*Emma Meyer*

Cuando llego a casa no encuentro a papá por ningún lado, lo que agradezco, porque de lo contrario tendría que haberle dado explicaciones de porqué no iría a la universidad. Si, es cierto que puede bajar mi promedio, pero la misma me da ir en estas condiciones y no prestar atención a nada de lo que digan en clase. La decisión está tomada, hoy no iré a clases, mejor iré a dormir y en la tarde veré películas mientras como helado. Me lo merezco.

En cuanto tocó la almohada quedo totalmente sumida en el sueño y me despierto a las doce del medio día completamente renovada, estiró el cuerpo un poco con una sonrisa en el rostro porque en verdad que necesitaba un descanso, no sé en qué momento mi vida se volvió como la de una protagonista de película, no salgo de un problema para meterme en otro.

Voy a la cocina para prepararme algo pero me siento incómoda con todo el silencio que hay en la casa, por lo que decido poner música a todo volumen. Estoy sola ¿Qué más da? La canción "Teeth - 5 second of summer"  inunda la casa, asiento con la cabeza al compás del ritmo y luego tomo un tenedor para simular un micrófono, para posteriormente ponerme a cantar o mejor dicho a gritar mientras sacudo mis hombros, camino de forma extraña hasta la nevera y saco la leche para verter en la mezcla de panqueques, lo hago demasiado fuerte y la harina salta manchándome la cara y mi pijama rojo con pequeñas figuras de Marvel.

-¡Call me in the morning to apologize, every little lie gives me butterflies! - Canto sin importar que tenga media cara manchada.

Sigo con mi super preparación hasta que el timbre del apartamento suena.

-No te enojes por la música alta, cuando me independice vas a extrañarme ¿Donde estabas? - Grito mientras voy camino a la puerta para abrirle a papá - ¿Pudiste vender el...? - Me detengo en seco cuando veo a Cris en la puerta con una caja de pizza en sus manos.

-Lo olvidaste ¿Verdad? - Dice con una sonrisa burlona en sus labios.

¡Lo olvidé, maldita sea!

"Cuando Andrew desaparece de la cafetería, vuelvo a la barra y suspiro antes de volver a hablar con Cris.

-No puedo el sábado, en verdad me apetece ir al foro, sin embargo, puedes venir a mi casa el lunes, ese día suelo tener una maratón de películas, así que puedes unirte ¿Lo tomas o lo dejas?- Propongo ladeando un poco la cabeza.

-Solo si yo escojo la maratón - Dice alzando una ceja.

-Bien - Acepto encogiéndome de hombros - Y también lleva la pizza."

-Obviamente no lo olvide. es solo que en pijama se disfrutan más las películas - Digo apresuradamente.

- Claro - Dice entre risas - ¿Y la harina en tu cara hace que te concentres más o algo algo así?

-Lo siento - Me rindo y le sonrío en forma de disculpa - Como recompensa estoy preparando panqueques.

-Me parece una disculpa justa - Dice sonriendo.

Me hago a un lado para que pase y cierro la puerta maldiciéndome internamente por no haberlo recordado, debo estar totalmente desastrosa con harina en mi ropa y con el cabello desordenado por la larga siesta que tomé.

-¿Qué películas vamos a ver? - Pregunto mientras entro a la cocina para seguir con mi receta.

-Primero pensé en crepúsculo, pero supuse que ya te la has visto muchas veces - Comienza y sonrío porque no se equivoca con su suposición - Así que elegí la saga de películas de Correr o morir ¿Te parece bien?

-Hace mucho no las veo - Digo asintiendo con la cabeza - Buena elección - Lo felicito y él hace una ademán de reverencia.

- Un fin de semana agitado ¿Eh? - Dice apoyándose en la encimera de la cocina.

Como una película en cámara rápida vienen a mi mente los recuerdos de la semana en general.

-Algo así- Respondo asintiendo con la cabeza.

-Una persona normal como yo estaría encantado de escuchar la vida emocionante de alguien popular - Agrega haciéndome reír.

-Popular - Repito irónicamente - Pues el sábado pasado cuando fui al foro la verdad que fue muy emocionante, conocí a muchos escritores famosos que me dejaron sorprendida con sus palabras, también pude ver ejemplares hermosos de mis libros favoritos y este sábado salimos con Mía a un bar y las cosas no salieron muy bien, aunque nos divertimos al principio, por eso hoy dormí medio día y no fui a clases, ahora, cuéntame del tuyo.

-Pues - Se cruza de brazos y me mira mientras pongo algo de mezcla en el sartén - Tuve que estudiar para un examen que tengo el miércoles, luego fui a un voluntariado en una fundación de niños huérfanos, después visité a mi madre, quien por cierto vive sola en las afueras de la ciudad y por último asistí a mis clases de piano... Lo siento, se que es aburrido.

-Wow- Es lo único que se me viene a la cabeza - ¿Enserio te queda tiempo para hacer todo eso?

-Es una ventaja de no tener una grupo social amplio - Responde sonriendo.

-Casi te envidio un poco, pero es que ser productiva me sale muy pocas veces - Confieso a Cris.

-¿Quieres que te ayude? - Pregunta arremangándose el abrigo gris que lleva puesto al ver que no tengo donde poner el panqueque recién preparado.

-Saca los platos de allí - Le señalo un cajón ceca de la alacena de la cocina.

Cris obedece dejando los platos en la encimera mientras que yo sirvo y luego saco dos tazones de la nevera con fruta y se los entrego para que los sostenga para que yo pueda poner frutas cuidadosamente sobre cada plato.

-Listo - Tomo los dos plato y le entregó uno - Ahora vamos a ver las películas - Digo emocionada con una sonrisa que estoy segura que me hace ver infantil.

-Espera - Me detiene y lo que siento después es el dorso de su mano limpiando mi mejilla y la punta de mi nariz - Listo, ahora se te ven los ojos - Lo miro ofendida y el se burla arrebatarme un plato de las manos.

Pasamos varias horas delante del televisor viendo las películas mientras comíamos pizza y panqueques, una combinación extraña, pero que pasó desapercibida por lo concentrados que estábamos, hasta que llegó la hora de que Cris se marchara.

-La pasé increíble - Dice mientras caminamos hacia la cocina para dejar los platos sucios - Hace mucho no hacia este tipo de planes, bueno, desde que... Olvídalo, no es nada.

-Cris - Digo ladeando la cabeza - Se que no hay mucha confianza entre nosotros pero puedes confiar en mí, sé que con esta pijama no es que me vea muy creíble pero puedo ser buena escuchando -Me encojo de hombros y lo miro esperando una respuesta.

-Hace mucho tuve una novia, mi primer novia y hacíamos este tipo de planes porque a ella no le gustaba ir al cine - Comienza a decir sonriendo tristemente - Hasta que un día salió con su hermano hacia la universidad, iban discutiendo porque llegarían tarde y... falleció en un accidente de auto, desde esa vez no me había atrevido siquiera a ver una película con alguien más, por eso me mantengo tan ocupado.

Sus palabras me dejan impactada e intento abrir la boca para decir algo pero no encuentro mi voz.

-No te preocupes Emma, poco a poco lo he ido superando y ya no duele tanto como antes - Dice mientras se acerca a mi - Gracia por invitarme a tu casa - Me da un corto beso en la mejilla y sale de la casa.

Me permito soltar el aire que estaba conteniendo porque la verdad es que aunque su confesión me dejó desubicada le admiro bastante, el ha podido recuperarse de la muerte de alguien que amaba ¿por qué yo no podré hacerlo? Además esa tarde pude evidenciar lo tierno y caballeroso que puede llegar a ser, sonrío y a mi mente vienen sus ojos verdes ¿Cómo es que pueden parecer tan llenos de alegría cuando en verdad están algo destrozados por dentro? Lo cierto es que todos lo estamos.

Son aproximadamente las seis de la tarde, la hora perfecta para encender una velita de aroma, mi laptop y buscar una cobija suave para ponerme a escribir y adelantar capítulos de mi historia, más ahora que tengo el cerebro desbordando inspiración. Subo a mi cuarto y hago los pasos que mencioné agregando uno, poner música porque soy de esas escritoras que no pueden dar vida a sus historias si no lo hacen.

Tamborileo mis dedos sobre el teclado para empezar a escribir y mi teléfono vibra a mi lado.

-Genial - Gruño irritada y lo enciendo rápidamente.

De: Andrew Parker

-Teniendo en cuenta que te robaste mi número de celular, no vi impertinente enviarte un mensaje.

-Por cierto, te dejaste esto.

Envía una foto de una goma para el cabello, la reconozco al instante, es una de mis favoritas y hasta ese momento no me habia fijado que no la tenía. Me sonrojo al recordar lo que pasó la última vez que me la puse.

-Estaré guardándola para ti, claro está, si no te asusta venir a recogerla.

¿Miedo? ¿Por ir a recoger una goma para el cabello? No tengo claro que responderle pero me las ingenio por escribir cualquier cosa.

De: Emma Meyer

-¿Miedo? no veo la razón para tenerle miedo.

De: Andrew Parker

-Debería, la verdad.

Al enviar este mensaje se desconecta ¿A qué se refiere? ¡Debería tenerme miedo a mi! Él más que nadie sabe que puedo ser muy salvaje...

Está claro que Andrew y yo tenemos muchos demonios de los cuales tenemos que liberarnos, pero por mientras ¿Está mal divertirse un poco? Estoy de acuerdo con que sigamos haciendo lo que sea que hagamos con tal de "divertirnos". 

No recordaba lo bien que se sentía estar con un hombre y mi parte sensitiva se ha activado, es muy complicado apagarla ahora, además, existe una gran diferencia entre entregarte físicamente; donde simplemente te dejas llevar por las sensaciones del momento, mientras que sentimentalmente es más difícil, es ese momento en el que te abres completamente a esa persona  mostrando cada parte rota de ti y no me siento preparada para que el ni nadie sepa toda la verdad de mi vida.

[...]

El viernes en la tarde agrupo en una carpeta blanca los capítulos nuevos de mi historia, la sección pasada falté a nuestra reunión semanal con Andrew y me niego a hacerlo otra vez - "No mezcles tu vida personal con tus estudios" - me digo en un intento de darme animo.

Comienzo a caminar a su despacho. Tomo un profundo suspiro para intentar tranquilizarme cuando estoy al frente de la puerta, la verdad estoy aterrada porque ha llegado el momento de leerle la escena erótica a Andrew y el pánico se está apoderando de mi. Estoy a punto de tocar la puerta del despacho del señor Parker pero en ese momento escucho dos risas desde dentro, concluyo por el sonido de una risa aguda, que está con una mujer dentro, frunzo el ceño y me reprendo a mi misma por no tranquilizarme y pasar este detalle por alto, pero me es imposible, una sensación de ¿Celos? ¿Pánico? no tengo muy claro de cual de las dos se trata, quizás de ambas, se hace presente en mi cuerpo.

La puerta se abre sin previo aviso y veo la espectacular silueta de una chica rubia de ojos claros- ¡A ti te conozco! - Es la chica que una vez estaba junto a Andrew cuando ocurrió el vergonzoso evento de auditorio ¿Qué hace ella aquí? Estoy a punto de explotar, tantas preguntas sin respuesta rondan por mi mente. Finjo que acabo de llegar y sonrío amablemente a la chica y a Andrew que está detrás con una sonrisa en la cara.

 Muy risueño ¿eh?

- Entonces espero su escrito el lunes ... - Andrew se percata de mi presencia y su sonrisa se ensancha cuando me ve - El lunes en la mañana.

-Adiós señor Parker, nos vemos el lunes entonces - Dice la chica sonriendole.

-Señorita Smith - Le responde el a modo de despedida.

¡Pensé que era a la única que le decía señorita! - ¿Es enserio? - Me reclama enfada mi conciencia, esta bien, esta vez tiene razón, Andrew tiene centenares de estudiantes y no soy a la única que le dice señorita. Alejo este estúpido pensamiento de mi cabeza y me centro en la situación del momento.

-Señor Parker, vengo para nuestra sección de hoy - Me dirijo a el cuando se termina de despedir de "la señorita Smith"

-Por supuesto - Dice y me sonríe amablemente haciéndose a un lado para que entre a su despacho.

Doy un paso para entrar pero la rubia me detiene.

-Espera, antes de que entres -Dice sonriéndome, se vuelve para mirar a Andrew - ¿ Está dando tutorías de escritura? porque a mi me encantaría...

-No señorita Smith, no doy tutorías, es lo mismo a lo que usted hace parte, a mi club de literatura - La responde Andrew amablemente.

-Oh - Responde ella con una expresión triste -Si alguna vez lo piensa, dígamelo, a veces necesito asesorías más personalizadas cuando escribo.

La chica se da la vuelta y comienza a caminar por el pasillo ¿Enserio acaba de pasar esto enfrente de mis narices? ingreso al despacho de Andrew y respiro profundo, esto no va a dañar mi día.

-Comencemos entonces - Dice Andrew rodeando su escritorio para sentarse en su asiento - ¿Qué tiene preparado para hoy?

-¿Quién era ella? - ¿¡Qué acabo de decir!? no tengo ni idea de donde salió ese arrebato, me arrepiento inmediatamente de haberlo hecho - Es decir, me gustaría saber que clase de historias escribe ella.

Andrew parece sorprendido ante mi pregunta pero aún así me dirige una sonrisa realmente deslumbrante.

-Respondiendo a la primera pregunta, es una estudiante - Responde como si fuera obvio - Y escribe suspenso, muy buena en eso para ser sincero.

- Ah- Digo  asintiendo con la cabeza intentando parecer indiferente, pero creo que ya es muy tarde como para fingir lo contrario - Bueno, si quiere podemos empezar.

Me siento frente a el y abro mi carpeta mirando los capítulos que tengo preparados para el día de hoy, pero siento la insistente mirada de Andrew puesta en cada uno de mis movimientos.

-Señorita Meyer.

Alzo la vista de la carpeta y lo miro inexpresiva.

-¿Está usted celosa?

XxxX

Nota de la autora: