El Caminante y El Doctor

¡SLAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!

El cuerpo de un guardia cayó al suelo mientras sostenía con fuerza y dolor su pecho; el sonido de tacones pasando a su lado inundó sus oídos. Levantando sus ojos, solo pudo ver a su atacante caminando pasando de él como si el no fuera nada.

Furina miró a ambos lados de aquel laberinto al cual llamaban sótano; tenía un labio partido con sangre cayendo de esta y un moretón en su mejilla, pero el dolor era mínimo cuando tenía que ir con rapidez hacia su objetivo.

Dejó solo a Sycamore contra uno de los heraldos, peor aún, aquel que lo torturo; Furina se reprochaba mentalmente en su mente sobre que estaba pensando, que clase de esposa era cuando lo había dejado ahí solo.

Furina negó, Sycamore estaría bien, lo estaría mientras ella cumpliera su parte del plan; de manera inmediata, Furina alzó su espada y apuntó ante el soldado Fatui a sus pies.

Con una mirada de frialdad que jamás pensó que vendría de ella, Furina habló. - La caldera, dónde está? -

El soldado levantó sus brazos en miedo, está arconte de Fontaine era mas aterradora de lo que la pintaban en sus historias; rápidamente apuntó hacia el camino izquierdo que llevaba hacia un gran salón con puertas de madera como entrada.

Furina agrieto sus ojos, antes de hacer un movimiento; tomando su espada por el filo azul, le dio un enorme golpe al Fatui con el mango, dejándolo enteramente inconsciente.

Furina rápidamente hizo desaparecer su espada, para así comenzar a correr hacia la puerta en la izquierda con agitación; tenía que volver rápido, y ayudar a Sycamore.

Empujó la puerta apenas llegó; era pesada, demasiado para su fuerza, pero no era algo que no pudiera manejar. Rápidamente el sonido de la madera chirriante contra el concreto y el metal se hicieron presentes.

La puerta se abrió, dejando ver un enorme salón de iluminación naranjosa, tenía mesas y herramientas por todos lados y en la mitad y centro de todo había un enorme artefacto que conectaba hasta el techo y demás habitaciones; la caldera, su nombre era explicativo.

Furina rápidamente vio palancas rodeando todo el artefacto; colocó una expresión mas seria.

"Por favor, Sycamore, aguanta..." -

Wanderers of the Water and the Wind presenta:

El Caminante y El Doctor

¡CRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH!

El cuerpo de Sycamore chocó contra pilares que sostenían el mayor castillo que se podía encontrar en Teyvat en sus épocas actuales; el dolor no se hizo esperar en su cuerpo artificial, pero estaba acostumbrado, el dolor era poco para el cuando la rabia ganaba en su sentir.

Se levantó como si no hubiera pasado nada; su mejilla estaba enteramente rota con un enorme agujero que solo podría ser tapado con un parche, y sus dedos estaban resquebrajados hasta al punto de tener leves boronas cayendo ante el suelo; Sycamore gruño.

¡SLASH!

Rápidamente hizo su cuerpo detrás de su espalda para evitar un ataque de la espada brillante de Dottore que rebotó contra el suelo; Sycamore no se hizo esperar, rápidamente pisando con fuerza la muñeca de Dottore para así propinarle un enorme golpe en su máscara que lo aturdió momentáneamente.

Sycamore entonces llenó sus manos de energía Anemo, mientras comenzaba a gritar, lanzando un sin fin de ráfagas hacia el doctor que solo podía levantar sus manos tratando de evitarlas con todo lo que podía.

Sycamore gruño; entonces apretó su puño con fuerza con su visión brillando fuertemente; del suelo emergieron enormes ráfagas de aire que sacaron a Dottore suspendiéndolo en el aire. Sycamore hizo desaparecer su sombrero, comenzando a volar con su visión para así embestir el cuerpo de Dottore con sus propias manos.

Sycamore gritó en rabia, estrellando el cuerpo de Dottore a una fuerza y velocidad incontables contra el techo; rápidamente alzó sus piernas, sosteniendo al doctor con ellas para evitar que se librara de él.

Sycamore gritó. - NO QUIERES DECIR ALGO MÁS?! DOCTOR!! - Soltó un enorme puñetazo contra el rostro de Dottore. - NO TE ARREPIENTES NI UN POCO... - Otro puñetazo salió hacia su mejilla. - ..DE LO QUE ME HICISTE A MI?! -

Sycamore grito, golpeando de manera continua el rostro de Dottore, hundiéndolo cada vez mas en el cráter que se estaba creando en el concreto mientras apretaba la fuerza de sus piernas para evitar que el Doctor se escapara; Sycamore grito mas y mas, aumentando la fuerza de sus puñetazos, dando directamente en su nariz, dejando que algunos tornillos del cuerpo mejorado de Dottore salieran desperdigados hacia el suelo.

¡SMACK!

¡SMASH!

¡CRACK!

¡THUMB!

Los dedos de Sycamore comenzaban a tener mas resquebrajaduras en estos debido a la inmensa cantidad de golpes que soltó contra el rostro de Dottore; alzó su puño una vez mas, suspendiéndolo en el aire, su puño estaba lleno entre una mezcla de sangre y aceite; Sycamore se quedó viendo ante el rostro demacrado de Dottore, el cual perdió su máscara, dejando ver un horroroso intento de mejora robótica en sus ojos, pues ahora tenía una parte faltante del rostro, dejando ver un simple ojo rojo que estaba totalmente resquebrajado y desnudo.

Pero Dottore simplemente comenzó a reír, reír y reír mientras Sycamore lo miraba con rabia; entonces Dottore simplemente alzó del cráter su rostro destrozado, y susurró.

- No eres... - Sycamore apretó mas su puño. - ..Más que un error de nuestra propia naturaleza... - Sycamore levemente bajo su puño, y abrió sus ojos. - ..Y los errores deben corregirse... -

¡SLASH!

- GRAH! -

Ambos cayeron al suelo cuando Dottore sacó de la nada su daga brillante de su muñeca; aquella daga rebanó enteramente la pierna de Sycamore, cortándola dejándolo sin una extremidad entera. Los cuerpos de ambos cayeron, dejando salir un enorme sonido de golpe contra el concreto de dos cuerpos de distinta masa chocando.

La pierna de Sycamore cayó centímetros de él, con este solo pudiendo levantar su rostro del suelo para ver como su extremidad ahora ya no le pertenecía; Sycamore simplemente tembló, no podía moverse, no había sangre en el, simplemente tembló al ver como una parte de él estaba ahora desconectada.

- Ves... lo que veo...? - Escuchó la voz de Dottore detrás de él; lentamente giró su rostro, viendo como este caminaba con un tobillo roto y su rostro enteramente destrozado. - No hay sangre... no hay dolor... solo realización... -  Dottore lentamente tomó a Sycamore de su cabello, alzándolo desde el suelo. - No eres mas que un simple objeto al que le dieron vida... -

El chico balbuceó. - N-No-

- Nunca perteneciste aquí... - Dottore rio mientras apretaba su agarre en su mano, sonriendo con desdén. - ..Ni en ningún lado... - Dottore sonrió mas. - ..Alguna vez creíste que eras de Tatarasuna...? Creíste que naciste en Inazuma...? Crees que eres de Sumeru...? No eres mas que un maldito extranjero que tiene que morir... -

- Su-Sueltam-

Dottore simplemente azoto el rostro de Sycamore contra el concreto; riendo y riendo con desdén, lo levantó de nuevo; su nariz estaba rota, y su ojo estaba resquebrajado, su labio estaba partido y sus mejillas con agujeros.

- Anda... te escucho... - Rio Dottore. - Que es lo que quieres decirme...? -

Sycamore solo pudo levantar su destrozado ojo; su visión era borrosa, pero podía ver, por Celestina que aún podía ver. Solo pudo fijarse en un lado específico del salón, tubos que sobresalían de las paredes y que se dirigían hacia el suelo.

Sycamore simplemente miro al tubo, como este comenzaba a gotear, cada vez mas y mas; levemente bufo, su mandíbula se sentía rota, todo en el parecía destrozado, excepto su testarudez.

Levemente balbuceo. - Y-Yo... - Dijo. - Yo... S-Solo...  Solo necesitaba 5 minutos... -

Dottore levemente hablo. - Que-

¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!

El cuerpo de Dottore y Sycamore salieron desperdigados en el aire luego de que una explosión se generara desde el subsuelo donde estaban; Dottore se estrelló contra un pilar que destrozó, pero Sycamore no pudo caer cuando un fugaz como rayo cuerpo lo atrapó antes de caer.

Había llegado tarde, demasiado tarde, pero a tiempo a su vez; Furina sostuvo el demacrado cuerpo de su esposo en sus brazos, cayendo en el suelo mientras se negaba a dejarlo ir; mas explosiones venían, pero queria tenerlo en sus brazos.

Furina lo abrazó con fuerza, no soltándolo, mientras Sycamore, balbuceando, simplemente movió sus brazos hacia su espalda, envolviéndola. - Sycamore... Sycamore... - Susurró Furina entre lágrimas mientras abrazaba el cuerpo de su esposo con fuerza.

Sycamore simplemente se aferró a ella, no dejándola ir, mientras sentía gran presión en su pecho; estaba apunto de morir, morir por su propia rabia de matar a Dottore, Dottore estaba apunto de matarlo; iba a dejar sola a su esposa? No, se negaba a creerlo.

- Perdóname... - Susurró Sycamore mientras la abrazaba con fuerza, con Furina cargándolo en sus brazos. - Perdóname... -

Furina simplemente negó, enterrando su nariz contra el hombro del chico mientras gruñía. - No... no, no hables... descansa... aquí estoy... aquí estoy... -

- Furina... - Susurró Sycamore, abrazándola. - Vámonos... las explosiones... -

- Lo sé... lo sé... - Levemente Furina hizo sus ojos brillar; su cuerpo fue envuelto en una fría capa de agua junto al de Sycamore.

Y en un destello, Furina comenzó a correr con el poder de la Gnosis Hydro, finalmente completa en su pecho, directo hacia la salida; en el patio donde Sycamore le había indicado de un punto de transporte que los Fatui usaban para viajar, su boleto de vuelta a Fontaine.

Furina entonces escuchó un grito. - Scaramouche! -

Volteó a unos centímetros de la salida; mas explosiones comenzaban a sonar desde el subterraneo, y el tiempo se les estaba acabando; Furina vio como Dottore, destrozado, sin un brazo y con un rostro enteramente desfigurado, caminaba aún intentando llegar a ellos.

- No... puedes librarte de mi! Scaramouche! - Gritaba Dottore; Furina quería matarlo con sus propias manos.

Pero que el capitán se hunda con su barco, así decía el dicho; Furina simplemente corrió de nuevo, hacia la salida mientras el castillo poco a poco explotaba en miles de explosiones que lo derrumbaban entre sí.

Dottore grito, mientras los escombros caían detrás de él. - YO IRÉ! POR USTEDES! -

Furina no escuchó, envolviendo el cuerpo de Sycamore en sus brazos, pego un enorme salto.

Entonces las estrellas brillaron; el punto de transporte brilló, su pecho brilló. El cuerpo de Furina y Sycamore desapareció entre el fuego y el humo expandiéndose por todo el lugar.

Los Fatui, ya no eran nada.

. . .

FONTAINE

Parece que volvió...
Espero que entiendas...

Ese día no era yo...
No te quise hablar...

Pero en ese momento...
Pensé que sería normal...

¡SLASH!

Los cuerpos de Sycamore y Furina rodaron por el suelo bien cuidado y algo doloroso de la gran ciudad de Fontaine; en ningún momento separándose mientras se abrazaban con fuerza para evitar que uno saliera volando fuera del otro.

Sus cuerpos finalmente dejaron de rodar; sus respiraciones chocaban y sus extremidades dolían, pero estaban bien, estaban a salvo, lo habían logrado; Furina levemente levantó su rostro del hombro de Sycamore el cual estaba en el suelo.

Furina levemente miró a sus alrededores; las decoraciones de mármol, el concreto bien cuidado, las estructuras elegantes y un cielo lleno de nubes grisáceas y lluvia cayendo en su rostro.

Estaban de vuelta en Fontaine.

Furina perdió su aliento levemente, mientras miraba con una sonrisa imposible a sus alrededores. - Sycamore...! Sycamore! Sycamore! Lo logramos! Estamos en Fontaine! Estamos en Fontaine! -

Sycamore levemente se levantó; su sombrero probablemente se quemó con la explosión, pero poco le importaba. Levemente estiró su pecho, dejando salir un sonido doloroso de resquebrajadura; su cuerpo estaba roto, y sin una extremidad, pero estaba vivo.

Estaba vivo.

Sycamore miró a Fontaine, sintiendo la misma alegría de Furina; el rostro de Sycamore siempre denotaba las mismas expresiones: Seriedad, burla, rabia, desinterés, pero esta felicidad era nueva, esos ojos, aunque uno roto, llenos de vida, y una sonrisa con lágrimas sincera.

Su viaje estaba apunto de acabar, podrían volver a casa finalmente, ambos. Sycamore rápidamente abrazo a Furina con fuerza, mientras dejaba salir un enorme resoplido junto con una lágrima cayendo de su único ojo bueno.

Sycamore balbuceo. - Lo logramos... -

Furina río, mientras enterraba su nariz en su hombro. - Lo hicimos... Lo hicimos... -

- Les dije que aquí aparecerían... -

Sycamore levemente abrió su ojo; quizá era que su oído estaba roto, pero esa voz resonando en su mente lo hizo temer, temer de que aún no acababa; levemente alzó su mirada de la espalda de Furina.

Por qué había demasiados pies, botas, zapatos, todo, rodeándolos? Levemente alzó su mirada; no solo eran zapatos, eran personas, mirándolos con seriedad; personas de todos lados de Teyvat que estaban esperando la gloriosa llegada de "Los Fugitivos".

Levemente miró a su lado, en el centro de todo; Mona Megistus levemente se cruzó de brazos, mirando a los fugitivos abrazándose en el suelo, a su lado estaba la Viajera, Lumine, la única persona que en algún momento consideró amiga, mirándolo con la misma seriedad de Mona; y en medio de ambas, el gran soberano de Fontaine; Neuvillette.

Furina levemente se separó de Sycamore, no soltándolo sin embargo de su brazo. - N-Neuvillette... -

Entonces Sycamore miró a los alrededores; a las personas rodeándolos; había rostros conocidos y otros no tanto; Raiden Shogun junto a Yae Miko cruzadas de brazos mientras Yae simplemente sonreía de leve burla; Xiao bajó su lanza hacia al suelo, mientras detrás de él había un hombre de ropas y cabello marrones con tonos dorados, Zhongli, recordaba de los relatos de la viajera.

Kaeya levemente se cruzó de brazos, mientras Jean y Amber se quedaban detrás de él con una mirada fija en los fugitivos; Barbatos, o Venti, levemente veia fijamente a Sycamore mientras se quedaba detras de Zhongli.

Furina trago algo de saliva, mientras veía a la actual líder de la Spina Di Rosula, Navia, con su paraguas en su hombro y sus lentes cubriendo sus ojos junto a Clorinde, la cual mantenía su mano en su arma, y Wriothesley mirando con sus brazos cruzados a los fugitivos.

Y finalmente Sycamore notó como Nahida estaba ahí, viéndolo fijamente con un rostro de el dolor mas puro que pudo ver en la Reina Menor Kusanali; detrás de ella estaban Cyno y Tighnari, quienes simplemente mantenían sus brazos cruzados, y Collei se escondía detrás de Cyno.

Furina levemente levantó sus brazos, en horror, mientras negaba. - N-No... por favor... y-ya no hay necesidad de esto... se acabó todo... -

Sycamore asintió agitado, colocando su mano delante del pecho de Furina, cubriéndola. - T-Tenemos la Gnosis Hydro... está completa... - Levemente Sycamore tomó su mochila. - De hecho... recuperamos todas las Gnosis... aquí están... aquí están... -

Sycamore dejó caer los objetos de su mochila hacia el suelo; el sonido de algo duro como El Oro chocando contra el concreto se hizo presente; las Gnosis cayeron en el suelo, todas.

- Furina... muéstrales la Gnosis... - Susurró Sycamore, a lo que Furina asintió.

Furina levemente colocó sus manos en su pecho, haciéndolo brillar por momentáneos segundos hasta que en sus manos apareció la pieza de ajedrez; la gnosis hydro, completa finalmente.

Furina la alzó en el aire, mostrándola ante todos los que los rodeaban; levemente bajo la Gnosis, colocándola junto a las demás. - Lo ven...? Se acabó... p-podemos detener esto... -

El silencio inundó el lugar...

¡Clap!

¡Clap!

¡Clap!

¡Clap!

Neuvillette levemente cerró sus ojos con fuerza, para así moverse, dándole espacio a que 4 figuras pasaban por en medio de ellos; Furina y Sycamore vieron todo como si el mundo comenzaba a volverse lento.

El sonido de los aplausos combinando con los tacones chocando contra el concreto; los sombreros altos y las orejas de gato grisáceo; el cabello plateado con rojizo y esos aterradores ojos que significaba una sola cosa, muerte.

De entre las personas, una figura, junto a sus 3 hijos, pasó, aplaudiendo lentamente con una sonrisa calmada mientras veía a los fugitivos en el suelo; Sycamore instintivamente movió su mano hacia Furina, colocándola detrás de ella.

Incluso con su ojo destrozado, podía saber bien de quien se trataba; susurró, en horror, por primera vez en su vida.

- Arlechinno... -

La heraldo de los Fatui levemente se agachó hacia el suelo, tomando entre sus manos la Gnosis Hydro; sin que ninguno de los dos fugitivos pudiera hacer algo, Arlechinno alzó la pieza en sus manos, sonriendo levemente como si ya hubiera ganado este juego.

Arlechinno levemente miró detrás de ella a sus espaldas hacia el soberano de Fontaine; Neuvillette cerró sus ojos con fuerza, antes de, con su bastón, golpearlo contra el suelo, dando un estruendoso sonido.

- Lleven a la Desertora Furina y prepárenla para su juicio... -

- Q-Que...? - Furina balbuceó; Sycamore perdió su respiración un momento, mirando a Neuvillette.

- Que?! Que?! Oye! Oye! - Intento llamar su atención. - Que carajos hac-

¡ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAP!

- GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! -

La marca Electro en la nuca de Sycamore brillo con fuerza; su cuerpo cayó al suelo mientras temblaba y gritaba de dolor debido a una electricidad incontrolable liberándose en su cuerpo; Sycamore cayó al suelo, gritando.

- SYCA- Navia la tomó en sus brazos, tapando su boca mientras la mujer intentaba liberarse de su agarre.

Nahida cerró sus ojos con fuerza; levemente miró a la Raiden Shogun, sus ojos brillaban con fuerza, mientras veía el cuerpo de Sycamore temblando en el suelo; Shogun miró lentamente a Neuvillette.

- Cuando acabe el juicio... lo llevaré hacia Inazuma para desmantelarlo... -

Furina gritó aún más, pero Navia no la dejó hacerlo; Neuvillette simplemente miró a la Arconte Electro, asintiendo. - Que lo lleven al calabozo... y no lo dejen salir hasta el fin del juicio... -

Wriothesley no hizo esperar al soberano; tomó en sus manos el cuerpo cojo de Sycamore entre sus brazos, arrastrándolo por el suelo mientras el chico solo podía ver como Navia se llevaba a Furina lejos de su propio alcance.

Sus ojos lentamente fallaron, cerrándose poco a poco; Nahida lo vio, cerrando sus ojos con fuerza mientras Tighnari colocaba su mano en su hombro.

Sycamore intentó moverse, liberarse del agarre de Wriothesley, pero la electricidad comenzaba a dejarlo inconsciente; levantó su brazo, intentando un último intento de alcanzar a Furina.

Pero sus ojos simplemente fallaron.

Y su cuerpo se volvió inmóvil.

Canción de Referencia: Volvió (MONTE CARLO)

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