12- Plan B





Pasó una hora desde que el Doc se fue de la escuela. Marty y Mileva entraron a la cafetería mezclándose con los demás estudiantes. La mañana había sido alto complicada : acostumbrarse a las clases de 1955 era algo extraño, Marty y Mileva trataron de estar juntos en todo momento para no perderse o meterse en líos. La muchacha abrazaba fuerte contra su pecho los libros de ciencia que le había prestado el Doc del 55, a la vez que trataba de caminar con ese incómodo vestido anticuado, ¿como las chicas podían vestir con ellos todos los días en la condenada escuela?

     Marty le echó un vistazo a su amiga. Tenía el ceño fruncido y parecía incomoda. Algunos muchachos la miraban, así que Marty actuó sin pensar. El muchacho pasó un brazo alrededor del cuello de su amiga, a la vez que caminaban hasta la cafetería. Mileva giró lentamente la cabeza para mirar a Marty.

- ¿qué haces?

- disimular - le susurra Marty, y Mileva entiende y trata de no confundirse con el muchacho.

         Los dos adolescentes de 1985 entran a la cafetería. El lugar está lleno de estudiantes, chicas con cabello sedoso y corto con vestidos y muchachos con camisas a cuadros y tiradores o con camperas del equipo de Fútbol Americano. Marty y Mileva observaban todos esos detalles a la vez que se servían el almuerzo. Los dos caminaron hasta una mesa vacía y se sentaron a comer en silencio.

- Hay que buscar a tu padre - le dice Brown, ahora comiendo su almuerzo y, a la vez, observando la cafetería para ver si podía divisar a George o a Lorraine, los padres de Marty.

     Marty asintió con la cabeza. Comió algo de su almuerzo y luego mira a Mileva frente a él. La muchacha mira para todos lados aún atenta, y no se da cuenta de la mirada de Marty. El chico, por inercia, toca la mano libre de la chica sobre la mesa. Mileva deja de prestar atención a la muchedumbre de la cafetería y se concentra en la mano de Marty sobre la suya. La muchacha conecta sus ojos con los de el, extrañada.

- ¿estás bien? - pregunta el menor de los McFly, sin quitar su mano.

    Mileva se queda callada un momento, y niega.

- No lo sé, yo... mi padre, todo este asunto... me tiene de cabeza - admite la chica, formando sus labios en una linea.

- Lo se - dice Marty, comprensivo -. Sabes... que estoy aquí para ti, ¿verdad?

Los ojos de Mileva se mantienen en los ojos del muchacho, y le sonríe sin mostrar los dientes. Sus manos aún se mantienen unidas sobre la mesa. Los ojos de la chica se desvían de Marty al prestar atención a otra mesa, e inmediatamente suelta la mano del muchacho. Marty frunce el ceño ante eso.

- Allá - dice Mileva -. Tu papá.

Marty mira sobre su hombro y ve a su padre sentado solo en una mesa lejana. El adolescente se mira con Mileva y asiente.

- Vamos.

George estaba tan concentrado en escribir en sus papeles que no nota que Marty y Mileva estaban acercándose a su mesa.

- ¡Hola, George!

El saludo de Mileva hace que George se sobresalte, y mire a los adolescentes frente a él.

- H-Hola - dice George nervioso. Ninguna chica suele dirigirle la palabra.

- George, amigo - saluda Marty, ahora sentándose frente a George, y Mileva al lado del padre del muchacho- ¿Recuerdas la chica que te presenté? Lorraine.

George le echa un vistazo a Lorraine, quien está a la lejanía en una de las primeras mesas, riéndose con sus amigas. El peli negro niega con la cabeza y sigue escribiendo en sus papeles. Mileva se acerca más a él y trata de ver lo que está escribiendo.

- Ey, ¿que estás escribiendo? - le pregunta la chica, y George se sonroja.

- Ah, historias... historias de ciencia ficción... - explica, ahora emocionado, a sus dos nuevos "amigos" - acerca de visitantes que vienen a la Tierra desde otros planetas y...

George deja de explicar ya que se pierde en toda su explicación. Marty sonríe al oír lo que dijo su padre. Mileva esboza una sonrisa : ella también solía escribir historias, pero al pasar los años lo dejó.

- Ah, no lo creo, no sabía que hacías cosas creativas - dice Marty, sin creérselo. Parecía no conocer a su padre como creía -. Déjame ver...

- ¡Eh, no, no, no, no, no, no, no, no, no! - George alejó sus papeles de la vista de los adolescentes - Jamas dejo que alguien lea mis historias....

Mileva alza una ceja.

- ¿Por qué no? - pregunta ella.

- Ah, bueno, podrían decir que no les gustan, tal vez digan que no soy bueno y... ah, ah, creo que debe ser difícil que alguien lo entienda.

La hija del científico mira a Marty casi riéndose de él. Marty entrecierra los ojos. Lo que dijo su padre era igual a lo que dijo el mismo adolescente luego de la audición de la banda en 1985. Para Mileva, en verdad eran tal palo tal astilla.

- A-ah, no... no es difícil... - dice Marty, comprensivo. Mileva ladea la cabeza para que Marty continuará con el plan, y él entiende el mensaje. No era hora de momentos sentimentales con su padre -. Cambiando de tema, George ¿Recuerdas a Lorraine?... Le gustas mucho. Ella me dijo que te dijera que quiere que la invites al "Baile del Encanto Bajo el Océano".

- ¿De veras? - dice George, sin creerse lo que había dicho el muchacho.

- ¡Sí! - exclama Mileva, ahora agarrando a George por los hombros y zarandeándolo - Lo que tienes que hacer es ir a invitarla.

- ¿Qué, en este instante, aquí, en la cafetería ?- exclama George, asustado - ¿qué haré si dice que no? No, creo que no podría soportar esa clase de rechazo - Marty reconoce esa misma frase ya que la había dicho millones de veces. A Mileva no se le puede ocultar una sonrisa -. Además, creo que prefiere ir con otro.

- Ah ¿sí? - pregunta Marty, confundido - ¿Con quién?

George alza su brazo y apunta con su dedo hacia una de las mesas de más adelante y dice :

- Ah...Biff.

Marty y Mileva miran hacia aquella mesa, donde está sentada Lorraine. Siendo molestada por Biff, rodeado de sus "secuaces".

- Vamos, no seas orgullosa, vamos - escucha Mileva decir a Biff.

- Déjame en paz - vocifera Lorraine, aun sentada, tratando de sacarse de los agarres de Biff.

- Yo sé lo que quieres y tú sabes lo que quiero. Tú sabes que quieres que te dé un beso ¿eh? - insiste Tannen, acercándose a Lorraine.

- ¡Tienes muy sucia la boca! - exclama Lorraine, y le da una cachetada a Biff. Mileva sonríe ante eso. Se dio cuenta de que Lorraine no era una chica que no se defendiera. Le hizo recordar a ella cuando Needles la molestaba en la escuela. Tannen era un Needles pero de 1955, de eso estaba segura - ¡No soy de esa clase de chicas!

- Tal vez lo eres y aún no lo sabes... - le dice Biff, ahora agarrándola fuerte de las muñecas.

- Quítame tus tentáculos de encima - le pide Lorraine enojada.

Marty y Mileva de levantan al mismo tiempo, instantáneamente. La muchacha mira a George sentado y con la mano le empuja un hombro.

- ¿qué esperas, George? ¡Ve y defiéndela!

- ¿estás loca? Me darán una paliza - le responde George, asustado hasta los huesos.

- ¡Ya oíste, quítale los tentáculos...!

Mileva abre los ojos como platos y deja de prestarle atención a George para ver a Marty a lo lejos, frente a Biff, interponiéndose entre él y Lorraine.

-... de encima... por favor - pide ahora Marty, ma calmado, al ver que Biff es más alto y fuerte que el.

"Demonios" susurra Mileva, ahora llevándose una mano a la frente. Marty siempre actuaba sin pensar, y eso era malo, muy muy malo. Estaban en otra época, debían ser prudentes, y Marty era todo menos prudente y cuidadoso.

- ¿¡Qué quieres, Cara de Mono!? - grita Biff ahora empujando a Marty por los hombros, a la vez que su Banda lo apoya con vitoreos. Marty se queda quieto un momento y luego le devuelve el empujón por los hombros a Biff. Este lo mira enojado y agarra a Marty de la camisa -¡Has estado pidiendo una buena paliza!

- ¡Basta! - Mileva va corriendo hasta los dos adolescentes con la intención de separarlos, ya que estaban por iniciar una pelea que no sabían con qué gravedad terminarían. En ese mismo momento, el director Strickland apareció en escena, con los brazos cruzados, para ver que estaba por hacer Tannen. Este, haciéndose el bueno, suelta a Marty y le acomoda la camiseta. Mileva se aferra al brazo de Marty, con la intención de alejarlo de Biff, pero Marty no se mueve de su lugar.

- Marty, por favor... - le susurra Mileva a Marty, pero éste no le da importancia.

- Ya que eres nuevo voy a darte una oportunidad, hoy - sentencia Biff, mirando con desdén a Marty - ¿Por qué no le haces caso a tu noviecita, actúas como nena y te largas de aquí?

Marty no deja de mirar con enojo a Biff. Este deja ir a Marty, y éste ve hacia George, pero éste ya no está. Toda la cafetería sigue con su normalidad y barullo. Mileva suspira tranquila y no se da cuenta que aún está aferrada al brazo de Marty. Este mira a su compañera y le soba el hombro con la mano.

- Oye, tranquila - le dice Marty, ahora sonriendo.

- ¿¡Como quieres que me calme!? - susurra enojada Mileva, y Marty se asusta. Ahora la chica suelta su brazo y camina junto con Marty fuera de la cafetería. La muchacha trata de caminar rápido pero los tacones se lo impiden - ¡Tacones inútiles! - exclama la adolescente, ahora quitándose con sus manos los tacones. Ahora la chica camina descalza por los pasillos de la escuela. Marty trata de seguir sus pasos, a la vez que la contempla caminar con ese lindo vestido verde pastel que le llega hasta arriba de los talones.

- Millie, ¿puedes calmarte? - le pide Marty, ahora saliendo de la escuela junto a la chica.

- No- dice la chica, ahora bajando los escalones de la entrada y sus pies tocando el frio césped. El cuerpo de la chica se da vuelta para estar cara a cara con Marty - Casi arruinas todo por tus tontos impulsos de heroe, debías pensar en George, no en ti - le regaña.

- ¿Qué querías que hiciera? - dice Marty, ahora sin entender el enojo de la chica. Nunca la había visto así de alterada - Era mi madre, Millie, ese asno de Biff la estaba...

- Eso no me importa, no debías ir tú a su rescate, ¡George debía ir! Casi arruinas el plan, diablos - luego de esas palabras, la chica gruñe y le da la espalda a Marty, tratando de respirar. El muchacho se acerca a ella y posiciona sus manos sobre la cintura de la chica y la da vuelta para que esten frente a frente. Y ahí lo ve. La chica tenía los ojos llorosos, y trataba de no mirar al chico - Lo lamento, Marty... No quise gritarte. Yo.... yo solo quiero volver a casa.

Marty le saca con su pulgar la lagrima que caía por la mejilla de la chica. Ella cierra los ojos con fuerza al sentir el tacto del chico. La tranquilizaba.

- Volveremos - le dice el, ahora agarrándo su rostro entre sus manos, haciendo que lo mire -. Te lo prometo.


La chica asiente y cierra los ojos nuevamente, ahora agarrando las muñecas de Marty, y alejándolas lentamente de su rostro.

- Vámonos - ahora la chica le da la espalda y habla -, hay que seguir a George.

Marty ve como la chica, con su vestido en movimiento, descalza y con dos tacones en su mano, da pasos rápidos para seguir a George. El menor de los McFly niega con la cabeza y sigue los pasos de su amiga. Debían hacer todo lo posible para volver a su tiempo.

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