Capítulo 6: Aogiri, gobierno, entrenamiento
2 días después.
En el distrito 21 de Tokyo, se podía escuchar en uno de los callejones como un par de personas gritaban de dolor, mientras la sangre salía de manera abundante y chocaba con el suelo y las paredes. Un hombre fornido de cabellos rubios pálidos y de traje elegante estaba matando a dos personas que pasaban por el lugar, llevándose a la boca pedazos grandes de carne, masticándolos como si fuera un pedazo de pollo cocido. Una de las víctimas desafortunadas estaba muerta del dolor y del miedo, al igual que había muerto desangrado, no tenía sus brazos, y su abdomen fue perforado hasta el punto de casi partirlo a la mitad, en el suelo en un gran charco de sangre. La otra persona estaba en la esquina del callejón, moviéndose con mucha dificultad debido a la gran herida que tenía en su pierna derecha y en su costado derecho, había intentado escapar pero era imposible, podía ver como aquel sujeto comenzaba a acercarse lentamente hacia él.
—N-No, aléjate, ¡a-aléjate!— suplicaba el chico muy aterrado, observando como ese hombre mas alto y mas fuerte que el se quitaba una mascara de hocky, dejando ver una gran sonrisa sádica en su rostro.
—Los humanos son muy miedosos...— hablaba ese hombre tornándose su dedo índice con su pulgar de la mano derecha, antes de dejar ver un par de colas espinosas de color púrpura por su espalda, moviéndose de manera lenta hacia su víctima —es divertido verlos llorar de miedo... ¡muéstrame más esa expresión!— las colas espinosas se movieron rápidamente hacia el hombre herido, quien cerró los ojos de inmediato para esperar el impacto, pero nunca llegó, solo se escucho un sonido metálico.
—Vaya, casi llego tarde— la víctima abrió los ojos luego de ver como una persona de sacó beige, una bufanda de color verde oliva y un casco en forma de calabaza con ojos y una sonrisa, con una cola de color rosado brillante saliendo de su espalda baja, le estaba protegiendo de aquel hombre.
—T-Tu eres...— el hombre herido abrió los ojos sorprendido al ver de quien se trataba —¡¿Lantern?!
—Tu... ¿cómo te atreves a interferir en mi caza?— preguntó el hombre de la máscara de hocky con un tono neutral, alejando de inmediato sus tentáculos espinosos del individuo, quien se arrodilló frente al herido.
—Me aseguraba de ayudar a la policía del distrito 22 de ustedes bastardos— Lantern miró de reojo al tipo más alto que él, su cola se puso en guardia al ver que intentaba acercarse a ellos —ghouls como ustedes no deberían vivir aquí— dijo en un tono bastante frío, chasqueó un poco los dedos, del tejado bajaron dos personas, una chica con la mascara de un Doberman y un chico con la máscara de un mono demoníaco, el chico cargó de manera cuidadosa al hombre herido, antes de salir del lugar —Black Dog, ¿me ayudarías con este bastardo?
—No hay problema, Lantern— habló la de la máscara de Doberman mientras activaba su Kagune, un par de alas aparecieron en la parte trasera de sus hombros, antes de ponerse en defensa.
El hombre nuevamente se puso la máscara, antes de acercarse a una gran velocidad hacia ambas mujeres, ellas esquivaron la potente tacleada que había hecho el más alto, Lantern contraatacó con su Kagune, preparado para clavárselo en el hombro derecho pero no lo logró debido a que ese tipo lo bloqueó con uno de sus tentáculos espinosos. Black Dog comenzó a disparar cristales de sus alas, el de la máscara de hockey comenzó a esquivar con una gran agilidad, logrando dar un ataque con su otro tentáculo espinoso, esta vez llegó a romperle una pequeña parte de la máscara de Doberman, dejando ver su ojo ghoul izquierdo, con venas rojas sobresaliendo desde sus ojos hasta casi llegando la mejilla.
La chica con la cabeza de calabaza volvió a atacar con su cola brillante, esta vez destrozándole la parte inferior de su máscara, logrando hacerle un corte en la barbilla. El hombre se quedó quieto, mirando detenidamente a ambas mujeres, sonriendo de manera sádica para quitarse la máscara y tirarla de manera brusca al suelo, dejando ver sus ojos ghoul.
—Lantern y Black Dog... ustedes si que son fuertes y rápidas...— comenzó a hablar el rubio pálido con un tono divertido en su voz, volviendo a tronar sus dedos —Flesh Eater estaría encantada de recibirlas a nuestra organización, a nuestro hogar, Aogiri...— la de mascara de Doberman frunció ligeramente el ceño al escuchar las palabras del hombre, mientras que Lantern solo le miraba de manera fija —el gobierno no ha hecho nada por ustedes, ¿por qué se esfuerzan en crear una cura para regresarlos a la normalidad?, es imposible— comenzó a mover nuevamente sus tentáculos alrededor suyo, como si estuvieran decidiendo en quien atacar primero —solo hay dos formas, y son demasiado complicadas de realizar...
—No jodas, Jason... ¡dinos donde está tu líder!— exclamó Lantern con un tono de enojo en su voz, sus ojos comenzaron a liberar un destello de color carmesí, estaba enfurecida —no te vamos a dejar escapar, maldito bastardo...— nuevamente su cola brillante volvió a atacarlo, lamentablemente lo esquivó.
—No no no, no puedo hacer eso... que tengan un excelente día, queridas Lantern y Black Dog...— nuevamente habló aquel ghoul conocido como Jason, antes de enterrar sus tentáculos a los pies de ambas mujeres, y elevarse por los aires en sin fuerte impulso.
—¡Jason!— exclamó Black Dog antes de subirse por las altas paredes del callejón junto a Lantern, quien no tenía problema de usar su kagune para escalar la pared —no debe escapar, ¡no puede, no puede!
Al llegar a la azotea, se percataron de que varios helicópteros volar encima de ellas, sabían que eran la policía del distrito 22, y estaban buscando a ese tal Jason, ya que podría ser una pieza clave de donde estaría la villana Flesh Eater. Comenzaron a correr lo más rápido al ver desde lejos la silueta del hombre de la máscara de hockey, siguiendo sus pasos, tenían que atraparlo, a cualquier precio, era la única esperanza de regresar a la normalidad, con sus viejos quirks y viejas vidas, rodeadas de sus familias.
Por otra parte, en el distrito 22, el hombre de cabellos albinos y con una máscara que cubría casi todo su rostro a excepción de su ojo izquierdo, junto con una mujer con una máscara de conejo blanco y otro hombre con una máscara de serpiente, patrullaban por los tejados, en busca de ciertos miembros de Aogiri, sabían perfectamente que merodeaban por el lugar, lo que necesitaban saber era en donde se ubicaba su base.
Los tres jóvenes saltaban de azotea en azotea, al igual que un helicóptero los acompañaban, pues se trataba de la policía de ese mismo distrito, los ghouls que querían regresar a la normalidad ayudaban a los oficiales para atrapar a los miembros de aquella organización. El chico de ojo descubierto logró mirar a lo lejos a sus dos compañeras corriendo por unas azoteas a unas cuantas cuadras lejos de ellos, estaba dispuesto a seguirles el paso,
—¡Eyepatch!— el de cabellos albinos se detuvo al escuchar aquella voz detrás suyo y de sus acompañantes, volteó hacia atrás con una leve expresión de sorpresa —al fin te encontré.
—Eres...— habló el de la máscara de serpiente con un leve tono de irritación —el teniente Kotarou Amon...— susurró el nombre del sujeto que apareció, un hombre alto de cabellos negros, sus cejas eran un poco extrañas, y era un poco fornido a los ojos de los tres ghouls.
—¿Sucedió algo, Koutarou-san?— preguntó el albino con un leve tono de preocupación, el pelinegro se miraba bastante serio ya que no paraba de sostener con mucha fuerza una maleta en su mano derecha.
—Tengo dos noticias para todos ustedes, una buena y una mala— los tres ghouls fruncieron un poco el ceño, esperando que hablara el teniente —la buena es que los héroes profesionales vendrán a ayudarnos a buscar a Flesh Eater, gracias al héroe FatGum— los tres presentes no dijeron nada, sabía que el héroe profesional de hace dos días mandaría ayuda —la mala noticia es que el gobierno pretende exterminar a todos los infectados de la sangre brillante.
—Espera, ¡¿qué?!, ¡¿eliminarnos?!, ¡¿por qué quieren hacer eso...?!— exclamó la mujer de la máscara de conejo con un tono furioso, si no tuviera la máscara, se le podría ver que sus ojos cambiaron de color.
—Los gobernadores dijeron que éramos un gran peligro para la sociedad, no pensaron en un momento si habría una cura para nosotros— explicó con un tono muy serio el hombre encargado de la comisaría del distrito 22, sin dejar de mirar a sus dos compañeros —lo peor del caso, es que hay familias infectadas, niños, mujeres, ancianos, oficiales de la policía, incluso estudiantes y antiguos aspirantes a héroes...— el hombre deja que sus ojos cambien de color, iris roja y esclerótica negra, antes de mirar a lo lejos el distrito más calmado de la ciudad de Tokyo, mientras el aire no paraba de soplar —no puedo exterminar personas inocentes que fueron victimas de una droga tan peligrosa.
—Koutarou-san...— Eyepatch sonrió por detrás de la máscara ante la determinación del oficial, sabía que había vidas en peligro ante la decisión del gobierno, y ellos harían lo posible por proteger a los inocentes de los distritos.
—Al fin de dignas a hablar, oficial Ghoul— dijo Serpent con una sonrisa orgullosa en su rostro, pues se había quitado la máscara para revelar su rostro, era el mismísimo Nishio, solo que sin lentes.
—Está decidido ahora...— dijo Rabbit con un tono muy serio, también quitándose la máscara, dejando ver que era Touka, sonriendo de manera leve —seremos los héroes de los distritos 19, 20, 21 y 22...— pensó antes de mirar la Luna de manera detallada, frunciendo un poco el ceño —Aoyama, te vamos a proteger...
Mientras tanto, en el distrito 20, específicamente en la cafetería Anteiku, el gerente Yoshimura enseñaba a su nuevo alumno, Aoyama, a servir el café más delicioso. Iba a vivir con ellos hasta que llegue la cura, hasta que vuelvan a la normalidad. El menor hacía lo posible por aprender a hacer una taza de café, no quería parecerse un gran inútil, incluso si hace algo tan sencillo para los clientes. Suspiró de manera pesada al recordar el día anterior, cuando tuvo que despedirse del de cabellos rojos teñidos por la mañana, le dio algo de tristeza verlo irse, le iba a extrañar pues no sabe que día lo volverá a visitar.
—Aoyama-kun, sé que lo extrañas, junto a tus amigos de UA— el menor mira un poco sorprendido ante las palabras del mayor, quien no dejaba de sonreír de manera amable —es una etapa difícil, el tener que alejarse de todos tus seres queridos para no llegar a lastimarlos- Yoshimura pasó su mano derecha en la cabeza del rubio, quien hizo una leve mueca de tristeza —yo me alejé de mi hijo y de mis nietos, el menor de ellos está en UA, la tercera mayor parece que estudia en la universidad, el segundo mayor se volvió en un villano, y el mayor está en el extranjero— el mayor comenzó a preparar dos tazas café, para él y para el menor, éste había puesto una mueca de tristeza al escuchar su triste relato —Touka-chan y Ayato-kun tuvieron que abandonar su casa, Nishio-kun se separó de su novia, Tsukiyama-kun igual abandonó su mansión, Kaneki-kun dejó sola a su madre, Yomo-kun y Uta-kun no abandonaron a nadie ya que sus familias también son convertidos, Minami-chan se alejó de sus amigos en UA, al igual que tu— Aoyama abrió un poco los ojos al escuchar aquello, sin dejar de mirar detenidamente al anciano —quiero que sepas que no estás solo en esta situación, Aoyama-kun.
El rubio de ojos amatistas miró como el mayor dejaba una taza de café caliente frente suyo, la sostuvo con sus manos con cuidado de no quemarse, antes de tomar un leve sorbo, era el mejor café que había probado en su vida, aunque no era tan fan de esa bebida, sin poder evitarlo, sonrió un poco con los ojos entrecerrados. El gerente se había enternecido un poco ante la expresión del adolescente, parecía un niño encantado con su bebida, mas con el ligero sonrojo que poseía en sus mejillas y la bufanda morada que traía puesta, por lo menos estaba muy tranquilo y nada lo iba a molestar por el momento.
O eso era lo que pensaba el mayor, pues había entrado el albino mayor a la cafetería, Aoyama ya sabía a que venía, pues éste junto con Ayato le ayudaban a entrenar de manera física primero, tenía que pasar dos semanas para que empezara con el entrenamiento de su Kagune. El chico suspiró de manera pesada, antes de darle un leve sorbo a su bebida, para luego levantarse de su lugar para quedar frente a Yomo, mirándolo de manera decidida, estaba listo para el entrenamiento del día, preparado para comenzar su nueva vida como ghoul desde cero.
—Yomo-kun, ¿ya han regresado los niños?— preguntó Yoshimura con un tono neutral, sin borrar su sonrisa de su rostro, el albino con barba negó con la cabeza ante su pregunta.
—Siguen en los distritos 21 y 22, parece que encontraron a un miembro de Aogiri— explicó Yomo con un rostro inexpresivo, al igual que un tono serio en su voz, antes de mirar al menor, quien seguía mirándolo —me lo llevaré a entrenar, por suerte Ayato está de regreso.
Aoyama tragó un poco de saliva, antes de despedirse con la mirada a Yoshimura, éste de manera casual le sonrió de manera de despedida, mirando como el adulto se llevaba de la cafetería. Cuando ambos hombres se fueron del lugar, dejó abrir un poco sus ojos, eran rojos con negro, característicos de los infectados de la sangre brillante, mirando por la ventana de la cafetería, aún seguía nevando, el invierno estaba siendo suave con ellos.
—Al parecer la guerra comenzará en poco tiempo, ¿no es así, Enji?— pensó el hombre con una sonrisa melancólica, antes de soltar un leve suspiro pesado —después de todo, un héroe debe proteger a los civiles, ¿lograrás protegernos?
Yomo había llevado a Aoyama a un almacén vacío que estaba a lado de la cafetería, donde lo usaban para entrenar combate cuerpo a cuerpo y kagune a kagune. El mayor tenía conocimientos de que el chico no tenía muy buena condición física, su entrenamiento sería riguroso, muy pesado, pero era por su propio bien. Al llegar al lugar, el rubio tragó un poco de saliva al ver que el interior estaba muy oscuro, lo único que se podía ver fueron un par de ojos rojos brillando en la oscuridad, nuevamente el menor tragó algo de saliva.
—¿Estás listo para tu entrenamiento, mocoso?— le preguntó el dueño de aquellos ojos rojos, era el mismísimo Ayato, quien tenía puesto una camisa de tirantes de color negro y sus ojos ghoul activados, tronándose un poco el hombro.
—S-Si, estoy listo...— susurró con algo de inseguridad el de ojos amatistas, antes de respirar de manera profunda, tratando de mantenerse al margen.
—En esta semana empezaremos con ejercitar tu cuerpo, poco a poco avanzaremos con tu entrenamiento, no puedes empezar el combate con este cuerpo debilucho— dijo de manera seria y directa el de cabellos blancos, haciendo reír de manera leve al de cabellos morados azulados, y que al menor le creciera un aura oscura alrededor de él —haremos ejercicio de calentamiento, correrás unas cuantas vueltas por el almacén, harás sentadillas, abdominales y lagartijas hasta que te diga que pares, descansarás unos cuantos minutos y repetiremos el proceso.
—¡S-Son muchas cosas!— pensó el rubio con unas gotas de sudor en su frente y una expresión de sorpresa y desconcierto, tragando nuevamente saliva —s-si es la única forma para aprender a defenderme, lo haré, no tengo remedio— susurró con la mirada baja, jugando un poco con sus dedos.
—Mocoso afeminado, ¡quita esa expresión de mierda!, ¡también hay que quitarte esa estúpida inseguridad de tu mente!— Ayato había gritado con algo de enojo, haciendo temblar al rubio, le recordaba un poco a su compañero de clases, Katsuki Bakugou —piensa en que vas a regresar a tu puta academia de héroes, ¡solo piensa en ellos, cabeza hueca!
—Ayato, cálmate por favor— ordenó el mayor con un tono severo, sus ojos de iris oscura cambiaron a color rojo, amenazando con la mirada al de cabellos morados azulados, quien chasqueó la lengua y se quedó callado, respetaba al hombre —Aoyama, empecemos con el entrenamiento.
—¡O-Oui!
—¡¿Q-Qué?!, ¡¿e-exterminar a los infectados?!— exclamó incrédulo el pelirrojo de dientes de tiburón al escuchar las palabras preocupadas de FatGum, quien estaba apretando los puños —¿por qué...?, ¡¿no saben que ellos son víctimas?!, ¡me niego a esto...!
—Yo también estoy en contra de esto, no solo yo, sorprendentemente, Endeavor también está en contra de la orden que dio el gobierno— explicó el rubio mayor con un tono muy serio, mirando al menor a los ojos, notando la preocupación y el enojo que se acumulaba en su interior —los héroes deben estar conscientes de que esto esta muy mal, ¡no voy a permitir que personas inocentes sean masacradas!
—H-Hmmm...— asintió Tamaki con un poco de nerviosismo en su cuerpo, tratando de no mirar a sus dos compañeros a los ojos.
—¡Estoy seguro que mis amigos estarán de acuerdo con esto!— exclamó Kirishima con una sonrisa determinada en su rostro —no dejaré que lastimen a Aoyama, no después de todo lo que está pasando, lo voy a proteger.
—Lo vamos a proteger— el chico de ojos escarlatas miró hacia atrás sorprendido al ver a su compañero Todoroki en la puerta, junto a su padre, Endeavor.
—Avisé a muchos héroes allegados a nuestro plan, van a hacer lo posible por encontrar a Flesh Eater y encontrar una cura para los infectados— explicó el héroe número 1 con seriedad en su voz pero con una expresión serena en su rostro, antes de cruzarse de brazos —protegeremos los distritos 19, 20, 21 y 22 con nuestras vidas, las zonas con la mayor población de infectados en Tokyo.
—Bien dicho, Endeavor.
—H-Hmm...
—¡Ese plan es muy masculino!
—Si.
Aquí está el capítulo de hoy, espero que les haya gustado, ya salieron dos personajes más de Tokyo Ghoul y saldrán más, no se preocupen por ello.
Lo más probable es que Aoyama vuelva a tener otro incidente nocturno, si saben a lo que me refiero.
¿Dudas?, ¿preguntas?, ¿comentarios?, ¿criticas?
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