At the next day... 🙂
(Al día siguiente...)
(6:30 a.m. Templo de Escorpio)
Camus se levantó temprano, como de costumbre. Él fue, es y siempre será el maniático de la puntualidad (rueda los ojos). Preparó el desayuno para dos, ya que el bicho seguía frito. Y al terminar, fue a despertarlo cariñosamente.
Camus:- Arriba, bicho que se nos hace tarde. -
[Se detiene todo el cuadro poniéndose en blanco y negro excepto Camus.]
Autora:- Menos mal que dije "cariñosamente", ¿no? - Algo indignada.
Camus:- No es mi culpa que te adelantes a mis acciones. - Sin mucho interés.
Autora:- Bue... pobrecito Milongas... - Lo mira unos segundos. - Te deseo lo mejor, bichín. -
[Todo retoma color y sigue la historia.]
Camus:- Vamos, no seas holgazán, despierta. - Apenas lo movió un poco y el peli morado abrió los ojos de golpe levantándose como un rayo y yendo al baño tan rápido como sus pies le permitieron. - ¿Qué dem...? - Y ahí lo escuchó. - ¿Milo? - Salió corriendo tras él sólo para encontrarse con el escorpión recargando su cabeza sobre su antebrazo apoyado en la tabla del WC. - ¿Qué te ocurre, mi amor? - Su tono cambió a uno de total preocupación.
Se agachó hasta estar a su altura y apoyó suavemente su mano en la espalda de éste. Pero no pudo ni responder que ya, nuevamente, se devolvió la existencia en el WC.
Milo:- Creo que algo me cayó mal anoche... - Respiraba entrecortado y con dificultad. - Todo me da vueltas... Cam... amor... - Casi no podía hablar.
Camus:- Iré a prepararte un té, no podrás comer lo que preparé para desayunar. - Había hecho huevos con tocino y eso le haría peor.
Milo:- Está bien. Por favor... llévalo a la cama. - Estaba más pálido que un papel. - No me siento bien... lo siento... -
Camus:- No digas tonterías. - Lo levantó de su lugar como si fuera una pluma y lo llevó estilo nupcial a su cama dejando una cubeta a un costado de ésta por si las dudas. - Yo me encargaré de ti. - Le dio un beso en la frente y salió de la habitación.
Durante el entrenamiento a todos les resultó rarísimo no ver al caballero de Acuario.
Afrodita:- Es imposible que se haya dormido. - Hablaba con Shaka mientras intercambiaban golpes y defensa teniendo cuidado de no golpearse en el rostro.
Shaka:- Algo debió haber pasado. Milo tampoco está. ¡Abajo! - Dita obedeció y él le lanzó una patada voladora giratoria.
Afrodita:- Vaya, eres bueno... - Se asombró por la destreza del menor.
Shaka:- Te toca. -
Dohko:- Si siguen así, cualquiera les partirá su madre. - Les reprendió y se detuvieron rompiendo sus poses de defensa y batalla. - Ningún enemigo les preguntará "¿A dónde quieres que te golpee?" o "¿Qué tan fuerte quieres que te golpee?" - Tenía razón, peeero...
Afrodita:- No niego sus palabras, maestro, pero ¿usted cree que alguien podría siquiera acercarse lo suficiente como para darnos siquiera una bofetada? - Cuestionó. - Mi combate es a distancia. - Hizo caer una fila de rosas rojas sin veneno frente al mayor.
Shaka:- Y yo tengo mi barrera. - En menos de un segundo, se colocó en posición de loto e hizo una pequeña demostración. - ¡Khan! - La barrera se formó a su alrededor, pero no duró mucho y volvió a ponerse de pie.
Afrodita:- Sólo hacemos esto para no quedarnos ahí sentados. - Señaló las gradas. - Aparte y en todo caso, yo debería estar practicando "tiro al blanco". - Dejaron sin argumentos al libriano.
Dohko:- Está bien. Continúen. - Se retiró para ver al que sí estaba aburrido. - ¿Y tú qué? - Cruzó sus brazos mirándolo desaprobatoriamente.
Saga:- Yo nada. Nadie quiere entrenar conmigo por obvias razones. - Rodó los ojos y el viejo maestro lo miró peor. - ¡¿Qué?! No me mire así, cuando Kanon no está lo único que puedo hacer es quedarme aquí y ver el espectáculo. -
Dohko:- Hmph. Ve a buscar a tu amigo y a su novio. - Se volteó hacia los demás y lo dejó solo.
Todos los demás siguieron con lo suyo y él fue a ver qué era de Camus y del amigo de su hermano. Cuando llegó a Escorpio, tocó la puerta y esperó a que lo autoricen a entrar, pero por lo visto, nadie saldría. Entró con sigilo y al llegar a la puerta de la habitación del guardián del octavo Templo, se paró a un costado y se anunció.
Saga:- ¿Camus? ¿Milo? ¿Puedo pasar? -
Camus:- Adelante, Saga. - Esperó a que pase. - ¿Qué ocurre? -
Saga:- Creo que esa pregunta me corresponde hacértela yo a ti. - Analizó un poco la situación, Camus sostenía la mano de Milo mientras éste parecía estar sufriendo. - ¿Qué le ocurrió? - Preguntó seriamente.
Camus:- Algo le cayó mal anoche y se siente mal. - Respondió mirando al convaleciente escorpión. - Me preocupa que pueda empeorar. - El geminiano se acercó a la cama y palpó al escorpiano.
Saga:- Necesita un purgante, si algo le hizo mal... - El francés sintió fría la mano de su novio y se levantó de su lugar.
Camus:- Está frío. - Se asustó.
Saga:- Al contrario. Toca su cuello. - Le ordenó y así lo hizo.
Camus:- ¡Está ardiendo! - Eso era peor.
Saga:- Pon tu mano sobre su frente, a unos pocos centímetros y dale frío. - Inmediatamente y sin dudarlo, obedeció. - Yo iré a hacer ese té. Enseguida regreso. - Fue hacia la cocina y, sabiendo que había que actuar rápido, encendió el fuego colocando el agua en una tetera sobre éste, elevó su cosmos y abrió un pequeño portal hacia su cocina. - Otra Dimensión. - Tomó las hierbas y cerró el portal. Esto tarda milenios... - Se quejó de la lentitud del fuego torciendo la boca. - A ver, ¿qué tal esto...? - Elevó medidamente su cosmos, juntó sus manos creando una pequeña esfera del tamaño de una canica manteniéndola con una mano, con la otra elevó la tetera hasta estar sobre la pequeña esfera de luz cegadora e hizo su invocación como un susurro. - Explosión de Galaxias... - Provocó el suficiente calor como para acelerar el proceso de calentado sin destruir el Templo de Escorpio. - Ya quedó. - Sonrió satisfecho y detuvo su micro ataque para colocar las hierbas.
Camus:- ¿Qué demonios crees que estás haciendo? - Quiso ayudar y cuando llegó a la cocina, se encontró con el griego utilizando su más poderosa técnica.
Saga:- ¿Eh? - Estaba tan concentrado en controlar su poder que ni se dio por enterado de la presencia del acuariano. - Sólo le pongo las hierbas al agua. - Dijo inocentemente.
Camus:- ¡No me tomes por idiota! ¡Me refiero a esa Explosión de Galaxias! - Dijo molesto.
Saga:- Hmph. - Lo miró desinteresadamente. - Eso fue un ataque controlado como jamás lo hago ya que siempre demuestro mi máximo potencial. - Revolvía el contenido de la tetera. - Y todo sea por el bien de Milo. - Se defendió controlando que el té se pusiera lo más fuerte posible.
Camus:- ¿Qué es eso? - Señaló el líquido negro mirándolo con desconfianza.
Saga:- Es un tecito purgante hecho con mucho cuidado, amor y cariño. - Dijo con un tono muy Afrodita haciéndose el gracioso y lo sirvió en una taza. - Prepárate. Lo que se viene no será nada bonito. - Acuario lo miró con terror.
Camus:- ¿A qué te refieres? - Como jamás en la vida, se oía aterrado.
Saga:- A que es muy potente y lo hará vomitar aún más, pero en una hora se sentirá mucho mejor. - El décimo primer guardián no estaba del todo seguro. - Oye, sé que lo amas y te preocupas por él. Por eso y porque eres mi mejor amigo hice esto para que deje de sufrir así. - Señaló en dirección a la habitación con su dedo pulgar. - Es por su bienestar. - Trató de tranquilizarlo. - Pero hay que estar preparados. - El peli agua asintió y salió de la cocina en dirección a la habitación del pobre bicho.
Una vez allí, ambos miraron al griego menor. Respiraba un poco agitado por la fiebre. El francés se acercó a él y lo miró con los ojos cristalizados.
Camus:- Ya te pondrás bien, mi amor. - Ya comenzaba a costarle mantener la compostura.
Saga:- Siéntalo con los pies fuera de la cama. - Ordenó y con muchísimo cuidado, amor y cariño lo sentó. - Milo. - Llamó con voz firme. - Bebe esto. - Le ordenó haciéndose a un lado y Escorpio apenas logró asentir tomando con mucha dificultad la taza por lo que Acuario lo ayudó para llevársela a la boca. - Prepárate. - Le habló vía cosmos mirándolo fijamente y luego relojeó la cubeta que la hielera había dejado a un lado de la cama.
Camus:- Sólo espero que esto funcione. - Géminis miraba atentamente cada movimiento del bicho hasta que tomó tres tragos del té.
Realmente le sabía asqueroso... pero al tercer trago abrió grandes los ojos y salió nuevamente corriendo al baño.
Bingo...
Logró su cometido. Volvió a devolverse la existencia, pero esta vez, cuando terminó se semi descompensó por el abombamiento que tenía en la cabeza de tanto vomitar.
Saga:- Ya está. Todo terminó. - Fue lo único que dijo y le hizo una seña con la cabeza al pobre cubito que no podía reaccionar. - Haz que se lave el rostro con agua fría, que se lave el hocico y dale agua fresca para beber. - Así lo hizo al pie de la letra y no pasaron quince minutos que el joven peli morado ya estaba mejor.
Milo:- Maldito bipolar, ¡CASI ME MATAS! - Le gritó con su ya conocida explosividad.
Saga:- Pero ya no te estás muriendo, bicho desesperante. - Dijo con una sonrisa de satisfacción.
Milo:- Bueno... En eso tienes razón. - Le bajó a su espuma.
Saga:- La hielera estaba muy preocupada por ti, ve y reconfórtalo. Yo debo irme, mi trabajo aquí está hecho. - Él se fue y escorpio volteó hacia el peli agua
Fue a abrazarlo y, como pocas veces se le vio, Camus lloró abrazándolo como si se le fuera a desvanecer entre sus brazos. Milo lo consoló y luego desayunaron más tranquilamente.
Al fin todo regresó a ser paz y armonía. Pero el acuariano sabía que tenía una cita por la tarde. Debía averiguar qué había ocurrido con Minos y si eso afectaba en algo a Kanon.
To be continue...
Y hasta aquí el capítulo de la primera parte 😁 se dividirá en dos o tres así no es taaan largo porque realmente con la/s otra/s parte/s está bieeeeeeeeeeen larguito...
Bueno, voten, comenten y compartan 😊 Me gusta leer sus comentarios (lástima que no hay "botón" para darles like... 😅) y responderlos.
Nos 'tamos leyendo 😉
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