Parte 13
-hola hermano.
Frente a mí se encontraba Allen con una sonrisa de oreja a oreja, Terry le acompañaba con un traje de marca. Tanto yo como Clark nos quedamos helados ante la aparición de mi hermano. La situación se había complicado.
-¿Tu... tú quién eres? – casi por impulso le preguntaba "¿qué hacía aquí?" pero mire a Terry acomodándose el traje frente a mi presencia, logre cambiar la pregunta y parecer como si desconociera completamente a mi hermano. Solo podía esperar que no me delatara como su familiar.
-¿Qué paso Tonny? ¿Porque se cayó la botella?, ¿estás bien? – Brenda se acerca preocupada.
-hola – Habla mi hermano – disculpa si te asuste, mi nombre es Allen Walker, fui invitado por mi amigo Terry – Allen sonríe de una forma sombría extendiendo su mano, sabía que me tenía acorralado y eso le ponía como el dominante. En mi mente solo aparecieron más y más preguntas.
-espero que no te moleste, le invitamos. – Brenda ya a mi lado me habla y yo la escucho pero no la miro. Me sorprendía el hecho de desconocer la amistad de todos con mi hermano. – si me permiten voy por algo para limpiar esto, ¿Tonny me ayudas?
-Oye y nosotros pasaremos ¿o qué?, ¿Si dejaras entrar? – Terry ya había terminado de acomodarse su ropa, su comportamiento era frió pero nunca había sido malo conmigo. Aun así mis pensamientos se centraban solo en mi hermano, en Allen, tuve que alejarlos por un instante para contestar.
-Perdonen, pasen por favor... – justo después de dejarlos pasar mi mente volvió a llenarse de preguntas sobre mi hermano. Como me arrepiento de haber dejado pasarle, pero que más podía haber hecho en ese entonces.
Brenda recogió los vidrios de la botella mientras le ayudaba, Lynda saludo a Allen e invito a sentar a ambos en la mesa. Ya todos juntos en la mesa Brenda le servía un poco del pavo que quedaba a Allen mientras Clark y yo mirábamos con desprecio disimulado y confusión. ¿Por qué esta aquí Allen?
Brenda estaba a mi lado y yo como anfitrión, frente a ella Terry y a su lado Lynda, frente a Lynda Clark y justo frente a mí, en la otra punta de la mesa, mi hermano, Allen, que aun teniendo su plato servido me miraba con frialdad, como soldado a punto de fusilar al prisionero.
Su expresión fue interrumpida por Lynda quien le hablaba, ajena al ambiente que se comenzaba entre los que conocían mi apellido.
Después, se fue calmando el ambiente, Allen ya no me miraba, se centraba en la plática que abarcaba a los amigos del multimillonario empresario. Y entre risas y sonrisas falsas por parte nuestra la velada estaba por concluir.
-Si me disculpan – Allen se limpia elegantemente su boca y poniendo a un lado la servilleta doblada se pone de pie – Tengo una reunión importante con unos socios. Así que, aunque no quiera tengo que marchar. Con su permiso, que disfruten la velada.
Sentí que pude dar un gran respiro. Por ser el anfitrión tenía que acompañarle a la puerta y Clark me siguió.
-Gracias por la cena – Con voz baja agradece – Hermanito.
-no quiero que vuelvas a acercarte a ellos – Respondí con tono de amenaza.
-Uy, eso será difícil. Ya sabes como soy y teniendo negocios aquí también necesitare diversión. Y ya sabes cómo me gusta divertirme. – Al escuchar sus palabras mi cuerpo se tensó, mis manos se empuñaron y conteniendo una inmensa rabia permanecía inmóvil.
-no se... tal vez para el próximo año, la piel de Brenda sea mía. – las palabras martillaron tanto mi pecho como mi cabeza, mi corazón bombeo con fuerza de un momento a otro elevando mis pulsaciones al tope. Mi sangre se había calentado y en fracción de segundos mi puño impactaba en la mejilla de Allen, el crujir de mis nudillos, el líquido caliente por todo mi cuerpo, fue un impulso. El impulso que arruino todo.
Allen cayo junto a la puerta, Clark había sido el único que escucho lo que dijo y su cuerpo también estaba en posición de plantarle cara pero antes de continuar con algún otro movimiento o decir alguna palabra. Los invitados se acercaban a grandes pasos para ver qué había ocurrido.
-¡Tonny! – La voz de Brenda sonó primero y no de forma que había gustado -¡¿Qué rayos te pasa?! ¡¿Por qué lo hiciste?! – Brenda se puso frente a mí con su ceño fruncido, note en su mirada enojo y decepción. Ese Tonny no conocía.
-¡Allen! ¿Estás bien? – Lynda se bajó para ayudarle a pararse.
Terry permanecía viendo a Allen en el suelo y miraba a verme entre momentos, sentía que el segundo golpe podía ser soltado por sus manos, pero extrañamente solo se puso a ayudar a su amigo. – Mejor vámonos de aquí. – sugirió mientras ponía a Allen de pie. – ya, me doy cuenta que la cena termino.
-Vamos... - Lynda camino con Allen ayudando a su hermano y miro atrás para ver a las tres personas que quedaban en la puerta, Clark, yo... y Brenda.
Su rostro mostraba confusión, no entendía lo que había pasado, ¿Por qué le había pegado? Esa pregunta se mostraba claramente en su cabeza - ¿Por qué? – finalmente pregunto, pero yo no tenía forma de contestarlo, permanecí callado dando esa respuesta. Los ojos de Brenda estaban humedecidos, le había decepcionado y tanto su corazón como el mío se habían partido. Brenda cerró sus ojos y una lágrima salió de uno de ellos y sin más que expresar dio vuelta para marcharse.
-Brenda... – Mi voz salió quebrada y temblorosa, mi labio inferior comenzaba a temblar. Esperaba poder decir algo más pero ni mis palabras salieron ni ella se detuvo, hasta ese momento entendí la respuesta de la pregunta "¿Qué hacía aquí?" entro al auto de Allen, una limosina y marcho. Sin más comencé a llorar.
La cena de navidad había terminado, yo me encontraba abrazado a la puerta llorando mientras Clark solo me miraba, una situación rara para dos hombres, nunca me había visto tan destrozado.
La situación en la limosina era casi diferente, nadie iniciaba conversación ni para aclarar el asunto ni para cambiar de tema, Terry y Lynda se mostraban desconcertados, no había suposición entre ellos, no sabían porque le golpee. Solo esperaban llegar a su casa.
Brenda con su corazón destrozado y sus pensamientos confusos no dejaba de llorar en silencio mientras abrazaba un brazo de Allen.
Allen. De todos, era el único que mantenía una sonrisa.
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