Vows Of Love
El reloj que lleva en su muñeca izquierda sonaba lentamente, la desesperación empezaba a invadir todo su cuerpo; ver a tantas personas lo hacen sentir intimidado en cierta manera, pero todos los que están presentes fueron parte importante en su vida y la de su pareja.
Puede ver la sonrisa que su mejor amiga le dedica, realmente ese día en específico se sentía completamente agredecido de acompañarla a su cita doble con su actual pareja Jirou Kyoka; realmente no esperaba que ese día fuera el principio de todo lo bueno que le había pasado en esos 7 años.
Seguía pasando sus ojos heterocromaticos por todas las filas, pudo reconocer a varias personas que lo ayudaron con cada regaló que le había dado a su pareja y eso lo hacía querer reír por como lo había hecho.
Su mirada encontró a cierto amigo de la infancia de su amado, realmente le sorprendía que todavía no armará un alboroto por todo el tiempo que llevaba esperando; él sabía que Bakugo Katsuki no tenía nada de paciencia.
Todavía podía recordar al chico de cabello cenizo gritarle porque no se le había declarado a su amigo de la infancia, recuerda el golpe en su cabeza y la última frase que le dijo que hizo que tomara la mejor decisión en la preparatoria.
"- Mira bastardo, Deku es demasiado lento para estás cosas y lo único que estás haciendo al aplazar las cosas por tus nervios de mierda es que el inútil se sienta inseguro .- Habló con enojo -. Así que ya deja de joderme la existencia y se sincero con él o te mataré."
Una pequeña risa se escapó de sus labios al ver que Katsuki había notado su mirada y le había hecho una seña obscena, realmente podía asegurar que a él le debía totalmente su relación.
Pronto desistió a seguir molestando al rubio con la mirada, lo que debía evitar ese día eran problemas con el amigo de Midoriya si quería que todo saliera a la perfección; su mirada siguió observando a todos los que se encontraban dentro del lugar.
Ochako Uraraka, Tenya Iida y Tsuyu Asui le dedicaron una cálida sonrisa mientras las 2 chicas formaban un corazón con sus manos; lo único que pudo hacer fue un ligero asentimiento mientras nuevamente su corazón se llenaba de calidez y bajaba la mirada para seguir esperando.
Realmente se sentía agradecido porque Midoriya Izuku había llegado a su vida hace 7 años, sus días empezaron a ser cálidos, los mensajes tomaron importancia a cualquier hora, el tiempo era insuficiente cuando lo veía y las ganas de regalarle todos sus días fueron naciendo.
Midoriya había llegado a ser la luz de su vida y sacarlo del pozo que el había cavado durante 18 años, el primer año que estuvo conviviendo con el chico de hebras verdes le enseñó que la vida tenía un rumbo diferente y que el camino tan obscuro que el había decidido seguir podía mejorar si tenía a la compañía correcta.
Una sonrisa sincera se poso en sus labios mientras veía su reloj, faltaban 10 minutos para el mediodía y nunca en la vida deseó que el tiempo pasara en un suspiro; pero no importaba esperar 10 minutos si como recompensa podía pasar su vida al lado del pequeño pecoso que le robó el corazón.
Los recuerdos volvieron a inundar su mente mientras recordaba la primera vez que le robó un beso al nervioso Izuku, ese día fue tan especial que lo hizo confirmar que no importaba que pasará en el trascurso de las citas que empezaba a tener con el dueño de pupilas esmeraldas, todo era perfecto en su compañía y por ello debía dejárselo claro.
Por ello cuando fue a dejar a Midoriya al departamento que compartía con su madre decidió dar un paso para dejar en claro lo que sentía, tal vez su primer beso fue torpe pero podía asegurar que el pequeño roce que tuvieron sus labios fue lo mejor que le había pasado; al día siguiente no podía ver a Izuku a la cara porque la pena lo estaba devorando vivo, pero como siempre desde que él peliverde llegó a su vida su día estaba lleno de sorpresas.
Un beso tierno, lento y lleno de cariño fue lo que obtuvo de un sonrojado Izuku cuando llegó a la UA; esos pequeño besos empezaron a ser una costumbre que ambos adoptaron después de esa preciada cita.
5 minutos era lo que marcaba el reloj, y otro recuerdo llego; el día en que por fin pudo proponerle a Izuku ser novios, un ramo de girasoles fue su acompañante ese día mientras iba camino a la casa del pecoso.
Ahora que lo recordaba se sentía completamente avergonzado de que toda la gente lo viera hablarle al ramo diciendo lo especial que era para él su pequeño chico y que esperaba que ellos se sintieran elogiados porque iban a parar a las manos de una persona encantadora.
Pero el destino decidió que su propuesta fuera única e inesperada, por ello cuando un saludo de la adorable Inko Midoriya se escuchó a sus espaldas sintió el verdadero miedo porque sabía que si la señora Midoriya estaba ahí su acompañante era a la persona que quería ver.
Todavía recuerda la dulce risa que se escapó de los labios de su suegra y como le daba un codazo a Izuku mientras lo miraba divertida.
"- Eh bueno .- Dijo el pecoso sonrojado mientras veía al chico de cabello bicolor -. Puedes seguir hablando con los girasoles Todoroki yo no te interrumpire.
- Bueno en realidad ellos son para ti .- Dijo torpemente Shoto mientras le dedicaba una sonrisa-. Yo ¿Escuchaste todo?
- Escuché todo .- Contestó con una gran sonrisa-. Tú también eres encantador Todoroki.
- Midoriya, me gustas mucho.
- Tú también me gustas Todoroki."
La marcha nupcial lo hizo regresar a la realidad, su mirada se dirigió rápidamente a la entrada de la iglesia mientras sentía sus manos sudar; uno de los mejores momentos de su vida estaban pasando en ese mismo instante.
Tomado del brazo de la dulce Inko, venía el chico de rulos que le robó el corazón en un momento; el traje blanco que portaba solo lo hacía ver más inocente y la sonrisa tan grande que se acentuaba en el rostro ajeno le daba la seguridad que empezó a faltarle cuando llegó él al altar primero.
El caminó que estaba recorriendo su amado Izuku se le estaba haciendo infinito, estaba desesperado por tenerlo a su lado y después de esa ceremonia poder decir que era su esposo.
Desvió su mirada hacia las primeras filas, debía recuperar un poco la cordura antes de correr hacia Izuku y robarle un tierno beso; tal vez era porque su madre lo conocía tan bien que cuando su mirada se detuvo en ella solo pudo observar como le indicaba que se calmara.
Ciertamente desde que la albina mujer regreso a su vida gracias a que el pequeño Midoriya la busco todo había mejorado aún más.
Cuando por fin el tierno chico de pupilas verdes llego a su lado pudo sentirse nuevamente en paz, solo con ver esa sonrisa tan brillante pudo sentir tranquilidad.
La ceremonia empezó, solo podía dedicarle miradas tiernas a su futuro esposo antes de que sus arrebatos ganarán la pelea y callara al padre para por fin estar casado con Izuku.
Cuando la pequeña Eri entro junto a Kota su sonrisa creció aún más, ellos traían los anillos que harían su unión oficial; cuando los pequeños llegaron por fin y se pararon justo en frente de ellos empezó su martirio.
"- Bien muchachos es hora de los votos."
El aire escapó de sus pulmones, ¡Jodidos votos! El de cabello bicolor lo había escuchado olvidado por completo, los nervios volvieron a aparecer; estaba planeando todo a la perfección para que no hubiera pleitos entre familiares, amigos o conocidos y a él se le olvida a lo más importante.
"- Yo, Midoriya Izuku .- Habló el pecoso mientras tomaba la mano del semialbino -. Te tomo a ti Todoroki Shoto como mi esposo,prometo cuidarte y respetarte por toda nuestra vida.
- Además prometo levantarte todas las mañanas antes de que lances el reloj por la ventana .- Dijo al ver la cara de sorpresa del dueño de orbes heterocromaticos-. Prometo hacer soba una vez por semana y prometo no coleccionar tanta mercancía de superhéroes que llene aún más el estudio; te amo Todoroki Shoto y el día de hoy te prometo amarte por lo que nos queda de vida aunque se te hayan olvidado los votos de nuestra boda."
Las pequeñas risas que hacían eco en el recinto hicieron que el semi albino sonriera con tranquilidad, no había duda alguna estar con Midoriya Izuku iba a ser lo mejor que le pasará en la vida.
"- Yo, Todoroki Shoto prometo amarte, respetarte y cuidarte por toda nuestra vida .- Sonrió mientras observaba al ojiverde-. Prometo esperarte con entusiasmo en nuestra hogar y tener una noche de películas a la semana, prometo aguantar las filas inmensas cuando salen tus cómics que tanto te gustan y prometo hacerte el hombre más feliz; sin duda alguna no serías el Izuku del que me enamore si no me salvaras en los momentos más importantes de mi vida, te amo tanto Midoriya que el día de hoy te tomo como mi esposo para compartir lo que nos queda de vida."
Una pequeña risa por parte del padre hizo que ambos chicos dejarán de verse y prestarán atención a lo que seguía; sin perder tiempo los pequeños niños se acercaron a ellos entregando en la mullida almohada roja los anillos que demostrarían su unión.
Con un ligero beso en el dorso de la mano, el semi albino coloco la alianza en el anular izquierdo de la pequeña mano; con una mirada de reojo pudo notar la fecha y su nombre grabados en el interior del anillo.
La gran sonrisa que le regaló el chico de hebras verdes al ver en su dedo la unión la iba a recordar por siempre; no sabía si era la luz del lugar o simplemente que estaba enamorado pero Izuku se veía hermoso.
Con delicadeza el de ojos esmeraldas tomo su mano mientras brindaba pequeñas caricias en ella, podía notar una ligera diferencia de tamaño en los anillos y eso lo hacía sonreír; sus manos encajaban a la perfección ahora que lo pensaba.
El relieve del grabado que contenía la alianza lo hizo regresar de la ensoñación que tenía, Midoriya había puesto el anillo con tranquilidad para finalizar y entrelazar sus dedos.
El padre les regaló un ligero asentimiento mientras continuaba con lo poco que quedaba de la misa, no podía esperar más tiempo y por una vez agradecía no ver el reloj que portaba.
"- Y ahora puede besar al novio .- Dijo con una gran sonrisa el sacerdote mientras cerraba la biblia-."
Sin pensarlo el de cabello bicolor tomo la iniciativa y tomo la cintura de su pareja para acercarlo a su cuerpo, las manos del pequeño Midoriya eran tan cálidas que lo hicieron temblar un poco cuando tomo una de sus mejillas y lo acerco a sus labios; el pequeño roce que sintió al principio solo hizo que Todoroki deseara más y por ello cerro totalmente la distancia para fundirse en el ansiado beso que esperaba desde que vio al pecoso dirigirse al altar.
Ahora no había dudas, sus labios encajaban a la perfección como si la vida los hubiera juntado al saber que eran lo que el otro esperaba.
Sin duda alguna su boda había sido perfecta, en especial los votos de amor...
Hola, hola personitas ❤️.
¿Cómo se encuentran el día de hoy?
Bueno, tuve uno de esos momentos bonitos dónde fluyó el lado romántico que tengo jajaja.
Espero les guste este OS ✨.
Nos vemos 💕.
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