Ahora entiendo por qué lo decía...

Previamente

(12:30pm)

¿...?:- Radamanthys... - Su voz resonó en el pasillo vacío, sólo estaban ellos dos ya que se les había advertido a los demás espectros que no se metieran en ese lugar. - Tenemos que hablar. - Se le heló la sangre al rubio al oír esa voz. - Entra. - Le ordenó para que ingresara en su habitación y éste entró obedientemente.

La puerta se cerró y el danés quedó en silencio. Ella se sentó en la cama de piernas y brazos cruzados y quedó mirándolo unos segundos analizando su vestimenta, eso sí no lo pasó por alto.

¿...?:- ¿Por qué traes tu Sapuri? - El danés palideció, pero trató de mirarla con una expresión totalmente tranquila.
Radamanthys:- Por nada en especial, iba a hacer mis labores y pasé por la habitación de Minos para despertarlos. - Señaló hacia atrás con su dedo pulgar en dirección a la habitación del noruego. - Es que anoche los tres estuvimos hasta muy tarde. - Esperaba que eso le convenza.
¿...?:- ¿Pensaste un poco en lo que pasó? - Él sólo asintió agachando su cabeza realmente arrepentido.
Radamanthys:- Sí, Kanon. - Ella lo miró asesinamente.
Kanon:- Sé lo que ocurrió entre ustedes anoche. - Al menor se le detuvo el corazón.
Radamanthys:- Yo realmente lo siento, Kanon... - Ella lo miró peor.
Kanon:- ¿Cómo pudiste? - Achicó los ojos mirándolo casi con odio.
Radamanthys:- Bueno, yo... estaba muy deprimido y entonces les dije a los muchachos si no querían ir a beber algo y... -
Kanon:- Me ofende... - Se puso de pie y caminó hacia él.
Radamanthys:- Perdón, lo siento, yo... no... - Comenzaba a quedarse sin palabras.
Kanon:- ¿Cómo pudiste ir a tomar sin mí? - Le dijo en la cara y luego volteó dándole la espalda y cruzándose de brazos molesta.

El rubio soltó una masiva cantidad de aire relajándose. Fue hacia ella y la abrazó por detrás apoyando la cabeza en su hombro izquierdo. Comenzó a hablar lenta y suavemente

Radamanthys:- ¿Acaso no recuerdas que no puedes tomar porque estás esperando a las pequeñas? - Acarició su pancita y ella puso sus manos sobre las de él. - Cuando dejen de lactar, si quieres vamos y bebemos hasta la inconsciencia... - Ella sonrió. - ... pero ahora no es el momento. - Besó su mejilla y ella volteó para tomarlo por el rostro con ambas manos.
Kanon:- Eres un idiota, ¿sabes? - Lo miró seria y fijamente y él agachó su mirada. - Pero te amo. - Relajó su expresión y lo acercó para besarlo. -Pandora me dijo todo lo que pasó y lo mal que la pasó el pobre Minos aguantando tu "pedo melancólico". - Rodó los ojos.
Radamanthys:- ¿Le dijo todo? - Pensó fugazmente. - ¿Sólo eso? - Preguntó mirando hacia otro lado un poco ruborizado tratando de fingir vergüenza.
Kanon:- No, eso no es todo. - El juez quedó paralizado. - También dijo que el pastor inglés tuvo que traerte hasta aquí al hombro. - Su rostro se puso más rojo que la Aguja Escarlata de Milo.
Radamanthys:- No digas más... - Dijo casi como una súplica y ella rio.
Kanon:- ¡Jajajajaja! - Lo miraba con una pizca de travesura en su expresión, ahí estaba el Kanon que todos conocían.
Radamanthys:- Bueno, ya... ¿y qué te hizo cambiar de opinión? ¿Por qué volviste? - La miró curioso.
Kanon:- Mi hermano... - El menor no podía creerlo. - Él me dijo que... - Hizo una pequeña pausa. - ... que cualquiera puede tener sus ataques de celos y que es lo más normal del mundo. - Recordó ese momento y apartó su vista de él sonriendo levemente.
Radamanthys:- Bueno... aquí Pandora y los chicos me dejaron con la cabeza bajo la alfombra... - Ella volteó sorprendida a verlo.
Kanon:- ¿En serio? - Lo tomó por el cuello de su Sapuri.
Radamanthys:- Sí, literalmente... - Revolvió los cabellos de su nuca mirando hacia otro lado apenado.
Kanon:- Así que... ¿aprendiste, mi amor...? - Dijo amorosamente mirándolo seria y fijamente.
Radamanthys:- Sí, señor. - Dijo bajito sin mirarla.
Kanon:- He dicho... ¡¿APRENDISTE?! - La oyó todo el castillo.
Radamanthys:- ¡Señor! ¡Sí, Señor! - Se puso firme mirando al frente como un soldado. - Ahora entiendo por qué lo decía... - Pensó fugazmente recordando la vez que Aiacos dijo que Kanon daba miedo.
Kanon:- Bien, así me gusta más. - Sonrió con malicia poniendo ambas manos en su cintura. - Bueno... ¿vamos a comer algo? Es que tengo hambre... - Sonrió ampliamente y él se relajó.
Radamanthys:- Por supuesto, vamos. - Le sonrió y se encaminó a la salida. - Menos mal que no hablé de más... - Pero ella lo detuvo antes de poder tomar la perilla de la puerta.
Kanon:- Espera, Rada, no puedes ir con tu "uniforme de trabajo"... - Hizo la seña de las comillas rodando los ojos. - ... al comedor para comer algo. - El juez se miró a sí mismo y le dio la razón.
Radamanthys:- Está bien... - Se despojó de su Sapuri y fue hacia ella.
Kanon:- ¿Siquiera te cambiaste la ropa de cama? - Se lo quedó mirando raro. - Rada, cariño, ¿te sientes bien? - Había olvidado ese pequeñísimo detalle...
Radamanthys:- Es que yo... quería estar cómodo y bueno... - Antes de g4g4rla, prefirió no hablar.
Kanon:- Si serás... (Face palm) - Suspiró resignada. - Está bien, no pasa nada, cálmate que eso no le hace bien a las niñas. - Se decía a sí misma y quitó su mano de su rostro y lo vio aún quieto y expectante. - ¿Aún sigues ahí? ¡Ya vístete de una buena vez! ¡¿qué no ves que tengo hambre?! - Elevó su voz y el danés fue a vestirse tan rápido como pudo.

En la habitación del noruego, el nepalí recién despertaba con un bellísimo dolor de cabeza.

Aiacos:- Maldición... ¿Alguien anotó la matrícula del trailer que me atropelló? - Se tomaba la cabeza cerrando con fuerza sus ojos.
Minos:- Buenos días, dormilón... - Se puso de costado para poder mirarlo.
Aiacos:- ¿Qué ocurrió anoche? - Había que inventar una historia que suene bonita o decir la verdad a medias...
Minos:- Mejor la verdad a medias... - Pensó para sí. - Anoche estuvimos hasta muy tarde y tuve que cargarlos a ambos hasta aquí. - Hizo una pequeña pausa, debía pensar en un porqué para sus dolores y músculos (momentáneamente) débiles. - Ahora me duele todo y me siento exhausto... - Suspiró cansado y volvió a cerrar sus ojos. - Ve a desayunar con los chicos y dile a la Señorita Pandora que venga, por favor. - El azabache lo miró un poco preocupado, pero asintió y fue en busca de Pandora.

Pero al salir de la habitación... había una señorita que no esperaba ver y pegó un grito marica.

Aiacos:- ¡¡AAAAAAAAAH!! - Radamanthys rio divertido mientras Kanon lo miraba sin entender.
Aiacos:- ¡¿QUÉ ES LO GRACIOSO, IMBÉCIL?! - Le gritó enfurecido por la reacción del rubio, pero éste no cesaba. - Ayyy... - Suspiró resignado. - Y bueno... Buenos días Kanon, ¿cómo estás? - Fue un poco más civilizado y habló con toda la serenidad del mundo.
Kanon:- Estoy muy bien, gracias. - Le respondió sonriente. - Sólo tengo un poco de hambre. - Dijo muy amablemente.
Aiacos:- Entonces vamos. - Le hizo una pequeña reverencia indicándole el camino a seguir.
Kanon:- Jajaja... qué amable. - Sonrió divertida y comenzó su paso.
Radamanthys:- ¿Sabes algo del estado de Minos? - Preguntó mirando con total cara de poker a la geminiana que iba delante de ellos.
Aiacos:- Sólo sé que está muy cansado y adolorido, nosotros dos juntos... - Se refirió a Wyvern y a sí mismo. - ... no somos muy livianitos que digamos... - Respondió de la misma manera mirando a la alegre señorita que iba delante de ellos.
Radamanthys:- Me siento mal por él. - Fue lo último que dijo.

Pandora apareció en el pasillo de las habitaciones y se cruzó con ellos.

Aiacos:- Señorita Pandora... - La reverenció siguiéndole el danés con la misma acción. - Minos solicitó su presencia. Le ruego vaya junto a él, por favor. - Dijo seria y respetuosamente.
Pandora:- Aiacos de Garuda. - Lo analizó escasas milésimas de segundo. - Gracias por transmitirme el mensaje, iré inmediatamente. - Los jueces la reverenciaron y ella siguió camino hacia la habitación de Griffo.

Al llegar, el noruego trató de erguirse para reverenciarla, pero ésta fue hacia él y no se lo permitió. Hizo que vuelva a recostarse boca arriba apoyando su delicada mano sobre la frente de éste.

Minos:- Señorita Pandora... discúpeme por molestarla. - Dijo apenado.
Pandora:- Nada de eso, ¿cómo estás? - Su preocupación sorprendió al peli plata.
Minos:- Aún no puedo pararme por el dolor. - Se ruborizó apenado.
Pandora:- Haré algo que jamás he hecho con nadie más que con Ikki y no quiero que se lo digas a nadie, ¿entendido? - El noruego la miró sorprendido y asintió en silencio. - ¿Puedes darte la vuelta hasta quedar boca abajo? -
Minos:- Creo que sí, debo intentarlo. - Se ayudó con sus brazos y logró darse vuelta. - ¿Así está bien? - Ella asintió.
Pandora:- Ahora, no te muevas, ni digas nada. - Él sólo se quedó expectante, no entendía la actitud de la Señorita hasta que sintió sus suaves manos sobre su zona pélvica.

Abrió grandes los ojos y contuvo un grito de dolor. Respiraba profundo para mantenerse relajado y que los masajes que le brindaba la azabache funcionen correctamente. A pesar de su aspecto delicado, las manos de Pandora tenían una fuerza impresionante.

Quince minutos después, el juez se sentía muchísimo mejor y los dolores no eran más que una leve molestia. Ella le había hecho tronar toda la espalda y sus masajes calmaron los dolores en la cadera del noruego.

Minos:- Estoy en el cielo... - Pensó fugazmente y sonrió para sus adentros. - Ok, no.  En el Inframundo... - Ella pasó su mano por toda la extensión de la espalda y por fin habló.
Pandora:- ¿Te sientes mejor? - Él se sentó en el borde de su cama y se cubrió un poco.
Minos:- Me siento mucho mejor, muchas gracias. - Le sonrió inconscientemente ya que el dolor era infernal. - Discúlpeme, por favor. No quise molestar... - Ella lo calló poniendo el dedo índice en los labios del juez cosa que lo sorprendió aún más.
Pandora:- Es lo menos que puedo hacer luego de lo de anoche. - Cerró sus ojos bajando la cabeza con algo de tristeza.

El juez se sintió apenado por eso y culpable en parte por los sentimientos de la superiora.

Minos:- Discúlpeme por mi atrevimiento. - Levantó su rostro tomándola con suavidad por el mentón. - Eso no fue tu culpa, no tienes por qué sentirte mal. - Ella sonrió levemente y asintió. - Debemos ir con los demás o se verá raro. - La azabache se relajó volviendo a ser tan inexpresiva como siempre.
Pandora:- Sí. Toma éstas. - Le dio unas pastillas que él dedujo que serían analgésicos. - Vístete y ve al comedor. - Él se puso de pie aún cubriéndose.
Minos:- Sí, Señorita Pandora. - Dijo con seriedad y respeto dando a entender que todo volvió a ser como siempre.

Ella se retiró en silencio y con todo su porte como si jamás hubiese pasado nada. Él se vistió, tomó esas pastillas y fue con los demás alegrando a dos y sorprendiendo al otro.

Kanon:- Buenos días, Minos, ¿cómo estás? - El aludido no sabía bien qué responder, pero algo cruzó por su mente justo a tiempo.
Minos:- Sigo un poco adolorido... - Mentira, ya casi no sentía nada, pero se tomó por la cintura tocando su espalda y simulando algo de dolor. - ... pero puedo soportarlo. Pandora me dio unas pastillas para el dolor. -
Aiacos:- ¡Qué bien! - Lo abrazó con medida fuerza y le dio un gran beso. - Ven, siéntate con nosotros. - Señaló hacia la mesa con su mano derecha sin dejar de mirarlo.

Wyvern se sentía algo incómodo, al estar frente a Grifo. Prefería no dirigirle la mirada de ser posible. La peli agua no pasó eso por alto, sentía la tensión en su pareja. Pero luego preguntaría por eso. Ese era el sagrado momento del desayuno.

Minos:- Bien, empecemos. - Él se sirvió su desayuno y comenzó a comer muy tranquilo.

Cuando tanto Géminis como Garuda estuvieron muy ocupados, le lanzó una mirada cómplice al rubio siendo comprendido inmediatamente por éste.

Aiacos:- Y bien... ¿cómo te sientes, Kan? ¿Estás lista para esta noche? - Preguntó divertido.
Radamanthys:- ¡Cierto que es mañana! - Recordó. - ¡Minos, Aiacos! Reunión inmediatamente en la biblioteca luego de dejarla en la habitación. - Les comunicó vía cosmos y ambos asintieron. - No digas tonterías, Aiacos. No es hoy, es mañana. - Lo corrigió. - Kanon, amor... - Llamó su atención. - He descuidado un poco mis quehaceres así que luego del desayuno, por favor, sé bueno y quédate en la habitación. - Pidió muy amablemente y con voz tranquila. - Llama a Milo si quieres, así no te aburres. ¿Qué te parece? - Esperó la respuesta de ella.
Kanon:- Está bien. - Sonrió divertida y le dio un beso en la mejilla. - Rada, recuerda que tengo que tratar un tema importante contigo. - Él sólo asintió y Minos miró hacia otro lado.

La geminiana terminó su desayuno y fue a la habitación con mucha calma y tranquilidad.

Radamanthys:- ¿Listos? - Terminaron de esperar a que ella salga del salón comedor y se relajaron cada uno en su silla.
Minos:- Creí que nunca se iría... - Se incorporó en la silla. - Bien, Rada, ya está todo listo, ¿tienes alguna otra petición? - Dijo con toda la serenidad y calma del mundo como si jamás hubiese pasado nada.
Radamanthys:- Creo que no... - No se le ocurría ningún detalle que falte.
Aiacos:- ¡Yo! - Levantó su mano como niño de primaria y los otros dos lo quedaron mirando. - Aún no les hemos dicho a Camus y Milo, deberíamos hacerlo si es que queremos que se entere el Santuario. -
Minos:- Excelente punto. - Los tres asintieron.
Radamanthys:- Bueno, eso se los dejo a ustedes, muchachos, ¿está bien? - Los otros dos asintieron sonriendo confiados. - Genial, hora de ir a hacer mis deberes... - Y así salió él también del gran salón comedor. - Me pregunto... ¿de qué querrá hablar Kanon...? - Y con esa duda fue a hacer sus deberes.

En la habitación, ella estaba dudosa. No sabía cómo proponerle al juez el asunto de irse a Rodorio. Caminaba de un lado al otro pensando en si sería mejor en unos meses o ahorita, ya. Ya le dolía la cabeza de pensar, así que tomó su teléfono y comenzó a escribirle a Milo. Pero antes de enviar el mensaje, se arrepintió y lo borró. Le preguntaría el porqué de volver a Rodorio...

Kanon:- Espero que esto funcione... - Pensó para sí y primero salió al pasillo para sentir todas las energías cercanas... - ¡Genial! - No había nadie. - Inframundo a Santuario, Inframundo a Santuario... ¿me copias? - Se comunicó vía cosmos.
¿...?:- Aquí Santuario, te copio fuerte y claro. - Le siguió el juego.
Ambos:- ¡Jajajajaja! - Rieron y ella empezó con sus preguntas...


Que se verán en el siguiente capítulo porque ya quiero ir a dormir y soñar con el capítulo final (que, dicho sea de paso... está en edición al igual que tres capítulos más).

¿Cómo creen que Kanon deba pedirle a Rada salir del Inframundo?

¿Creen que sea buena idea salir de ahí?

¿Cómo reaccionará el cejón si ve a su cuñado acercarse a su casa?

Si logra convencer al danés de salir de ahí, ¿cómo reaccionarán todos los habitantes del Santuario?

¿Se armará otra guerra santa? 7-7 (Mira a Hades acusatoriamente)

Hades:- Y a mí, ¿qué me ves? ¿Acaso te gusto? - Dice inexpresivo y con cara de nada (como siempre).

¡Uy! Sí, ¿cómo no? (Lo mira igual)

Bueno, eso es todo por hoy.

Espero que te haya gustado este capítulo y, si fue así, déjate un Like aquí abajo y que yo lo vea 😄

(Quack...)

Ok, no. Dejen su voto y comentarios, me pone muy contenta leerlos y responderles.

Nos vemos en el próximo capítulo 😘

Bye! 😉

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