Capítulo 10: Primer crimen de la noche
Esa misma noche, en una de los tantos callejones del distrito 21 en Tokyo, se podía ver a un sujeto en el suelo, recargado en una pared, sin dejar de mirar a lo que parecía ser sus brazos, pero eran peculiares, eran de un color guinda con tonos de rojo brillante. Los ojos dorados del sujeto no dejaban de mirarlos con desagrado, antes de apretar sus supuestos brazos y recargar su cabeza en la pared.
-Este lugar... es demasiado sucio...- susurró aquel hombre de cabello castaño y con una máscara de la peste negra, o eso era lo que parecía tener en su cara, específicamente en la parte inferior de su cara.
Escuchó unas sirenas de policía cerca del callejón, frunció el ceño ya que le molestaba ese ruido. Se levantó de su lugar con cuidado para ver que estaba pasando, colocando su capucha para que nadie llegara a identificarlo, y lo que vio le dejó un tanto sorprendido.
Los oficiales de policía estaban peleando contra unos vándalos, pero no de la manera común, que será disparos contra disparos.
Eran peleas de cuerpo a cuerpo, los policías tenían estructuras extras que salían de sus hombros, omóplatos, a la mitad de la espalda y espalda baja. Los vándalos tenían esas mismas estructuras, ¿lo más curioso para él?, era que brillaban, como sus brazos artificiales hacían.
Frunció el ceño al ver que sus contactos decían la verdad, la "sangre brillante" no era una leyenda, sino una cruel realidad que sufren las personas de los cuatro distritos más peligrosos de la capital de Japón. Saber que incluso los oficiales también estaban infectados, miembros de la mafia, villanos, incluso menores de edad y ancianos, le producía demasiado asco.
Ahora tenía en mente la locura que iba a cometer si su plan de eliminarle los Quirks al mundo fuera cumplido.
Se adentró más al callejón, buscando otra salida por donde escapar. Miró las paredes, y se le ocurrió escalar una de ellas, clavando los dedos de sus manos artificiales hasta llegar a la azotea de un conjunto de departamentos. El aire le pegó suavemente en la cara, y el castaño solo miró la luna llena, y unas cuantas nubes que estaban a punto de ocultarla.
-Flesh Eater, no sabes la locuras que acabas de cometer- pensó con tranquilidad, mientras sus ojos se volvían de un color negro y rojo, mirando la pelea de los oficiales y los vándalos -¿en qué estoy pensando?, no debo ayudar a los enfermos...- miró su mano derecha, que brillaba ligeramente, antes de hacerla puño -espero no arrepentirme de esto- murmura con seriedad, antes de dejar a la vista un par de alas de fuego de color guinda y rojo.
Saltó de su lugar mientras planeaba por los aires, antes de aterrizar en medio del campo de batalla. Ambos bandos se quedaron estáticos al ver aquel sujeto había aterrizaron, y muchos de los vándalos lo identificaron, y comenzaron a dar pasos hacia atrás.
Porque Overhaul estaban en escena, siendo un infectado.
-¡E-Es el líder de los preceptos de la muerte!, ¡Overhaul!- exclamó uno de los vándalos desconcertado al ver aquel Yakuza frente a ellos, con la mirada puesta en ellos.
-¿No había muerto?- preguntó otro vándalo con el mismo tono que el anterior.
-¡Oh vamos, de seguro es débil ahora!, ¡mátenlo!- exclamó otro de aquellos criminales, dejando a la luz unos cuantos tentáculos a la luz.
Los oficiales se prepararon para atacar, aunque los necesitaban vivos para interrogarlos, pero no sabían las verdaderas intenciones del Yakuza. Él, por otra parte, miró cautelosamente a cada criminal, hasta encontrar dos que parecían muy prometedores en ser interrogados. Sonrió por detrás de la máscara, antes de correr a gran velocidad hacia los vándalos que no servían para él, comenzando a dispararles cristales a quemarropa. Una de sus víctimas trató de cortarlo con una gran coraza de su brazo derecho, pero falló por la agilidad del ex-lider de los preceptos de la muerte, y terminó perforado por el estómago con uno de sus brazos artificiales.
Eso le produjo tanto asco que quería vomitar en ese momento.
Dos criminales corrieron lo más rápido posible hacia él con sus Kagune activados, tratando de atacarle por la espalda, lamentablemente, fueron decapitados por el Ukaku de Chisaki. Otros criminales atacaron a distancia con sus Ukaku y Rinkaku, el Yakuza seguía persistiendo en esquivar y atacar en corto alcance, aunque en ese momento debía defenderse, y no poseía un Kagune defensivo como el Koukaku.
Por suerte, alguien le cubrió, se trataba de Koutarou Amon, teniente de la policía del distrito 22. Lo había protegido con un gran Kagune, un Koukaku bastante grande y pesado. El castaño se quedó callado ante la muestra de ayuda, pero no iba a decirle que no necesitaba su ayuda, sabía que estaba en clara desventaja, pues faltaban diez tipos para atrapar a los dos sujetos que posiblemente tengan más información sobre Flesh Eater.
-Vi tus intenciones, Yakuza- habló el pelinegro con un tono de seriedad, sin mirarle, pues tenía su mirada fija en los criminales, quiénes temblaron ante la presencia del teniente -dime, ¿cuál es tu plan?- pregunta sin despegar la mirada.
-Hay un posible informante de Rize- contestó Chisaki incorporándose, abrazándose con su brazo limpió de sangre, temblando por el simple hecho que tenía su brazo derecho empapado de sangre de un desconocido -quizás pueda dar información sobre la cura o la ubicación de ella, los demás no importan mucho.
-Entiendo... ahora en este mundo es matar o morir, lamentablemente- dice Koutaro activando sus ojos de infectado, antes de ponerse en posición de ataque -yo te cubro.
El castaño se limitó a asentir, antes de correr rápidamente hacia los criminales restantes, algunos de ellos comenzaron a disparar sin piedad con sus cristales, cosa que fueron inútiles ante el Kagune defensivo de Amon. Ambos contraatacaban simultáneamente, Chisaki disparaba cristales, mientras Koutarou descuartizaba los cuerpos de los criminales. Aquel que tenía la mirada puesta Chisaki activó su Kagune, que era un Koukaku de tamaño medio de color verde, mientras se tronaba los dedos de sus manos de una manera muy peculiar; dos tipos parecidos entre sí se colocaron frente al tipo para protegerlo.
El castaño y el pelinegro terminaron de matar a los criminales restantes, quedando aquellos tres. Debían deshacerse de ellos gemelos de alguna manera, y Chisaki formuló un plan en su mente de manera rápida. Con la ayuda de su Ukaku, se alzó un poco por los aires y aterrizó detrás de ambos gemelos, cortandoles el cuello a la vez con su Kagune. El teniente de la policía se asombró ligeramente, ya tenía un ligero conocimiento del poder y agilidad del Yakuza, no por nada era respetado en la mafia.
-¡No!, ¡¿cómo pudiste matarlos?!, ¡maldito, maldito!- exclamó aquel hombre que Chisaki tenía interés, le miró de manera fría al escuchar sus exclamaciones y ver que estaba llorando a mares -¡TE MATARÉ, MALDITO BASTARDO...!- preparó su Kagune para lanzarse contra él y matarlo, pero no lo logro ya que el ex-Yakuza lo esquivó, tomó el brazo izquierdo del tipo para anotarlo contra el suelo y colocar su pie en su cabeza, sosteniendo con fuerza el brazo donde poseía el Kagune, no se esforzó bastante -¡sueltame, sueltame sueltame!
-Naki, Ghoul de rango S, mano derecha del Ghoul llamado Jason- hablaba el pelinegro con un tono neutral, acercándose de manera lenta hacia ambos -será mejor que duermas- le golpea en la nuca para noquearlo, con cuidado de no golpear a Chisaki -y será mejor que vengas con nosotros, ¿o irás a buscar a más informantes?- miró al castaño de reojo, cargando al prisionero en sus hombros, desactivando su Kagune.
-Necesito ir con ustedes, no tengo tiempo para buscar a más gente sucia- dice el ex-Yakuza con un tono de frialdad, desactivando de igual manera su Kagune, siguiendo al pelinegro hacia la camioneta -necesitamos una cura, necesitamos ser libres- pensó con el ceño ligeramente fruncido.
La mujer de cabellos lilas había regresado a su guarida junto con sus seguidores, quienes lograron infectar a los policías sobrevivientes y se habían retirado del lugar. Estaba animada, podía ver en las noticias como las autoridades trataban de calmar a los civiles, mientras estos evacuaban todo Tokyo, no querían vivir cerca de una villana tan peligrosa como lo es Flesh Eater.
-Mi señorita Rize- la de cabellos lilas volteó hacia atrás al escuchar la voz de Jason, uno de sus más leales seguidores, estaba arrodillado frente a ella -hemos identificado al muchacho que usted ha estado tratando de que se uniera a nosotros en el distrito 21- alzó un poco la cara, aunque era cubierta por su máscara de hockey.
-Oh... esto es muy divertido- dice Rize en un tono divertido, acomodándose los lentes, mostró una sonrisa cínica en su rostro, antes de bostezar un poco -manda a los hermanos Bin, y que lo traigan para acá, él será bienvenido con los brazos abiertos.
-Como usted ordene, señorita- dice el más alto y corpulento antes de levantarse de su lugar y retirarse de ahí, sacó su celular para marcar un número, colocándoselo en su oído -capturenlo, y traiganlo a la base, órdenes de nuestra señorita- sonrió de manera sádica por debajo de la máscara.
Aoyama estaba en una de las azoteas de un conjunto de departamentos en el distrito 21, miró detenidamente el paisaje, la noche estaba muy estrellada, pero no tranquila, a lo lejos podía escuchar a los oficiales combatir contra Aogiri. No pudo evitar suspirar pesadamente, mientras su estómago rugía con fuerza, tenía mucha hambre y necesitaba comer.
No dudó en saltar a otra azotea cercana y correr, tratando de mirar por encima los callejones sin salida a ver si había algo que podía comer, lamentablemente no había muchas cosas, solo basura, ratas, cucarachas y charcos de sangre. Se detuvo al escuchar algo en uno de los departamentos, como si estaban pasando las noticias o algo así, permaneció callado para poder escucharlo atentamente.
-Al parecer el gobierno ha dado la orden de evacuar toda la ciudad de Tokyo, y empezará la fase de aniquilación de las personas infectadas por la peligross droga llamada Sangre Brillante- el rubio quedó paralizado ante ese dato, ¿en serio iban a asesinar a cientos o miles de personas solo por estar infectadas, en vez de buscar una cura? -¿acaso está es la mejor solución?, ¿los infectados tendrán familias?, ¿y si son personas inocentes?, hay un rumor que el estudiante de UA que desapareció hace un mes, Yuuga Aoyama, es parte de los infectados...- chasqueó la lengua al escuchar aquello, miró la luna creciente que estaba plasmada en el cielo, dejando que la brisa meneara su cabello.
-Ahora entiendo lo que dijo Rize... maldita sea, ¡debo detener esto!- pensó el de ojos lilas molesto, antes de seguir su camino en busca de comida, pero en cambio, solo sintió que alguien lo estaba siguiendo.
Trató de ignorar ese sentimiento, pero no podía, solo saltaba de edificio en edificio mientras trataba de pensar en otra cosa. Lamentablemente, tenía razón, le estaba siguiendo dos tipos, o eso era lo que su oído le trataba de decir, a lo que se detuvo abruptamente, activando su Kagune en el proceso, haciendo que uno de los tentáculos enroscara su brazo derecho para crear una especie de cuchilla, y se dio la vuelta preparándose para atacar a los que le perseguían, clavando la cuchilla en el pecho de uno de sus "acosadores", mientras alejaba al otro con uno de sus tentáculos.
-¡Oye, veníamos en paz, mocoso!- exclamó uno de los enmascarados con enojo, viendo como su acompañante había sido asesinado por parte del rubio -tu... mataste a mi hermano... ¡¿cómo te atreviste?!
-Tuvieron la culpa los dos- Yuuga retiró bruscamente la cuchilla del cuerpo inerte del otro hombre, mirando su ropa empapada de sangre, al igual que la cuchilla que tenía en vez de brazo -¿por qué me siguieron...?, ¿qué es lo que quieren de mi?- pregunta fríamente antes de pisar el cadáver con algo de fuerza.
-Tu...- Bin preparó su Kagune, que era un Bikaku, estaba enfurecido, había asesinado a su hermano mayor y no hizo nada para defenderlo -lo siento mucho, señorita Rize, pero no me quedaré de brazos cruzados...- pensó antes de correr hacia él con gran velocidad, atacando con su Kagune a gran velocidad.
El rubio logró bloquearlo con algo de dificultad, contraatacando con sus otros dos tentáculos. Su primera pelea seria, y su primer asesinato. No había de otra, necesitaba acabar con él, más al tener la ligera idea de que Rize fue quien le había llamado para llevarlo con ella. Siguió bloqueando los ataques del hombre enmascarado, él era muy rápido cuando intentaba atacarle, no podía quedarse parado todo el tiempo, necesitaba moverse.
En uno de esos momentos donde el mayor esquivaba, corrió a una gran velocidad hacia él, cortando su costado derecho, dejando expuesto sus costillas, sacando grandes cantidades de sangre. El hermano menor Bin se dejó caer al suelo, en shock, pues nunca había sido derrotado, menos por un mocoso menor que él, podía ver claramente como el de ojos lilas se acercaba a él lentamente, colocando un pie en una de su pecho, sonriendo de manera sádica debajo de la máscara.
-Vaya, que lástima que te herí de gravedad...- Aoyama se quitó la máscara, dejando ver su rostro pálido y esa sonrisa sádica en su rostro -mis dos primeros asesinatos... nunca pensé que se sentiría muy bien matar a gente malvada como ustedes- preparó su cuchilla del brazo derecho, antes de clavarlo en el cuello de su oponente, matándolo al instante -heh... oh mon Dieu, estoy empapado~- sacó nuevamente su cuchilla bruscamente, antes de lamerla lentamente, disgustando del sabor de la sangre.
Sus ojos brillaron intensamente de rojo, antes de arrancar un pedazo de carne del cadáver, que se encontraba aún algo caliente. Disgustó cada bocado que daba, empapando más su saco gris de rojo, su mandíbula inferior estaba sucia por la sangre, y el pareciera no llenarse tanto. Miró sus manos, y miró el cadáver mutilado frente a él, sin poder evitar sonreír ampliamente, derramando lágrimas en el proceso, no sabía lo que le pasaba en ese momento, tenía mucha hambre.
-Morir o matar... ¿no es así?- murmuró el francés antes de arrancar el brazo del cadáver, comenzando a devorárselo con rapidez, llenando más sus manos de sangre -las flores... se volvieron rojas, ¿no?- cerró sus ojos dejando solo un brazo huesudo, sin nada de carne, su rostro estaba mirando hacia el cielo, sin evitar sonreír de manera ligera pero tranquila -heh... después de todo... soy un monstruo...
Espero que les haya gustado este capítulo y que no les haya decepcionado.
moohbu me hizo este dibujo que lo amé de corazón, y decidí que este sería el diseño oficial de Aoyama Ghoul.
Gracias por este dibujo ^^)/
Tienes todo el derecho de hacer los dibujos que quieras de este fic, tienes mi permiso ^^
Y pues... necesito su ayuda para elegir el alias de Aoyama(?
Elijan el que ustedes quieran(?)
Nos vemos hasta la próxima (?
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