8
Naruto ni Highschool DXD me per son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.
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Porque.
Porque.
Porque.
PORQUE.
Porque sus padres le habían abandonado, porque tuvo que sufrir, porque el mundo era tan cruel.
No lo entendía.
No comprendía.
Si había un dios en esos cielos, un dios que los había creado, un dios benevolente, un dios que cuidaba de ellos.
Lo odiaba.
Odio era lo que el sentía, repudio a los que eran felices, envidia a los otros niños, porque no podía tener lo que ellos tenían.
"Oye estas bien"
Una voz de una niña le hizo ver a su izquierda, una niña pelirroja le sonreía, llevaba un abrigo para protegerla del frío así como unas orejeras también.
-Porque, porque soy tan débil....-Hable mientras que mi voz salió áspera de no haber sido utilizaba en varios días.
La niña se acercó a mí, sus ojos podía sentir la curiosidad que emanaba de ellos, no me quise mover, estaba muy cómodo en esta esquina.
-No entiendo, eres muy fuerte-Hablo ella mientras que mis ojos ganaban irritación y odio al verle, no entendía, que clase de broma es esa.
-No lo entiendes, los odio, odio a todos con tods mi alma, despreció a todos, todos mueren a mi alrededor-Hable mientras que sentía mis ojos arder.
La niña entonces se acercó más a mi, al estar al frente mío flexiono sus rodillas poniéndose a mi nivel.
Una sonrisa.
Eso fue todo lo que me dio.
Pero no supe porque, aquella hermosa sonrisa fue todo lo que me bastó, sentí mi corazón volver a latir como antes, el calor se aquella sonrisa fue suficiente para hacerme sentir vivo de nuevo.
-Entonces le daremos una paliza juntos, desde ahora yo Rias Gremory te declaró mi mejor amigo, puedes venir conmigo ya que yo no moriré-Me sonrió mientras que me extendía su mano.
Su sonrisa, algún día quería tener una igual a la de ella, ¿Siquiera podía sonreír yo así?.
No lo sabía.
-Po-Porque lo haces, soy un inutil, bueno para nada, no tengo nada salvo esta maldición...-Mi viz se rompió, sentí que mis ojos acumulaban lagrimas viéndole.
Tas.
Olía a fresas, su calor era como su el mismo sol me estuviera abrazando de manera calida, este calor, este calor no lo había sentido ni siquiera con mi madre.
Así que así se sentía ser amado.
*Hic*
No supe en que momento pero ahora estaba llorando con ella abrazándome, sentí que en sus brazos nada podía hacerme daño, nada podía siquiera tocarme.
-Ahora eres mi mejor amigo, no eres un bueno para nada, si nadie te quiere entonces yo que voy a querer como todos ellos, si todos te dan la espalda yo te daré un abrazo, incluso voy a romper esa maldición tuya, ahora en adelante estaré contigo por siempre y para siempre, esa es una pinky promese-Habló Rias con voz tranquila mientras que seguía abrazándome.
No pude más, solte a llorar, llore como nunca lo había echo, llore por mis hermanos, llore porque mis padres nunca me quisieron, llore por mi soledad.
Y seguí llorando.
"¿Que estas pensando?"
Naruto agradeció las vendas sobre sus ojos o habían visto las lágrimas que estos tenían.
Había convencido a Rias de dejarle portar las vendas incluso en la academia, Rias había protestado pero acepto aquello ya que levantaba muchas sospechas que alguien con los ojos vendados pudiera caminar sin problema alguno.
Rias fue la que había hablado, estaba confundida ya que no tendía a distraerse con facilidad, más que nada debido a que podía estar en varios lugares al mismo tiempo en su cabeza.
Akeno caminaba a unos metros atrás con un aura agria en su rostro al ver el pelo de Rias, tenía una ceja temblando ya que la pelirroja era una tomate entrometida.
La razón era simple, Rias un peinado semirecogido con corona de trenzas en su cabello carmesí.
Se veía hermosa.
Pero ese no era el punto, el punto era que Naruto se lo había echo, la tomate celosa no pudo ver que ella era peinada ya que hizo a Naruto hacerle uno a ella.
-Déjalo, todos tenemos derecho a perdernos de vez en cuando-Hablo Akeno de mera tranquilidad pero a la vez con un toque de burla.
Rias bufo mientras se cruzaba de brazos ante lo dicho por Akeno, pero él era su reina, el vínculo máximo en su ajedrez, el rey podía sentir las emociones de su reina, ese era uno de los vínculos más fuertes que tenían ellos, por eso era que ninguna reina nunca antes había traicionado a su rey.
Rias podía sentir niebla.
No podía distinguir bien y eso le había preocupado, fueron rápidas sucesiones de sentimientos que apenas tuvo tiempo de registrarlas.
La que le preocupo fue sentir el odio.
Naruto no odiaba a nadie, incluso sus enemigos no cumplían los requisitos, pero cuando Naruto odiaba algo ni aunque pasarán mil años lo dejaría de odiar, cada gramo de su ser creaba un rechazo nauseabundo a la cosa que odiaba que incluso Rias sin su pieza lo hubiera podido saborear.
Un ejemplo fue el consejo de Ancianos Gremory.
Y otro fue Raiser.
-Si les pido un abrazo, ¿Me lo darían?-Tarareo Naruto mientras que seguía caminando sin preocupación.
Rias se sonrojó igualando su cabello ante aquellas palabras, ese idiota, siempre soltando cosas así de la nada.
-¡Qu-Que estas diciendo!-Habló Rias ya que le tomo por sopresa aquello.
Tas.
Pero Rias abrió los ojos de manera incrédula al ver que Akeno abrazaba a Naruto por la espalda con una sonrisa coqueta.
-Ufufuf~ Aunque no lo pidieras te daría muchos abrazos-Sonrio Akeno mientras que sin decirlo sintió los cuadritos de Naruto.
Naruto tenía una complexión atlética, más que atlética era entrenada, pero sin embargó el misterio que perseguía a Naruto era que solo ropa pegada a su cuerpo mostraba su físico, la ropa escolar o otra le daban una apariencia delgada.
-Por ello es que te amo, mi hermosa cuervo-Sonrio Naruto mientras que Akeno soltaba una risita risueña al por a Naruto decir eso.
-¡Espera Akeno! ¡Suelta a Naruto en este instante! ¡Como rey no permitiré tu rebelión!-Habló Rias mientras que tomaba a Akeno por los hombros.
Akeno sonrió al ver que Rias intentaba en vano separarla de Naruto, lentamente se giro para ver a Rias con una sonrisa.
-Si quieres podemos compartirlo, su resistencia hizo que me desmayara la ultima vez, sin mencionar que con su ritual inverso tendrá mucha mas le...-Hablo Akeno antes de que Rias le tapara la boca a su obispo.
-¡Suficiente pervertida! ¡Lo que hagas o dejes de hacer no me importa! ¡Suelta a Naruto!-Habló Rias a su obispo pervertido.
Akeno sonrió simplemente mientras que seguía abrazada de Naruto, como un par de niñas pequeñas Rias intentaba quitar a Akeno mientras que la último se aferraba a Naruto.
Todos los hombred de Kuoh maldecían a Naruto incluso en idiomas muertos, lloraban sangre mientras que un aura de muerte les rodeaba.
Naruto siendo Naruto.
Por supuesto, les saco el dedo a todos ellos con una sonrisa presumida en su rostro.
La razón del porque caminaban por la academia fue simple, habían sido solicitados por Sona Sitri para una conversación amistosa.
Seguramente era por Issei.
Sona era un demonio que se guiaba por la razón y la lógica ante todo, si para ella no había razón lógica para rescatar a alguien simplemente no lo iba a hacer por buena voluntad.
Básicamente tenia un palo entre el trasero.
Después de todo Sona había hablado sobre el sacrificio de Issei ante sus padres estando a favor de su asesinato, así que debían tener cuidado con ella.
Ella veía a Issei como una bomba de tiempo, bomba que solo tenía un par de meses antes que explotará y ella no quería esta involucrada en ese tema ni tampoco su nobleza.
Pensar que Levi-tan tenía a tan seria y huraña hermana, bueno aunque considerando el verdadero rostro de Serafall se podía entender.
-Chicas antes que comiencen una guerra, ya hemos llegado-Hablo Naruto viendo la puerta del consejo estudiantil a unos metros.
Nadie estaba alrededor, era entendible, incluso los profesores temían a Sona, los niños por buena voluntad no estarían aquí.
Lentamente Naruto camino más rápido mientras que tomaba ambas perillas y las giraba abriéndo al mismo tiempo sin problema alguno.
Una sonrisa se instalo en su rostro al ver todas las miradas de impresión, observó la niña de gafas atrás de Sona fruncia el ceño.
Rias suspiro al ver a Naruto tan maleducado como siempre y Akemo simplemente sonrió.
Le estaban escupiendo a Sona.
Podía ver los ojos llenos de enojo de la muchacha, cada pieza de Sona estaba presente aquí, todos en fila y bien perfilados, después de todo esta era una reunión entre dos nobleza, los demonios podían ser trogloditas en muchos aspectos, pero su código de honor y presentación entre ellos eran intachable.
Llegaron 30 minutos tarde a la reunión, los tres aunque vestidos con el uniformes y limpio se podía ver que era el mismo que habían utilizado durante la mañana sin preocupación alguna, Naruto quebraba 7 reglas sobre el uniforme masculino y Akeno 3 entre ellas los objetos punzantes que llevaba en su cabello.
No pidieron presentación pasado como perro por su casa sin preocupación alguna y sobre todo lo que seguramente tenía a Sona enojada era la nobleza.
Ella había presentado toda su nobleza, impecables, sin embargo Rias solo a dos con ella, para otros no hubiera sido nada, pero si se tomaba en cuenta la ética demoniaca en este asunto.
Básicamente Rias le estaba diciendo que no valía la pena estar con su nobleza al frente de la suya, que ella no era alguien con la que tuviera que convocar a su nobleza, que era inferior a ella.
Aquello la tenía enojada.
El la despreció.
-Buenos dias-Hablo Rias mientras que buscaba su asiento mientras que Akeno le seguía.
Naruto se sentó en medio de aquel sofá con una sonrisa en su rostro, más al ver las venas en los ojos de Sona.
-Que pasa pequeña So-Tan, si quieres decir algo dilo, puede que te de un ataque al corazón de no ser asi ~huhuhuhu~-Se burló sin problema Naruto inclinando para adelante retandole que dijera algo.
Que se sintiera inferior era lo que Naruro quería que Sona sintiera, después de todo podía matarlos a ellos sin suspirar en absoluto, la basura debía aprender su lugar y quedarse siendo basura.
Ninguno de ellos valía la pena.
Sin mencionar qu Sona dejó claro que quería muerto a Issei, era normal, después de todo todos tenían el derecho de elegir bando, que estuvieran en el perdedor no era su problema en absoluto.
-*¡Esta basura!*-Sona apretó su mandíbula con furia al sentir la mirada de Naruto abajo de esas vendas.
"No vales nuestro tiempo"
Ese era el mensaje claro qu Naruto estaba enviado, Sona solo podía cerrar su boca, conocía perfectamente a Naruto, conocía su poder y el alcance del mismo.
Le hervía la sangre, un pura sangre siendo humillado por un reencarnado, si no hubiera sido Naruto ella lo hubiera decapitado.
-Naruto deja en paz a Sona-Hablo Rias con un suspiró al ver que Naruto burlarse de la amiga de su infancia.
-¡Ten respeto Sona-sama es superior a ti en cuanto a rango!-Un rubio grito mientras que tenia los dientes apretados de enojo viendo a Naruto.
-De acuerdo, de acuerdo, shi, eres una aburrida Rias-Sin prestar atención a ese imbecil rubio, Naruto había contestado a Rias mientras que se inclinaba para atrás.
-Tu también Saji-Demando Sona de manera tranquila mientras que el muchacho se inclinaba para atrás aceptando.
Mediocre y débil.
Naruto lo pudo juzgar, si fuera clase alta con lo que veía Naruto sabía que ese niño sería mucho en esta vida, no sabía porqué Sona se empeñaba a recolectar basura para ella, parecía que no le daba asco la basura.
El solo saber que podían haber sido sus compañeros le revolvia el estómago, diablos incluso Issei tenía más potencial que la Reina de Sona, Tsubaki Shinra y eso que esa pelinegra venía del Clan Shinra uno de los más importantes del Shinto.
Sus padres debieron cometer Seppuku.
El solo pensar en tener rsa vergüenza como hija Naruto lo hubiera echo sin dudarlo.
-Veo que sigues teniendo buena salud Sona, me alegro, ¿Puedo saber del porque la reunión de hoy?-Pregunto Rias curiosa sentada a la par de Naruto sin preocupación.
Todas las piezas vieron a Naruto de mala manera, ninguna pieza tenía el derecho siquiera de sentarse en el sofá de sus reyes, sin embargo Naruto estaba escupiendo en ello sin preocupación alguna.
Akeno tenía una sonrisa en su rostro atrás de ellos dos, no quería sentarse ya que había pasado varias horas sentada por ello adoptó aquí, siempre era divertido ver a Naruto burlarse de una nobleza.
Sona no entendía su lugar.
Sona vivía en la fantasía y creía que Rias era igual a ella, rango, estatus y poder político, nobleza y riqueza, por más lisiada que Rias fuera, Rias tenía la nobleza más fuerte del inframundo, un título que le había quitado a Sirzechs Lucifer y también a Diehauser Belial de sus manos, demonios que se consideraban invictos en los juegos de Calificación, cada pieza suya tenía el poder que sobrepasaba un Clase Suprema, que aunque Naruto no le gustaba alardear el solo encender su poder en Japón sin preparación alguna haría que la mitad de Oriente fuera convertida en polvo.
Naruto podía ser arrogante y narcisista, Akeno sabía y lo amaba así como era, pero tampoco negaba que Naruto no le gustaba pelear en el mundo humano, la misma fragilidad del mismo era una molestia para él.
Por ello le habían prohibidos jugar la copa de los Jóvenes Demonios ya que no tenían ningún sentido ya que se daría el vencedor de manera inmediata.
Sona no entendía que incluso el chasquear de dedos de Issei quien era el más débil de ellos haría que ella fuera obligada a abandonar el mundo humano y quedarse encerrada en los territorios Sitri, era el alcance de la nobleza de Rias y lo que tenía preocupado al consejo de ancianos de los Gremory.
-Si Rias, tengo una nueva pieza, su nombre es Saji Genshirou peon de 2 piezas, hubiera preferido que tu peón de 2 piezas estuviera presente-Hablo Sona enviándole una indirecta a Rias quien suspiro.
Issei se fue a espiar el club de Kendo por lo que no le había visto, aunque por los gritos que pudo llegar a escuchar había sido descubierto.
Su nobleza era una nobleza libre, ellos podían hacer lo que quisieran, ella no tenía ningún problema, después de todo Issei tenía un estilo de vida, por más peón que se hubiera convertido no podía quitarle eso al castaño.
Su nobleza se dividía:
Naruto=Reina
Akeno= 2 Obispo (1 Mutado)
Koneko= 4 Peones
Krul= 1 Torre
Baiken= 1 caballero.
Todavía tenía 1 caballero, 2 peones 1 torre para completar su juego de piezas, aunque prefería tener a Issei solamente para enseñarle de manera detallada todo.
Sona solo le faltaban 2 peones ya que tenia su nobleza incluso más avanzada que la de ella, pero Rias estaba feliz por ella, quería que Sona completará sus piezas.
Rias se toco su pecho cuando una punzada se dio en su corazón, no supo porqué pero por un momento vio ¿Un juego de voleibol?.
Con Zeoticus.
Era un hombre pelirrojo, llevaba un traje elegante de color negro con toques dorados y una sonrisa tranquila en su rostro.
"Señor, que bueno que ha venido, esto se está saliendo de control"
Un hombre habló a su derecha, Zeoticus simplemente asintió ante lo dicho por el miembro de su paridad.
Ya casi era el Día.
El día que en que pudiera pasar la antorcha a la nueva generación Gremory, ya casi su hermosa bebé se convertiría en Lady Gremory.
Venelana había servido para su propósito.
Al parecer Zekram se había confiado, esa confianza haría que Zeoticus le hiciera sangrar, el más que nadie debió saber que si pinchabas al dragón este te despedazaría.
El había pedido la mano de Venelana al Bael, le había costado un ojo de su cara de manera figurativa el poner en el contrato que los hijos serían propiedad de Gremory en lugar de Bael, Zekram lo había echo sangrar pidiendo casi toda su riqueza, pero para Zeoticus eso era banal.
Sin mencionar a Venelana.
Zeoticus no era estúpido, sabía que Venalana no estaba de parte suya, la mujer tenía el único propósito de hacerse con el poder de los Gremory, después de todo era hija de Zekram, el mayor hijo de perra de todo los demonios.
Zeoticus no descartaba el echo que Zekram había enviado a Venelana para debilitarle y extinguir su línea de sangre para que así dentro de unas docenas de año los Bael absorvieran a los Gremory coronandose con la hegemonía de todo el inframundo, lo habían echo con los Andrealphus.
Había que ver la actualidad.
Venelana estaba negociando el destierro de Rias incluso ahora, la razón era simple Millicas, quería a Millicas sentado en el asiento del patriarca, quería a un Bael pelirrojo sentado ahí, donde solo un Gremory podía sentarse.
Estúpida.
Chica estúpida.
El era Zeoticus Gremory.
GREMORY.
Amaba a su hijo, después de todo era suyo, daría su vida por ellos dos, Sirzechs y Rias siempre serían su mayor tesoro, la razón de su existencia, sus hermosos terrones de azúcar.
Pero no abandonaría su pilar.
Rias debía heredar.
Después de todo, solo ella entre Millicas, Sirzechs y Rias tenía el poder de su Clan, la línea de sangre que existía en los Gremory y la razón del porque habían sido tan temidos y alabados en la antigüedad.
-Lo se padre, se que están impacientes, yo también lo estoy, después de todo es mi amado terrón de azúcar, por favor tengan paciencia, debe crecer, así como una vez lo hicieron ustedes y lo hice yo...-Habló Zeoticus viendo al frente mientras que el demonio a su lado suspiraba de alivió.
Al frente de ellos había un trono, enorme y notablemente antiguo de piedra, en el descansa espaldas había una empuñadura de espada mostrando que había sido enterrada ahí a propósito.
Este era el salón del trono.
Aquí en tiempo inmemoriales los hijos del descendiente del primer Barón Gremory venían a comprobar su eran dignos de heredar su clan.
Una fracción del alma del Barón Gremory y los anteriores líderes residían en la espada, así como en el futuro Zeoticus sería el 14 residente de ella y Rias la 15, para así darle la bienvenida al número 16.
*Temblor*
El suelo tembló cuando la hoja de la espada envió un pulso de poder mientras que Zeoticus sonreía.
-Es mi hija abuela, lo sé con todo mi corazón, lo aseguro, Rias será mi heredera, después de todo yo lo vi-Habló Zeoticus respondiendo con toda la seguridad.
Millicas no era digno, no era Gremory, Sirzechs tampoco era digno, carecía de su sangre Gremory y no entendía el significado de ser líder, sin mencionar que ellos eran Bael, el poder de la destrucción era del Bael no del Gremory.
Rias era la única digna.
Ella no lo conocía, los Gremory activaba su línea de sangre después de los 15 años y antes de los 18, podía sentirlo, el como su padre podía sentir la sangre Gremory dentro de Rias arder y gritar de emoción, estaría atento a ella, después de todo las primeras veces siempre era abrumador.
-Solo pido paciencia, un poco, dentro de poco sera su despertar....si padre, ha encontrado a alguien digno...no, no es Bael, es un heredero del 'Rokugan'....lo se, sus hijos serán los más fuertes Gremory's que habrán existido y que existían, nuestra sangre con el estará protegida-Hablo Zeoticus viendo el trono ya que pudo escucharlo claramente.
Zeoticus agradecía que los Bael fueran tan estúpidos para no reconocer más señales, o bueno eran arrogantes, Venelana iba incluida en ello.
Rias a su tierna edad ya manejaba la nobleza más fuerte del inframundo, sin mencionar que para reencarnar a alguien debías ser más fuerte tu que él, ¿Como había logrado reencarnar a Naruto y Rias?, el había ocultado por todos los medio que esa noticia llegara a los oídos de Zekram ni de Venelana cosa que logró y ya casi su plan estaría echo.
El hombre era su torre, conocía un poco la interacción que se daba, su señor Zeoticus le había explicado que era como si voces com eco sonarán en la sala, voces que sólo los Gremory pura sangre podían escuchar.
Zeoticus asintió mientras que su anillo brillaba tenuemente, ya casi era hora de la coronación de Rias.
Ya nadie podía detenerlo.
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Fin del capítulo.
Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.
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