Capítulo 1: Mal comienzo

El rubio de ojos amatistas había llegado a Tokyo junto a uno de los estudiantes de la clase 2-A, Yuukan Shirohone, caminando hacia la agencia del héroe profesional llamado Monsieur Dégel, un héroe de origen francés que tiene un quirk de subir y bajar la temperatura de su entorno. Ambos aspirantes a héroes tenían que estar precavidos por la actividad criminal que había aumentado desde que All Might se retiró de ser el héroe número uno.

Un gran dato, es que Neito Monoma iba ir con ellos a la agencia del héroe francés, pero no logró asistir gracias a que se había sentido mal, o simplemente no tenía ganas de ir con uno de los más débiles de la clase 1-A, como el llamaba a Aoyama.

Al llegar a la agencia, el héroe profesional les informó sobre una nueva misión que tenían que cumplir, que consistía en detener a un cargamento de las nuevas drogas que se les dominaron "sangre brillante", y el rubio no pudo evitar sentirse muy nervioso, pues no podía hacer un muy buen uso de su quirk, y eso su compañero y mentor lo sabían a la perfección.

Los tres hombres salieron de la agencia, no podían evitar mirar a los lados y a los callejones, de cierta manera estaban ansiosos por aquella misión, no tenían ni idea con que tipo de personas se encontraran en esta encomienda. Las sirenas de las patrullas comenzaban a sonar muy fuerte cerca del distrito Hosu, donde habían atrapado al famoso asesino de héroes, Aoyama, Shirohone y Monsieur Dégel comenzaron a caminar rápido hacia el lugar de los hechos, donde estaba ocurriendo una balacera.

¡Oh mon Dieu!, los oficiales necesitan nuestra ayuda— habló el héroe profesional con un tono de preocupación pero sin borrar esa sonrisa bastante amplia, y sin querer, comenzó a aumentar la temperatura a su alrededor.

Monsieur, está haciendo calor— habló Shirohone sin ninguna expresión en su rostro, sudando un poco, ya que su traje de héroe solamente llevaba una prenda que cubría su cuello hasta sus hombros, un pantalón un poco corto que le llevaba a cinco centímetros arriba de la rodilla, sin llevar nada de calzado.

¡Pardonne moi!— exclamó el mayor, comenzando a bajar la temperatura con una sonrisa un tanto nerviosa.

El rubio de ojos amatistas tragó saliva al escuchar los disparos más cerca de ellos, no pudo evitar sentir un leve dolor en su estómago y temblar un poco. Se tranquilizó un poco al sentir como el de cabellos blancos le colocaba una de sus manos en su hombro, como si le estuviera dando apoyo, aunque el mayor no presentara alguna expresión en su rostro.

La tranquilidad de Aoyama fue interrumpida por un fuerte disparo que escucho casi detrás de él, los tres héroes voltearon hacia atrás, logrando ver a tres hombres con rifles de asalto en las manos, apuntándolos hacia ellos, lo más peculiar de ellos es que llevaban máscaras muy peculiares, como si fueran niños con disfraces para Halloween.

Shirohone activó su quirk, que consistía en manipular la estructura de sus huesos, provocando que estos salgan de su piel y parezca que fuera un hombre con espinas blancas en su cuerpo, pero esta vez, solo cambió la forma de los huesos de sus brazos, haciendo que parezcan garras de algún monstruo.

Monsieur Dégel comenzó a bajar mucho la temperatura con tan solo pensarlo, provocando que los atacantes comenzaran a temblar mucho de frío, pero sus compañeros de igual manera no paraban de temblar debido al frío que estaba abundando en la zona, más por el de cabellos blancos, quien pareciera que llevaba ropa para verano, y no, de por si era época de invierno.

Esto los mantendrá firmes— dijo aquel hombre de cabellos verdes sonriendo de manera amplia, mientras que el de piel morena comenzó a ayudar tres dedos -en forma de hueso- hacia los tres atacantes, manteniéndolos atrapados.

¿La policía esta más adelante?— pregunto Shirohone mirando de reojo al héroe profesional, quien asintió —hay que llevarlos con ellos, son un peligro, lo más probable es que tenga esa nueva droga que todos los oficiales están hablando— comenta muy inexpresivo facialmente, pero su tono de voz decía otra cosa, estaba un poco alarmado.

E-Eso suena a una buena idea, mon ami~— habló esta vez Aoyama, con algo de temor en su voz, sintiendo como la temperatura estaba regresando a la normalidad gracias al héroe profesional, suspiró pesadamente.

Al llegar con los oficiales y entregar a los tres criminales, habían observado aquél desastre que habían dejado aquella balacera, pareciera que habían matado a varias personas debido a un líquido brillante de color rojo en todo el suelo de la escena del crimen. Aoyama suspiró de nuevo debido a los nervios, no hizo nada cuando atacaron aquellos tipos, se sentía un poco inútil.

Por ahí vio a su compañero Kirishima, junto a uno de los Tres Grandes de UA y el héroe profesional FatGum, quienes estaban hablando con su mentor, ignorando la presencia del rubio, éste solo suspiró con algo de melancolía, era lo mismo de siempre, casi todos sus compañeros le ignoraban, que ya se le estaba haciendo costumbre. A pesar de eso, le seguía doliendo un poco el hecho de que casi nadie le importa lo que le pase, a excepción de Midoriya.

Miró como los camiones de los oficiales que llevaban dentro los responsables de la balacera se retiraba de la zona, los encargados de reunir evidencias y sustancias para llevarse al laboratorio forense comenzaban a tomar fotos de la escena, tenían suerte de que ya no había más enemigos por la zona, o eso es lo que creían la mayoría de los presentes, pues Aoyama logró divisar una luz en la espalda de su compañero pelirrojo, abriendo los ojos como platos.

Oh no, ¿un francotirador?— pensó el de ojos amatistas comenzando a correr hacia Kirishima, llamando la atención de unos pocos oficiales, el menor logró cubrir a su compañero de clases, y se escuchó un fuerte disparo, al igual que el podía sentir un fuerte pinchazo en su pecho, aquél dardo logró penetrar su traje de héroe —¿c-cómo es que...?— pensó con el ceño un poco fruncido, sintiéndose un poco extraño al sentir ese pinchazo, su visión se volvía muy borrosa.

¡¿Aoyama?!— exclamó Kirishima sorprendido al verlo detrás de él en cuanto escuchó el disparo, abrió sus ojos como platos al ver aquel dardo en el pecho de su compañero —¡¿estás bien?!— pregunta alterado mientras lo sostenía al ver que colapsó, el rubio estaba inconsciente —¡oye, mantente despierto!, ¡no es un buen momento para dormir!

¡Busquen ese francotirador!, ¡ahora!— ordenó FatGum a los oficiales con el ceño fruncido, quienes se subieron a sus respectivas patrullas, y comenzaban a sonar las sirenas —¡Kirishima, ¿cómo está el niño?!

¡No despierta, esta inconsciente!— exclamó el pelirrojo en el suelo, con su compañero de clases en sus brazos, tratando de reanimarlo.

Llamaré la ambulancia— habló el de cabellos blancos sacando su celular sin ninguna expresión en su rostro, comenzando a marcar el número de emergencias.

¡Mon enfant!, ¡se suponía que estaba a mi cuidado!— exclamaba Monsieur Dégel con un tono de angustia, sosteniendo la mano del menor —vamos, étoile brillante, no te atrevas a morir...— pensó frunciendo el ceño, el pelirrojo seguía intentando despertarlo de cierta manera.

Ah, así que otra víctima más... el rubio comenzó a escuchar una voz muy distorsionada, ni él mismo sabía en donde estaba, pareciera que estuviera dentro de un gran cuerpo de agua, por una extraña razón, no tenía dificultades para respirar que lástima que tu quirk será historia, ¿no puedes hacer buen uso de él?aquella voz comenzaba a perturbarle un poco.

¡¿Q-Quién eres?!exclama el de ojos amatistas con un tono nervioso, temblando un poco del miedo, no sabía que hacer en ese momento ¿y d-dónde se supone que estoy...?

¡Te debería dar igual todas tus preguntas, pequeño mocoso!, ¡no preguntes cosas verdaderamente ridículas!, ¿acaso eres un idiota?, los humanos ya se han vuelto así, me das tanta lástima... aquella voz sonaba más siniestra y más distorsionada, haciendo estremecer del miedo al menor tus dudas serán aclaradas con el pasar del tiempo, mi sangre ya se apoderó de tu cuerpo, debes aprender a controlar tu nuevo poder, ya tienes una nueva responsabilidad... ahora... el tono del agua comenzó a pintarse de un color carmesí, el menor no podía evitar sentir más miedo, más al sentir como alguien le cubría los ojos con unas manos delicadas, al igual que sintió el pecho desnudo de una mujer en su espalda desnuda es hora de que despiertes, mi pequeña criatura... sufre lo mismo que yo he sufrido por mucho tiempo...la mujer dejó de cubrir sus ojos, los ojos del menor eran de un diferente color ahora, rojo y negro, para ser precisos.

Aoyama abrió los ojos rápidamente, soltando un fuerte grito de miedo, se sentó en una camilla, jadeando y sudando un poco. Al poco tiempo de estar despierto y de mirar a su alrededor, se dio cuenta que estaba en el hospital, suspiró de manera aliviada, recostando su cabeza en la almohada de la camilla, si que había tenido una fuerte pesadilla corta, que pareció bastante real. Pasó su antebrazo por sus ojos, respirando de manera tranquila, se sentía muy cansado a decir verdad, y quería dormir un muy buen rato.

Pero ese deseo de quedarse dormido fue interrumpido por la llegada de un doctor, pareciera que le miraba con algo de lástima, las enfermeras de igual manera entraron a la habitación del menor, junto a su madre, quien pareciera que estaba llorando en silencio, y se había acercado a su hijo rápidamente para luego abrazarlo con fuerza, soltando sollozos leves en su hombro, alarmando demasiado al rubio pues nunca había visto a su madre llorar.

¡M-Mi bebé!, ¡¿por qué a mi niño?!— escuchaba las palabras de su querida madre entre el llanto, el menor no pudo evitar corresponder el abrazo para intentar tranquilizarla, miró a los doctores, como si con la mirada dijera "¿qué ocurrió?".

Lo lamentamos, Yuga, usted perdió su quirk.

Después de unos dos días de análisis y de que los dolores del cuerpo del rubio se calmaran, él regresó a los dormitorios de UA, con una mirada completamente apagada, el brillo de sus ojos se había apagado debido a esa noticia, ¿ahora era un quirkless?, ¿cómo se lo diría a su amigo Midoriya?, mejor dicho, ¿cómo se lo diría al director de la escuela?, no tenía ni idea, y realmente no quería pensar en aquello, quería ir a su habitación a dormir un buen rato.

Se había dado cuenta que sus compañeros estaban en clases al ver que en el edificio donde estaba su dormitorio estaba completamente vacío y muy silencioso, no le tomó mucha importancia, pues sabía que nadie más que Midoriya le preguntaría si estaba bien, cosa que no era cierto, estaba completamente cansado y triste.

Al llegar a su habitación, solamente se tiró a su cama, con su cara en la almohada, tapándose con las cobijas tan cómodas y cálidas, tratando de cerrar sus ojos para poder dormir un muy buen rato, simplemente aquella sensación de cansancio le ganó nuevamente, cayendo en un profundo sueño, y al abrir los ojos, estaba en un lugar blanco, literalmente, no había nada, más que pequeñas flores blancas en las que estaba recostado.

Se sentó para admirar el lugar, no entendía lo que estaba pasando, estaba muy confundido, pero sentía que era un lugar muy tranquilo, y de cierta manera, cómodo. Tomó una flor para olerla tranquilamente, tenía un dulce aroma a menta, cosa que le dio algo de curiosidad si este tipo de flores olía realmente a menta.  

¿Cómodo, pequeña criatura? el rubio escuchó aquella voz femenina que había escuchado durante esos días en el hospital, miró a la mujer que le había hablado, una mujer de cabellos largos, lacios y lilas, ojos morados, con lentes puestos, al igual que un precioso vestido blanco, al igual que una sonrisa dulce en su rostro.

Oui, mademoisselle... susurró Aoyama con un poco de desconfianza, sin dejar de oler aquella flor acabo de perder mi quirk, ¿por esa razón me desmayé aquél día? preguntó en voz alta sin siquiera pensarlo, aquella mujer se agachó a su altura.

Pero tu quirk... ¿lo podías controlar a la perfección? le preguntó aquella mujer sin dejar de sonreír dulcemente, colocando una mano en su mejilla, provocando que él le mirara un poco embobado, negó con la cabeza ante su pregunta no te pongas triste si perdiste un quirk completamente inútil, ya luego tendrás un poder mucho mayor que tu famoso Navel Laser varias flores que estaban alrededor de él se convirtieron de un color rojo carmesí, como si fueran pintadas con sangre, asombrando un poco al menor cuando todo este campo de flores se vuelvan rojas, tu nuevo poder saldrá a la luz, tienes que ser muy paciente, mi pequeña criatura aquellas flores blancas más lejanas a él se volvieron de color rojo carmesí, haciendo sonreír un poco al chico.

El rubio de ojos amatistas abrió lentamente los ojos, después de aquel extraño sueño se sentía un poco mejor, quizás era por la actitud de aquella mujer tan misteriosa. Se había sentado en su cama, mirando por la ventana del balcón, era de noche, miró su reloj, apenas eran las 8 de la noche. Suspiró pesadamente, antes de levantarse de su cama, abriendo la puerta de su habitación y cerrarla detrás de él, sintiéndose un poco mareado, intentó ignorar aquello, ya que caminó hacia el elevador.

Se abrieron las puertas del elevador, una señal para que el rubio entrara en ésta, y al ver las puertas cerrarse, cerró un poco los ojos, no sabía la razón de su fatiga, si había dormido mucho, llegó a las 11 de la mañana y se había despertado a las 8 de la noche, ¿será porque no había comido nada desde que se enteró de que era quirkless?, si, a lo mejor será por aquello, verá que han hecho sus compañeros de cenar, o a lo mejor el mismo se haría algo de comer.

Al llegar al primer piso, caminó hacia la cocina, encontrándose con alguno de sus compañeros, que eran Ashido, Bakugou, Kaminari, Kirishima y Sero, estaban charlando de manera animada -excepto Bakugou, andaba de malhumor-, hasta que el pelirrojo se dio cuenta de la presencia del rubio de ojos amatistas, levantándose de la silla, llamando la atención de sus amigos.

¡Aoyama, bienvenido!— exclamó Kirishima con una sonrisa amplia en su rostro, Kaminari y Sero miraron al rubio "francés" con sorpresa, pues recordaron que el de dientes puntiagudos les había comentado que el chico estaba en el hospital debido al dardo que le habían disparado —¿cómo te sientes?

Oh, Kirishima...— susurró Aoyama con un tono de cansancio, trató de sonreír como siempre lo hacía, con esa forma de V, pero no le salió, le salió una sonrisa algo torcida —merci, y me siento bien, gracias por...— no terminó de hablar al ver que el pelirrojo ya no le estaba mirando y hablaba con Kaminari y Ashido, nuevamente hizo una expresión de tristeza, que solo fue notada por el pelinegro y el rubio ceniza —tendré que acostumbrarme aún más...— pensó antes de dirigirse a la cocina, siendo seguido por el pelinegro de las cintas.

Oye, Aoyama, ¿estás seguro de que estás bien?— Sero le preguntó con un leve tono de preocupación, el más bajo detuvo su andar y solo le miró por el hombro, el más alto notó que ese brillo en sus ojos no estaba.

No deberías preocuparte por eso, estaré bien...— susurró el rubio para luego seguir su andar hacia la cocina, agarrando una manzana, le dio un mordisco y se lo tragó, la expresión de su cara era bastante alarmante para el del quirk de la cinta —¡¿q-qué es este sabor...?!— pensó antes de buscar con la mirada el bote de basura, le había dado nauseas.

Corrió de inmediato hacia el bote de basura, comenzando a vomitar dentro de este, Hanta le siguió de inmediato, no entendía lo que le estaba pasando, solo le dio un mordisco a la manzana y se puso muy mal. Le dio varios golpes e la espalda al chico, tratando de que dejara de vomitar, y eso paso, el rubio dejó de sacar todo lo que tenía en el estómago, notó que sus ojos estaban algo brillosos debido a las lágrimas, que jadeaba un poco y sudaba.

¡¿Qué pasó?!— exclamó Kaminari entrando en la escena al escuchar las arcadas del otro rubio, entrando junto a Kirishima y Ashido.

N-No lo se, solo mordió una manzana y quiso vomitar— respondió el pelinegro preocupado, palmeando nuevamente la espalda al más bajo.

Dios, ¿no será mejor que lo llevemos con Recovery Girl?— preguntó Ashido estando a lado del pelirrojo, quien asintió ante la pregunta de la pelirrosa.

Si, es una buena idea, vamos Aoyama— dijo el de dientes puntiagudos mientras se acercaba al de ojos amatistas, tratando de levantarlo por el brazo, pero no supo como es que el contrario sacó una gran fuerza para separarlo de él, al igual que alejó al pelinegro —¡¿por qué nos alejas?!, ¡estamos tratando de ayudarte!

Aléjense de mi, no me toquen, no me hablen, ¡no quiero nada de ustedes!— las palabras del quirkless eran un poco entrecortadas, pues estaba llorando, sorprendiendo a los que estaban presentes —n-no quiero que finjan que están preocupados... ¡solo déjenme, ¿quieren?!— dio la cara a los cuatro chicos, quienes volvieron a sorprenderse demasiado, Ashido llevó sus manos a su boca, Kaminari y Sero comenzaron a sudar, mientras Kirishima trataba de acercarse a él.

Aoyama... tus ojos...— murmuró el pelirrojo con sus ojos muy abiertos.

El rubio se quedó quieto ante el comentario del contrario, se acercó como pudo al refrigerador -que era metálico y se podía reflejar todo-, no puso evitar ponerse muy pálido al ver que sus ojos eran muy diferentes, llevó sus manos a su rostro, con una expresión de pánico. La iris de sus ojos eran de color rojo, la esclerótica de color negro, y podía ver que tenía unas cuantas venas rojas sobresalir por fuera de sus ojos, a los costados de su cara. Comenzó a temblar de miedo, al igual que las lágrimas no tardaron en salir, juró escuchar la risa de aquella mujer que aparecía en sus sueños, al igual que juró verla en el reflejo del refrigerador.

Te lo dije, ¿no es así...?— Yuga se estremeció al escuchar aquella voz muy cerca de su oído, lo que faltaba, que tuviera una alucinación —cuando las flores se vuelvan rojas... tu nuevo poder saldrá a la luz...— sintió nuevamente como alguien le cubría los ojos con una mano, y sintió como le cubría la boca con la otra mano, se sentía bastante real, se puso aún más pálido de lo normal —ahora... sufre lo que he sufrido yo, querido Yuga-kun~

Gracias por leer este primer capítulo, traté de hacerlo lo más realista posible.

Comenta que te pareció este primer capítulo, ¿les gustó?, ¿quieren que le cambie algo?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top