Naruto abrió sus azules de golpe, giró su mirada con desesperación, observó a Itachi a su lado en su cama ahora en el departamento, sonrió más tranquilo al verlo así de relajado, a su lado. El Uchiha abrió sus onix lentamente observando dos enormes gemas verlo con cuidado, se sonrojó bastante al igual que el menor, mordió su mejilla con duda -¿te arrepientes?- Naruto negó sonriendo, besó sus labios en un piquito sorprendiendo al mayor- no, me encantó, de hecho, quiero un poco más -Itachi sonrió suavemente, lo besó suavemente disfrutando sus labios.

-¿Te fugarás conmigo?- Itachi lo vio a los ojos mientras su mano acariciaba su cintura -no puedo, no quiero mentir, sabes que moriré pronto -Naruto subió sobre su cuerpo besando su pecho desnudo suavemente en piquitos- entonces muere en mis brazos -susurró en su piel- en paz, lejos de toda esta mierda -Itachi cerró sus onix disfrutando sus besos y sus palabras- no quiero lastimarte, soy consciente que existe una atracción innegable entre ambos, si dejamos que esto avance, saldrás lastimado-

Naruto besó su abdomen, su lengua recorrió el musculoso cuerpo lentamente hasta llegar a su tetilla, la chupó con deseo, subió hasta su cuello acostándose sobre su cuerpo, movió su miembro contra el del mayor, susurró en su piel -olvídate de eso, si salgo o no lastimado de esto, ese es mi problema y mi decisión, lo único que quiero es que vivas en paz por una vez en tu vida- Itachi lo observó, vio sus labios con cuidado ¿podría morir en paz? observó sus enormes azules verlo con deseo, tragó pesado sintiendo su piel erizarse, quería vivir un poco una vida, sus onix se aguaron tomando una decisión, lo besó con desesperación jalando de su cuerpo sobre el suyo, entró en él una vez más disfrutando su calor y su energía, sonrieron con diversión entregándose una vez más a su deseo.

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Naruto veía a su abuela con seriedad, había sido llamado a la torre, giró su mirada viendo a Kakashi y Fukasaku- ¿es una maldita broma?- Sakura apretó el ceño -no le hables así a lady Tsunade, ella también sufre- el rubio giró su mirada gris- tú cállate -abrieron sus ojos bastante al escucharlo- esto es una maldita mierda, dejaron morir a mi Ero-sennin- dio un paso atrás cabreado- Naruto por favor, trata de calmarte, sé que Jiraiya-sama…- Naruto negó cabreado a Kakashi- no, usted no sabe nada, ese viejo lo era todo, era mi abuelo, era mi única familia -sus ojos mostraban una rendija negra, pero estaban aguados de dolor a la vez. Tsunade se sentía mal, no sabía cómo lidiar con esto, sufría por Jiraiya, bajó su mirada.

Fukasaku apretó el ceño -Naruto-chan, Jiraiya-chan dejó un mensaje, el sujeto que lo asesinó es uno de los líderes de Akatsuki, te llevaré conmigo al monte Myoboku, te entrenaré -Naruto sonrió con sarcasmo cabreado- ¿ahora sí lo hará? recuerdo que hace poco era una maldita amenaza- abrieron sus ojos bastante, vieron a ambos con cuidado, lo vieron dar un paso atrás -váyanse todos a la mierda -salió corriendo cabreado del lugar.

Kakashi corrió tras él cuando lo vio abrazarse a un sujeto castaño con fuerza fuera de la torre, lo vio llorar en sus brazos, no lo ubicaba ¿quién era? en un shunshin de hojas ambos se perdieron, afiló su mirada con duda, giró su mirada a Gamakichi- ¿quién era el sujeto con Naruto?- el sapo negó -no lo había visto antes Kakashi, pero se veían -levantó su meñique insinuando una relación, el Hatake abrió sus azules con sorpresa, asintió entendiendo.

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Uno de los clones explotó, Naruto mordió su mejilla, limpió sus lágrimas -es verdad, es el tal Pain, al parecer son seis sujetos pelinaranjas con barras en sus cuerpos, cada uno con un poder distinto, compartían voz y su visión según el informe -Itachi analizaba, había tomado su decisión, se había quedado a lado de Naruto, no regresaría a Akatsuki, suponía que Kisame pensaría que fue a entregarse a Sasuke- ¿qué poderes manejan?- Naruto suspiró hondo- uno de los cuerpos la gravedad, lo atraía y alejaba a su antojo, otro intentó sacar su alma- Itachi abrió sus onix bastante -otro invocaba bestias, bastante peligrosas, un cerbero que reproduce sus cabezas al corte, una lagartija que se camuflajea, un ave, otro cuerpo cambia su forma convirtiéndose en armas, dispara cañones de chakra, otro absorbía chakra en sus ataques y un último que revivía los cuerpos, adicional la chica, una tal Konan, bastante hábil con el origami y los papeles bomba- Itachi asintió -en todos estos años ese sujeto nunca me permitió ver su poder, supongo dudaba de mí -Naruto asintió -supongo -suspiró con fastidio.

-Ero-sennin dejó un mensaje -lo escribió tal cual en una hoja- está encriptado -Naruto asintió -pero no tiene ciencia, un pervertido siempre será un pervertido hasta el último momento -Itachi sonrió ligero viéndolo sacar un manuscrito, levantó una ceja con sorpresa, era el libro del sannin. Naruto buscó las hojas con cuidado y los párrafos sacando las palabras clave, formó una oración -el verdadero no está entre ellos- Itachi leía con duda, suspiró relajado- gracias a Kami simplemente fue directo “el verdadero no está entre ellos”, quiere decir, el verdadero Pain no está entre esos cuerpos, deben ser marionetas, todo tiene sentido, la vista compartida, la voz, el que todos se parezcan y tengan las barras en sus cuerpos -Naruto analizó -tal vez las barras son algún tipo de receptor de chakra para poder controlarlos. Fukasaku no mencionó nada de hilos de chakra- Itachi levantó una ceja con sorpresa, sonrió- estoy de acuerdo-

Naruto sacó los papeles de la cama, observó a Itachi con cuidado, se recostó sobre su pecho, lo abrazó con fuerza desconcertándolo un poco- sólo déjame un poco, no me siento bien para pensar más -el Uchiha sonrió, se acostó en la cama subiendo al rubio sobre su cuerpo, lo abrazó suavemente, acarició su espalda con cuidado dejando toda esa mierda de pensar de lado- lo lamento, debí investigar mejor a este sujeto -Naruto negó -no digas tonterías, haz dado bastante de ti, yo no te culpo- Itachi sonrió ligero, besó su frente suavemente, ambos simplemente se abrazaron disfrutando del calor del otro, reconfortándose tratando de sanar su dolor, las lágrimas del rubio caían lentamente liberando algo de su tristeza.