Capítulo 51
Elizabeth Brooks
Después de tanto tiempo me sentí completa. Podía respirar en paz, sin sentir un peso encima de mis hombros demasiado pesado. Me sentía aliviada. Me sentía libre.
Cómo era de esperarse, Wade tardó pocos minutos en calmarse y volver a ser el que era.
Se levantó del suelo y me levantó a mi con él, abrazándome una vez más. Mis pies dejaron de tocar el suelo y comenzó a dar vueltas.
Estaba feliz. Y yo también.
— ¡Elizabeth! — gritó mi mejor amigo llamando mi atención. Este seguía estando en la puerta, observando con atención la escena que estaba haciendo Wade — ¡Fingiste tu muerte para no tener que lavar mis calzones! ¡Maldita!
Wade me sonrió una vez más y acercó sus labios a mi frente. Me dejó un gran beso y se alejó de mi, para que los demás pudieran verme también.
Elevé mis dos brazos y Adam corrió hacia mi, levantándome del suelo una vez más.
— ¡Mi niña pequeña! — gritó con todas sus cuerdas vocales — ¡Qué haría yo sin tu culo! ¡Ese culo gordo que me limpia los calzoncillos!
—Te voy a meter un puñal por el culo — amenazó Seth elevando dos dedos a sus ojos, y señalando a Adam — Estás avisado ¡Elizabeth! — me llamó. Adam me bajó de sus brazos y corrí a abrazar a Seth — No sabes cuánto me alegro de que estés bien.
Seth se había vuelto mi mejor amigo en todo este tiempo. Cuándo Wade no me aguantaba y quería que estuviera encerrada en una habitación sin salir, había sido Seth quien me había sacado de esas cuatro paredes para hacer cualquier cosa con Diane.
Adam y Axel habían estado siempre a las espaldas de Wade, protegiéndolo. Era más que obvio que no podían estar conmigo.
Seth, tanto como Axel se habían ganado un gran hueco en mi corazón. Habían decidido buscarme, y también protegerme con su propia vida si era necesario.
Eran mi familia, después de todo.
— ¿Y a mi no me abrazas, minnion? — cuestionó Axel abriendo los brazos, dispuesto a achucharme él también — Yo al igual que ellos te he echado de menos, creo que hasta un poquitín más que Wade.
Axel le sacó la lengua a Wade, bromeando. Solté una pequeña carcajada y me bajé de los brazos de Seth para acercarme al moreno.
— Las manos donde pueda verlas, depravado sexual — bromeó Wade apartándose las últimas lágrimas que habían caído — A mi chica como si fuera un cristal, ¿captado?
Axel bufó, y después sonrió. Sus manos tocaron mi cintura y me achucharon, y comenzó a dar unos cuantos saltitos.
Supongo que de la emoción.
— ¿Dónde está Diane? — pregunté al darme cuenta de que no estaba — ¿Voy a poder verla? Espera ¿Está bien? ¿Le a pasado algo? ¿Está grave? ¡Dime qué ocurrió!
Estaba nerviosa. Y al ver a Diane me entraron más nervios. La busque por toda la habitación con la mirada, sin éxito alguno.
Wade se acercó a mí y me abrazó una vez más.
Temiendo lo peor, comencé a llorar de nuevo.
— ¿A sido mi culpa, verdad? — tartamudee en el hombro de Wade —
— Diane está bien, preciosa — murmuró en mi oído, apretándome más a él — Todos estamos bien, y tú también.
Sabía que no se creía que estaba en perfectas condiciones después de lo que había presenciado. Él había visto como el coche había volcado y como había caído al agua.
Pude imaginarme una y otra vez los gritos de Diane, queriendo tirarse ella también para buscarme. Y también el rostro desolado de Adam, consolando a su propia hermana.
En Wade también había pensado. Había intentado imaginarme una y mil veces su reacción, lo que había querido hacer después.
Pero jamás había encontrado su reacción en mi cabeza.
Wade era una caja llena de sorpresas. Ayer te odiaba, hoy te amaba y mañana quizás te volvía a odiar. No es que fuera bipolar, si no que todas sus reacciones dependían mucho de lo que sentía, o hasta de lo que le convenía.
Alexia, la hermana de Aiden apareció en la puerta con los brazos cruzados y con el semblante serio.
— Os dije que teníais nada más cinco minutos — escupió entrando en la habitación y soltándome del abrazo de Wade — Me habéis obligado a tener que venir para echaros con mis propias manos. Y ahora, iros de mi casa.
Alexia había sido la que le había dicho a Wade que estaba aquí. Y le había permitido verme.
Me había ayudado después de tantas súplicas de mi parte.
Era a la única que veía día tras día y la única que me ayudaba. Le había suplicado mil millones de veces que me ayudase a encontrar a Wade. A encontrar una salida. Siempre me había llevado bastante bien con ella. Cuándo iba al bar con su hermano hablaba conmigo y congeniábamos bastante.
Hasta que ocurrió esto.
— No nos iremos sin Elizabeth — gruñó Adam mientras que Axel, Seth y Wade asentían dispuestos a hacer cualquier cosa — Es mi hermana, y se viene conmigo.
— Teníamos un trato — dijo Alexia entre dientes. Tenía bastante carácter al igual que su hermano, y eso era mala señal — Me dijísteis que no íbamos a tener problemas, que íbais a seguir mis normas.
— Eso cambio desde el primer instante en el que te lo dijimos — habló está vez Wade. — Nos harías las cosas más fáciles si te apartaras de mi novia, y nos dejaras ir.
— Mi hermano sabrá que os la habéis llevado — amenazó la chica soltando el agarre que tenía en mi brazo — Y habrá consecuencias.
— No me importa ninguna de ellas si Elizabeth está a mi lado — dijo un Wade bastante decidido — ¿Nos vamos, Elizabeth?
Todos los ojos de la habitación recayeron en mi, queriendo saber la última palabra. Podía decir perfectamente que prefería quedarme bajo las alas de Aiden, pero mentiría.
Echaba de menos las noches en las que Wade había estado a mi lado, abrazándome. Había estado añorando sus manos acariciándome el pelo, con cariño hasta quedarme dormida. Había echado en falta a mis amigos, a mi familia.
A ese mejor amigo que es el rey del drama, que era tan estúpido que hacía bromas en el momento menos adecuado.
A mi mejor amiga que había estado en mi vida después de que se enteró de todo lo que había pasado en el orfanato. Quién me había aconsejado y cuidado sin pedir nada a cambio.
Estaba más que decidido.
Quería irme con ellos.
Quería volver a reír por cualquier gilipollez que saliera por la boca de Adam o de Axel. Quería volver a despertarme todas las mañanas con la sonrisa de Wade a mi lado. Quería contarle mis penas a Diane y que ella me aconsejara y me ayudará a superar el problema. Quería levantarme todas las mañanas y bajar a la cocina y encontrarme con un Seth lleno de harina porque nos había hecho el desayuno.
Los quería a ellos.
— Vámonos
Alexia se apartó de la puerta mientras que uno a uno salíamos de la habitación. Después de darle las gracias en voz baja, seguí los pasos de Wade.
Este dejó de caminar durante unos segundos hasta que me coloqué a su lado. Posó sus manos en mis rodillas y en mi espalda, alzándome como una princesa.
— No querremos que esos pies se pongan negros, ¿no? — dijo con una sonrisa mientras comenzaba a caminar —
— ¡Los que tengan los pies sucios no entraran en mi coche! — gritó Adam saliendo por la puerta principal — Axel a ti te lo perdono porque llevas una semana sin bañarte.
— ¡Eso es mentira! — chilló Axel indignado — ¡El que no se ducha eres tú!
— De eso nadie se tenía que enterar, hijo de perra — susurró Adam lo suficiente alto para que nos enteraremos todos —
Solté una carcajada como nunca antes la había soltado y los demás me acompañaron.
Me sentía como en casa.
Preguntas
• ¿Os ha gustado el capítulo? ¿Que os ha parecido?
• ¿Os gustó la portada que hay puesta ahora mismo? (Es la misma de siempre)
• ¿Que cambiaríais de la historia?
• ¿Qué opinas sobre Axel?
• ¿Y Sobre Adam?
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Hasta luego, mozas preciozas
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