Aclaraciones:

Sobre el proyecto de historia que les comenté, tengo unas dudas,  y les agradecería su ayuda, en resumen tengo dos ideas:

A) Tsu renace como Todoroki y los Arcobalenos como otros personajes de Boku no hero Academia.

B) Tsu renace (amo la reencarnación, demandé me) en el mundo de Boku no hero Como una versión futura de ella misma (Significa que están al igual todos los Arcobalenos, los guardianes del décimo y Tsuna) , e intentando conservar su sanidad termina en UA pero para su suerte los Arcobalenos se le unen y UA no sabe que le golpeó. (por cierto Arcobalenos adolescentes)

¿Cual les gusta más? Agradecería su ayuda para decidir.

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Debió haberse negado, estaba segura de eso, pero luego de una espartana práctica de Ballet, un pequeño masaje sonaba como algo salido de un cuento de hadas, asi que no tuvo tiempo de pensar en las segundas intenciones de Lal cuando lo ofreció... Después de todo Colonnello también estaba en el sofá, por lo que dudaba que la lluvia fuera a intentar algo (pecar de ingenua la llevaría a su tumba eso seguro) .

La relajación que sintió, y el como su mente se sintió algo adormecida lo relacionó con el agotamiento de la práctica, hasta que sin darse cuenta se quedó dormida.

Al abrir sus ojos y al reconocer el techo de su habitación se sintió un poco confundida, ¿En qué momento se quedo dormida? ¿y como llego a su habitación? pestañeo un par de veces para acostumbrar su vista sintiendo una suave caricia en su cabello.

— Ya despertaste, eso es bueno kora.— Susurro una suave voz en su oido y noto que la calidez que sintió al despertar venia del cuerpo de alguien más sobre el que estaba apoyada, un hombre por lo plano del pecho contra su espalda.

— Pensamos que tendriamos que despertarte. — Dijo Lal que tenía una sonrisa complacida y al bajar la vista encontrandose usando una linda blusa rosada y una falda blanca con encaje, entendió por que le miraba como un depredador.

— Estoy segura de que esto es trampa. — Murmuró haciendo un pequeño puchero.

— ¿porque? — Preguntó el rubio paseando su nariz por su cuello.

— No pensé que trabajarán juntos.

— Ambos seremos tu lluvia, asi que si es justo.— Señalo la mujer de cabello azulado riendo un poco colocando una de sus manos sobre su pierna subiendo por esta hasta llegar debajo de su falda haciendo que se estremeciera.

— ¿Saben? no se necesita tener sexo para armonizar... Hay otras formas. — Comento mordiendo su labio inferior.

— Lo sabemos, pero esta forma es mucho mas divertida. — Rio Colonnello y casi lo maldijo si no fuera por las llamas que el soldado libero haciendo que sus propias llamas quisieran salir, y una pequeña voz que no sabia que estaba antes comenzo a gritar Mia, Mia, mi lluvia, quiero. Genial, ahora hasta su cerebro y cuerpo se ponian de acuerdo para traicionarla.

— Aun cuando creamos eso, no vamos a obligarte a nada. —Añadio Lal y casi estuvo conmovida por sus palabras, casi siendo la palabra magica dado a que ella tambien dejo sus llamas escapar, y con eso mando lo ultimo que le quedaba de su sentido comun muy muy lejos, mientras sus llamas escapaban de su control, y esa voz en su cabeza se volvia mas fuerte. ¡Mia! ¡Todo Mio! ¡Mi lluvia!

—Quieran reconocerlo o no...—Murmuro abrazando a Lal del cuello atrayendola a si misma, viendole a los ojos para luego bajar a sus labios. — Hicieron trampa. —Los acuso para finalmente romper la distancia entre ellas y unir sus labios.

Podia sentir las manos del soldado por todo su cuerpo quitando su ropa y recorriendo cada pedazo de su suave piel, enviando escalofrios por todo su cuerpo, mientras que Lal no se quedaba atras, bajando sus labios a su cuello, lamiendo, besando y mordiendo, cada uno de sus suspiros murieron en los labios del rubio que no dudo en sujetar su rostro con suavidad y unir sus labios en un beso demasiado intenso, jadeando cada vez que sus lenguas se encontraban y rozaban.

Sus manos eran tomadas por ambos, y apenas tenia control sobre su cuerpo, tan solo podia moderarse a temblar y suspirar bajo su toque, y se sintio indefensa a la vez que protegida por una calida aura, nunca se habia sentido asi antes, pero realmente no le molestaba. Su espalda se arqueo y mordio el labio del soldado cuando sintio la traviesa mano de la mujer recorrer su parte mas sensible a su gusto, al mismo tiempo que sus labios capturaban sus senos y por la mirada que le estaba regalando estaba bastante segura de que Lal sabia perfectamente como se sentia.

— He querido hacer esto desde que te vi en aquella banca. — Reconocio relamiendo sus labios, tan indefensa, y tan linda, queria cuidarla y a la vez corromperla, hacerla llorar y suplicar, aunque no por las mismas razones por las que lloro aquel dia.

— Debo admitir, esta es una realmente buena vista kora. —Señalo Colonnello riendo un poco mientras relamia sus labios y soltando al cielo se ponia de pie para comenzar a quitarse la ropa dandoles su espacio.

— Y yo que pense que me ayudaste por la bondad de tu corazon. — Nego riendo tomando a la contraria de su ropa para acercarla a si misma, juntando sus labios nuevamente pero esta vez sus manos no se quedaron quietas y comenzaron a quitar la ropa de la mujer militar, repartiendo caricias sobre viejas cicatrices.

— Oh por favor, definitivamente lo sabias. — Contesto cuando se alejaron para tomar aire sonriendo de lado al ver a la mas joven estremecerse cuando sus dedos acariciaron su entrada.

— Quizas... —Acepto y copio su sonrisa llevando su mano de la misma forma sobre las bragas de militar comenzando a acariciar contenta cuando vio que su trabajo hacia efecto.

No basto mucho, para que ambas se sumieran en una pequeña competencia de quien hacia a la otra acabar primero, sus bocas solo se separaron para tomar aire o dejar salir fuertes y desesperados gemidos, mientras que sus cuerpos sin ningun centimetro que los separara daban vueltas por la cama enredandose y soltandose de las sabanas.

— Tan... linda.. — Murmuró Lal sobre sus labios sintiendo todo su cuerpo estremecer sintiendo como su vínculo con la chica finalmente se formaba permitiéndole experimentar las mismas emociones que la chica, placer y necesidad, mezclado con un pequeño deseo de buscar aventuras, de querer jugar con fuego y quemarse.

— No soy... la unica... — Susurro gimiendo cuando finalmente se retorcio de placer pero para su suerte ambas llegaron al mismo tiempo. Estaba agotada, sentir las emociones de otra personas como propias junto con el efecto embriagador de sus llamas, bueno era bastante que manejar y sentia todo su cuerpo derretir.

— Aun no termina. — Escuchó la voz de la militar que sonrió de lado besandola para luego colocarse detras de ella dejando que se recostara en su pecho. — sientete afortunada tienes dos lluvias por el precio de una. — Comentó burlona y aunque ahora se sentía bastante posesiva con respecto a su cielo, si era el rubio no le molestaba tanto.

— Es mi turno Kora. — Sonrió Colonnello trepandose a la cama viendole de forma depredadora y Tsu casi se ahoga con su saliva ante la vista que tenía frente.

— ¡No hay forma en que "eso" entre! ¡Es demasiado grande! — Chilló algo alterada y casi gruñe al ver la sonrisa engreida del rubio, haciendo que rodará los ojos.

— No te preocupes... Por algo te preparé bien. — Le susurró Lal besando su cuello y ahora eso si era una trampa.

— Eso no cambia nada... — Susurró nerviosa cuando sintió como le abrian las piernas, Mierda, Mierda, Mierda.

— Tendre cuidado... — Una suave caricia la hizo encontrarse con los cariñosos ojos azules de la lluvia frente a ella. — Lo prometo. — En su voz había una súplica escondida como diciendo Aceptame y eso era jugar suicio.

— ... — Suspiro algo cansada y de un movimiento rapido atrajo al soldado a ella uniendo sus labios en un beso desesperado mientras enredaba sus piernas en su cintura, intentando no pensar en lo que estaba por pasar o entrar...

— Demonios ... — Gruñó la lluvia al sentir lo apretada que era la chica usando sus llamas para calmarla un poco siendo recibido por el cuerpo y las llamas de su cielo con su gusto.

Ange intento controlar su respiración pero le era casi imposible, al igual que su corazón latia como loco, sintiendo cada emoción y cada sentimiento pasar por el sacándolo de control como un caballo desbocado.

Mia, Mio, nuestro, solo nuestro.

Ese pensamiento no salia de su cabeza y ya ni siquiera estaba segura de que fuera totalmente suyo, posesividad, placer, cariño, amor, comprensión, aceptación Fluian por sus venas sin control, y eran tan abrumadores que ya ni siquiera era conciente de lo que pasaba a su alrededor, tan solo pofia sentir los besos desesperados de Lal y sus manos por todo su cuerpo; Colonnello no estaba mejor marcando su cuello y embistiendola sin descanso.

Para el final de la noche no estaban seguros de donde comenzaba un cuerpo y terminaba otro, y Tsu eventualmente cedió al cansancio y el sueño tomo su cuerpo.

— x —

— No creo que mi cuerpo pueda seguir soportando eso ... — Murmuró Tsu acostada en el sofá con un no muy lindo dolor en las caderas, sintiendo sus piernas como gelatina.

— No te preocupes, siempre podemos recurrir a Reborn para que te de mas energía e incluso Verde puede ayudarte. — La "animo" Skull y ella quiso gruñir.

— Al menos... al menos denme unos dias para descansar — Se resignó sabiendo que nada de lo que dijera serviría para hacerlos cambiar de opinión. — Ahora Verde ¿que querias mostrarme?

— Pregúntame porque quiero que seas mi cielo. — Dijo arreglando sus lentes y Tsu elevo una ceja, al parecer Fon les contó de su pregunta al resto.

— ¿Porque quieres que sea tu cielo? — Pregunto divertida viendo al rayo apagar las luces y en la televisión apareció una presentación con 500 diapositivas.

— Me alegra que preguntes. — Sonrió sacándo un puntero y Tsu no pudo evitar pensar que era bastante adorable, quizás esto no era tan malo...