LA NOCHE MAGICA TERMINA CON NUESTRO PRIMER BESO
Por si un dia algo nos hiciera separar...
Acerqué mi mano hasta tocar la de ella, me correspondió tomando mi mano mientras sus ojos me miraban con interés.
-Bueno, ahora sigue el postre, por favor acompáñame.
Le sujete la mano aun mirándola a ella y lentamente me pare, caminando hacia su dirección, le invite a caminar más cercas del lago donde detrás de un pequeño pastizal alto quedaba oculto un mantel en el pasto y un plato con fresas cubiertas de chocolate amargo, ella se quitó las zapatillas y tomo asiento al lado mío, mientras compartíamos el postre.
En el lago se reflejaba el cielo con luna llena y un par nubes, se podía apreciar que estaba repleto de estrellas esa noche, mientras ella miraba la luna en el lago, yo apreciaba a ella y miraba como sus ojos se iluminaban con la luz de la luna. De pronto me miro a los ojos, mi corazón palpitaba bravamente, un nerviosismo me corría por el cuerpo, ella cerraba sus ojos lentamente y se acercaba a mi rostro, yo también me acerque lentamente, iba cerrando los ojos, era algo que ella y yo esperábamos pacientes pero ansiosos al mismo tiempo, todo era casi perfecto, el lugar, el clima..., los sentimientos, cuando de repente le suena el teléfono que tenía en su bolsa, aviamos pasado la noche tan entretenidos que no nos dimos cuenta que ya pasaba de las doce, lo único que nos avía faltado era el tiempo, entonces ayude a pararla diciéndole que nos teníamos que ir pues la llamada avía sido de su casa.
En el camino no hablamos hasta llegar a su casa, aviamos arruinado ese momento al partir del lugar y los sentimientos que teníamos a flor de piel que habían brotado como flor en primavera se habían vuelto a opacar por la escarcha del invierno. Ya en la casa de Brenda, a la entrada de su puerta, la misma en la que me avía quedado impresionado al verla salir, ahora se metía una mujer que solo me parecía que su belleza avía aumentado desde la cena pero su mirada mostraba un poco de tristeza y disgusto cuando bajo del auto, ella subía las escaleras emanando esa sensación que me marchitaba el corazón, estuve apuntó de hablarle, de sujetarle la mano, de decirle que no se fuera, o simplemente besarla y abrasarla, pero ella fue la primera, voltio a verme y me paralice con su mirada.
-entonces que pases buenas noches Tonny.- mientras decía eso mire que jugaba los dedos de las manos, impaciente por hacer o decir algo más, algo en mi cuerpo no quiso que acabara así esa noche, sentí que desde mi interior se rompían cadenas, se escuchaban gritos, el corazón sonaba tan fuerte que creí que los vecinos lo escucharían, la sensación en mi interior me recorría el cuerpo y salía algo llamado valor.
- Brenda..., prométeme que te veré después, y dime que esta noche no fue un sueño más de los míos.- y como apareció de repente, se iba ocultando mi valentía con mi nerviosismo.
Ella sonrió se acercó a mí, junto su cara a la mía, me acerque de la misma forma hasta rosar mis labios con los suyos y ella me correspondió juntándolos, el beso era intenso, despertaba en ambos sensaciones que yo había creído que nunca volvería a sentir, mi respiración se avía exaltado, pero aun así podía escuchar la respiración de ella el cual era igual a la mía, mi mano se movió hasta tocar su rostro y descendió por su cuello hasta su hombro, ella lo tomo y lo bajo hasta el comienzo de su pecho, intuí que me ponía a prueba así que solo presione con leve fuerza, no quería cometer un error, mis manos volvieron a moverse sujetándola de la cintura juntando nuestros cuerpos mientras la otra volvía a la parte de su cuello, ella paso sus brazos sobre mi cabeza y mientras nuestra respiración volvía a la normalidad el beso se tornaba más lento poco a poco.
Perdimos la noción del tiempo. Después nos detuvimos, aun yo mantenía los ojos cerrados y juntaba mi nariz con la de ella, escuchaba su respiración, su palpitación, ese latir del corazón que hacía imposible no darse cuenta de sus sentimientos, me miro a los ojos y me dijo.
- si este es un sueño más ha de ser de los dos pues tu no eras el único que sentía algo por el otro..., oye es tarde y tengo que meterme, y tú, tienes que irte.- me lo decía mientras jugaba su dedo índice con mi camisa y me señalaba.
Nos alejamos dando un paso atrás y mis ojos se quedaron clavados en Brenda, en mi mente yo quería quedarme con ella, no quería dejarla ir, sentía que si se metía no volvería a verla y aun sin soltarle la mano solo le conteste.
- lo comprendo además ya casi es la una.
Ella abrió la puerta y se metió, estaba cerrando la puerta lentamente pero antes de cerrarla por completo tome un aire, encontré de nuevo el valor que antes había tenido y le dije.
- te llamare en la mañana...
- Estaré esperando esa llamada todo el día.- contesto con una sonrisa.
Entonces cerró la puerta, apenas se avía metido pero yo ya veía más oscura la noche, las calles más solas, el viento más fuerte y mi corazón más silencioso, me centre en que la volvería a ver subí de nuevo al coche y conduje todo recto hasta perderme en la avenida.
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