Capitulo 7

Los olores de alcohol, cigarrillos, transpiración y unos más sin ser identificados eran fuertes por toda la casa que estaba infestada de universitarios y unos cuantos de aun de preparatoria.

KyungSoo, sentado en uno de los sillones del lugar, miraba cansino hacia todas partes; aburrido y con muchas ganas de irse a casa y tirarse a su cama. Había entrado a la fiesta con Sehun, JongDae, Yesung y Kangin, pero todos se empezaron a perder conforme tomaban una cerveza más. En serio que KyungSoo quería largarse, pero no podía mientras Sehun estuviera allí. Además de que este podría entrar en una pelea o tener algún accidente en su motocicleta. Así que esperaría más, como siempre lo hacía, pediría un aventón a casa de alguno y encargaría la motocicleta con Kyuhyun, el anfitrión de la fiesta, para venir por ella al día siguiente.

KyungSoo odiaba asistir a las fiestas de ese tipo. Siempre era lo mismo: sexo, alcohol, drogas, cigarros, sudor y una mezcla de olores que su olfato nunca identificaba. Las detestaba, pero solo por Sehun, asistía. Para cuidar de él y no hiciera algo que lo metiera en una riña.

El bajito llevo su vaso de jugo hasta sus labios y bebió lentamente. Estaba seguro que Sehun estaba revolcándose con alguna linda chica en alguna habitación o en algún lugar de la casa.

-Hey –un chico que KyungSoo conocía como Hongbin, se sentó a su costado sonriéndole cálidamente. El menor regreso la sonrisa, algo torpe y tímida, pero lo hizo-. ¿Dónde está tu perro rabioso? –pregunto refiriéndose a Sehun.

Hongbin de universidad, nunca se había llevado muy bien con Sehun, un mocoso de preparatoria que se creía el último vaso de agua en la sequía.

KyungSoo rio.

-No lo sé. Pero puedo suponer que ahora mismo está revolviéndose con alguna chica –la sonrisa seguía en sus labios cuando lo dijo, pero por dentro, su corazón dolió.

-Ya veo. Ese mocoso, siempre haciendo de la suyas. Pero el gilipollas deberá de tener más cuidado contigo, muñeco. Tú aquí no encajas. Eres como una florecita en medio de espinas –Hongbin llevo su diestra hasta la cabeza del bajo y alboroto cariñosamente sus cabellos oscuros.

Las mejillas del pálido se tiñeron lindamente de rosa y Hongbin pensó que KyungSoo era demasiado hermoso tanto como por fuera como por dentro para que alguien tan mierda como un mocoso como SeHun lo tuviera para el solo y ciegamente.

-Oh, está bien. Solo cuido que no se meta en problemas. Ya sabes, es muy... explosivo –dijo con timidez.

-Yo le llamaría estúpido –y ambos rieron.

KyungSoo, por los siguientes 20 minutos se pedio en una plática amena con Hongbin quien parecía haberse aburrido en la fiesta, pero que ahora parecía tan entretenido como el menor. El mayor, que en algún momento de la plática, llego a tomar una de las blanquecinas y pequeñas manos del menor, las acariciaba tal cual cristal preciado. Y eso, a Sehun no le gustó nada cuando venía bajando las escaleras y terminaba de subirse la cremallera de su pantalón. Sus ojos grises y borrados aun por el alcohol en su sangre parecían hervir en furia.

¡Nadie tenía el jodido derecho de acercase a KyungSoo!

Así que sin esperar más, bajo las escaleras tan rápido que en segundos, ya estaba jalando de la muñeca de KyungSoo y había dejado a un Hongbin en el suelo con una nariz rota.

-¡Sehun! –chillo KyungSoo, pero el nombrado estaba cegado en esos momentos por la furia-. ¡Para, para, me duele! –y es que la mano de Sehun parecía una cuchilla alrededor de la débil muñeca del bajito.

Ya habían caminado por lo menos una cuadra lejos de donde residía la fiesta.

-¡No vuelvas a hacer esa mierda! ¡¿Escuchaste?! –le espeto cuando lo empujo contra la acerca de block de una vivienda. KyungSoo se pegó por completo al muro. Sehun parecía más descontrolado de lo normal-. No. Quiero. Volverte. A. Ver. Así –sentencio entre dientes una vez que tenía bien acorralado a KyungSoo; sus brazos estaban cada uno al costado de la cabeza de su menor y su aliento impregnado de alcohol soplaba en las mejillas rosadas de su menor.

-¿Q-Que hice? –KyungSoo tenía miedo, sí que lo tenía.

-Oh KyungSoo, mi pequeño y bonito amigo, tan ingenuo –sonrió con falsedad-. No quiero que nadie esté cerca de ti. Nadie que no sea yo. Tú giras en torno a mí. Yo soy tu mundo –KyungSoo iba a preguntar a que se refería, pero Sehun volvió a quitarle el habla-. Tú, eres mío –y sin esperar más, Sehun devoro con fuerza sus bombones rosados. KyungSoo solo pudo quedarse quieto, en shock, mientras Sehun se lo comía tal cual deleite.

Ese día, KyungSoo se entregó a la persona que tanto amaba y que pensaba amar siempre en secreto, porque estaba seguro que solo era un cero a su izquierda. Sabía que eso traería consecuencias, pero nunca imagino la gravedad de ellas.

Y ahora, mirando borrosamente por la ventana de su habitación un día lluvioso en Seúl, los recuerdos convertidos en lágrimas bajan por sus mejillas. Es doloroso, porque nunca pudo sepultar a su primer amor. Pega sus piernas a su pecho, las abraza y recarga su cabeza en sus brazos.

Jongin no merece esto.

Lo ama, lo ama tanto que podría morirse si no lo tiene a su lado. Pero no puede mentirse a sí mismo y decir que ha olvidado a Sehun por completo. Por más que odie eso, no puede mentirse. Sehun nunca se ha ido se su cabeza en 5 años y duda mucho que ahora que él lo ha encontrado, lo haga.

Y tiene miedo. Mucho miedo. Porque Sehun no se merece ni el más mínimo cariño de él. No lo merece y mucho menos el de sus pequeños angelitos.

***

El torso bien tonificado de Sehun está al descubierto, únicamente está vistiendo unos pants grises. Ha tomado una larga rutina de ejercicio en su departamento, ese al que huye cuando quiere estar solo y sumergido en su mundo.

Esta recostado sobre el Banco press, lleva el peso haca arriba y con frustración la deja en su lugar y él se queda acostado, una de sus diestras se dirigen hasta su rostro logrando cubrir con su antebrazo sus ojos y la otra cuelga, casi tocando el piso.

Sehun brilla hermosamente gracias a los líquidos de sus poros por el esfuerzo.

-Si tan solo no hubiera sido un cobarde y hubiera dado la cara... ahora serias completamente mío, mi amor –por las esquinas de sus ojazos melosos, su debilidad se desliza sin pudor alguno. Ya no importa. Ya no lo hace. KyungSoo siempre fue lo que más ama y amara sobre todo en este mundo.

Demostró su amor erróneamente con celos enfermos, posesividad y como si todo le diera igual, cuando estaba claro que no era así. KyungSoo no merecía nada de eso, su bonito merecía el mundo entero, un mundo donde le ofrecieran cuidados, cariño, palabras dulces, besos de bombones y mucho amor a la persona tan hermosa que era. Y todo eso,  seguro aquel hombre, le estaba dando sin falta.

-No mierda, no. No puedo dejar que te vayas de nuevo –el puño estrellándose contra el metal promete lo que sus palabras comienzan-. Mi padre ni mi madre están ahora. Ellos ya no pueden lastimarte. Y yo, ya no soy el Sehun de 18 años. Soy un hombre, un hombre que te ama más que a sí mismo. Me permitiré ser egoísta por última vez y voy a pelear por ti. 

😱❤😱❤😱❤😱❤😱

N/A:

¡Hola mis Donitas bellas!

Por fin les he traído actualización de este fanfic 😳

Y disculpen mi tardanza, la verdad me perdí con muchos fanfic's, no solo este 😢

Espero darle un final para antes de que termine abril.

🐷🐷🐷

Y bien ¿que les pareció el capítulo?

¿Les gusto?

¿Ya las revolvi?

Como vieron o quizá no, hay una razón oculta del porque Sehun no dió la cara en su momento. Una razón que hasta oculta de TaeYeon está y un dato que le faltó contar a LuHan.

Ksjhsshhzhshhsbyzvsgz 🐽

¡Que nervios! ¡Yo quiero que se quede con los dos! :'v

🐷🐷🐷

Bueno, ahora sí ya me voy.

¡Muchas gracias por leer y esperar tanto por una pobre actualización! 😳❤

¡Las amito! 😚😚😚

**Disculpen mis faltas ortográficas**

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