II. Invasión.

𝕴𝖓𝖛𝖆𝖘𝖎ó𝖓

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DESPUÉS DE CONTROLAR A LOS DE PRIMERO Y METERLOS EN SUS VAGONES, decidió que era momento de salir a buscar a Dev.
Así que caminó por todo el tren hasta que llegó al vagón de Ravenclaw, pudo ver a su novio hablando con el equipo de Quidditch.

―¡Devon! ―El castaño volteó a verla, tenía una sonrisa tonta en la cara.
Rose parpadeo varias veces, sentía extraño al verlo después de todo el verano, se la pasó pensando que sería más emocionante, pero en realidad no fue nada como eso, no sintió nada.

―Hey, Rosie ―Ella hizo una mueca al escuhar como la llamó.

―No me llames Rosie.

―Te encanta cuando te llamo a3si... ―susurró viéndola fijamente a los ojos. Luego la tomó con ambas manos del rostro y le dio un beso en los labios ―¿No es así?

Rose se quedó viéndolo a los ojos por un rato. La emoción fue creciendo en su estómago poco a poco, hasta que se descubrió sonriendo como idiota. 

―Claro ―Devon sonrió de oreja a oreja, se separó de la pelirroja y la tomó de la mano.

―¿Terminaste de acomodar a los primero?

―Sí, ¿podemos ir al vagón con los chicos? Necesito dormir un poco.

―Claro. Nos vemos chicos-

Los Ravenclaw les dijeron "adios" con las manos.
El castaño le pasó un brazo por los hombros y se la llevó hasta el vagón de Gryffindor, sin darle oportunidad de despedirse ella también.

...

A pesar de todo lo que Scorpius pensaba, o mas bien, había pensado, los Weasley resultaron ser mas geniales de lo que esperaba. Principalmente por que ninguno de ellos había hecho gran alboroto al enterarse de que él era un Malfoy.

Sospechaba que ellos, al ser hijos de héroes, lo comprendían de alguna forma extraña y retorcida. Por qué claro, crecer bajo el ojo público, siendo apenas unos niños, corrompía a cualquiera, por eso sus padres lo habían enviando a Dumstrang desde el principio.
Aunque él no necesitó de nadie más para ser corrompido, lo hizo él mismo.

Por eso estaba ahí ahora.  

―¿Entonces jugabas Quidditch en Dumstrang? ―preguntó Albus Potter, estaba sentado frente a él, al lado de su hermana pequeña, una pelirroja la cuál no recordaba su nombre.

Después de un duro juego de poker con Hugo Weasley, el pelirrojo terminó perdiendo, demasiado feliz por haber encontrado un buen rival, y   poco a poco habían aparecido más miembros de aquella familia.

―Era el capitán. ―respondió asintiendo. Albus sonrió de oreja a oreja, volteó a ver a su hermano, James, y a su primo Fred.

—Los voy a destrozar con él en el equipo.

―Suerte venciendo a Hugo este año, es una bestia. ―rebatió Fred chocando el puño con Hugo, que estaba sentado en el suelo, con Dominique, Roxanne y Lucy Weasley también.

―¿Cómo estás seguro de que estaré en Slytherin? ―preguntó el ojigris. Todos, incluyendo sus primas, sonrieron.

―Por que eres un Malfoy. ― respondieron  simultáneamente. 

Cuando llegó a la estación, y desde el momento en que supo que iría  a Hogwarts, la idea de que sería un apestado social no lo abandonaba. Y había estado completamente equivocado. A pesar de no querer admitirlo en voz alta, los alumnos del colegio lo hacían sentirse como una celebridad, todos se le quedaban viendo, las chicas sonreían estúpidamente al verlo y murmuraban cosas cerca de él. Agregándole que iba con todos los Weasley.

―Como habrán notado, este año hay un nuevo estudiante de sexto año. ―La voz de la directora MacGonagall lo sacó de sus pensamientos ―Bien, el señor Malfoy estudiaba en Dubsmarg hasta hace un año.
Hoy será su selección y espero que todos lo recibamos con los brazos abiertos. ―La mujer lo miró sonriendo ―Señor Malfoy, por favor, pase al frente.

Sin saber muy bien que iba a ocurrir, subió al taburete como le indicaba el profesor Longbottom. El hombre le puso un sombrero viejo en la cabeza. Ni siquiera fue capaz de pensar algo más, cuando escuchó que el sombrero gritó:

―¡SLYTHERIN! ―Un segundo después, la casa de las serpientes comenzó a aplaudir, eufórica.

Scorpius dirigió su mirada hasta el otro lado del salón, a la mesa de Ravenclaw exactamente, donde estaba la chica con el cabello más rojo que alguna vez había visto, aunque, sí que lo había visto, en el tren.

Ella tenía su mirada fija en él y en sus ojos, los de ella parecían ser más grandes si los mirabas con detenimiento, eran azules, de un celeste tan claro, que incluso pensó que en cualquier momento perderían todo el color. 

La conexión entre ellos se rompió, cuando el chico al lado de la pelirrona la tomó bruscamente de la barbilla, y la hizo mirarlo, luego le dio un beso en los labios.

Este acto hizo que un sentimiento de molestia creciera en el pecho de Scorpius por alguna razón que no alcanzaba a comprender.

―¿Acaso no querías estar en Slytherin?―preguntó Albus, sarcástico y con una sonrisa torcida.

―¿Qué?

―Haz estado viendo a la mesa de Ravenclaw toda la cena, —explicó Potter mientras cortaba su filete —¿Querías ser de Ravenclaw? ―Scorpius negó con la cabeza, volvió a mirar hasta donde estaba la pelirroja.

―No, es... yo... —balbuceó el rubio, luego suspiró profundamente —¿Quién es ella? ―Albus miro a donde le indicaba su amigo, y soltó una risita.

―Es Rose, prefecta perfecta de Ravenclaw, la más inteligente de Hogwarts, y a veces creo que del mundo, es hija de la ministra de magia Hermione y el gran empresario, Ron ―Albus se llevó su copa de jugo a los labios y le dio un largo trago.

―Sabes mucho de ella-

-Tal vez le gusta- pensó Scorpius. 

―... También es mi prima favorita y dolor de cabeza― agregó ante tal sugerencia. Scorpius alzó una ceja.

―¿Es una Weasley? 

―Yep. Rose Granger Weasley

―Presiento que eres un sabelotodo   —Se rió él, Albus se encogió de hombros ―Me agradas Albus... Pero ahora dime ¿Quién es ese tipo? —apuntó a Devon con su tenedor.

―Ese, es el novio de mi querida Ro, Devon, siempre están juntos...

―Y son la pareja perfecta, ¿no es asi?―dijo una voz diferente.  Una rubia bastante delgada llegó a la mesa, con una sonrisa perfecta en los labios, desbordaba felicidad.

―Por cierto, soy Alice, Alice Longbottom ― le estrechó la mano rápidamente ―Y antes de que lo digas, sí, soy la hija del profesor de Herbologia.

―Yo no dije nada.

Pero lo pensaste. ― contestaron al unísono Albus y Alice. Scorpius se rió, tenían razón, si lo había pensado.

―Y yo supongo, que eres su novia ¿cierto? ―Alice sonrió en respuesta. Scorpius se rió de nuevo. Pero rápidamente se vio atrapado con la vista dirigida nuevamente en la mesa las águilas.
Justo en el momento en que Rose y Devon se levantaban y salían corriendo del salón.

― La pareja perfecta... ― repitió para si mismo mientras los veía alejarse.

...

―Vamos R, no puedes estar molesta para siempre ―rogó Louis Delacour, Rose le dirigió una mirada fría como el infierno, si el infierno se enfriara, por supuesto.

Ella untó mantequilla a su panecillo, y se lo metió a la boca para masticarlo lentamente, aún viéndolo.

―Rose... ―gruño Lucy ―Lo sentimos, ¿de acuerdo? debimos llamarte...

―Sí, debieron hacerlo, pero en cambio, dejaron que anduviéramos como idiotas por todo el tren, buscándolos.

―Lo siento... es que, de verdad, Malfoy es divertido ―Se excusó  Louis. Rose alzó una ceja, Devon soltó un silbido a su lado.

―Pues vete con tu amigo nuevo, y no me molesten más.  —gruño con enfado.

Estaba indignada de su falsa moral, todos sus primos habían pasado el verano como maniáticos cuidando cada paso que daba, y ahora, tan sólo la habían dejado sola de la nada. Y no es que quisiera que la cuidaran, para nada, pero estaba herida.

Luego de que la selección del rubio comenzó, Rose notó como este movía mucho los dedos, estaban nervioso. Cuando subió al taburete, no observaba a nadie, se veía confundido. Y como era de esperar, el sombrero lo envió a Slytherin mas rápido de lo que vuela una snitch.

Rose había leído mucho sobre la guerra, y por ende, de los involucrados, como los héroes, toda su familia, y los mortifagos, como los Malfoy.
Pero la pelirroja se había mostrado mas interesada en los Malfoy que en otros, como Bellatrix, a quién su madre le debía aquella horrible cicatriz, o al mismo Voldemort.
Draco Malfoy era el caso perfecto de anti héroe, él sólo había sido elegido por Voldemort  para un estúpido castigo hacia Lucius, y sólo se había mantenido en sus filas para dejar a su madre a salvo. Acto muy heróico si lo ves con esos ojos. O por lo menos es lo que ella opinaba, pero claro, jamás lo decía en voz alta.

No se dio cuenta que lo había estado mirado fijamente, hasta que sus miradas se conectaron, sus ojos grises penetraban hasta su alma, se sintió desnuda, desprotegida, como si todas sus capas cayeran y solo él pudiera verla así, expuesta.

Devon también lo notó, por que tan pronto la sorprendió viendo a ese Slytherin, la tomó de la barbilla de una forma no tan gentil, y estrelló sus labios con los de ella. Rose respondió al accidentado beso, porque le encantaba ser besada por Devon.

―¿Estás bien?― preguntó su novio cuando se separaron.

―Claro.

―Rose... ―gimió Louis con cara de suplica, al igual que Lucy. Rose los miró con los ojos entrecerrados y no dijo nada.

―No te dejaran de molestar hasta que los perdones. ―le dijo Lyssander. Rose le lanzó una migaja de su panecillo.

—Cállate, tú también te largaste con ellos, Scamander ―Devon soltó una carcajada ante la cara que puso el rubio, seguido de todos los demás. Rose incluida.

La cena continuó, hasta que Rose estuvo llena y se preparó para ir a buscar a los de primero.

―Ni lo pienses, Rosie― le dijo Devon ―Aún es muy temprano para que te los lleves ―apuntó a los mas pequeños.

―¿Y qué supones que haga hasta entonces?

El pelinegro ni siquiera respondió, simplemente la tomó de la mano y salió corriendo del gran comedor con ella detrás.





Seré sincera, la única razón por la que estaré publicando tan seguido es porque ya estan todos los capítulos editados hahaha.
Asi que, como es viernes, punlicare dos caps hoy.
En un rato subo el que sigue.

Recuerden, aquí pueden dejarme comentarios, preguntas y dudas sobre la historia, yo estarérespondiendo todo.

―𝕷𝖎𝖛

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