El Ser Olvidado en el Tiempo

!THUD!

Un suspiro levemente cansado salio de la boca de Lumine mientras dejaba que su cuerpo se reposara ante la cornisa que se dirigia hacia las enormes cataratas que formaban el limite de la enorme nacion de la justicia y la verdad; Lumine debia de admitir que Fontaine era muy diferente a naciones como Liyue o Sumeru, pero tambien debia de admitir que, en este punto de su viaje, no deberia de estar esperando mas sorpresas de este.

El chirriteo de particulas descendiendo levemente hacia el suelo se hizo lugar cerca de ella; suspiro levemente con una sonrisa sabiendo de que se trataba, dirigiendo su mirada detras de ella encontrandose a su inseparable compañera de viaje, quien legaba con una leve sonrisa mientras flotaba en el aire.

- Creo que esas caminatas en Fontaine si que te ayudan a relajarte! Me siento mejor que antes! - Dijo la hada con una sonrisa.

Lumine rio levemente abrazando sus rodillas. - No caminas, Paimon, tu vuelas... -

- Volar tambien ayuda! - Paimon pataleo levemente con sus rodillas para asi suspirar. - Como sea! Que tienes? Paimon te ve algo cansada! -

Lumine levemente la miro para sonreir y negar con su rostro. - No es anda, solo este asunto de Fontaine, la profecia y eso me tiene con algo de jaquecas... -

Paimon asintio levemente. - Si... es bastante duro lo que la gente de Fontaine podria sufrir, no crees? -

Lumine asintio, para asi abrazar levemente sus rodillas y pegarlas contra su pecho. - No me gusta esto, Paimon... -

Paimon la miro, para asi acercarse a ella, y acariciar su espalda levemente. - Todo estara bien, ya veras! - Trató de alentar Paimon mientras. - Quizas solo necesitamos un diferente punto de vista! O quizas unas vacaciones? Oh! Oh! Podriamos pedir ayuda! Cobrar unos favores! O quizas podriamos huir y-

- Paimon... - Susurro Lumine en regaño hacia la hadita la cual simplemente sonrio apenada y miro a su lado. - Pero... - Penso levemente, antes de soltar un a leve sonrisa. - Pedir ayuda, dices...? -

Paimon parpadeo levemente, antes de sonreir y asentir varias veces con una sonrisa. - Si! Hemos hecho bastantes amigos por lo largo de Tevat! Estoy seguro que alguno de ellos querra ayudarnos si se lo pedimos amablemente! -

Lumine le sonrio amablemente. - No es an sencillo, Paimon... la mayoria de personas que conocemos estan ocupados en su propio mundo, no seria bueno que los arrastraramos a Fontaine asi como asi... -

Paimon levemente coloco su mano en su barbilla. - Hmmm... Paimon entonces se quedo sin ideas.... -

Lumine simplemente nego con una sonrisa para abrazar levemente sus piernas y mirar hacia el gran atardecer que se sernia en la region de Fontaine, de manera hermosa con el sol cayendo hacia el costado y la luna finalmente tomando su lugar como la reina de la penumbra. Lumine penso que las estrellas de Teyvat se veian hermosas, muy hermosas, aquel pensamiento simplmente la llevo a otro, por que las estrellas serian falsas? Que sentido tendria crear un cielo falso? Y luego aquel pensamiento la llevo a alguien.

Lumine sonrio levemente antes de mirar a Paimion. - Bueno... hay alguien a quien si podriamos pedirle su apoyo... -

Paimon la volteo a ver, viendo aquella sonrisa confiada de Lumine en ella mientras la hada no alcanzaba a comprender del todo que pasaba por la mente de la viajera. - Ahhh... este es el momento donde le dices a Paimon de que se trata...? -

Lumine solo coloco sus manos en sus mejillas mientras Paimon, curiosa, la veia. - Quieres ir a Sumeru un rato....? -

I can't remember when...
We Walked together...

Sharing a Love I thought....
Would last forever....

Moonlight to show the waves...
So we can follow...

Waiting inside her eyes...
Was my tomorrow...

Then something changed her mind...
Her kisses told me...

I had no loving arms...!

To...! Hold...! Me...!

Everyday I wake up!
Then I start to brake up!
Lonely as a man without love!

Algunas hojas comenzaban a caer poco a poco hacia el suelo mientras se denotaba un leve cambio de color en estas; las estaciones de otoño en Sumeru eran bastante curiosas por falta de una mejor palabra, pues algunos arboles seguian su ciclo natural de la muda de hojas, mientras que otros se mantenian enteramente con su color verdoso tan hermoso que recubria cada parte de los bosques y pastizales de la region.

Quiza era esa una de las razones por las que preferia perderse en el bosque y no tener que escuchar los constantes llamados de los profesores intentando que pusiera atencion, o argumentando con el en temas de los que claramente ellos no sabian, pero el si. El habia vivido mas triempo que el humano mas antiguo de Tevyat, porque el no habria de saber cosas sobre la historia del pais?

Gruño levemente, cuando se le presento la idea de asistir a lecciones en la facultad de Vahumana, algo en el le decia que seria una pesima idea, y es decir, lecciones erroneas con estudiantes que las tragan como si fuera el platillo mas delicioso en el planeta? El no tenia la culpa de que la gente se creyera las cosas con tan facilidad, y que los profesores dijeran mentiras con tanta simpleza.

Pero, al final, que mas daba? Ese dia habia tenido suficiente mierda como para que el quisiera amargarse de mas con un vaso de agua; simplemente saliendo de su ultima leccion, corrio hacia los bosques, subio a uno de los arboles mas altos, y se quedo ahi por un buen rato hasta que la noche llegara en su punto mas alto; no tenia ganas de volver a la pocilga que le dieron de cuarto por ser estudiante de Vahumana, le parecia claustrofobica hasta cierto punto.

No, el no funcionaba para mantenerse en lugares encerrados, no funcionaba para ser alguien que aprendiera a este punto, el simplemente funcionaba para dejar que se pudriera en el vasto e interminable camino de Teyvat hasta los puntos maximos que el pais tuviera; y eso, es exactamente lo que dejaria que le ocurriera en este momento, reposando sus manos en su nuca y bajando su sombrero hasta cubrir sus ojos, simplemente sonrio con leve calma ante la soledad y el silencio que habia en la cima de aquel arbol.

Quizas si tuviera un Aranara o un pequeño gato a su lado podria llamar a este momento de su vida "Perfecto", pero no habia nada de perfecto en la realidad que el conocia, asi que, simplemente dejo de intentarlo hace mucho; simplemente dejo que la brisa del viento lo llenara y que lo relajara de toda esa tension que su cuerpo lo hace sentir.

- Asi que aqui estabas... -

- Hijo de la ching-! - Claro que, para el, no deberia existir tal sentimiento de paz; menos cuando fue interrumpido estrepitosamente por una figura sentada justo en frente de el, en lo restamte de la rama que el ya habia reclamado anteriormente.

Cuando levanto su sombrero levemente, solo pudo suspirar en irritacion; claro que iba a ser ella, por que no lo seria? Estatura mediana, pelo blanco con verde y traje ceremonial a la medida, por que de todas las personas en este mundo, no seria ella la que lo encontraria? Parecia ser la unica persona en Teyvat que genuinamente podria buscarlo hasta el fin del mundo, y aquel pensamiento no sabia el como lo hacia sentir.

El chico suspiro, bajando su sombrero de nuevo a sus ojos y nuevamente reposando su nuca en el arbol. - Que quieres...? -

Nahida levemente rio ante ello, moviendo sus pies levemente. - Solo queria ver como estaba el Don Sombrero... -

El chico gruño. - Han pasado 4 meses... ya superalo... -

La mujer rio de nuevo, antes de mirar hacia los arboles que los rodeaban. - Supe que tuviste problemas con tus profesores hoy... -

- Hay algo que no sepas en realidad...? - Dijo con sarcasmo el chico, aun cubriendo sus ojos con su sombrero. Nahida simplemente lo miro expectante a que confesara; claro que pudo sentir su mirada, asi que simplemente suspiro y continuo. - Una estupidez... simplemente no hay forma en la que ellos y yo estemos de acuerdo... -

- Hmmm, me temia eso... - Susurro Nahida.

- Aja, claro que lo hacias... - Respondio con sarcasmo el chico antes de suspirar y levantar su espalda levemene, antes de re acomodar su sombrero en su cabeza, descubriendo sus ojos. - Como sea, no vienes aqui solo por eso, cierto...? -

Nahida le sonrio levemente. - No puedo preguntar como esta mi protegido...? -

- Normalmente eso viene con intenciones ocultas... - Dijo simplemente viendola con aburrimiento. - Ya, dispara... -

Nahida nego con una sonrisa. - La Viajera y Paimon vinieron a visitarnos... - El chico levemente ladeo su cabeza.

- No estaban en Fontaine...? - Pregunto curioso.

- Es justamente la razon de su visita... - Dijo, para asi mirarlo levemente con una sonrisa pequeña. - Quieres ir a tomar té junto a nosotras...? Creo que Lumine estara feliz de ver como estas... -

El chico la vio simplemente, bajando su sombrero levemente junto a su rostro para ver los pies flotantes de Nahida colgando desde la rama del arbol; suspiro y levanto su rostro. - Té amargo...? -

- Solo lo mejor para ti... - Nahida dijo con una leve sonrisa.

El chico la vio levemente, antes de sonreír con cuidado y bufar. - Supongo que puedo ir un rato... -

...

- Nahida! Es un gusto verte de nuevo! - La hada saludó con emoción mientras se movía con furor en el aire. - Aunque... Paimon no puede decir lo mismo de ti, Don Sombrero... -

"Hazlo por el té, hazlo por el té..." Pensó con irritación el chico mientras gruñía en bajo y le daba un sorbo a su taza con algo de temblor debido a su molestia generada por la hada.

Si le preguntaran al chico cual era su opinión sobre La Viajera de las estrellas, Lumine, y el Hada Mascota/Comida de Emergencia, su opinión variaría entre sus diferentes puntos en el tiempo, pero siempre había algo que compartían.

Respetó; Lumine era una persona talentosa para todo lo que se proponía, y no desistía aún si su cuerpo le pidiera dejar de intentarlo. El chico la respetaba por el porte que ella demostraba ante todo Teyvat, claro que su compañera Paimon venía de más en la ecuación, pero si ella decidía mantenerla a su lado, quién era el para quejarse?

Hablo de las cualidades que le agradan de Lumine, ahora vamos con las que le desagradan, y una de ellas era clara en este momento: Lumine claramente no perdía ninguna oportunidad para molestarlo a él o irrumpir su paz así fuera por míseros y escasos 5 segundos, porque razón? Ni el lo sabía, quizás era su forma de venganza por todo lo que había hecho en su pasado, o simplemente cosas de Lumine.

Cual fuera la respuesta, el chico simplemente trataba de limitarse a ignorarla; pasó un tiempo enorme en donde su mente finalmente desistió a ser un bravucón a ser simplemente alguien que retiene sus sentimientos de odio hacia las personas, no por compasión, simplemente no ve valor en hacer frente a algo que podría acabar en mera ironía.

El chico simplemente suspiro, dejaría que Nahida se encargue de esto. - Me alegra mucho recibirlas a ambas esta noche! - Nahida habló mientras mantenía su cuerpo cerca de su protegido, quien simplemente se limitaba a escuchar. - Sin embargo, debo de preguntar del por qué de su visita repentina, creí que en este momento estarían en Fontaine? -

Paimon, como siempre, era quien respondía. - Lo estábamos! Pero han ocurrido una serie de cosas que nos hicieron venir aquí! - Dijo la hada con algo de nervios mientras rascaba su gran pelo que era desproporcionado a su cuerpo diminuto. - Ah, Lumine, crees que puedas explicarles? Paimon está aún muy perdida sobre todo el tema! -

Lumine simplemente rodó sus ojos, para así mirar a ambos con una leve sonrisa. - Saben de la arconte de Fontaine...? -

Nahida colocó su mano en su barbilla, pensando levemente. El chico por su parte simplemente le dio un sorbo a su té; sabía de ella, claro que si, Furina, la arconte hydro. Sabía de su tiempo en los Fatui que Furina, como todos los arconte, también estaba en la mira de la gran organización, aunque jamás indagó del todo sobre el por qué.

El chico sintió levemente interés en el tema, la arconte del agua siempre había sido alguien llamativa a ojos de él; se veía demasiado diferente a lo que Nahida o la estúpida de Raiden Shogun eran.

- Se un poco de ella, pero jamás e indagado del todo... - Susurró Nahida suspirando. - Por qué la duda...? -

Lumine levemente bajo su rostro, dejando su taza del té en la pequeña mesita que había preparado Nahida. - Bueno... hay una cuestión... - Susurró mientras suspiraba la chica. - Ella jura que Fontaine está bajo el acecho de una... profecía... o maldición... -

Ahí fue entonces que el antiguo Fatui se interesó por completo en el tema, una maldición recayendo en Fontaine? A la nación entera? Sonaba como algún cuento de hadas, pero, si Lumine estaba lo suficientemente interesada, significaba algo, y ese algo llamaba su atención.

Lumine simplemente negó. - Nahida... sabes del Mar Primigenio, o no...? -

Nahida parpadeo levemente, para así asentir. - Alguna vez cubrió la superficie de nuestro mundo... donde nació gran parte de la vida de Teyvat... -

Lumine asintió, mientras sostenía con fuerza su taza. - La gente de Fontaine viene directamente del mar... y su lucha es que si lo llegan a tocar... se disolverían... se irían por siempre... -

El chico levemente achicó sus ojos, ya podía ver hacia donde se dirigía esto y aquella maldición de la que la viajera mencionó; sonaba mediático, algo complicado para ser algo planeado pero bien siendo real.

- La maldición que Furina dice que habrá... es que el Mar subirá cubriendo todo Fontaine y acabará con los pecadores... excepto con la arconte misma... - Lumine terminó de contar a la vista de Paimon y Nahida, quienes simplemente podían ver la leve desesperación de la rubia en sus palabras.

El chico levemente vio el silencio reinando en la habitación, suponiendo que era su turno de dar su opinión, suspiró y bajo su té. - Supondré entonces que planeas detener una maldición que es más vieja que probablemente tú y yo... - Dijo el chico con algo de sarcasmo mientras miraba su taza. - No puedo decir que no esperaría eso de ti... - Sonrió levemente con burla, para así suspirar levemente. - Dando una leve hipótesis, para saber cómo, hay que entender el por qué, y de quien... -

- Paimon no te entendió ni pico... - Dijo la hada con una gota de sudor en su frente.

El chico simplemente bufo para así cruzar sus brazos. - Si quieres detener la maldición, primero hay que saber de donde proviene, quien la provocó, y el porqué de ello... - Dijo el chico mientras miraba el te restante de su taza. - Ninguna acción va en vano... menos una de tal magnitud... -

Lumine asintió levemente, de acuerdo con el comentario del chico. - Y... eso me lleva al siguiente punto... - Nahida y el chico parpadearon levemente ante ello. - Nahida, crees que puedas prestarme a Sycamore por un tiempo?... -

.
.
.

- Eh? -

Fue lo único que provino de la boca de ambos, Nahida, y el ahora conocido como Sycamore, mirando con diferentes expresiones totalmente opuestas a la del otro a la viajera la cual sonreía con pena.

Paimon levemente movió sus brazos. - No miren a Paimon! Paimon fue la primera en negarse! -

Lumine simplemente jaló levemente de sus ropas ceremoniales a Paimon; la hada levemente se relajó, bajando en su flotar con cuidado, dejando a la chica rubia tomar la palabra. - Tengo mis razones... -

Nahida levemente bajo su mirada, cosa que fue notada por el chico levemente; notando como el aire calmado de Nahida se esfumaba poco a poco de ella luego de aquella simple frase. - Podrías decirnos esas... razones, Lumine...? -

Lumine asintió levemente. - Sycamore es una persona que me a demostrado fuerza, e inteligencia sobre todo... el caso de Fontaine es algo que deje de tratarse con sumo cuidado... y quiero que el sea mi acompañante esta vez... -

El chico levemente vio a la viajera, estaba siendo real o solo era una fachada? No podía del todo saberlo porque Lumine siempre había sido interesante para él de alguna manera. Bufando, cruzó sus brazos y miró hacia otro lado.

- Me alagas... - Dijo con leve sarcasmo, ocasionando que Paimon gruñera levemente. - Pero... si tanto quieres meter tus narices donde no te importa, sería estupido de mi parte-

- No irás. -

- Exacto... - Sycamore terminó la frase de Nahida... no, espera, había escuchado mal; rápidamente la volteó a ver con confusión y sorpresa. - Espera, que dices...? -

Nahida se quedó un momento reposando su vista en su té, no queriendo levantar su mirada hacia los acompañantes en aquella cena que se había tornado algo insegura luego de su tono. Nahida levantó su rostro y sonrió.

- Sycamore está muy ocupado con sus temas escolares, y como su Guardiana, no puedo permitir que se atrase... -

El chico parpadeo levemente mientras sus ojos se achicaban ante la vista de Nahida que simplemente sonreía, pero había pasado el tiempo suficiente con ella para identificar que esa sonrisa era una simple fachada.

Nahida simplemente no quería que el fuera a Sumeru.

Lumine parpadeo levemente sorprendida, antes de suspirar. - Debí imaginarlo... no recordaba que ahora estás en Vahumanna... -

Sycamore levemente tembló, y miró a Lumine. - Esper-

Nahida interrumpió. - Mil disculpas, Lumine, pero estoy seguro que más acompañantes de tu viaje querrán ayudarte en esto... -

Sycamore se quedo con la palabra en el aire; no pudo articular siquiera algo que refutara el punto de Nahida contra lo que ella dijo, simplemente habia sido muy repentino del todo que su sorpresa alcanzaba su filo con su lengua. Lumine lo vio un momento, antes bajar su rostro con sus mejillas ruborizadas.

- Bueno eh... Nos retiramos... Gracias por recibirnos esta noche, Nahida... - Nahida simplemente asintio con una sonrisa, que el bien sabia que era falsa.

El la conocia muy bien.

...

- Que carajos fue todo eso...? -

Nahida suspiro levemente; en el momento en el que Lumine paso por el umbral de la puerta junto a Paimon y desaparecieron de la vista de ambos, sabia que el chico iniciaria rapidamente con aquellas preguntas que claro que tendria, y claro que tendrian respuesta, la cosa era que ella simplemente preferia no responder del todo a ellas.

- Tienes clases. - Se limitó a decir Nahida mientras se daba la vuelta, a la mirada levemente molesta del Trota montañas quien solo la veía con algo de irritación.

- Y? Creí que tu... ser benevolente y amable sería capaz de comprender una situación de este calibre... - Wanderer dijo con clara molestia en su voz.

Nahida simplemente le dio la espalda, caminando mientras suspiraba. - La situación en Fontaine es desafortunada, Sycamore... pero no hay nada que podamos hacer... -

El chico levemente la vio con sus ojos temblando como si fueran a caerse de la total impresión que le causaba escuchar eso; esa era La Reina Menor Kusanali que el, con todo lo que el podía llamar pensamiento, había considerado un ser demasiado benevolente para el? O Nahida había cambiado, o sus estándares eran muy bajos.

Sycamore simplemente negó mientras avanzaba a Nahida. - Estas mintiendo... tú no dirías eso... -

- Sycamore, ya no quiero escuchar de esto, cambiemos del tema... - refutó rápidamente Nahida mientras volteaba a verlo, su mirada era diferente a las que el chico había visto anteriormente de ella, se notaba una combinación entre miedo y molestia.

Pero Sycamore no cedió. - No dices que soy tu protegido? No tengo derecho entonces a saber el porqué me estás mintiendo? -

- No te miento, solo te pido que dejes el tema - Sycamore levemente se acercó a ella, con una mirada más irritada; esto estaba saliendo diferente a como creyó la forma de concluir su día.

- Que pasa contigo esta noche? Mi presencia aquí no cambia en nada tu trabajo en Sumeru, podría bien no estar aquí y no pasaría nada. -

- Crees que hablo por mi? - Nahida discutió con leve molestia.

- Si no es así entonces dime porque mientes! -

- No te estoy mintiendo! -

- Claro que lo haces! -

- Porque insistes en ir a Fontaine?! - Nahida preguntó mientras se cruzaba de brazos frente a él.

- Porque crees que no debería ir?! - Sycamore defendió su postura, poniéndola a ella ahora en el reflector.

- Sycamore! No podemos hacer nada contra una profecía! Si está escrito! Entonces-

- Entonces que? Prefieres que esa gente de ahí muera para el disfrute de un Dios? Te creí mejor, Nahida! - Sycamore no entendió del todo aquella frase que vino directamente desde su pecho, sentía un palpitar leve como si de un corazón se tratase, pero en el no había nada más que un cascarón hueco.

- Es el destino! - Nahida simplemente dijo dándose la vuelta caminando.

- Tu sabes bien que esa mierda no va conmigo! - Sycamore levemente apunto a ella mientras la miraba con molestia.

Nahida, molesta, apretó sus dientes y se dio la vuelta, mirándolo de frente, y de su boca vino algo que solo ellos dos podrían entender la magnitud de la carga con la que venían esas palabras.

- Ya basta, Scaramouche... -

Sycam-Scaramou-Kunikuzush-. Esa simple frase fue suficiente para hacer de la mente del chico un lío entero, mirando el rostro de Nahida que se notaba a leguas que no estaba disfrutando del todo su discusión.

El chico simplemente la vio con leve shock en su expresión; Nahida levemente relajó su mirada, eso no había sido de su agrado, pero fue la forma de tomar la palabra de nuevo. - Se muy bien que sabes cómo cambiar el destino... y mira lo que eso trajo... a Teyvat... a mi... -

Nahida levemente dio la vuelta. - Por favor entiéndeme... -

Sycamore la vio levemente, sintiendo viento recorrer su artificial cuerpo que el perjuraba que no podía sentir nada, pero claro que lo sentía, sentía el frío de la habitación y la densidad y peso que aquella frase la había acatado.

Sycamore levemente bajo su rostro, cubriendo su cabeza con su sombrero enorme. - Entonces tú razón de mentirme es porque temes que...? Que vuelva a cometer otra atrocidad como antes para cambiar el futuro...? -

Nahida no dijo nada; Sycamore levemente bufo, antes de comenzar a reír de manera dolorosa, porque dolía? Que clase de afecto le tenía a la Lord Kusanali para sentirse así? Un afecto que creía perdido desde hace mucho tiempo.

- Wow... no sé ni para que me sorprendo... - Sycamore dijo, mientras comenzaba a dar la vuelta, lejos de Nahida, escondiéndo sus ojos de ella. - Supongo que tus buenas razones debes de tener... piensas como una Diosa a final de todo... No como una Protectora... -

- Sycam-

- No, No... Por Favor... - Sycamore interrumpió levantando su brazo. - No debí insistir... Mi error... -

Nahida levemente cerró su boca con fuerza; el chico normalmente era de insistir pero algo en ella esta vez no le permitió que lo hiciera hoy, algo en ella que la llenaba con miedo, no por la ambición de poder, sino por el vacío que dejaría en su corazón si el chico llegara a separarse eternamente de su lado.

Porque ella misma sabía que si Sycamore iba a Fontaine, el no regresaría; parecía escrito de alguna manera que perdería a su ya hijo en aquella travesía de alguna u otra forma, que ella no podía permitírselo, simplemente no podía.

Detener la profecía de Fontaine era una cosa que la Viajera podía resolver por si misma, pero perder a su hijo sería algo que jamás la haría recuperarse. Nahida simplemente lo vio irse, viendo como el chico no parecía ni querer mirarla, y era duro, muy duro para ella.

Pero era lo mejor después de todo.

Porque Nahida era benefactora, pero perderlo a él no era un sacrificio que estaba dispuesta a tomar, inclusive si había gente en peligro.

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