*Emma Meyer*

-¿Estás segura de esto? - Me pregunta Andrew antes de dejarme firmar el papel que tengo sobre la mesa.

-Lo estoy, quiero estudiar con armonía y no estando en boca de todos porque creen que soy una puta - Me muerdo el labio por lo mal que sabe mi decisión.

-No sabes cuanto odio que digas eso -Gruñe y deja una taza de café humeante delante de mí - La gente juzga sin saber - Niega con la cabeza mientras bebe un poco del líquido caliente.

Suspiro antes de firmar los papeles, es como si me despidiera de uno de mis mayores sueños, pero si se le ve el lado positivo, podré comenzar a construir uno nuevo, quizás mejor que el original.

-Está hecho, desde la otra semana comenzaré a estudiar en William Blake "national university" es una muy buena universidad también, por lo que investigué decía que tiene una de las mejores bibliotecas del país y tu sabes que si tienen una buena biblioteca tienen mi corazón.

-Eso lo sé perfectamente, hay días en los que pienso que te enamoraste de mi cuarto de juegos y no de mi - Hace comillas con los dedos cuando menciona su cuarto lleno de libros, me acerco y me siento a horcajadas sobre él.

-Hay quienes dicen que la bella no se enamoró de la bestia sino de la biblioteca de su palacio - Digo para picar más.

-Auch - Responde mirándome a los ojos con una expresión adolorida.

-Eres muy tierno cuando te enojas - Digo entre risas y luego le doy un beso en la punta de la nariz.

-¿Por qué tan cariñosa? - Pregunta con una sonrisa burlona.

-¿No puedo ser cariñosa con mi novio de vez en cuando? - Inquiero ofendida - ¡Déjame disfrutar de tus últimas horas aquí, en menos de nada te vas a Londres! - Finalizó haciendo un puchero.

-¿Me vas a extrañar? - Se acerca a mis labios en cuanto lo dice.

-No ¿Tú a mi si?

-Para nada - Sonreímos ante lo mal que se nos da ser sarcásticos y luego me da un suave y tierno beso en los labios - Quizás solo un poco.

Nos quedamos en silencio por un momento mientras nos abrazamos, inhalo su aroma para retenerlo en mi memoria para cuando quiera tenerlo cerca y él esté a varios metros de distancia. En verdad lo voy a extrañar un montón.

-Iré a visitar a Sammy más tarde, le prometí que veríamos Rapunzel - Informa Andrew rompiendo el silencio - ¿Quieres venir?

-No sabes cuanto desearía ir pero tengo que trabajar, mándale saludos de mi parte y... ¡Oh! espera, tengo algo para ella - Me pongo de pie rápidamente y me arrepiento al instante.

El piso se mueve bruscamente y las paredes se tambalean aceleradamente, mi visión se vuelve borrosa y me cuesta mantener el equilibrio, de no ser por el brazo de Andrew que me sujeta me habría caído de bruces en el suelo.

-¿Estás bien Meyer? - Pregunta preocupado a mi lado - Te pusiste pálida de la nada.

-Si, n-no es nada - Digo tartamudeando mientras intento estabilizar mi cuerpo - Me levanté muy rápido, es todo... Ya estoy mejor - Respiro profundo y me enderezo - Iré por el regalo de Sammy - Intento sonreír y comienzo a caminar hacia la habitación principal.

Emma ¿Cuándo fue la última vez que tuviste tu periodo?...

La vocecita de mi conciencia dice con un tono burlón.

-Imposible - Susurro.

-¿Qué es imposible? - Pregunta Andrew desde la puerta.

-Es imposible tener una memoria tan mala como la mía- Respondo mientras sacó rápidamente una cajita morada de mi maleta, me vuelvo hacia él y se la entregó - Toma, es un collar con su nombre, ojalá le guste.

-¿¡Bromeas!? - Dice con repentino entusiasmo - A pesar de su corta edad es la niña más vanidosa que conozco, va a encantarle - Me asegura sonriendo -Iré a alistar todo para irme ¿Te dejo en el trabajo? 

-No, antes necesito comprar algo en la droguería, voy a adelantarme, te espero en la portería del edificio ¿Si? - No espero respuesta y le doy un beso en la mejilla antes de tomar mis cosas para salir de la casa.

¿Qué vas a comprar Meyer?

La voz de mi conciencia no da tregua poniéndome cada vez más nerviosa.

-Solo es una prueba de embarazo - Susurro para tranquilizarme nuevamente.

[...]

Minutos más tarde estoy en el auto de Andrew con las cajas de la prueba de embarazo escondidas en la maleta mientras mis pensamientos viajan de un lado a otro preguntándose en qué momento pudo haber ocurrido. En mis últimos recuerdos siempre habíamos usado protección, excepto una, la vez que preparé todo en la bañera del hotel, ahí no usamos... ¡Imposible! solo es un retraso, además mi periodo siempre ha sido irregular.

Pero cómo explicas las náuseas y los mareos ¡Estas Em - Sacudo la cabeza ligeramente para eliminar ese pensamiento.

-¿Estás bien Meyer? - La voz de Andrew me trae devuelta a la realidad.

-Si.

-¿Segura? - Vuelve a preguntar.

-Si.

-No sabes mentir - Dice riendo - ¿Qué ocurre?

-Cuando confirme que pasa te lo diré - Respondo mirando por la ventana para evitar el contacto visual.

-Estás mal pero no sabes por qué... Interesante - Me dirige una sonrisa ladeada.

-No te burles- Dije cruzándome de brazos - No estoy para bromas ahora.

-Debe ser importante si estás así - Inquiere mirándome de reojo.

El transcurso hasta novelscoffe pasa en silencio, los pensamientos abrumadores me oprimen el pecho y el miedo me consume completamente.

Él se enfadara.

En cuanto se entere se quedará en Londres y terminará conmigo.

No estoy preparada.

No se como ser madre.

¡No he terminado la carrera!

¡No se como mantener a un niño!

¿¡Cómo se cambia un pañal!?

¡Soy una inmadura!

¡Maldita sea! ¡Cálmate Meyer! Aún no te has hecho las tres pruebas de embarazo que compraste, solo respira y finge que estás bien.

-Que te vaya bien con Sammy - Intentó forzar una sonrisa esperando que él no lo note - Adiós - Le doy un beso en la mejilla y salgo disparada del auto. Necesito el puto baño ahora mismo

Llegó a la barra de servicio para llenar mi botella con agua del grifo, Silvia, la chica que tiene el turno de la mañana me mira extrañada y yo no me tomo la molestia de explicarle.

-Dame diez minutos antes de que te vayas - Le digo casi en una orden dándome la vuelta para irme al baño con la botella de agua en una mano y la mochila colgada en el hombro.

Abro la puerta y entro cerrando detrás de mi, apoyo mi espalda contra la fría baldosa y respiro profundo.

-Todo va a estar bien - Digo en un suspiro.

Me bajó los vaqueros y comienzo a tomar agua para poder hacerme esa prueba de una vez por todas. En cuanto siento mi vientre apunto de reventar saco del empaque la fría tableta de color blanco y vuelvo a respirar antes de seguir las instrucciones para saber si en realidad estoy embarazada.

-Solo es un retraso, solo es un retraso, no va a llegar ninguna bendición a tu vida - Susurro una poderosa oración que acabo de inventarme - No va a llegar ninguna bendición.

Cierro los ojos con fuerza antes de ver el resultado en la tableta rectangular, vuelvo a tomar aire y los abro...

No hay nada.

-¡Esta mierda se dañó! - Maldigo irritada.

Tomo las instrucciones y me siento idiota por no saber que debo esperar cinco minutos antes de que salgan los resultados, vuelvo a beber agua y aprovecho para hacerme las dos pruebas restantes de diferentes marcas que compré. Solo por si acaso.

Al cabo de aproximadamente diez minutos de estar con los ojos cerrados esperando a que el resultado salga escucho unos golpes en la puerta.

-¡Tengo que irme ya! No puedo dejar la tienda sola ¡Sal del baño! - La voz de Silvia me obliga a ponerme los vaqueros y a levantarme del inodoro sin mirar las pruebas que están en el lavamanos.

Abro la puerta lo suficiente para que ella vea las tres tabletas largas ubicadas de seguido, una al lado de la otra.

-Oh mierda -Susurra mirándolas fijamente - Supongo que puedo esperar diez minutos más.

Cierro la puerta sin decirle nada y suelto el aire que tenía contenido. Solo me bastará con girarme para ver los resultados. Me enderezo y me doy la vuelta con los ojos cerrados.

-A la una - Respiró profundo - A las dos - Suelto el aire - Y a las tres... Dios mío ayúdame - ¿Desde cuando me volví tan creyente? No lo sé.

Abro los ojos y me fijo en los resultados de las tres pruebas de embarazo. La primera, tiene una ranura de color amarillo y una cavidad cuadrada donde se asoman dos rayas totalmente nítidas.

-Oh mierda - Repito las palabras de Silvia - Debe de haberse dañado.

Miro la otra que tiene una franja de color morado con una cavidad cuadrada similar a la otra... Dos rayas de color violeta intenso se marcan perfectamente, me paso un mechón de cabello detrás dé la oreja y me río nerviosa.

-Debe ser porque son baratas - Digo para animarme a mi misma mientras miro la última prueba.

Fue la más costosa que compre, miro al techo antes de observar los resultados y...

Un mes de gestación.

Se lee perfectamente desde una cavidad más alargada. Para echarle más sal a la herida decidí comprar una que dijera cuantos mes se llevaba de embarazo.

-Dios mío, señor, padre santo... - Las palabras religiosas salen rápidamente de mi boca.

¡Felicidades! ¡Un mini Parker o una mini Meyer viene en camino!

-¡Joder! - Le doy una palmada al lavamanos.

No se si estoy feliz, triste, asustada o enojada, solo se que tengo un mes de embarazo.