Elizabeth Brooks

Aiden me miró de arriba a abajo intentando escanearme. A él le gustaba menos que a mi la situación que estábamos teniendo. Sí era verdad lo que él decía de que estaba enamorado de mi, sabía lo mucho que esto me afectaba.

Carraspeé nerviosa. No sabía la escusa que podía ponerle a mis amigos para que me dejarán marchar porque si les decía la verdad me gritarían diciendo que en el mejor lugar que podía estar sería con ellos.

No podían enterarse de nada.

— Lamento mucho lo que está pasando — volvió a hablar Aiden, al verme tan callada. Este me miraba con lástima, y hasta con un poco de tristeza — Si fuera por mí jamás habrías entrado en este mundo..

— Yo tuve la culpa de todo esto — reconocí sin mirarle — Yo le hablé mal a Edler, y este quería vengarse de mi. Hasta que alguien le ofreció dinero por mi.

— Te juro que no pararé hasta dar con el culpable, Elizabeth — prometió este acercándose a mi, después de soltar mis manos que seguían agarradas entre las suyas — Después podrás hacer una vida normal. Trabajar y estar con tu pequeño gato, sin que nadie más te moleste.

Me imaginé una vida sin Diane, sin Adam, Sin Seth y hasta sin Axel. Sin las malas palabras de mi mejor amiga. Sin la exageración extrema que tenía Adam. Sin la sobre protección que tenía por parte de Seth. Sin los consejos y sin las palabras de Axel.

Sin la sonrisa, sin los besos, sin las caricias, sin los abrazos de Wade.

No me gustaba esa vida sin ellos.

Y por una parte me alegraba de haberme puesto entre Edler y Wade, porque así conocí a personas que jamás podría olvidar en la vida.

Conocí a Seth, su tranquilidad y su protección de hermano.

Conocí a Axel, su ojos rebosando de diversión y sus malos chistes, sin hablar de las gilipolleces que decía aveces.

Y conocí a Wade. Un chico que al principio había sido un cabrón con todas las letras de la palabra conmigo, pero que después había echado abajo su muro y me había enseñado que no todo es lo que vemos.

Que aveces, antes de gritar tienes que escuchar, que antes de elegir, tienes que tocar, que antes de comer, tienes que oler.

Miles de cosas que jamás había pensado. Cosas en las que no te paras a pensar porque te acostumbras.

— Elizabeth — me llamó Aiden volviendo a traerme de vuelta al mundo real — ¿Estás segura de tu decisión?

No, no estaba segura. Quería salir de la habitación y correr a los brazos de Wade.

Quería abrazarlo hasta que las fuerzas cedieran, quería gritarle que no me quería ir de su lado pero que primero estaba él.

Wade lo había dicho: había podido cumplir su sueño de tener una familia.

Y yo había cumplido el mío.

Conocer a personas que no se lo pensaron dos veces para ayudarme. Sin preguntas, sin querer respuestas. Me ayudaron sin pedir nada a cambio, sin exigirme nada.

Había conocido a personas que les interesaba yo como persona, no por mi pasado.

— Estoy segura — decidí con un hilo de voz —

Aiden asintió no muy decidido y abrió la puerta para mi, queriendo como un caballero que yo pasase primero.

Comencé a caminar lentamente, no queriendo enfrentarme a la tormenta que yo misma había creado.

Vi a lo lejos el semblante serio de Adam que estaba apoyado en la pared de la entrada, con Diane sentada en el suelo apoyando su espalda a esta misma pared. Seth y Axel estaban sentados en la escalera mirando con atención los hombres de Aiden que se habían quedado a vigilar.

Y Wade, caminaba de un lado hacia otro nervioso.

Adam fue el primero que se dio cuenta que habíamos salido del despacho. Este dejó de apoyarse en la pared y se acercó a nosotros, dispuesto a tirarse encima de Aiden si hacía falta

— Ya tuviste lo que querías — gritó señalándolo con el dedo — Ahora lárgate por esa hermosa puerta o te patearé el culo y lo que no es el culo ¿Entendiste?

Aiden me miró, esperando a que yo diera la noticia.

Abrí la boca dispuesta a contarles lo sucedido, pero de ella no salió nada.

— Te voy a meter un gancho que ni tu madre te a dado hijo de puta — gruñó Adam de nuevo, amenazando a Aiden al ver mi semblante —

Mi mejor amigo no me lo perdonaría en la vida. Él, que había sido como mi hermano. Él, que habría dado la vida por mi y por mí bien estar.

Te quiero, te juro que lo hago.

Me interpuse entre él y Aiden, sorprendiéndolo.

— Me voy — sentencié dejándolos totalmente confundidos —

— ¿Cómo que te vas? — cuestionó Diane levantándose del suelo, confundida — ¿Qué has dicho?

— ¡¿Qué?! — gritó a la misma vez Axel y Seth, levantándose al igual que Diane —

Wade se quedó parado enfrente de bb la entrada mirándome, pero sin sorpresa en sus ojos.

Lo siento mi amor.

Lo siento.

— Me iré con Aiden — volví a hablar cuando noté que podía hacerlo —

— ¡Tu con este hijo de puta no vas a ir a tomar ni un puto café, Elizabeth! — chilló Adam como si fuera mi padre, levantando el dedo índice — ¡Te quedarás aquí!

— Es mi decisión — solté muy decidida, dejándole sin palabras — Te pido que no montes un escándalo con todo esto, volveremos a vernos algún día.

— ¿Cómo puedes decir eso tan tranquila? — escupió Diane con rencor — ¡Después de lo mucho que hemos hecho por ti, maldita sea!

Lo siento. Lo siento. Lo siento.

Me trague las lágrima porque sabía que o si no no me iban a dejar marchar. Los conocía, y no se creían esta historia de querer irme así a la primera.

Wade siguió en su sitio, mirándome confuso.

— Te esperaré fuera — informó Aiden, abandonando la entrada junto a todos sus hombres —

Adam siguió con la mirada a Aiden, hasta que esté cerró la puerta

— Ahora suelta la verdad — pidió Seth acercándose a mi, cruzado de brazos — Ya no está, Elizabeth

— La verdad es esa — volví a decir como un robot — Me marcho.

— ¡Estás siendo una egoísta! — gritó Diane sorprendiéndolos a todos menos a mi, ya que sabía que esto iba a pasar — ¡Mi hermano y yo hemos hecho muchas cosas por ti, Elizabeth! ¡Estuviste muerta para nosotros! ¿Te acuerdas? — escupió — Es cierto que jamás dejas de conocer a una persona, porque tú me has sorprendido para mal.

Sentí que mi corazón dejaba de latir durante unos segundos. Observé como Diane abandonaba la entrada en cámara lenta. Vi como sus lágrimas salían de sus ojos a una velocidad inexistente.

Cerré los ojos. Necesitaba centrarme para no hacerla sospechar.

Adam después de regalarme una mirada llena de rencor se fue en busca de su hermana, dispuesto a consolarla.

Axel y Seth entendieron que Wade quería hablar conmigo a solas, a si que después de asegurarse de que estaba bien se fueron sin mirar atrás.

— ¿Lo que has dicho es cierto? — preguntó sin moverse de su lugar — ¿Te quieres ir?

—Se me ha ido de las manos — reconocí sin decir la verdad — Es cierto.

Wade me regaló una sonrisa llena de sarcasmo. Este se acercó a mí y entendí que esto no iba a ir bien.

—¿Y lo nuestro? — escupió con rabia — ¿También se te ha ido de las manos?

— No puedo seguir con esto — declaré cruzándome de brazos. Sus ojos estaban llenos de tristeza. Estaba apunto de explorar, y todo era por culpa mía.—

— ¿Y que fue para ti esto, según tú? — gritó de vuelta.

— Fue algo. — solté con tranquilidad. Sabía que le estaba haciendo daño, pero no podía parar. — ¿De qué vale entregarse para después perder? No merece la pena perder tanto tiempo.

Wade me miró sorprendido y dio unos pasos atrás, sorprendido. Lo que le había dicho era bastante fuerte, ya que él veía un futuro a mi lado igual que yo lo veía en él.

Prácticamente le había soltado que había perdido mi tiempo con él. Muy buena manera de terminar con alguien, claro que sí.

— ¿Esa es tu última decisión? — murmuró con la voz apagada. Ya está, esto había terminado. Cuando asentí, pude ver a través de sus ojos como su corazón se rompía en miles de pedazos. — Si en algún momento decides volver, te estaré esperando.

— No creo que lo hagas. — confesé. —

— Yo tampoco. — escupió con tristeza.—

Fin

¡Mañana es mi cumpleaños!
19 años ya, madre mía. Cómo pasa el tiempo.

Quiero que recuerden el 27 de septiembre como el cumpleaños de una diva perdida por España 😂😂😂, nha, es broma.

Espero que les haya gustado este último capítulo de Wade, y dentro de poco pondré los agradecimientos y todo eso....

¡Es broma!

Esta hermosa historia todavía no ha terminado, falta poco, pero aún no.

Mañana quiero ver que me felicitan en mi muro o lloraré!

Nadie me quiere, todos me odian :(

Bueno creo que dije todo lo que tenía que decir. Cómo os digo casi todos los días ( en los que me acuerdo ) os leo todas las noches antes de ir a dormir, así que espero que comentéis muchísimo.

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Hasta luego mozas hermozas

¡Haganme muchos regalitos! 😂