El amante
La noche, cesta de paja
entrelazada de ausencia,
galopando hacia la aurora,
me encuentra sin tu presencia.
El consuelo de tus manos
me deja con la alborada,
mi destino es despedirte,
cuando llega la mañana.
Mi castigo ha sido amarte
y sólo en sueños tenerte.
¡No me digan que es pecado!
Si mi sino es extrañarte.
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