8.

Cuando Hyungwon lo vio, todo a su alrededor parecía moverse en cámara lenta, sus ojos cerrándose, sus manos extendiéndose, su cuerpo dejándose ir.

No sabía de donde había sacado tantas fuerzas, pero lo hizo y gritó.

- ¡Nooooo!

Apresuró su cuerpo a moverse para correr, pero todo parecía ir en cámara lenta de nuevo, extendió sus brazos hacia él.

Y en un movimiento muy rápido lo envolvió en sus brazos llevandoselo hacia atrás a la zona segura gracias a al impulso de su carrera.

Gracias a las largas piernas de Hyungwon pudo llegar en el momento exacto.

Ambos cayeron al suelo, Hyungwon cayó primero llevándose consigo a Wonho quien le cayó encima, Hyungwon soltó un quejido de dolor al sentir como su hombro soltó un crujido ante el peso de Wonho, pero le evitó la inminente muerte que tendría.

No es que estuvieran fuera de peligro, de hecho habían caído muy cerca de la peligrosa orilla. Pero estaban a salvo.

Respiraba rápidamente, la reciente descarga de adrenalina los había dejado exhaustos.

Se vieron directamente a los ojos, Wonho seguía sobre Hyungwon mientras este aún lo envolvía en sus brazos, sus respiraciones chocaban y sus caras estaban apenas a unos cuatro centímetros de distancia.

Los ojos de ambos aún contenían lágrimas y no dudaban en dejarlas salir con pequeños sollozos.

Y allí estaban conectados a través de sus miradas, nuevamente sus mundos colisionando de manera violenta.

Nadie dijo nada.

El silencio fue necesario y suficiente, la conexión almática que estaban teniendo era lo único que deseaban en esos momentos.

Pasaron más de cinco minutos y nadie se movía, hasta que Hyungwon se dio cuenta que aún seguía teniendo a Wonho presionado hacia su propio cuerpo, le dio vergüenza y decidió soltar el agarre, pero cuando bajo su mano izquierda de la espalda de Wonho hacia el suelo, no pudo evitar soltar otro fuerte quejido de dolor.

Fue cuando Wonho reaccionó, se bajó inmediatamente de Hyungwon y se sentó a su lado, se agarró la cabeza de frustración mientras apoyaba los codos sobre sus rodillas.

No sabían como iniciar, así que Hyungwon quiso dar buenas noticias para bajar un poco la tensión de lo que estuvo a punto de pasar.
Ya hablarían de eso en otra ocasión.

El sol ya casi había salido totalmente.

- Recibí noticias de Amanda mi asistente antes de venir a buscarte... Rocky se pondrá bien en un tiempo, yo puedo proveerle lo que necesita, tengo mucho sitio en casa, se que probablemente no sabías nada de él, pero esta bien, está con Amanda y lo llevará a casa en cuanto le den el alta.

Wonho asintió, no tenía palabras y las lágrimas aún no se detenían.

Hyungwon intento sentarse pero su hombro dolía muchísimo y sólo pudo soltar otro quejido.

Wonho le ayudó a sentarse.

- Deberías... deberías ir al hospital, puede ser algo grave.

- No te dejaré solo aquí.

Hyungwon puso su mano derecha en la espalda de Wonho y ahora fue el quien se quejó.

- Auch.

- ¿Te pasa algo?¿Estás lastimado?

Wonho asintió y se puso de pie delante de Hyungwon y le mostró las quemaduras de su espalda.

Hyungwon sólo abrió la boca por la mala sorpresa, las quemaduras eran horribles, eso si era algo grave.

- Ayúdame a ponerme de pie.

Wonho le ayudó.

- Vámonos de aquí Wonho.

- ¿Para dónde?

- Vamos a ir al hospital.

- No, tienes que ir tu, no yo.

- Iremos ambos, no me hagas enojar, recoge tus cosas y nos vamos.

Wonho obedeció a sus palabras y juntó sus tesoros que estaban esparcidos por el suelo, seguramente cuando Hyungwon corrió había soltado todo desesperado.

Wonho lo siguió hasta el auto.

- ¿Sabes manejar?

Wonho lo miro confuso.

- Si ¿Por qué?

- ¿Estas seguro?

- Oye para tu información, no todo el tiempo viví en la calle antes trabajaba en una tienda y repartía cosas a domicilio. Pero siempre he tenido la mala suerte de juntarme con gente loca.

Hyungwon soltó una pequeña risa ante el comentario y le entregó las llaves de su amado auto.

- Wonho... ¿adónde irás luego?

- Volveré aquí supongo.

- No quiero que vuelvas aquí.

- No tengo lugar al que ir, Hyungwon...

- Ve a mi casa, yo puedo proveer todo lo que necesitas y también lo que Rocky necesita.

Wonho negó.

Hyungwon no sabía que estaba haciendo, de nuevo.

Se acercó a Wonho y como pudo, lo rodeó con los brazos.

- No quiero dejarte aquí, ven a mi casa, por favor...

Wonho suspiro y correspondió el abrazo tomandolo por la cintura.

- No podría Hyungwon, tu ya has sido de mucha ayuda...

- Wonho... por favor...

Insistió Hyungwon.

Wonho lo separó cuidadosamente para verlo a la cara.

- Así no Hyungwon...

- ¿Entonces?

- Dame trabajo.

Sonrió, claramente no le iba a decir que no, aunque no supiera en que podría ponerlo a trabajar, sólo quería brindarle un techo o más bien, un hogar.

- Pues mira, justo ahora necesito un conductor.

Ambos sonrieron con una mezcla de miedo, preocupación, dolor y una pizca de alegría.

Quizá todo estaría bien está vez ¿no es así?

...

- Al parecer su hombro se ha dislocado en la caída, tendrá que llevar vendaje por un par de semanas pero estará bien pronto.

Dijo el doctor.

- En cuanto a ti, las quemaduras que recibiste son un poco fuertes, pero con el tratamiento te aliviaras pronto, las demás heridas sanaran con un poco de hielo. Ahora pueden irse a casa si lo desean, voy a preparar los papeles de salida.

El doctor se fue.

- Me alegro que tu brazo no estuviera roto por mi culpa.

- Estoy bien, pero me alegro de que tus heridas que si son por mi culpa, ni estén tan graves.

- Nunca ha sido tu culpa.

- Pues... Ya pensé en algo, eres alguien fuerte y podrías trabajar como mi guardaespaldas...

- ¿Vas a obligarme a convertirme en lo que jure no ser?

Soltó una pequeña risa que Hyungwon acompaño.

- No está tan mal, además tu no serías de esos, serás mi guardaespaldas personal que siempre va a acompañarme a todos sitios y básicamente necesitaré tu ayuda para casi todo mientras mi hombro no sane.

- Parece tentador...

- ¿Aceptas?

Hyungwon hizo un puchero y Wonho sonrió.

- ¿Por qué actúas como un bebé? Además no se porque preguntas si sabes que al final siempre se hace lo que tu digas.

Hyungwon río.

- En eso tienes razón...

El doctor regreso con los papeles necesarios y se despidieron.

Era hora de ir a casa.

...

Amanda estaba esperándolos ansiosa, Hyungwon agradecía mentalmente que su casa ya estuviera en orden a pesar de que apenas eran las 9 AM, no había gente, no había ruido y todo estaba pacífico.

Suspiró al entrar a su casa.

Por alguna razón y por primera vez sintió alivio de llegar allí, sintió que pertenecía allí.

Luego de la respectiva presentación y la alegría del reencuentro entre Wonho, Hyungwon, Amanda y Rocky, tomaron su desayuno y se dispusieron a descansar.

Ninguno había dormido nada la noche anterior.

Hyungwon se apoyó en el marco de la puerta que daba al salón y miró a Wonho platicando animadamente con Amanda, sabía que se llevarían bien y sonrió.

El era una persona tan dulce que no importaba a quien tuviera delante, con cruzar un par de palabras ya lo amaban.

Por primera vez daría uso a las habitaciones de la casa.

Eligió la que estaba más cerca de su propia habitación e hizo que la prepararan para Wonho. El debía estar cómodo al menos por una vez en la vida debían darle el trato que esa persona tan dulce merecía.

Tendría lo que pudiera darle, una cama espaciosa, su propio espacio, ropa que ya había comprado y que Wonho no logró llevarse debido al incidente y cosas extras.

Cuando la charla terminó y Amanda se fue a descansar después de todo el trabajo de fin de senana, Hyungwon llevo a Wonho a la que sería su habitación.

- Es ésta, la puerta de al lado es mi habitación, puedes hablarme por si necesitas algo, tienes ropa y zapatos en el armario, también hay toallas en el armario del cuarto de baño por si deseas darte una ducha... Ah, lo había olvidado, hay loción y esas cosas en el cuarto de baño, eran mías, espero que te agraden.

Wonho lo escuchaba atentamente y lo vio dirigirse a la salida, giró levemente el cuerpo.

- Y Wonho...

- ¿Hm?

- Por favor quiero que te sientas en casa, ahora no es mi casa, es nuestra... ¿Vale?

《Nuestra casa》 pensó Wonho y asintió.

Se sentía bien pertenecer a un sitio.

A pesar de que apenas era temprano, ambos estaban cansados, habían sido unos días de locos y no habían dormido bien.

Para su mala suerte el día siguiente era lunes y debían trabajar desde temprano.

Cayeron en sueño profundo...

...

El lunes por la mañana llego más rápido de lo que hubieran querido y al sonar las alarmas se dispusieron a vestirse para ir a sus trabajos.

Hyungwon con un traje formal que le costó la vida y media ponerse debido a su inmovilidad.

Y Wonho con una camiseta, una gorra, unos jeans y unos tenis. Iba completamente de negro. No es como que pudiera elegir, era lo que había allí.

Sin duda no se parecía a ninguno de los guardaespaldas uniformados que habían por todos lados, pero tampoco parecía un vagabundo, se miraba bien...

Espero a que Hyungwon saliera y sabía lo que tenía que hacer, abrirle la puerta, llevarlo a su trabajo y acompañarlo todo el día para ayudarle a hacer los trabajos que necesitara.

Y así lo hizo.

Hyungwon lo miraba, era un ambiente extraño y totalmente diferente para él, quizá a esas horas del día estaba lavando sus ropas en algún río o cuidando de Rocky por allí.

Pero ahora estaba con él en todo momento, lo había salvado y lo tenía en su casa.

¿Por qué era tan jodidamente gua-

- No, no, no...

Se reprendió el mismo.

- ¿Pasa algo?

- Eh, no. No te preocupes sólo estaba pensando en que casi olvide que debes acompañar a Amanda a algunos sitios en unos minutos.

- Pero...

- No importa, yo estaré bien por ahora. Sólo estoy esperando unas solicitudes y ya. No es la gran cosa, además estarán justo a tiempo para volver a casa.

Amanda entró llevándose a Wonho casi inmediatamente.

Hyungwon no sabía para donde iba o a que lo llevaba, pero confiaba totalmente en su casi hermana.

- Soy un estúpido... ¿Cómo le explico a mis padres esto? Bueno, podrían no enterarse. No deben saber que el viene de las calles ¿No? Pero... ¡Joder!

Lanzó los papeles que tenía sobre la mesa.

- Bravo Hyungwon estas quedando loco, ahora hablas solo y tiraste los papeles, los desordenaste y te costará un mundo volver a dejarlos como estaban ¡Eres un idiota!

Agradecía que su oficina fuera a prueba de sonidos, sino seguramente alguien ya habría llamado un psiquiatra.

Agarró su cabeza con su mano derecha, de nuevo estaba frustrado.

Era como si cuando Wonho estaba a su lado nada importaba, pero cuando no estaba cerca la realidad lo abofeteaba en la cara.

- No puede gustarme un hombre... Me van a comer vivo.

Su celular vibró.

- Hyungwon ¿donde estas?

- En la oficina ¿Por qué?

- ¿Eres estúpido o piensas mudarte allí? Hace media hora que se fue todo el mundo y tu sigues allí adentro haciéndonos esperar.

- ¿Qué?

- Dios... ¿Cuándo se te quitará lo retrasado niño rana?

- Te odio.

- Gracias yo también te amo, si no puedes cargar tu bolsa Wonho irá adentro a ayudarte justo ahora, mas vale que te apresures, se me hace tarde y quiero ver tu reacción.

- ¿Reacción de que?

- Averigualo tu mismo...

Y cortó la llamada.

《Mujer loca》pensó Hyungwon.

Recogió lo que pudo, tomó su bolso y salió yendo hacia el ascensor.

Comenzó a revisar su agenda en el móvil y se dio cuenta que milagrosamente ese mes estaba bastante desocupado.

El ascensor llegó a su destino y el bajo aún viendo su móvil, supo que era Wonho quien tomaba su bolsa y se la entregó sin mirarlo, fue directo hacia afuera donde se encontraba Amanda.

- ¿Me trajiste las medicinas que te encargué? Wonho necesita empezar con eso hoy.

- Hyungwon mirame.

Levantó su vista del móvil y miró a Amanda.

- ¿Ahora que quieres?

Ella no dijo nada solo sonrió maliciosamente y señaló hacia algún punto detrás de él.

El se giró para ver lo que Amanda le quería mostrar.

- Oh...

Definitivamente no se parecía al Wonho de hace unos días, ni siquiera al mismo Wonho que había visto esa mañana.

Este Wonho tenía un nuevo corte de cabello, su cabello no estaba tan largo como antes, además llevaba un par de accesorios.

Los suficientes para verse totalmente guapo.

- Hyungwon cierra la boca y disimula un poco, te ves ridículo...

Hyungwon se sonrojo ¿de verdad había expresado con sus gestos lo que pensaba?

- Yo no he hecho nada.

- Claro, como si no te estuviera viendo.

Susurraban mientras Wonho mantenía su distancia.

- ¿Qué le hiciste?

- Un par de retoques, además le compre un celular y un reloj inteligente, debes enseñarle como se usan... Ah, todo esto salió de tu tarjeta, espero que no te moleste.

Amanda le entregó la tarjeta y río alejándose de ellos y subiendo a su propio auto.

- Hija de...

- Hyungwon se hace tarde, deberíamos irnos a casa.

《Nuestra casa, antes de que llegaras ni siquiera la sentía como mía》 pensó Hyungwon.

- Esta bien, vamos a casa...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top