Capítulo 55

Elizabeth Brooks

Estaba estática. Anubis, que había vuelto a la cocina después de que Yeray se marchara se acariciaba con mis piernas. Exigiendo atención.

Me extrañaba la charla que el padre de Wade había tenido conmigo. Se suponía que tu hijo te importaba una mierda.

Que solo le importaba la herencia que había heredado de su abuelo. Wade había aceptado que él llevara las empresas pero por tiempo temporal.

Cuándo podría haberlo dejado en la puta calle, sin un puto dólar en los bolsillos.

¿Por qué quería ahora la atención de su hijo?

— ¡No hacía falta que compraras media tienda, Axel! — gritó mientras una puerta retumbaba porque la habían cerrado — ¡Que vergüenza, por Dios!

— ¡Todo sea por mi cita especial! — respondió este —

Me acerqué a la entrada dispuesta a hablar seriamente con Wade.

Quería aclararme de una vez por todas.

¿Éramos algo?

¿O simplemente éramos amigos con derecho a roce?

A ver, que se podría, pero no sería lo que me gustaría.

Axel se encontraba sentado en las escaleras cruzado de brazos. La escalera estaba llena de bolsas de ropa y algún que otro zapato.

Wade se encontraba enfrente de él, cruzado de brazos y fulminandolo con la mirada

— ¿Que pasa aquí? — cuestioné cuando les vi con las caras tan largas — ¿Tuvieron problemas?

— Este subnormal que me hizo pasar la vergüenza del siglo — se quejó Wade, sin moverse — La próxima irás solo, cabrón.

— ¡No sabía que había que pagarlo en esa caja, pensaba que era al salir del centro comercial, como el McAuto! — se defendió Axel mirándolo de la misma manera.

Estos dos siempre estaban igual. Siempre discutían por gilipolleces pero después corrían a pedirse perdón como dos niños pequeños.

Me hubiera gustado tener esa mejor amiga en el orfanato.

Siempre que tenía algún problema en el orfanato corría a mi habitación y me desahogaba ahí, sola.

No confiaba en nadie. Todos le miraban raro porque era la única que no echaba de menos a sus padres.

¿Cómo echar de menos algo que nunca tuviste?

— Olvidemos esto — suspiró Wade. Mucho estaba tardando ya — Después hablaremos.

Después de decir eso se acercó a mí y depósito un pequeño beso en mi siento, haciéndome volar.

Quería a Wade. De una y mil maneras. Me encantaba que después de esa capa de egocéntrico, de cabrón se escondiera su parte cariñosa y tierna. Él realmente era bueno, no como pensaba que era la primera vez que lo vi.

Era el típico chico que parecía ser un puto imbécil, pero que después te hace que te tragues tus propias palabras. Había ayudado a todo el mundo sin esperar nada a cambio. Había llorado mi muerte como jamás la podrían llorar mis padres.

Wade me había aceptado en su familia.

— ¿Quieres hacer algo? — me pregunto en voz baja, observando como Axel hablaba con la recién llegada Diane — Solos tú y yo ¿Que te parece?

— ¿Que quieres hacer? — pregunté de la misma manera que él, en voz baja — Podemos ver una película, o esa serie que me gusta tanto...

— No veremos Teen Wolf — bufó Wade fastidiado — Ni tampoco veremos el corredor del laberinto por quinta vez.

Todas las noches para dormir me ponía esa película, hacía que mi mente solo pensara en eso, y al fin y al cabo terminaba dormida.

Wade dormía conmigo, pero nunca puso ninguna objeción para que dejara de poner esa película. Respetaba lo que quería, y la veía conmigo.

Era adorable.

— Me gustaría hablar contigo — dije después de un rato cuando esté ya se estaba impacientando —

— Nunca me gustaron esas palabras — respondió confundido. Pero al ver mi cara asintió.

Agarró mí mano y tiró de ella suavemente, comenzando a andar. Subimos las escaleras en silencio y dejamos a Axel y Diane atrás, donde conversaban animosamente.

Me llevó hasta la habitación donde habíamos dormido todas esas noches después de mi regreso.

La mansión de su infancia.

La habitación donde había compartido un millón de recuerdos con su abuelo.

Abrió la puerta y me dejó pasar a mi, quedándose detrás mía. Cuando entré en la habitación, este cerró la puerta detrás suya.

— ¿Que ocurre, Elizabeth? — cuestionó cuándo vio que no hablaba — ¿He hecho algo? ¿Te he tratado mal? ¿Alguien te trató mal? No me digas que fue el imbécil de Adam, porque juro que lo mato..

— ¿Que somos? — pregunté directamente dejándolo impactado —

Ya está, lo había soltado. Había soltado la bomba y ahora no sabía si esconder las manos o sufrir las consecuencias.

Pero quería saberlo. Quería saber que quería conmigo. Quería saber si verdaderamente quería estar conmigo.

O no, como dijo su padre

— ¿A qué viene esto, Elizabeth? — contestó él, haciendo que un nudo se instalara en mi garganta —

¿Por qué no me respondía? ¿Era porque solo era un juego para él?

¿Su padre tenía razón? ¿Wade no me quería? ¿No le convenía?

¿Y todas esas veces en las que gritó a medio mundo lo mucho que te quería? ¿Y cuando estuvo buscándote por medio mundo pensando que estabas muerta?

Te quiere Elizabeth, y en el fondo sabes que es verdad.

— Quiero saberlo — dije seca. Este dejó su cara de confundido atrás y dejó sin semblante serio, sin expresión alguna.

— No entiendo porque te entra estas dudas ahora... — suspiró confundido— Elizabeth, quise derrumbar el mundo entero solo para poder encontrarte. Quise buscarte por mi mismo, sin descansar. Quizás la primera vez que nos vimos no te traté muy bien — cogió aire — Fui un hijo de puta contigo — rectifico — pero al final pude darme cuenta de que he estado buscando por muchos años a una persona que me complementara, que no me cambiara, que simplemente me aceptara tal y como soy.

«Estaba cansado de todas esas chicas que buscaban cambiar al chico malo simplemente porque querían vivir su historia de amor imposible — susurró —  Tu te quedaste, y jamás quisiste cambiarme.  Una vez me dijiste que no podría estar con nadie hasta que no saliera del agujero por mi mismo, y ahora lo entiendo — añadió — Querías que te quisiera por como eres, no por haberme sacado del mundo tan oscuro en el que estaba.

« Para mi no eres una simple chica a la que conocí en un bar y con la qué acabé liado. Eres la chica que creyó en mi cuando nadie había movido ni un solo dedo en ayudarme. Tú no caíste en el agujero en el que estaba metido, tú esperabas en la meta para que yo pudiera salir por mi mismo. Eras mi trofeo, eras mi premio. Y por eso te quiero, Elizabeth.

He empezado el instituto, no me matéis.

¿En qué curso estáis?

¿Que estáis estudiando?

¿Sabéis inglés? (Yo soy malísima )

¿Habéis cuidado a algún perro alguna vez? Porque yo tendré que cuidarlo durante una semana

Adivina quién subirá historiales al Instagram cada dos por tres 😏

Os dejo aquí mi Instagram por si me queréis seguir
@xrociy

Si quieres entrar en el grupo de WhatsApp háblame por privado y te mandaré el link para que entres automáticamente

Adiós, mozas hermozas

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top