en su hombro, y bajando su frente en respeto; los pasos de unos tacones se hicieron presente lentamente a su lado.

Furina simplemente lloraba, gritaba, todo, mientras el cuerpo de su esposo se quedaba inmóvil, sin posibilidad de moverse; escuchó pasos acercarse, pero no le importaba, ya nada le importaba.

Entonces una mano se reposó en su hombro levemente; Furina levantó su rostro, no dignándose en hablar siquiera. Detrás de ella, con una mirada seria, enfocándola directamente, la Raiden Shogun se posaba, mientras su mano descansaba en el hombro de Furina.

Furina simplemente la miró, no sabiendo que decir, pero con el dolor en sus manos; La Raiden Shogun levemente cerró sus ojos, meditando, antes de agacharse a su altura.

Todos los que rodeaban el cráter entonces vieron, como si fuera la misma escena de una pintura de la realeza, a la Raiden Shogun cargando entre sus brazos el destrozado cuerpo de Sycamore, lentamente caminando entre las piedras, mientras los cabellos artificiales de Sycamore se movían con el viento.

La Raiden Shogun simplemente camino, y camino.

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