Despierto con mi cabeza apoyada sobre las piernas de alguien mientras me acaricia el cabello. 

Otro ser misterioso, pienso.

Cuando abro mis ojos veo unos hermosos color café sobre los míos. Esta fue la mirada que me fulminó por completo. Me levanto al instante algo intimidada a la vez que miro a mi alrededor confundida.

-Tranquila, estas bien- habla este ser con sus ojos fulminantes, por cierto, solo nombro los ojos por que no preste atención a nada mas, pero me doy cuenta que es un chico. 

-¿Eres otro ser misterioso? - pregunto contemplándolo. Se ríe ligeramente y al instante me hace acordar a Azul ¡Oh por dios! Se podría tratar de un...

-Humano, como vos- contesta. No puede ser. 

Bueno igual ¿Qué tiene que sea humano? Nada... va a ser una relación de amistad seguro como tenemos Azul y yo. Pero ¿Por qué siento que esa mirada ya me fulminó y no hay vuelta atrás?

-¿En que piensas?- pregunta, sonrojado por la situación. 

-Nada, no sé que hago acá, cada vez estoy mas confundida con toda esta dimensión.

-Tranquila, ya te vas a desvanecer otra vez y aparecerás en otro lado- se ríe.

-¡Que gracia me da, no sabes!- contesto irónicamente algo ofendida. No quiero mirar más esos ojos si me van a dejar tan hipnotizada. 

-¿Hace mucho estas acá?- pregunto para romper el silencio, aunque no era incómodo. La curiosidad siempre gana. 

-Si mas o menos. No hay noción del tiempo chiqui ¿O todavía no lo aprendiste? - se ríe.          ¿Puede dejar de reírse aunque sea un minuto? Revoleo los ojos pero me sonrío sola. 

-Si, ya lo se, pero mas o menos, yo calculo por el planeta tierra alrededor de dos semanas que me encuentro acá, supongo- prosigo. 

-En ese sentido, yo estoy hace un año- exclama. 

¿Qué? ¿Un año? Es demasiado tiempo

-Lo lamento... ¿Se puede saber que te pasó?- pregunto con pena. 

-Tranquila no me molesta, tuve un accidente automovilístico y estoy en coma desde ese día. 

-Igual que yo.

-¿Accidente?

-No,lo de estar en coma, llegué a ese estado, bueno si, una especie de accidente, en el mar tuve un desvanecimiento estilo de desmayo, no reaccioné a tiempo. Pero fue todo muy extraño igual. Según lo que vi por mi ángel, tenia un demonio que me impulsó, aparte de que era una deprimida en mi vida sobre la tierra. 

-Algo sé.

-¿Cómo?- fue inevitable no mirarlo a los ojos.

-Las almas de hace mucho tiempo que habitamos acá, estamos superdotadas. Puedo leer tu mente si quiero- contesta con una sonrisa pícara. 

No sé si las almas se ponen rojas de cachetes como en la tierra, pero... ¿Puedo decir que me siento intimidada por este chico?

¿Y si leyó en mi mente que sus ojos me parecieron hermosos, que directamente me fulminaron, que me llamo la atención al instante?

¡Ay dios! ¡Dios y las almas superdotadas!

No sé como en un momento logro dormirme en una velocidad luz.