- Capítulo 6: Todo tiene su recompensa -
5 años después
— La alumna Serena, la mejor de este semestre, quiere dar un discurso. —habló el actual nuevo director de la universidad, yo subí al escenario para poder declamar aquel discurso que he tenido guardado en mi corazón por mucho tiempo—
— Gracias, señor. —agradecí amablemente mientras arreglaba mi toga y birrete— Bueno, ya me conocerán, mi nombre es Serena Yvonne. Y odio ese apellido, perdón padres. —todos los presentes rieron un poco— O también me conocerán como la que abandonó el lugar el primer día de clases.
No podía creerlo, estaba dando mi primer discurso. Lo recordaré para toda mi vida. Para siempre.
— Todos hemos tenido sueños. Desde pequeños, nos han hecho la siguiente pregunta: ¿Que quieres ser de grande? respondíamos cosas como bombero, policía, veterinaria... Pero ahora mírenlos, somos jóvenes, estamos graduados... y tenemos un enorme futuro por delante. El problema es que, algunas veces, estamos dormimos y no vemos las oportunidades que tenemos. Así que recuerden esto: Soñar es hermoso, pero si esos sueños se cumplen, llegarán a ser maravillosos. —la mayoría tenía pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos. Yo tampoco pude evitar llorar— G-gracias.
Absolutamente todos aplaudieron. Mi madre corrió hasta donde yo me encontraba y me dio un cálido y maternal abrazo.
— Oye, el apellido Yvonne no es tan malo. —me dijo entre risas y unas cuantas lágrimas mientras seguíamos con el abrazo—
— Gracias por todo lo que has hecho por mí, mamá. —la abrasé más fuerte—
— No hay de que. —se separó de mí— ve, anda con tus amigos. —propuso mientras le entregaba en sus manos mi diploma—
— Claro. —respondí—
Me dirigí en dirección en dónde se encontraban mis dos mejores amigas: May e Iris
Estudiamos carreras diferentes, pero nos llevamos muy bien en cuando hablamos de nuestros gustos.
— ¡Hey, Serena! ¡Hola! —saludó May sonriendo—
— ¡Hola! —esta vez saludó Iris, con tres empanedados pequeños que estaban en la mesa de bocadillos— Ten, este es para ti y este otro para ti —nos dio un bocadillos a cada una—
— ¡Hola chicas! —devolví el saludo de amabas y acepté el sandwich que me ofreció Iris—
— Esas fueron unas lindas palabras, por cierto. —mencionó la pelinegra—
— Gracias, lo preparé por mucho tiempo. Lástima que Miranda no estuvo aquí para oírlo. —dije cabizbaja. Ella me apoyo en todo, pero es me entristecí cuando nos informó que tenía que salir de viaje y no podría estar presente en la graduación—
— Es triste que no esté aquí. Pero dejó el cargo de directora para convertirse en maestra. De seguro los de su clase pasaran un buen semestre. —comentó May con nostalgia y tristeza en sus palabras—
—Sí... —contesté yo, con una pocas lágrimas—
Tiempo después
—No sé que hacer, todos confían en mí. Estoy perdida. ¡Alguien que me despierte de esta pesadilla! 1 línea de ropa para mañana. Tienes que estar bromeando... —me decía a mi misma, ordenando mi lugar de trabajo—
— Serena, ¡confía en ti! Eres mi diseñadora favorita.
Esa voz... ¡La he oído antes! ¿Acaso será quien creo que es...?
— ¿A-Ash? —pregunté confundida a mi alrededor—
« Intenté llevar el peso del mundo,
pero solo tengo dos manos »
-Serena, la chica estresada
~ Fragmento 6 del diario de una soñadora
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top