Capítulo 42.

*Emma Meyer*

De mi escritorio a la mesa del comedor, luego, de mi cama al sofá y así todo el día con el portátil escribiendo unos capítulos de mi historia, en un intento de olvidarme del vacío que me carcome por dentro. Papá no volverá hasta mañana y para entonces yo ya no estaré aquí, tomé la decisión de irme de casa hasta que el dolor disminuya un poco, ni siquiera me creo capaz de mirarle a la cara ahora que se que nos traicionó  a mi y a mi madre durante mucho tiempo. 

Iré a casa de mi tía por parte de mamá, su casa aloja a varias personas de la familia de su esposo, por lo que están algo apretados, sin embargo en cuanto le pedí que me dejara quedar ella aceptó encantada sin insistir en saber la razón por la que dejaría mi casa. Mi teléfono suena, indicándome de la llamada entrante por parte de Andrew, me aclaro la garganta y contesto.

-Hola insaciable - Saluda con una voz de recién levantado.

- Buen día, bello durmiente- Digo con una sonrisa en los labios.

- Lo peor es que aún tengo sueño y eso que no bebí - Ríe y luego escucho como se despereza - ¡Joder! ¡Son las once de la mañana!

-Efectivamente - Respondo riéndome - Eso es lo que pasa cuando te quedas hasta las cuatro de la mañana celebrando.

- El motivo lo valía ¿Cómo te sientes ahora que todo acabó?

-Pues... - Comienzo a decir pero guardo silencio un segundo, no se si sea oportuno contarle lo de mi padre, siento que lo tengo saturado con mis problemas, no quiero que nuestra relación se base en arreglar mis desastres - Me siento mucho mejor la verdad, ahora que ese video ha desaparecido y ahora Iván está lejos de mi - Suspiro y cierro los ojos permitiéndome sentir algo de tranquilidad - Me siento mucho mejor ¿Y tú? ¿Cómo estás?

- Me siento más seguro ahora que estas a salvo y...

-¿Y?

-Estresado, el cáncer de Sammy... Me siento muy mal, siento que cada día que pasa ella se aleja más de la niña alegre que era en un principio - Termina de decir dejando percibir lo mal que lo pone este tema.

-No puedo decirte que todo estará bien porque simplemente no lo se, pero lo que si puedo asegurarte es que nada se pierde con intentar, con tener la esperanza de que al final todo pase, yo se que esto es muy complicado pero en estos momentos tú tienes que ser un apoyo para Sammy.

- Lo se - Dice en un suspiro - Al fin y al cabo  la esperanza es lo último que se pierde ¿No es así? - Intenta reír pero no es capaz de ocultar su tristeza - ¿Te importaría acompañarnos mañana a a comer? Perla dijo que Sammy estaba con energías, así que quiero aprovechar para verla aunque no podamos hacer muchas cosas. No tienes que ir si no quieres, imagino que estarás cansada después del anuncio de los finalistas de la segunda fase del concurso de Dickens, así que...

-Iré, no te preocupes - Digo con una sonrisa en mi rostro sabiendo que él no puede verme- Entonces te espero mañana.

-Está bien, paso por ti a las diez ¿Si?

-¿Podrías pasar a recogerme una hora antes? Tengo que hacer una cosa antes... Mejor dicho ¿Podrías llevarme a un lugar?

- Claro que puedo llevarte, a las nueve entonces. Te quiero.

-Yo también te quiero - Cuelgo la llamada y me tiro sobre la cama mirando al techo.

Te quiero, dos palabras que no pensé volver a decir y que ahora me salen con tanta naturalidad porque en realidad lo siento, de verdad lo quiero y me encanta cada segundo que paso a su lado, sin importar las circunstancias.

[...]

Al día siguiente alisto mis maletas y me arreglo antes de que tenga que encontrarme con mi padre cuando salga de aquí. A las nueve en punto me llega un mensaje de Andrew diciendo que está esperándome fuera, como puedo me cuelgo una maleta al hombro mientras que con mi otra mano arrastro la maleta de rodachines grande. Se que luego tendré que explicarle esto.

Salgo de mi casa echándole la ultima mirada, no volveré a estar por aquí en un largo rato, suspiro y comienzo a caminar hacia el auto estacionado a unos metros de mi. Cuando llego, Andrew se baja y corre hacia a mi para ayudarme a cargar la maleta que casi se cae al suelo.

-¿Nos vamos de excursión? No traje los zapatos adecuados - Dice y baja la mirada a sus tenis blancos, sonrío ante lo tierno de su gesto.

-Es una larga historia ¿Me ayudas a subir esto? - Le digo señalándole la maleta de ruedas de color gris, me mira no muy convencido pero luego alza la maleta y la pone en los asientos traseros del vehículo.

-Tengo tiempo, de hecho una vida entera para escucharte, así que dime ¿Qué ocurre? - Se cruza de brazos y me observa fijamente a los ojos, es obvio que hasta que no le diga no me va a dejar tranquila.

-Me voy de casa porque ocurrió algo con mi padre... no quiero hablar de eso ahora -Bajo la mirada de sus ojos porque no quiero que vea mis ojos llorosos - ¿Nos vamos?

Andrew se acerca sin previo aviso y me rodea con sus brazos dejando que apoye mi cabeza en su pecho, inhalo su aroma intentando tranquilizarme. No quiero llorar, no ahora. 

-¿A donde te irás? - Pregunta después de que me da un beso en la frente.

- A casa de mi tía, están algo apretados pero ella no dudó en recibirme - Intento que mi voz suene segura.

-¿Apretados? - Se aleja un poco de mi para mirarme.

-Pues si, hay algunas personas aparte de mi viviendo en su casa pero... - Sus labios forman una línea - ¿Qué?

- ¿Estas hablando enserio? - Ladea su cabeza un poco - ¿Vas a ir a incomodarte a ti y a los que viven en esa casa por ser orgullosa?- Frunzo el ceño y lo miro confundida.

-No es por ser orgullosa, ella es la única que puede recibirme en su casa- Le respondo un poco a la defensiva.

-¿La única? - Ahora es él quien me mira con el ceño fruncido.

-Pues- Comienzo a hablar pero me quedo sin palabras, dado que entiendo lo que quiere decirme demasiado tarde y me siento estúpida por ello - ¿Estás pidiéndome que...?

- Si Emma, estoy diciendo que puedes quedarte conmigo el tiempo que tú quieras.

-Andrew, no...

- Tengo un cuarto vacío por si sientes que es muy apresurado dormir juntos todas las noches. Rara vez estoy en casa por las tardes porque me la paso en la universidad haciendo muchos papeleos y planeaciones, por lo que  tendrías tiempo a solas, además la conexión a internet es muy buena y... puedo llevarte chocolates todos los días - Termina de decir para luego mostrarme una sonrisa ladeada - No quiero que estés incomoda sabiendo que yo puedo ayudarte.

-Siento que siempre estamos hablando de mis problemas y la verdad no quiero abusar de tu confianza.

- No estas abusando de mi confianza, pero si me gustaría que abusaras de mi en otros aspectos.

-¿No puedes ser serio una vez? - Me río y lo golpeo en el hombro.

- Si puedo ¿No recuerdas la primera vez que nos conocimos? ¡Fui la persona más seria del mundo!

Un breve recuerdo viene a mi mente:

-Privacidad - Responde secamente al ver que estaba viendo sus documentos.

-Oh, lo siento - Digo algo aturdida y muriéndome de la vergüenza por no haber disimulado un poco - Es solo que en unos días iré a presentar pruebas en "Charles Dickens" y el logo de los papeles me resultó conocido.

-Si es así de imprudente en su trabajo, dudo mucho que ingrese a Dickens - Me miró de arriba a abajo con clara irritación - Ahora si me disculpa, necesito terminar unas cosas y agradecería que dejara de interrumpirme.

***

-Todo un bloque de hielo - Digo riendo - Hay algo que nunca te he preguntado ¿Qué tenías ese día para tener ese humor?

-Nada - Se encoje de hombros - Solo quería molestarte porque me gustaste, quería ser un fuck boy.

-Ajá, y yo soy Camila Cabello - Digo sarcásticamente - Tu de fuck boy no tienes un pelo, eres todo un osito lleno de amor y paz.

-Lo que tu digas - Suspira dramáticamente -Aunque fue muy divertido ver como me comías con los ojos en cuanto me viste.

-¿¡Qué!? - Exclamo sorprendida - ¡Yo no te comí con la mirada!

-Ajá, y yo soy Shawn Mendes.

-A eso se le llama ser poco original - Alzo las cejas para retarlo - Ahora que ya me tomaste del pelo, dime la verdad.

- Porque ese día me levanté con el pie izquierdo, regué el café sobre mi abrigo favorito, estropeé el reloj más lujoso que tenía y... un estudiante gracioso le puso un chinche a mi silla, me pinché el culo - Aprieta los labios con aparente enfado al recordar la situación, yo por mi parte no puedo parar de reír. 

Primero ¿Cómo se dice no cuando me lo pide con esa voz tan gruesa y tan sensual? 

Segundo ¿Cómo negarme viendo esos ojos que tanto me encantan?

Tercero ¿Cómo decir que no, cuando también se quiere? Además... solo sería por unos cuantos meses ¿Verdad?

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