XV. Toma las riendas, muñeca, esta vez, no las pierdas.

𝕿𝖔𝖒𝖆 𝖑𝖆𝖘 𝖗𝖎𝖊𝖓𝖉𝖆𝖘, 𝖓𝖊𝖓𝖆, 𝖊𝖘𝖙𝖆 𝖛𝖊𝖟, 𝖓𝖔 𝖑𝖆𝖘 𝖕𝖎𝖊𝖗𝖉𝖆𝖘.








Todo había sido perfecto desde navidad, por primera vez en mucho tiempo Rose se había sentido completa, libre y como ella misma. Sin estar triste, sin preocupaciones. Y era todo gracias a Scorpius.
Pero como todo lo bueno siempre acaba, el rubio había regresado a su casa para año nuevo, y Rose le prometió hablar por mensaje todos los días. Scorpius al principio se sintió extraño, pero terminó aceptando.

― Tú enserio lo hechizaste o algo. ―se rió Albus. Rose lo miró ofendida y le arrojó una almohada.
Estaban aún en la madriguera, en la habitación del Slytherin.

―No es verdad, supongo que asi es él. ―Albus se carcajeo.

―Malfoy es muchas cosas... pero un romántico, no, definitivamente no.

Rose sonrío.

-―Bueno, tal vez no lo conozcas tanto como yo.

Albus no dijo nada, se limitó a verla con una sonrisa torcida y volver a mensajear con Ali.

La puerta se abrió y por ahí entró Dominique.

―Oigan, iré con Blake y los chicos al Ritz, ¿nos acompañan?― Rose y el pelinegro negaron con la cabeza al mismo tiempo.

― Tengo planes con Ali, y Rose un libro nuevo―- respondió el ojiverde. Dominique se encogió de hombros.

― De acuerdo... ―dijo la rubia, luego buscó algo por la habitación, arrugando la nariz ― ¿Han visto mi abrigo, estoy segura que lo dejé aquí...? oh, sí aquí está.

Jaló la prenda, provocando que el vaso de agua que estaba sobre la mesita de noche se derramara en una caja de bombones.

― Demonios, lo siento. ―Nique tomó la caja, Rose levantó la vista y miró la caja con desanimo.

― Oh, no te preocupes... —murmuro la pelirroja.

― Pero, ¿no era el regalo que te envió Devon? ―inquirió Albus con la ceja alzada, Dominique lo imitó.
La Ravenclaw se encogió de hombros.

―De todas formas no me gustan los bombones, no me los iba a comer... ―Dominique abrió la boca.

―Wow, tú... ¿tú hablabas en serio cuando dijiste que romperías con él?

―Definitivamente. —exclamó Rose —Ya me siento lo suficientemente culpable por lo que hice con Scorp, no podría seguir mintiendo a Devon, aunque así lo quisiera.

Albus y Dominique prefirieron no decir nada, pues tenía razón, no había opción, debía romper con él.

...

Sam lo volvió a mirar con una ceja alzada. Lea no había parpadeado en un buen rato y Blake parecía en trance.

―Repítelo―volvió a pedir Lea, Scorpius cerró los ojos con cansancio.

―. La besé, me besó, nos besamos y ahora terminará con Devon.

Blake parpadeo varias veces, mientras que Sam lo veía con total confusión―No entiendo. ―dijo la rubia finalmente.

Scorpius los miró de soslayo.

―¿Qué es tan difícil de creer? ―exclamó él.

―¿En serio preguntas? ¡Es Rose Weasley! ―chillo Sam poniéndose de pie― Dev y ella han sido novios prácticamente desde que nacieron!

Scorpius se masajeo las cienes, luego negó y sacó su celular― Bien, pues, ya no lo será.

―¿Cómo lo hiciste? Alguna clase de poción? ―continuó Blake, Scorpius le arrojó un cojín en la cara.

―Claro que no imbécil. ―Se encogió de hombros ―Soy Scorpius Malfoy ¿Qué era lo que esperabas?

―Arrogante ―bufo Sam. Él alzó una ceja.

―Vamos, Sam, incluso tu hermana cayó bajo mis encantos. ―dijo mientras apuntaba a Lea.
La castaña hizo una mueca extraña mientras asentía.

―Tiene razón...

―Soy fantástico besando― Agregó él.

―Es bastante bueno en eso― Concordó la castaña. Blake sacudió la cabeza rápidamente.

―¿Podemos parar de hablar sobre sus anécdotas incestuosas?―rogó el moreno. Lea y Scorpius rodaron los ojos.

―Hablábamos de cómo rompiste una de las relaciones mas antiguas que Hogwarts― Chillo de nuevo Sam.

―No es para tanto, tarde o temprano tenía que terminar.

―Es que nadie lo esperaba, claro, sin contarme a mí ―murmuró Lea con el ceño fruncido, él platinado la imitó.

―¿A qué te refieres?

―Ella parecía amarlo. ―Scorpius sintió cierta molestia, pero le indicó que siguiera hablando― Es decir, incluso parecía quererlo más a él que a ella misma.

Scorpius pensó en Rose, en cómo parecía estar siempre de acuerdo con Devon, como sonreía cuando estaba con él, a simple vista parecía estar bien, parecía ser normal, pero cuando la veías por mucho tiempo, te dabas cuenta que más bien era una sonrisa de alivio, alivio de verlo, como si todo el tiempo necesitara que estuviera ahí.
Y así era siempre, como si Rose estuviera siempre esperando a Devon, como si no pudiera detenerse hasta que él apareciera.

Y luego, cuando Scorpius estaba con ella, Rose se olvidaba del mundo. Una cosa muy extraña, según él, porque Rose parecía ser más libre hablando con él, dejaba de ser esa muñeca que sonreía sólo cuando le decían y se convertía en una persona de verdad.

―Ya no es así ―concluyó Malfoy.

Sam iba a decir algo, pero el celular de Blake comenzó a sonar.

―Es de Dom, dice que nos están esperando.

Las Nott tomaron sus abrigos y se prepararon para salir.

―¿Seguro que no vienes?― Scorpius negó.

―Tengo la cena con mis abuelos... los veré en año nuevo.

―Estaré en casa por si te aburres― le dijo Lea. Scorpius asintió, ella desapareció por la chimenea tras su hermana y su amigo.

El rubio suspiró, escuchando el eco de su propia voz en la solitaria sala.

.

Lea abrochó el último botón de su abrigo cuando llamaron a la puerta. Por ahí se asomó una pequeña Elfina con un bonito uniforme azul claro. Lea sonrió.

― ¿Qué sucede Lexi?

― La ama Lea tiene visita, Lexi vino a informarle a la damita Lea.

― Oh... Gracias Lexi. Bajaré en un segundo.

― No será necesario. ― la voz de Hugo resonó en su habitación.

Lea miró hasta la puerta, por donde acababa de entrar el Gryffindor, llevaba puesto un abrigo negro, seguramente Armani, botas negras y pantalones del mismo color.

La muchacha miró con el ceño fruncido a la Elfina, quien entendió la indicación silenciosa y los dejó solos.

― ¿Qué quieres, Hugo?

― Hablar.― Lea se cruzó de brazos.

―Creí haberte dejado claro que no tenía ganas de hablar contigo... ―dijo con molestia, Hugo caminó hasta ella, la tomó de la mano.

―Lea te di un tiempo libre, un respiro, ahora es mi turno de hablar. ―ella se soltó de su agarre.

―No tenemos nada de que hablar, quedó arreglado... No somos nada. Ya está, eres libre.

―Ese es el problema. ―rebatió enfadado.

―¿Qué?

―No quiero ser "Libre"―hizo comillas en el aire― Quiero estar contigo, Lea. ―La ojiverde contuvo el aliento por unos segundos y dejó su mirada clavada en la del pelirrojo

―Creí que no querías ninguna novia, que nadie era lo suficiente buena para ti...

―Sólo hay una persona que es suficiente, incluso más, y eres tú. ―Hugo la tomó de la cintura acercadola a él. Tuvo que bajar mucho la cabeza ya que le sacaba como 20 centímetros. Lea contuvo la respiración por un momento.

―Tus padres ellos... ―balbuceo em un susurro.

No podía pensar teniéndolo tan cerca, su loción la distaría, él la distraía, sólo quería besarlo en ese momento. Pero era una Slytherin, y una Nott, lo cual significaba, terca por nacimiento.

―A la mierda mis padres, soy un maldito genio, Nott. ―La castaña no pudo evitar sonreír.

―¿No puedes dejar tu ego por un momento?― Hugo torció el gesto, Lea se separó un poco pero en una milésima de segundo, él la volvió a estrellar contra su pecho.

―No creo.

Y antes de que protestara, la besó. Y ella se dejó besar.

.

Rose dejó el libro a un lado cuando no pudo pasar de la pagina treinta. Albus se había ido hace un rato y ella no podía dejar de pensar en cierto rubio de ojos grises.
Soltó un gran suspiro y tomó su celular.

Rose:
Hey.

Scorpius:
Hey babe... ¿Estás bien?

Rose:
Me aburro... Albus se fue, y mi libro no es buena compañía.

Scorpius:
Same, Lea y Sam me abandonaron, iba a cenar con mis abuelos pero cancelaron... ¿Quieres que hagamos algo?

Rose:
¿Tienes algo en mente?

Scorpius:
En realidad, sí. Implica que vengas a la mansión.

Rose:
Iré por mi auto. Estaré ahí en 20.

Scorpius está compartiendo su ubicación actual

.

Rose caminó por el camino de grava después de estacionar el coche en la entrada. Mentiría si dijera que no se había sorprendido al ver dos camionetas y un volvo estacionados fuera de la mansión.
Era algo difícil de creer que los Malfoy usaban cosas muggles.

Antes de que si quiera tocara el timbre, un elfo le abrió la puerta. La pelirroja sonrió al pequeño ser, mientras este la tomaba de la mano y la guiaba al salón de dibujo, donde Scorpius se encontraba sentado, tenía unos audífonos puestos y hacia un boceto de algo que parecía una persona.

― Amo Scorpius, la señorita Rose a llegado. ― Al ver que Malfoy no escuchaba nada, el elfo gruño y con un chasquido de dedos los audífonos salieron disparados hasta el pequeño sillón confidente. El rubio se giro rápidamente y sonrió al verlos.

―Oh, lo siento Mugie, no te escuché entrar.―- miró a Rose todo el tiempo que hablo, pero finalmente, dirigió su vista al elfo.― Puedes ir a descansar, gracias.

El Elfo se despidió con asentimiento de cabeza y desapareció. Scorpius saludó a Rose con un ligero beso en los labios y un abrazo. Ella no dijo nada, se limitó a caminar hasta el caballete y miró con atención aquel boceto, el dibujo era muy familiar, hasta que lo supo.

― ¿Se supone que soy yo? -― Scorpius sonrió de lado en respuesta, la abrazó por detrás mientras respiraba en su cuello.

― Aún no esta listo... Quería usar pintura, pero me di cuenta que no tengo idea de que color son tus ojos... A veces son celestes, pero ahora son casi azul marino. ¡Decídete mujer!

La risa cantarina de Rose le dio 100 años mas de vida.

― Puedes usar el color que te guste mas... -―Scorpius la giró para que quedar frente a frente. Miro sus ojos fijamente.

― Estos me gustan, Azul Marino serán.

― ¡Genial! ¿Ya me dirás cuál era tu plan?

Scorpius pareció recordarlo porque abrió mucho los ojos.

― ¡Cierto! ... Ven conmigo.

Rose fue arrastrada, literalmente, por toda la mansión Malfoy. Hasta que salieron por la puerta de la cocina, caminaron por el invernadero hasta llegar al jardín de atrás. Scorpius soltó su mano y se ajustó su abrigo cuando el aire frío los golpeó.

― ¡Kalha! ¡Ven aquí bonita, hay alguien que quiero presentarte!

Cuando dijo esto, un perro Hosquie salió corriendo de atrás de una columna, tenía un ojo azul y el otro negro, era hermosa.
La perra saltó sobre Scorpius poniendo sus patas sobre los hombros de su dueño, haciéndolo parecer un abrazo. Rose se llevó ambas manos a la boca al ver tal escena.

― Oh por Merlín, Scorpius es hermosa. ― exclamó mientras se arrodillaba frente al animal. Esta olfateo a Rose un par de segundos, luego cuando estuvo segura, comenzó a lamerle toda la cara mientras que la pelirroja reía.

― Le agradas demasiado... nunca se lleva tan bien con las chicas. ― le dijo Scorpius antes de lanzar una vez mas la pelota. Kalha fue tras ella, Rose sonrió.

― No hablas en serio...

― Hablo muy en serio... la única mujer a la que se le ha acercado voluntariamente aparte de ti, es a mi madre.

― Bueno... ella también me agrada, de verdad es hermosa.

La perra de nuevo corrió hasta ellos, pero esta vez dejó la pelota a los pies de Rose, para que jugara con ella. La pelirroja sonrió y aventó la pelota lo mas fuerte que pudo.
Soltó un suspiro al ver como Kalha corría por ella.

― Gracias por esto, Scorp. -― dijo cuando volteó a verlo. Lo tomó de las mejillas, estaban frías al igual que sus manos. ― De verdad, gracias.

Antes de que Scorpius preguntara porqué agradecía, se besaron.

Ambos sintieron como si ese fuera el mejor beso de sus vidas, sin tener suficiente del otro, jamás tendrían suficiente.

Dos caps hoy because... why not? Hahah os amo. 🖤

¿No les encanta lo cursis que son estos dos? 😍

¿Lea y Hugo no los matan de ternura? Son bien dramatixos mis hijos xD

Estaba viendo los aesthetics de los personajes anoche, y me di cuenta que les di varios spoilers en todos HAHAHA
Específicamente en las frases que puse... ya los vi buscándolos para hacer teorías locas xD

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