1 - El primer encuentro.
Octubre de 1985⚡
Cada dia las personas tratan de levantarse, mentalizandose que siemore será un dia nuevo. Pero hoy solo era otro dia ordinario para Marty McFly. El castaño abre los ojos lentamente al escuchar una musica conocida en su radio matutino, y se levanta de a cama aun somnoliento. Se habia quedado dormido - y vestido - luego de haber llegado tarde a casa, habia estado ayudando al doctor Brown con algunos de sus experimentos. Ese hombre era muy especial para el, y por eso lo acompañaba en todo lo que hiciera. Ademas, disfrutaba de su divertida compania. Cuando el joven vio la hora de su reloj de mesa, su rostro cambió de inmediato. "¡Demonios, llegaré tarde a la escuela de nuevo!" .
Marty se viste rapidamente, agarra su mochila y patineta y baja las escaleras como un correcaminos hacia la puerta principal de la casa. Pero antes de salir, oyó a su madre hablar.
- ¿Marty, a donde vas? Debes desayunar - exclama la madre del chico, levantándose de la mesa oara mirarlo. Lorraine McFly era una mujer que siempre queria pasar tiempo con sus hijos, aunque su vida estaba echada a la basura. Cuando Marty se dio vuelta, vio a cada persona de su familia sentados en la mesa : su inutil hermano mayor; su tonta hermana Linda, unos años mas grande que el; y al final su padre, su vergonzoso padre, George McFly, quien miraba la televisión muriendose de risa, una risa muy estupida.
- Llego tarde a la escuela, mama, ¡¡adiós!!
- ¡Marty!
El adolescente salió de su casa, se puso los auriculares ara luego prender el walkman de su bosillo. Se puso la mochila y echó a andar en su patineta. Por fin logró salir de su barrio, Lion Estates, y estuvo pasando por todas las calles hasta llegar al centro de Hill Valley. Con cada auto que pasaba, Marty se agarraba de la parte trasera de ellos para llegar mas rapido en su patineta.
Agarrado de un último auto, se soltó justo cuando pasaba en frente de su escuela, la cual estaba deshabitada por fuera. Bajó de su patineta y la pisó para sostenerla en su mano y entrar al establecimiento
Hoy no sería un buen dia. Sabia que Strikland, el director, iba a estar buscándolo justamente a el por tantas llegadas tarde. Ese viejo sin cabello no se llevaba bien con Marty, y el no dice lo contrario al respecto. Detestaba que aquel director lo estuviera molestando por cada movimiento que hiciera en la escuela o fuera de ella. Marty rueda los ojos al pensar en todo eso a la vez que se pasea por los pasillos inhabitados de la escuela; el castaño sabia que todos deben estar en clase. Decide, con cautela, doblar por un pasillo, pero se encontró con una sorpresa. ¡Era el director Strikland en la otra esquina del pasillo, mirandolo con severidad! "Demonios, estoy perdido" pensó el muchacho, abriendo los ojos como platos.
El sonidó que Marty escuchó por los pasillos de a escuela lo tranquilizó y salvó por completo. El sonido de la campana. El recreo. De un momento a otro, la multitud de chicos y chicas del instituto cuando salieron de sus salones se hizo presente. Para su suerte, Marty de dispersa entre los adolescentes y logra librarse de la vista certera de Strikland, quien de seguro iba a darle una sanción por llegar tarde.
El menor de los McFly camina desesperado entre los pasillos, empujando a cada chico o chica que se cruzaba en su camino. Queria librarse de Strikland, debia estar seguro de ello. Pero por no mirar al frente, chocó contra un cuerpo pero el muchacho se mantuvo de pie.
- ¡Maldicion! - exclama alguien.
La vista de Marty se dirigió hacia abajo, encontrandose con quien habia chocado por accidente. No podia ver bien su rostro, ya que unos cabellos negros lo cubrian por delante. Aquella chica estaba arrodilada en el suelo, desesperada por agarrar lo que se le habia caido por haberse topado con Marty : dos libros y algunas hojas.
- No te vi, de veras lo siento - trato de disculparse el castaño, agachandose para ayudar a la chica a juntar sus pertenencias.
- Ya lo noté - escupió divertida la chica, sin mirarlo. Se levantó del suelo y Marty repitió su acción.
Ahi fue cuando pudo ver su rostro. Cabello corto hasta los hombros, llevaba puesta una camisa a cuadros con tirantes en los jeans celestes, con unas botas bien lustradas. Aquella muchacha llevaba libros y papeles pegados a su pecho gracias a sus manos. Los ojos de la chica parecían oscuros, pero en realidad eran marrón oscuro como el tronco de un arbol fuerte. Era la primera vez que el chico la miraba, no la habia visto en toda su vida que iba a la escuela.
- Disculpa por haberme chocado contigo, es que tengo prisa - dice rapidamente Marty, rascandose la nuca con la mano derecha, mientras que con la otra sostenia su patineta. La chica solo nego con la cabeza y solto una corta risa.
- No hay cuidado - la chica lo miraba directamente a los ojos cuando hablaba -, pero no te haria mal mirar al frente la proxima vez.
El chico le frunce el ceño a aquella muchacha desconocida, pero ella solo se rie del joven Marty.
- Es una broma - se apresura la chica, a la vez que le extiende la mano -. Mileva.
- ¿Que? - dijo el chico sin entender, entre los barullos de la multitud de alumnos que caminan por los pasillos.
- Mileva Jensen - repite la chica. Marty estrecha la mano que la chica le ofrece.
- Marty McFly.
- Un placer, Marty - dice la simpática chica, dejando de estrechar su mano - ¿Por que corrías?
- Strickland me está buscando - recuerda ahora Marty, mirando hacia atrás para asegurarse de que el director no se encontraba allí.
- Asi que estás en problemas - asiente la chica, y mira por el hombro de Marty -. Creo que ahí viene.
Marty mira hacia atrás de nuevo y ahí estaba Strickland, mirando entre todos los estudiantes para encontrar a McFly. El adolescente miró rápidamente a la chica frente a él.
- Lo siento, pero tengo que huir - le dice Marty, ahora alejándose de la chica, yendo del lado contrario a Strickland.
- Suerte, vaquero - le dice Mileva, a la vez que lo ve confundiéndose entre los demás adolescentes de la escuela.
La chica rió y se dirigió a su clase al encontrarse con sus amigas en el pasillo. Jamás había visto a ese chico en la escuela, pero estaba segura de que no lo olvidaría.
El día escolar había acabado : el timbre de salida sonó, y todos los estudiantes salieron alborotadamente. Marty salió de la edificación acompañado de sus amigos, Mark y Derek. Los conocía desde hace años y siempre estaban juntos. Los tres reían de algo que había contado uno de ellos. Marty dejó de prestarles atención cuando a su lado vio una melena negra caminando, con una mochila colgando en su hombro, charlando con dos chicas.
- ¡Mileva! - Marty gritó. La chica se dio vuelta para ver de donde venía ese grito, y sus ojos se encontraron con los de Marty. Este alzó una mano en forma de saludo, y ella lo imitó a lo lejos, para luego irse con sus amigas.
- ¿Conoces a la cerebrito? - le pregunta Mark a Marty.
- ¿"La cerebrito"? - repite Marty.
- Asi le decimos - explica Derek.
- La conocí hoy - les comenta Marty -. Es agradable.
- Dicen que se acostó con Needles - les dice Mark, en tono secreto.
- ¿Que? - dice Marty, sin creérselo.
- Si, dicen que lo que tiene de santa lo tiene de zorra - dice Derek, comenzando a reír con Mark.
Los dos ríen, excepto Marty. Marty estaba que no podía imaginarlo. Needles era su nemesis natural, era el bravucón de la escuela. Nunca se llevó bien con el. Entonces, ¿Mileva había estado con el? Negó con la cabeza para alejar esos pensamientos y siguió a sus amigos.
En su camino a casa, mientras escuchaba a Simple Minds, pensó en el día de hoy en la escuela. En qué conoció a una persona nueva. Y lo que no sabía el adolescente es que ellos dos seguirían encontrándose a pesar de que no quisieran.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top