No puedes evitar lo inevitable

—¿Qué estás mirando, Rosehearts?

La voz de Azul sobresaltó a Riddle, que se giró a mirar al rector de Octavinelle: éste lo miraba con una ceja alzada y con los brazos cruzados sobre el pecho mientras tamborileaba sus dedos encima de uno de sus brazos.

—¿Qué estas mirando?—repitió el de gafas, esperando una respuesta del rector de Heartslabyul.

—A nada en concreto. Como oí decir a Cater, estaba "mirando a la nada y pensando en todo"—contestó Riddle con tranquilidad, mirando a Azul desde el banco en el que estaba sentado.

—Muy bien, ¿y en qué pensabas?—preguntó Azul, situándose a la espalda de Riddle.

—En... ¿nada?—trató de escaquearse el pelirrojo. Azul volvió a alzar una ceja, lo que causó que Riddle suspirara y se girara hacia delante, apoyando su mejilla en su mano—. No te importa, Azul. Déjame en paz, ¿quieres?

El de gafas miró hacia donde Riddle parecía que estaba mirando antes, descubriendo que, unos metros más allá, los estudiantes de primer año descansaban sobre una manta de picnic, jugando entre ellos o atendiendo a Yūken, que parecía contar alguna historia de su mundo, ya que Epel y Deuce hacían caras de sorpresa al escuchar lo que decía mientras que Ace se emocionaba y hacía preguntas.

—¿Mirando a Yū, eh?—dijo el de gafas. Miró de reojo a Riddle, que se puso repentinamente recto, apretando los puños en torno a sus pantalones del uniforme y se sonrojaba furiosamente al haber sido descubierto por el contrario.

—Qué va—dijo Riddle con un hilo de voz antes de carraspear, abanicarse un poco la cara, y repetir, más calmado—: Qué va. No estaba mirando a Yū.

Azul sonrió y rio levemente mientras caminaba hasta estar frente al banco en el que estaba Riddle, para después, sentarse a su lado, en el hueco libre.

—Eres un mirón—comentó, con la intención de molestar a su compañero.

—No lo soy.

El rector de Octavinelle miró de nuevo hacia Yūken, que se había puesto en pie y comentaba una batalla que tuvo en sus actividades de kendō. Azul miró de nuevo a Riddle, que había entreabierto los labios mientras sus ojos brillaban al ver al estudiante sin poderes; parecía admirar sus movimientos de combate.

—Se te puede leer como a un libro abierto, ¿lo sabías?—comentó Azul, cruzando los brazos sobre el pecho.

—¿A qué has venido, eh, Azul? Si sólo vienes a molestar, piérdete, o como sea—respondió Riddle, frunciendo el ceño y moviendo la mano delante del rostro de Azul como si espantara una mosca.

—Extrañamente, vengo a advertirte—Azul alzó ambas cejas mientras bajaba la mano de Riddle, apartándola de su cara—. No te encariñes mucho con Yū, hazme caso. Es lo mejor para todos.

—¿Y por qué debería hacerlo? ¿Sólo porque tú lo hagas?

El rector de Octavinelle suspiró antes de pasar un brazo alrededor de los hombros del rector de Heartslabyul, mientras que con su mano libre, tocó el mentón de Riddle, haciendo que lo mirara, para después decirle con una mirada seria:

—Porque cuando se vaya, el corazón te dolerá como si se te clavaran agujas en el pecho.

Riddle abrió los ojos como platos debido a aquella frase antes de negar varias veces y fruncir el ceño antes de decirle:

—Yū aún no ha encontrado la manera de regresar a casa, y además, Crowley tampoco parece que esté haciendo muchos esfuerzos para ayudarle—el rector movió los hombros, apartándose bruscamente de Azul.

—Tienes razón. Pero imagínate que, un día, el director y Yū encuentran una manera de devolverlo a su hogar—el rector de Octavinelle se puso en pie y comenzó a caminar, rodeando a Riddle—. Él está contento, porque, al fin, puede volver con los suyos. Todos vamos a despedirlo porque lo vamos a echar de menos aunque estemos felices por él, pero en cambio...—Azul se situó de nuevo a la espalda de Riddle, apoyando sus manos en los hombros contrarios—. Tú estarás desolado, rogando internamente para que no se vaya. Sin embargo, oh, ya ha cruzado el umbral. No lo volverás a ver.

Riddle entreabrió los labios y volvió a negar antes de girar un poco la cabeza y mirar a Azul para preguntarle:

—Eso no lo sabes. Si Yū encuentra la manera de volver a casa, también encontrará la manera de volver aquí, ¿no?

—Tú tampoco sabes eso. El billete podría ser sólo de ida—contestó Azul, apretando un poco las manos en torno a los hombros de su compañero—. Por eso te digo que, cuanto menos te encariñes, mejor. No puedo decirle eso a los de primer curso, que han hecho lazos con él demasiado pronto, pero nosotros, los de segundo curso y los de tercero, aún estamos a tiempo de no cometer un error. Bueno, exceptuando a Draconia...

Azul dirigió una mirada a Yūken, que ahora dibujaba en una libreta mientras sus amigos lo rodeaban. Algunos reían al ver el dibujo y otros alzaban una ceja, extrañados. Al rector de Octavinelle no le hacía falta una mayor graduación en sus gafas para saber lo que estaba dibujando, dado que había visto las miradas furtivas que dirigía a Riddle y el cuaderno que en alguna ocasión se había deslizado por sus piernas.

—Una sirena en una roca mirando al mar que, encima tiene el cuerpo de Rosehearts...—musitó Azul, de forma que el pelirrojo no pudiera escucharlo. Acto seguido, suspiró y miró a su compañero antes de decirle—: Los dos sois de mundos distintos: una amistad entre vosotros sólo traerá dolor.

Riddle frunció los labios antes de mirar una vez más a Yūken y susurrar:

—¿Pero y si...? ¿Y si me he encariñado a tal punto que ya no se puede llamar cariño... sino otra cosa? ¿Qué pasa si ya no quiero ser su amigo... sino algo más?

Azul abrió los ojos con sorpresa, puesto que no esperaba que Riddle admitiera en voz alta y delante de él lo que acababa de decir. Sus ojos ofrecieron un destello de compasión antes de entrecerrarlos en cuanto el pelirrojo lo miró, borrando los trazos de ese sentimiento ofrecido al contrario. Éste abrió los ojos como platos, atemorizado, en cuanto Azul dijo con frialdad y seriedad:

—Entonces, Rosehearts, ya no hay salvación para tu pobre alma sin sol.

-MGGBRAE

Soy cruel, ¿eh?

Bueno, 1000 palabras exactas para esta idea de one-shot que se me ocurrió al ver "La Sirenita" por quincuagésima vez. La idea salió prácticamente de esa escena del final en el que Ariel observa a Eric desde una roca, imitando la pose de la estatua de "La Sirenita de Copenhague" y Tritón y Sebastián hablan entre ellos (esa es también la razón por la que Yūken lo está dibujando así en su libreta).

Ah, y por si no os habéis dado cuenta, el que Azul haga un POV mientras da vueltas en círculos es un guiño a lo que hacía Úrsula mientras le hablaba a Ariel, y la frase del final es una referencia al título de su canción en el doblaje castellano.

Espero que os guste el shot <3

PD:Ayuda, el Adeuce, el Ridyū y el LeoVil se han aliado y me están comiendo el cerebro ( 'Д')

(Kagayaki--Hikari-Nyx)

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