3 - Zorra.
- ¡Marty!
El chico levantó la cabeza al escuchar la voz del Doc. No se habia dado cuenta de que habia un plato de comida frente a el en la mesa. No le habia dado importancia, sentia nerviosismo y no sabía por qué. El chico solo agarró el tenedor y comenzó a jugar con la comida. Habia llegado a la casa del Doc sin avisar, ya que no sabia su numero de telefono y el cientifico siempre se ovidaba de darselo.
El doc Brown, al ver a Marty, nota que no está en ese Universo. Por ello, se sienta delante de Marty, a la vez que agarra un cubierto para comer su almuerzo.
—Marty, ¿te sucede algo hoy? Pareces estar en orbita - habla el doc, preocupado por su muchacho favorito.
McFly alza la mirada de su almuerzo y se cruza con los ojos locos del Doc Brown. Confía en el, siempre tuvieron much confianza para hablar de cualquier cosa, y esta no seria la excepción.
—Algo asi, Doc... Yo... Conocí a alguien...
—¿Una chica?
—Si - dice Marty, rascándose la nuca - Bueno, ella...
—Te gusta, ¿verdad, chico?
—¡No! Doc... No lo se, me despierta un interes que no se describir - explica Marty, ahora devorando su almuerzo.
El doctor se queda pensandoselo un momento.
—¿Es bonita?
—Bueno... No lo se, no se como explicar esto... Si, ella... - Marty recuerda a la chica sonriéndole - es bonita.
—Siempre pensé que las mujeres son el misterio del Universo - le comenta el cientifico -. ¿Tiene gustos especiales?
—Si, a ella... Usted se llevaría bien con ella, le encanta la ciencia. Casi nunca la encuentro por la escuela, pero siempre termino cruzandome con ella.
—Creo que, si ella te tiene inquieto, tal vez deberias seguir buscandola, porque parece que estas en otro Universo y no aqui.
—Usted es el Doc, Doc.
Los dos amigos se rien a la vez que terminan su almuerzo. Luego de ello, Doc le pide a Marty que lo ayude con algunos experimentos. "Igual que siempre, Doc" piensa con una sonrisa. No le molestaba ayudar al Doc, es mas, lo entretenía, ya que la mayoría de las veces no tenia nada que hacer. Además, era un gran amigo.
El dia en el instituto transcurrió normal. Prestaba atención a algunas clases, pero en las otras no les interesaba. Ahora estaba en la clase de ciencias, de la cual la profesora hacia preguntas puntuales a la clase. El menor de los McFly solo miraba con aburrimiento a la profesora y vagamente escuchaba sus tontas preguntas. Ni siquiera le interesaba la ciencia. "Al Doc le gustaría estar aqui" penso el muchacho.
Pasaron unas horas y llegó el momento del recreo. Al estar en el, el McFly caminaba con sus dos amigos por el pasillo cuando vieron un folleto pegado en la pared.
—Oigan, ¡hay una fiesta este fin de semana! - habla Derek al leer el folleto.
—Y parece que Cat es la que la dirige - lee Mark, y se dan las palmas con Derek.
—Genial - exclama Marty. En verdad hace mucho no iba a a fiestas, y este era el momento. Divertirse con sus amigos no le desagradaba para nada. Cualquier lugar que no sea su casa era mucho mejor.
La noche de la famosa fiesta llegó. La mayoría de los chicos de la escuela estaban presentes, bailaban y tomaban las bebidas alcoholicas, con música de Depeche Mode de fondo. Marty había entrado a aquella casa junto con Mark y Derek, habían llegado en el auto de este último. En un momento, Mark empujó a un muchacho con lentes que pasaba por ahí para que se quitara del camino. Marty niega con la cabeza. A veces Mark podía ser un idiota importante.
Sus dos amigos ya estaban al acecho de nuevas conquistas. Marty solo se limitó a servirse una bebida y comenzar a ir a la "pista de baile" que habían armado en el comedor. Los reflectores multicolores llenaban el lugar en el que los adolescentes bailaban una canción de Yazoo.
—¡McFly! Has venido.
La voz de Cat, la chica que había armado la fiesta, llegó hasta Marty. Este le sonrió. La conocía de vista solamente, casi nunca había hablado con ella. Solo oía hablar a Mark de ella diciendo que tenía grandes pechos. Marty alejó ese pensamiento de su mente, ya que la misma Cat estaba parada frente a él.
—Hola Cat - dice el adolescente -. Si, oí lo de la fiesta y dije, ¿por que no?
—Eso es genial - dice Cat, con una sonrisa.
—¡Oye, Cat! Unos chicos están tirando tus cosas en el room - una chica se acercó a Cat a decirle aquello, algo exasperada -. Están que se pasan de borrachos.
Marty le prestó atención a la muchacha, y parapadeó un par de veces al verla. Era aquella chica del otro día, Mileva. La chica a la que había defendido de Needles. La chica que supuestamente se había acostado con ese bravucón. Ella miró a Marty y sonrió al verlo.
—Hola, Marty, que gustó verte - le dice ella, estando al lado de Cat y frente a él.
—¿Ya se conocían? - pregunta Cat, ahora mirando a Marty para luego ver a Mileva.
—Nos conocimos hace unos días - le dice Marty a Cat, sin dejar de mirar a Mileva. Ella tenía una botella de coca cola en sus manos. "Así que no bebe alcohol" piensa Marty.
—Si, el me ayudó en un aprieto que tuve el otro día - le cuenta Mileva, recordando la pelea con Needles, tratando de que la escuchen a pesar del volumen alto de la música.
—Ya veo - dice Cat, alzando y bajando las cejas al mirar a McFly -. Bien, iré a ver a los idiotas del room, gracias Millie.
—Voy contigo - le dice Mileva, pero Cat la para.
—¡No! - Cat comenzó a hablarle a Mileva en secreto, agarrándola de los hombros - Quédate con el galán un rato, ¿quieres?
Cat le guiñó un ojo a su amiga, y está solo rodó los ojos riendo. La rubia se fue dejando a Mileva y a Marty entre los adolescentes que seguían bailando. Los dos chicos se miraron y se sonrieron sin decir nada. En verdad no sabían que decir.
—No te veía desde el otro día - le dice Mileva, ahora bailando al ritmo de la canción "Cheri Cheri Lady" de Modern Talking.
—Cierto, tampoco yo - le dice Marty, también moviendo los pies al ritmo de la canción.
—Espero no haberte metido en un gran problema con Strickland.
Lo que dice la chica le hizo recordar el castigo que le dio Strickland por haber golpeado a Needles : tuvo que limpiar todos los salones de la escuela. Fue un fastidio. Había llegado enojado a casa aquel día, y aún seguía molesto por eso; pero al ver ahora el rostro de la chica frente a él, supo que valió la pena correr ese castigo por ella. En verdad parecía una buena muchacha.
—Claro que no, tranquila - le sonrió el muchacho, mintiendo sobre los problemas con el director.
Toda la noche se la habían pasado bailando. Los dos cantaban todas las canciones y se movían al compás de la música, al igual que otros adolescentes. Ya eran las 3 am y los dos decidieron salir afuera a tomar un poco de aire, a la vez que comenzaron a charlar.
—Cat se mudará mañana, por eso hizo esta fiesta - le explica Mileva a Marty, ahora caminando por el patio de la casa. Otros adolescentes estaban ahí, algunos fumando, otros desmayados o vomitando por el alcohol, y otros besándose entre ellos -. Voy a extrañarla mucho.
—¿Ella es tu mejor amiga? - pregunta el chico.
—Asi es - Mileva asiente con la cabeza -. Va a ser duro verla irse. Siempre hemos estado una para la otra, tú entiendes, ¿verdad?
Marty asiente con la cabeza. Él tenía un amigo, uno de esos amigos que siempre están para ti, y tu les devuelves con el mismo gesto. Pero por alguna razón, se distanciaron. Jones, así solía llamarle. A veces lo ve por los pasillos de la escuela, y ni si quiera sabía si estaba en la fiesta ahora.
—¿Y hace tiempo estás aquí? - le pregunta Marty a su compañera.
—Si, vivo con mis tíos. Ellos tienen mi custodia, pero no me dejan ni ver a mi padre - explica Mileva. Ella niega con la cabeza, ¿por que le estaba contando sus problemas a un chico que casi ni conocía?
— ¿Por que no? Es tu padre, ¿no? Tiene derecho - opina el joven.
— ¡Eso digo yo! - exclama Mileva, de acuerdo con Marty - Pero dicen que está loco de remate. Nunca me permitieron conocerlo.
— Eso está pesado - dice Marty, negando con la cabeza. Ahora se daba cuenta que había personas que tenían problemas más importantes que los de el.
— Si - susurra la chica -. Pero ya estoy cerca de averiguar quién es - habla Mileva, ahora emocionada -, estoy investigando mucho a fondo.
— Si necesitas ayuda, cuenta conmigo - Marty dice eso sin pensar.
Mileva paró en seco para mirar a Marty y sonreír. Este también detuvo sus pasos.
— Gracias, Marty.
— ¡McFly! ¿Donde te habías metido, amigo?
Esa voz hace que Marty y Mileva miren hacia el frente. Mark se acercaba a ellos, mientras Derek caminaba muy pegada a una chica pelirroja.
— ¿Los del equipo de futbol son tus amigos? - pregunta Mileva, mirando a Marty con extrañeza. Ella sabía la fama de los que conformaban el equipo de futbol: los líderes eran más que nada bravucones, machistas y mujeriegos, pero no todos eran así. Pero en este caso, ella sabía quienes eran Mark Johnson y Derek Harris. Por algo eran los líderes del equipo. Y le resultaba extraño que un chico como Marty, quien parecía alguien decente ante sus ojos, tuviera amistades como esas.
—Eh...
—Si - responde Mark por Marty - ¿Que haces con ella, hermano? Recuerda lo que te dije la otra vez...
Marty lo recuerda.
—¿Que cosa? ¿De que hablan? - pregunta Mileva, cruzándose de brazos. Esta conversación no le estaba gustando nada.
—Por favor, Jensen, sabemos que eres una zorra, ¿verdad, Marty?
Lo que dice Mark hace que a Mileva le hierva la sangre. "Zorra". La chica mira a Marty, esperando a que responda lo que dijo Mark, pero el chico se queda helado.
—Vamos, Mark, no es para tanto - trata de responder Marty tratando de salir de la situación, pero Mark se ríe de él.
— Oh, Marty, ¿de veras? El otro día estabas con nosotros, sabes lo que ella hace.
Marty no dijo nada. En realidad no podía saber si Mark decía la verdad de lo que había hecho Mileva. No tenía pruebas de ello. ¿Que sabía el de su vida?
De un momento a otro, Mark recibió un golpe en la cara de la chica frente a él. Derek abrió los ojos como platos y Marty se sorprendió ante la acción de Mileva. Ella mira a McFly y lo mira con desdén.
—Eres un tonto por dejarte influenciar por unos idiotas como estos. Es una lástima- escupe la chica, para luego alejarse de allí hecha una furia.
—Mileva, ¡espera!
Pero la chica no le hizo caso. La vio mezclarse entre la gente de la fiesta, hasta que la perdió de vista. Marty se da vuelta para ver como Derek trata de socorrer a Mark, quien había quedado un poco atontado por el inesperado golpe. Marty sonrió al verlo asi. Era cierto. Eran unos idiotas. No tenía que haberle hecho caso a los rumores que decían de la chica, ni siquiera la conocía bien.
No pudo encontrar a Mileva aquella noche. Esa misma noche, Marty volvió a su casa a pie, no quería relacionarse más con Mark y Derek, tal vez quedarían como conocidos, pero no debía seguir los consejos que le daban ni se debía dejar influenciar por nadie.
Se disculparía con Mileva en el primer segundo en que se la cruzase.
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