Sin adiós
Abrumada me dejaste,
sin palabras para nombrar mi herida,
en medio de la calle,
con el peso del dolor sobre los hombros,
y ese adiós que no fue mi despedida.
Si cuando emigra el sol al ver la luna,
promete retornar luego del sueño;
no me despido yo de tus abrazos,
si tu calor rebosa en mis recuerdos.
Decir adiós no implica una partida,
cuando se amó de verdad por vez primera,
y se tiene al alma convencida,
que durará ese amor, la vida entera.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top