Capítulo 2

A primera hora de la mañana, el hospital central de la ciudad estaban yendo entre fanáticos y fanáticas de 4*Town para dejarle obsequios para Tae Young, entre siendo: ramo de flores, globos diciendo "recupérate pronto", cartas, peluches de los animales preferidos del coreano y etcétera.

6:34 PM
Golden Sea Resort

En el hotel, el grupo de chicos estaban cambiándose de ropa para ir a visitar a su compañero y amigo al hospital, Robaire se amarro las agujetas de sus tenis y se levantó para caminar a la sala donde estaban ellos. Él manager justo estaba en la otra parte de la sala hablando con la CEO.

—Era yo quien debía acompañar a Tae Young al hospital pero ya sabe usted cómo es de terco ese chico, se subió al helicóptero antes de que terminara mi pregunta. Me fue imposible contactar a su familia, así que hablaré con los médicos para estar a su cargo. Sí, claro... hasta luego, bye. —colgó la llamada y al ver a Robaire acercarse con los demás este camino hacia ellos—Buenos días Robaire, ¿qué tal dormiste?

Él de piel oscura lo miro feo y frunció su ceño—¿Y tú me preguntas eso? —dijo malhumorado.

—Ah, perdón. —habló él manager y tosió para afirmar su voz—¿Ya quieren qué los lleve al hospital a verlo?

—Sí, ¡ya vámonos que esté peluche de conejo está esperando a su nuevo amigo! —dijo él de la gorra mostrando al peluche con una sonrisa, tratando de no mostrarse tan triste.

—Bueno, entonces vámonos. No tenemos tiempo que perder. —habló él manager en ese entonces.

Los jóvenes de la boyband junto con su manager salieron del hotel listos para dirigirse al hospital, se subieron todos al vehículo y él hombre conducía con algo de dificultad, pues las calles estaban con grietas y había mucho tránsito. Tardaron demasiado en llegar al hospital por aquel inconveniente, durante ese transcurso Aaron T estaba inquieto por llegar y Robaire... miraba la ventana de forma nostálgica siguiendo recordando lo del día anterior. el aquel tránsito hizo que tardarán horas en llegar, pero sin embargo al final llegaron y estacionaron el auto.

—¡Al fin hemos llegado! —suspiró profundamente él de la gorra bajando del vehículo.

—Por fin... —murmuró él de ojos verdes y igual se bajó al igual que los demás.

—Bien jóvenes, entremos al hospital. Seguro algún doctor debe tener noticias sobre el estado de Tae Young. —les comentó a los demás y camino a la entrada del hospital, los chicos en ese momento lo siguieron caminando.

Cuando estuvieron adentro de ahí, él manager fue a la recepción mientras que los chicos superestrellas se quedaron esperando en la sala de espera sentados. Él manager minutos después de hablar con la enfermera regreso con los demás.

—Chicos, en unos minutos él doctor que atendió a su compañero vendrá con las noticias. —se sentó al lado suyos.

—Espero que no sé tarde... vaya tránsito que hemos agarrado, ¿no creen? —preguntó Aaron T.

—Bastante T, pero por lo menos hemos llegado. —habló él de ojos azules.

En ese entonces, de forma instante él doctor llegó a la sala de espera y cuando Robaire lo miro se paró para acercarse a él, siguiendo seguido por él manager.

—¿Ustedes vienen de visita por Tae Young?

—Sí doctor, ¿cómo se encuentra? —preguntó él canadiense nervioso.

—Tae Young aunque todavía no haya despertado, ha mostrado cierta mejoría y la mayor parte de sus heridas han sido tratadas. Les daré autorización a que entren uno por uno para verlo durante diez minutos.

Robaire sonrió de alegria a escuchar aquellas palabras, asintió con la cabeza y lo miro—Muchas gracias doctor, gracias por todo.

—Es nuevo trabajo, para eso estamos. —sonrió él señor—Bueno, los llevaré a la habitación de Tae Young. Siguenme. —empezó a caminar a la habitación.

Los chicos en ese momento siguieron al doctor y él manager también estando detrás de los jóvenes. Subieron al ascensor y minutos después, llegaron a la habitación del paciente. 

—Aquí se encuentra, ¿quién entra primero? —les preguntó a los superestrellas.

—A ver... —Jesse empezó a pensar viendo a sus compañeros y el líder—Hagamos esto: primero yo, segundo Aaron Z, tercero Aaron T y al final tú Robaire. ¿Les parece?

Los demás a estar de acuerdo con él mayor, él de cabello rubio sonrió de forma ligera y armó fuerzas para entrar a la habitación de su compañero. Al estar dentro miro a su amigo se sintió pena por él asiático... a pesar de las vendas en su cuerpo y cada tubo conectado a diferentes partes de su cuerpo, como sus manos y rostro.
Parecía que Tae únicamente estaba durmiendo pacíficamente, como un príncipe sumido en un encantamiento, del que en cualquier momento despertaría.

Él ojiazul se acercó al menor dejando un simple pero bonito ramo de flores en un florero que estaba en la mesita de noche, para después verlo.

—Tae... se que eres fuerte y podrás con esto, confío se que saldrás de esta, los cuatro te extrañamos y mis hijos tambien, no han parado de preguntar por ti. Despierta ¿Si?

Cuando termino de hablar, sólo se oía el sonido de los signos vitales del chico... Jesse dio un gran suspiro y se largó de la habitación. Ahora tocaba Aaron Z, en lo cual entró y miro a su compañero.

—hey, hola Tae... —lo saludó con la mano y se acercó a la camilla—¿qué tal amigo?, él doctor dijo que ya tienes mejorías y tus heridas están tratadas.

No hubo respuestas, él de pelo con rastas se entristeció y bajo la mirada...

—oye... no suelo ser tan expresivo, pero... quiero que despiertes, los cuatro te extrañamos... vuelva con nosotros.

Después de que él hablará, salió de la habitación y esta vez le tocaba a Aaron T, el chico de la gorra entro abrazando al peluche y cuando vio a su compañero se le acercó.

—Oh diablos... amigo mírate, esos doctores te dejaron calvo. —rio con tristeza y puso el conejo de peluche al lado de la camilla—Los chicos te trajimos este regalo, espero te guste y recupérate pronto, que aún me debes la revancha en Mario Kart.

Dijo él joven entre risas algo apagadas, ver a su amigo en ese estado lo ponía mal. Queria volver al pasado a seguir jugando con él coreano y pasar noches viendo películas, jugar videojuegos; entre más cosas... pero ahora solo quedaba esperar. Al menos estaba teniendo mejorías, ¿no?...

Él chico miro los signos vitales del rubio, sin embargo ahora le tocaba al líder; entonces tomó aire y salió de la habitación.

—te toca Robaire, es tu turno amigo. —comentó Aaron T cuando salió de la habitación.

Él canadiense de inmediato se puso nervioso, de forma torpe reaccionó y asintió para entrar rápido a la habitación del coreano. Cuando estuvo dentro observó determinamente, las paredes eran de un color gris oscuro, una ventana atrás y obviamente la camilla con las máquinas hospitalarias.

El ambiente era tranquilo pero apagado, ver a su compañero en coma lo desanimaba bastante... se aproximo al coreano y lo miro comenzando a sentir un nudo en la garganta.

Robaire se quedó viendo a su compañero y soltó un pequeño suspiro. Acaricio cuidadosamente su cabeza y le habló.

—Aún en este estado te ves tan tranquilo ¿lo sabías? —Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos—Se que lo menos que hubieras querido es que estuviéramos tristes por ti, pero es inevitable, el miedo a perderte es inexplicable... te lo pido abre tus ojos, ilumina una vez más al mundo con tu sonrisa.

No sé había dado cuenta de que el tiempo se pasó rápido, el doctor pronto estaba en la puerta diciendole que sus minutos de visita estaban por acabar, se giró para ver a Tae y tomó su mano

—Je t'aime, Tae...

Le soltó la mano con delicadeza y salió de la habitación, cerrando la puerta notó que su manager estaba teniendo una conversación con él doctor.

—Como verá doctor, desde ahora habrá que empezar a dejar los regalos de Tae en el hospital ya que son muchísimos, y no creo que sea adecuado que se acumule mucho porque podría interponer su trabajo.

—Comprendo, pueden llevárselo cuando usted quiera. —habló él doctor de forma amigable—Bueno, me tengo que ir a hacer algunos análisis. Quédense aquí, no me voy a demorar.

—Entendido, gracias. —vio como él doctor se iba y miro a los jóvenes—¿se quieren ir ya? —al ver qué nadie dijo nada suspiro—bien... como ustedes digan.

Luego de unos minutos, él doctor regreso con ellos con su tablero y se notaba que tenía buenas noticias.

—Ya regrese, viendo que él paciente ha presentado mejorías, uno de ustedes puede quedarse a pasar la noche en el hospital con él.

Él manager iba a hablar, pero fue interrumpido por él moreno.

—¡Yo me ofrezco! ¡por favor! —suplicó él líder.

Él doctor miro al manager viendo superestrella rodando los ojos—¿Entonces?...

—Ahh... bien Robaire, pero yo me quedaré aquí porque es mi trabajo saber que es lo que ocurre con Tae Young. ¿Ok?

Aceptó lo que le dijo su manager y asintió con una sonrisa ligera—¡Ok!

Después de esa plática, él manager se llevo a los demás superestrellas al hotel y mientras Robaire, se mantenía en la habitación sentado en una silla junto a Tae. Miraba pensativamente por la gran ventana dando un suspiro profundo, miro a su compañero y tomó nuevamente la mano del contrario para empezar a platicar con él.

—¿Sabes?, si este accidente jamás hubiera ocurrido, sé que hubieras sido él primero en preocuparte por las 4Townies, no habrías querido irte hasta ver si nadie hacía falta
siempre fuiste alguien cercano con nuestros fans y de buen corazón...
Tenemos muy buenos recuerdos juntos y con la banda, así que... debes despertar para que podamos crear más.

Él silencio seguía en la habitación, él chico sólo hablaba estando solitario y con la compañía de su amigo, Robaire esperaba a que todo saldría bien y Tae salga de esa experiencia tan repugnante....

6:36 AM
Hospital central de Toronto

Él líder de la banda se había quedado dormido en algún momento de la noche, apoyando su cabeza al borde de la cama y sin soltar la mano del rubio, se despertó, abriendo los ojos muy vagamente, sin embargo se vio obligado a levantarse por completo al oír que el monitor cardíaco había comenzado a acelerarse y por si no fuera suficiente, Tae estaba sufriendo espamos fuertes... estaba convulsiónando.

















Hasta aquí se acabó el capítulo, gracias por haberlo leído. Sin mas, nos veremos a la próxima! 

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