Promesa

Una niña de 6 años salía de su casa llorando ya que fue echada por su madre y le dijo que volviera en la noche.

La niña camina cerca de su casa mientras se limpia las lágrimas derramadas y que no podía detenerlas. Llega a un árbol grande el cual le da sombra. Siendo ésta la época de verano, faltando poco a culminar para dar inicio al otoño.

La niña se sienta apoyándose en ese árbol mientras intenta calmar sus lágrimas.

Tn: (¿Por qué tengo que salir cada vez que él viene a casa?) (No lo entiendo) Mamá... -susurra-

Se queda ahí por al menos dos horas pero sabe que no debe volver a casa hasta que se haga de noche tal y como dijo su madre. De repente, se queda dormida y es despertada por alguien que la sacude siendo no tan amable.

La niña abre los ojos y lo mira aún adormilada que se frota los ojos para verlo mejor. Se levanta de inmediato al verlo.

- ¿Qué haces aquí durmiendo? ¿Por qué no vuelves a casa?

Tn: No puedo.

- ¿Por qué?

Tn: Mi mamá no quiere. Me dijo que debo volver en la noche.

- ¿Por qué volverías en la noche? ¿Acaso tu madre salió?

Tn: No, está en casa con un señor.

- ¿Y por eso debes esperar afuera hasta que él se vaya?

Tn: Sí. Mi mamá me enseñó a ver la hora. -dijo con una sonrisa-

- ¿Qué tiene eso de bueno? ¿Por qué sonríes?

Tn: Me gusta ver la hora. Mira. -le enseña su reloj- Mi mamá me lo compró. Bueno, uno de sus amigos me lo compró realmente y le dijo a mi mamá para que yo vea la hora así que mi mamá me enseñó a ver la hora por eso. Fue difícil pero aprendí. -sonríe-

- Eres rara. Bueno, no importa. ¿Cuántos años tienes?

Tn: Tengo 6 años, ¿y tú?

- Tengo 10 y mi nombre es Ace, ¿el tuyo?

Tn: Soy Tn, Park Tn. Dilo.

Ace: ¿Decir qué?

Tn: Tu apellido.

Ace: ¿Acaso estoy obligado a decirlo? Es tu problema el que lo hayas dicho.

Tn: Pero me gustaría saber.

Ace: Aish... Bien. Soy... Portgas D Ace. -no suele dar el apellido de su padre ya que su padre es alguien reconocido y de renombre-

Tn: Muy lindo. -sonríe y eso a él le molesta-

Ace: Deja de sonreír, es molesto.

Tn: No puedo evitarlo.

Ambos niños se quedan platicando hasta que se hace de noche y debían volver a casa. La niña mira su reloj para fijarse si es la hora indicada en que su madre le dijo que debe volver y así fue. El niño que se le acercó decide acompañarla y así conocer la casa de la niña.

Tn: Gracias por acompañarme.

Ace: Sí. Es un poco vieja tu casa.

Tn: Pero muy linda por dentro. ¿Vendrás mañana?

Ace: ¿Para qué?

Tn: Me agradaste y quisiera que seamos amigos. Nadie quiere ser mi amigo en el colegio y no sé por qué. ¿Lo harás tú?

Ace: ... De acuerdo. Seamos amigos. -la niña sonríe y lo abraza quedando él sorprendido y se había puesto rojo por ello mirando hacia otro lado no correspondiendo el abrazo-

Los días siguientes se seguían viendo y hablando más cosas de ellos. Ella se había abierto más que él en un inicio.

Llevaron meses platicando y reuniéndose en aquel árbol grande que le llegaron a colocar un nombre el cual es llamado "inicio" puesto que es ahí que hablaron por primera vez y que, después es que se hicieron muy amigos.

La niña llamada Tn le llegó a contar el maltrato que sufría por parte de su madre y de que la mujer se negaba a ayudar a su hija con sus tareas. La mandaba a limpiar la casa y que suele ignorarla la mayor parte del tiempo. Los hombres que la mujer lleva a su casa, o unos que suelen quedarse les molesta la presencia de la niña que la bota diciéndole cosas despectivas e incluso le han levantado la mano delante de la madre pero la mujer no decía nada.

El amigo preguntó por el padre de la niña pero la niña respondía que su madre le dijo que su padre las abandonó por su culpa. La niña tenía la culpa de que su padre las haya abandonado.

Tn: Ni siquiera tengo una foto de mi papá y no entiendo por qué me abandonó, le pregunté a mi mamá pero ella no me dice nada. -junto sus piernas y puso su cara ahí para llorar-

Ace: Lo siento mucho, no sé qué decirte realmente... Yo tengo a mis padres juntos.

Tn: Eso es lindo. Ellos te tratan bien como me has ido diciendo.

Ace: Sí... 

Tn: Sé que no te gusta decir algunas cosas pero a mí me gusta oírlas.

Ace: Por eso es que te las digo.

Tn: Gracias, Ace. -sonríe-

Al niño le llegó a gustar la sonrisa de la niña ya que a pesar de lo mal que la pasa en su casa, ella sonríe como si todo estuviese bien.

El niño le había mencionado a sus padres y su madre había hablado con unas personas que se encargan de ver a niños que no la pasan bien en sus casas pero no llegaron a hacer realmente nada. La madre de la niña dijo que todo está en perfecto orden y que no sabía quién había realizado esa llamada así que dijo a la niña que no ande diciendo cosas o que la castigaría de manera muy severa y la niña se asustó y le hizo saber de todas maneras a su amigo y él lo sentía mucho ya que le contó que le dijo a sus padres sobre la situación en la que se encuentra su amiga y quiso ayudarla de algún modo.

Tn: Gracias pero es mejor así. Creceré y tendré tu edad, seguramente todo estará bien.

Ace: ¿De verdad?

Tn: Sí. -sonríe. Pero, esa sonrisa no era real, quería que fuese así y él se dio cuenta pero no dijo nada al respecto-

Ace: Todo saldrá bien, ¡mucho ánimo! -la abrazó-

Tn: Gracias.

Un día... Él se aparece en el árbol Inicio y no la ve así que se preocupa quedándose en el lugar a esperarla hasta que se hizo de noche y la niña nunca apareció. Hizo lo mismo al día siguiente y nada. Se apareció recién en el cuarto día y el niño mostró su preocupación que se lo hizo saber.

Tn: Lo siento, me caí y por eso no podía venir.

Ace: ¡Mentirosa! Tu madre te pegó o alguno de esos tipos que lleva a tu casa lo hizo.

La niña bajó la mirada triste pero luego la levanta queriendo sonreír pero muestra una sonrisa triste que es bastante notoria y él...

Ace: Lamento decirte esto pero es que me mudaré a una ciudad... De hecho, me iré al extranjero y luego volveré a la ciudad pero no volveré aquí.

Tn: ¿Eh? -se sorprendió pero inmediatamente se puso triste- ¿Qué haré? Eres muy buena compañía aquí, nos vemos aquí en Inicio. No quiero estar sola. -dijo triste-

Ace: Yo también quisiera quedarme pero no puedo evitarlo, es por el trabajo de mi padre.

Tn: Está bien. -dijo triste- Cuídate mucho y que te vaya muy bien.

Ace: A ti también, que te vaya muy bien. Cualquier cosa que pase cuídate, no dejes que nadie te haga daño, ni siquiera tu madre.

Tn: Mi mamá... Es mi mamá.

Ace: Así sea ella. -dijo molesto- No puede hacerte todo eso. Promete que te cuidarás de quien sea. -alza su brazo y pone su mano cerca de ella colocando lo en forma de puño para levantar el dedo meñique. La niña lo observa y asiente levantando también su dedo y juntando con el de su amigo- Esto es una promesa que no deberás romper y que también nos volveremos a ver en el futuro. Son dos promesas importantes. No importa que suceda en el futuro, nos volveremos a ver.

Tn: Lo prometo, nos volveremos a ver en el futuro. Prometo ir a la ciudad y verte.

Ace: Así es.

La niña sonríe y ambos se abrazan. Luego, ella le da un beso en los labios haciendo que él retroceda quedándose sonrojado.

Ace: ¿Por qué hiciste eso?

Tn: No sé. Quise intentarlo, mi madre lo hace.

Ace: ...

Tn: ¿Estás molesto? Lo siento.

Ace: Olvídalo. -aún sigue rojo- Bueno, nos volveremos a ver en el futuro.

Tn: Sí.

Ace: Y estaremos juntos. -ella sonríe y asiente-

Se quedaron un rato más hablando y él debía irse y fue antes del anochecer ya que al día siguiente en la mañana se iría para no volver jamás en aquel pueblo.

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