VII | Querido 2018 |
Querido 2018
Has sido la perra más desgraciada y malparida de toda mi desafortunada vida.
¿Raro que alguien inicie su carta anual hacia su año con esa frase, no? Bueno pues no me arrepiento, este pinche año a sido el más culero y estúpido de toda mi vida.
No me quejo, he conocido a personas increíbles y otras que se fueron, pero eso no es nuevo, lo cual hace que ya me importe poco agradecerle a este año de mierda.
Niego y me rio muchísimo ante estas palabras tontas, a estas palabras que salen de esta cabeza idiota. Saben, estoy a punto de un ataque nervioso, ¡de un puto ataque nervioso! Porque ya no le encuentro sentido a este año de mierda.
Me has dado una patada en los huevos, una que no me alcanzó a dejar inconsciente (que por todo lo que tengo en la vida, hubiese deseado que así fuese), y que te has encargado de burlarte a morir de mí.
¿Acaso tuve que pasar estas malas enseñanzas para que, tú, querido 2018 disfrutases de mi sufrimiento? Me quitaste la felicidad, me quitaste el amor, me quitaste las amistades, me quitaste a mi familia, y lo más importante, me quitaste a mi madre. ¡Puta madre, mi propia madre se alejó de mi!
Sentado en este maldito rincón, esperando a que transcurran diez días con un mes más, uno que no quiero que llegue; el día en que "todo el mundo" vestirá de rojo y verde, las familias se reunirán ocultando la hipocresía que tienen en sus corazones, de falsos amigos soportando con su mejor cara unos abrazos que no son reales, mustio cariño demostrado hacia otras personas. Y lo más importante, una festividad oscura, una festividad que vamos, ¡hasta los putos ateos se atreven a festejar!
¿Cómo has podido 2018, cómo has podido dejarme con nada?
Miserable, cerdo, a punto de un colapso. Ja', ya quiero ver la cara de todas aquellas personas que piensan que soy fuerte.
Un enclenque gusano, retorciéndose en la sal de la desgracia acompañado de un riesgo de esquizofrenia; patético, me siento así. Las lágrimas recorren esta carta y sabes, ¡no ha pasado ni doce meses! Solo han sido once, los más horribles de todo.
Me dejaste hundido, con un padre que no soporta ni sabe de mi condición, ¡que cree que todo es fácil! Pues se equivoca el desgraciado, no es fácil; mi camino no ha sido fácil.
Un dolor se funde en mi miocardio, siento que me desmayo, cuanto quisiese que esa punzada sea un infarto... Pero no, es un dolor, es dolor acumulado y ya estoy cansado.
Me has dado golpes que te quiero regresar, golpes que me han dejado marcas, parecido a tatuajes; no, un tatuaje es mucho más hermoso. Me has dejado una puta marca de fuego.
Pero sigo en pie, soportando todo lo que me has puesto; dispuesto a seguir sufriendo, pero, ¿por cuánto tiempo más? Por cuánto tiempo seguirás castigándome, por cuánto tiempo serás capaz de enviarme mierda.
Porque no sé cuánto seré capaz de soportar, no sé cuánto sea capaz de aguantar y lo más importante, no sé cuánto tiempo más pueda vivir así.
Porque querido 2018, aún sin terminar, has logrado apuñalarme el corazón, extraerlo y colocarlo frente a mis ojos; lo veo latir, me haces sufrir mientras veo tus ojos, tus horribles ojos reírse de mi desgracia.
Gracias querido 2018, por un puto año lleno de mierda, estupideces, fracasos, separaciones y lo más importante, por darme una razón para cambiar y para poder tomar mi espada y clavartela en la espalda.
Porque ningún hijo de puta me va a doblegar, nadie va a derrotarme.
Querido 2018, juega tu último movimiento, que espero salir del jaque en el que me tienes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top