Puede que todos sepan de la corrupción del dictador Snow. Por él, miles de familias perdieron a sus hijos, a sus maridos, a sus esposas, incluso su hogar.

Los juegos del hambre eran parte de nuestra cultura, sobretodo de la mia, y a lo largo de los años luche irremediablemente con mis ganas de parar aquella ceremonia. Hace muchos años mire los ojos sin alma de aquel ser tan despiadado que por unos miseros minerales, mandaba a pobres almas a matarse en la arena, aquel hombre que por tantos años me enseño todo lo que yo misma sabia y por ende lo que jamas deberia contar...

—¿Effie estas bien?—Instintivamente alce la mirada, perdida en mis pensamientos volvi poco a poco en mi para seguidamente sonreirle al chico mas apuesto de todo el distrito doce

—Claro que si Peeta—alce la taza de cafe, que ni recordaba, llevandola a mis labios y dando un leve sorbo degustando el amargo sabor de este, traendome consigo viejos recuerdos

—Te noto algo distante—sus movimientos fueron rapidos al sujetar mi mano —si es por lo que viviste en el Capitolio...puedes contarmelo

Mire sus hermosos ojos, tan inocentes, tan sencillos de leer, aquel chico realmente era tan inocente como un niño pequeño. Mi niño pequeño

—Mi niño, estoy bien de verdad...solo extraño mi hogar—solte la taza de cafe dejandola sobre la mesa y lleve mi mano derecha a su mejilla— cuentame mejor que es lo que tanto te aflije Peeta, no tienes buena cara

Su semblante se lleno de sorpresa casi al instante, sonrei con ternura y aun acariciando su mejilla el solo bajo la mirada sin soltar palabra. Note como su respiracion aumentaba y como no podia reprimir sus propios nervios

—¿Es Katniss verdad?—Me miro de vuelta a los ojos esta ves inundandome de la mas profunda tristeza, el se ahogaba en aquel mar de dolor sin darse cuenta—Peeta, Peeta, Peeta —lleve mi mano de su mejilla a su cabello colocandolo mientras el me miraba curioso— las mujeres somos muy dificiles y Katniss no es la ecepcion. Te a tocado un camino dificil, pero se que lo lograras, sabes que ella no se expresa como otras chicas lo hacen

El solo podia mirarme, pequeñas iluciones capte en sus ojos y sonreí apartando mis manos de él levantandome asi de la silla

—Esta claro! te ayudare a conquistarla —con una sonrisa timida el se levanto de la silla

—¿Enserio Effie?

—Pues claro cariño!!! Mereces ser feliz y ella no ve el buen partido que eres—agarre las solapas de su blusa levantandolas —y cuando acabe contigo, seras el chico mas deseado de todos los distritos

Su sonrojo lo delato al completo pero eso no evito que me abrazara con fuerza, realmente aquel chico era sumamente timido, y sin mas acaricie su cabello.

—Gracias de verdad Effie...no se que haria sin ti....—me abrazo aun mas fuerte— me alegra que volvieras

Tube que apartarlo ya que sin respiracion me dejaba, y al mirarlo a los ojos con aquella sonrisa me derreti de ternura completamente.

—Pero quiero algo a cambio

Me miro curioso, aquel niño era una caja de sorpresas. Su humor cambiaba de la nada y eso era lo mas lindo que tenia.

—Necesito un lugar para quedarme, sabes que mi hogar fue destruido luego de las batallas y aun lo estan reparando. Y pense...que quizas podria quedarme aqui contigo!—animada le comente pero su semblante decallo de nuevo

—Effie...me encantaria que te quedaras...pero...mi madre —desvio la mirada avergonzado y entendi todo. Aquella mujer que se hacia llamar madre aun le tenia mas que dominado para ser un adulto

—Tranquilo cariño. Te entiendo —suspire pesadamente— aun asi no dejare de ayudarte. Le pedire a Katniss si puede...—antes de seguir con las palabras el me interrumpio abruptamente

—¡Se conquien podrias quedarte!—del sobresalto lo mire

—Señor Mellark esos modales—le recrimine

Eso no evito que ilucionado saliera de su hogar cargando mis cinco maletas y se diriguiera por el pueblo, le segui sonriente con dificultad por los tacones que llevaba, y mientras seguia el camino mire a mi al rededor viendo las caras de aquellos a quienes yo les arrebate su felicidad.

Los recuerdos me invadieron mientras caminaba, el pasado, el presente y sobretodo el futuro. Ya no era querida por nadie, solo era una paria de paso en un lugar donde probablemente correria mi sangre por las calles asi como yo la hice correr tantas otras veces.