[18]
Taehyung contempló al frente, tomó el té que le habían ofrecido en aquella tarde. La consorte viuda del emperador le ofreció una sonrisa, el castaño se la respondió, nervioso. El ambiente no era para nada favorecedor y había llegado el dia en que ella le había hecho la invitación. La doncella de aquella mujer, se mantenía a lo lejos, esperando alguna orden de su señora.
Entonces la consorte decidió romper aquel incómodo silencio.
—Gracias por aceptar mi té de la tarde, no habíamos tenido el placer de conocernos bien, aunque me imagino que ya sabes quien soy.
—Lo sé, señora—afirmó aquel hombre ofreciendo una media sonrisa.
—De seguro haz escuchado cosas no muy favorables de mí, no te preocupes, no soy tan mala como dicen que soy.
—No hago oído a los rumores, siempre espero hacer mi propia convicción de la persona.
Ella no pudo evitar sonreír con dulzura.
—Se que lo que te pediré te puede sacar de sorpresa...¿Me dejarías ver el collar que cargas?
Kim Taehyung carraspeó, entró su mano debajo de la camisa, sacando aquel pequeño reliquiario y lo quitó, se lo entregó a ella, quien lo tomó con sus manos temblorosas, cuando lo abrió, sus ojos se abrieron en par al ver la foto de su hermana, la esquina de sus ojos se llenaron de lágrimas.
«Un grito desgarrador se escuchó por uno de los pasillos de aquel castillo. La Reina consorte contempló al frente a la enfermera, la cual sostuvo al pequeño bebé que acaba de nacer. Su hermana menor le contempló con suma preocupación.
—Felicidades su alteza la emperatriz, es un varón sano—habló aquella enfermera.
—Hermana—llamó la Reina y extendió sus brazos en dirección de la otra, la nombrada se le acercó, tomando las manos de la mayor—, lleva a este niño lejos de aquí.
Una de las mujeres se acercó con una sábana y el cuerpo de un niño muerto que había logrado conseguir. La Reina tomó el cuerpo sin vida y contempló entre lágrimas el cuerpo de su propio que era llevado por la enfermera y escapaba por una de las puertas.
—¡Atención, su majestad el emperador y la Consorte Imperial!
La hermana de la emperatriz cerró la puerta detrás suyo y aquella mujer empezó a escabullirse en los pasillos secretos del palacio.
El emperador ingresó y contempló a su esposa, la consorte Imperial se asomó por igual con una sonrisa, mientras dejaba a la vista un vientre de nueve meses de embarazo. La Emperatriz dejó caer varias lágrimas, sosteniendo el cuerpo sin vida de aquel desconocido bebé, lloraba por el hecho de no poder abrazar a su pequeño y tenía que separarse de él para que viviera, ya que sabía que la nueva amante de su esposo buscaba poner a su propio hijo sobre el trono. Su hijo podría tener una vida normal afuera de aquellos muros del palacio.
—Lo siento, emperador—habló aquella enfermera con sumo nervios—, el niño...no sobrevivió.
El emperador contempló a la emperatriz, con furia.
—¡No pudiste dar a luz a un niño sano! ¡Eres la culpable de que haya nacido muerto.
La Consorte Imperial solo ensanchó más su sonrisa y pegó su pronunciado pecho sobre aquel emperador.
—¡Amor, no te pongas alterado! sabes muy bien que la salud de la Emperatriz había sido mala desde un principio ¡no la culpes!
—¡Guardias!—gritó aquel hombre, unos soldados ingresaron—, la emperatriz quedará encerrada en su cuarto por haber fallado en darle un hijo vivo al emperador, y los demás que ayudaron en el parto, morirán.
Los sirvientes gritaron del miedo al darse cuenta que morirían, la enfermera solo contuvo sus nervios, ya que la Emperatriz había dado una buena cantidad de oro para que su familia pudiera vivir bien por mucho tiempo.
—Mi rey, no puede hacer eso—comentó la consorte, la hermana de la emperatriz.
—Tu sal de aquí, tienes la suerte de que te dejo vivir por tu belleza ¡Saquenla!
—H-hermana—llamó nerviosa aquella hermana menor.
—Vete—ordenó la emperatriz.
—¡N-no, hermana!
Gritó llamando el nombre de ella, mientras era tomada por unos soldados y sacada a la fuerza de aquel cuarto. La Emperatriz fue abandonada ya que se llevaron a la partera y sus ayudantes, siendo asesinados aquella misma noche. Solo dos días después, la emperatriz murió por complicaciones después del embarazo. La Consorte Viuda, vistió de color negro desde la muerte de su hermana, la emperatriz y de allí, no fue favorecida por el emperador, quien a pesar de no visitarla, no la ordenaba asesinar, ya que le gustaba el rostro de la hermana de la emperatriz.
Aunque ella buscó muchas maneras para morir e irse con su hermana, no lo consiguió y vivir le fue un dolor cada día.»
—Eres el hijo de mi hermana, la Emperatriz...pensé que de verdad habías muerto. Te busqué por mucho tiempo, seis meses después, cuando busqué a la mujer que te había llevado y mi hermana le dio dinero para que ella y su familia te cuidara, me enteré que ella se robó el dinero y nadie sabia de tí, lo último que supe es que fuiste abandonado en un bosque. Por supuesto...mate a esa familia—rió con amargura limpiando sus lágrimas—, el peor enemigo del humano es la codicia.
—No me sorprende que fuera un Heredero de la corona—comentó Taehyung con suma tranquilidad—, lo sospeché cuando vi el mismo collar en el principe Eunwoo.
—Debes tener mucho cuidado con ese príncipe, es el hijo de la Consorte Imperial y la amante favorita del Emperador. Saber que estás vivo, siento que he vuelto a la vida—ella se levantó y tomó el rostro de aquel joven, sonrió con dulzura—, es el destino, te regresó a este lugar para que tomes tu puesto.
—No quiero la corona, tia—recalcó con el ceño fruncido.
Ella se sorprendió, se sentó con cuidado, un tanto pensativa.
—¿A qué te refieres?
—Solo quiero regresar a Saudé con mi señor, con el hombre que le prometí mi lealtad y posee mi corazón, no creo estar hecho para convertirme en un emperador.
—Kim Taehyung, es tu derecho por ser hijo de la emperatriz. Ese Conde del norte ¿Es por él que no deseas la corona?—su sobrino afirmó con un leve cabeceo.
—Estamos casados.
—¡Oh!—ella exclamó con sorpresa.
—Y está esperando un hijo mio.
Ella no supo como sorprenderse más ante la noticia.
—¿Es un hombre concebidor?—taehyung solo afirmó con lentitud—, si es tu deseo, entonces lo respetaré.
Taehyung ofreció una sonrisa y tomó su taza para dar otro sorbo, empezando aquella Consorte a hablar sobre como era su madre e historias de la infancia.
Lee Sung-kyung, la protagonista de la novela de Saudé, se encontraba olfateando las flores del jardín. Kim Taehyung la contempló desde el otro lado del jardín, ya que terminó de tomar el té de la tarde con aquella consorte del emperador, el castaño miró a los lados notando que no había nadie más, como si la escena estuviera preparada para un momento de cliché romantico, puso los ojos en blancos y empezó a caminar con normalidad, un viento golpeó a la protagonista, la cual sacudió su cabellos en cámara lenta y miró a su derecha, viendo al ayudante del conde que venía caminando en cámara lenta.
Ella se levantó y le ofreció una sonrisa, alzando la mano.
—Señorita—saludó con respeto Taehyung que acomodó sus manos detrás de la espalda—¿Qué hace sola en el jardín? ahora me voy preguntando de que trabaja en este lugar, siempre la veo...libre.
—¿Eh?
Aunque Taehyung de verdad se lo preguntaba, siempre veía a esa mujer charlando con el segundo príncipe Eunwoo y jamás la vio tomar una escoba, barrer o un trapeador, siempre riendo y pasando la vida lo más relajado.
—Debe ser porque es la amante del príncipe Eunwoo, pero tengo entendido que usted es una sirvienta de este palacio.
—Ah—ella sonrió con nervios, usualmente no hacía nada ya que Eunwoo no se lo permitía, porque le había prometido que no tendría que ensuciarse sus manos—, trabajo para el príncipe.
—¿Le sirve a él? debe ser una gran trabajadora ya que es la sirvienta principal de un principe, debe...complacerlo muy bien.—indagó barriendo a la mujer de pie a cabeza.
Ella solo se sonrojó y desvió la mirada, movió uno de sus mechones del pelo detrás de su oreja y luego enfocó sus ojos sobre aquel castaño, visualizando los rasgos del tipo, mientras lo miraba pensó: "El principe Eunwoo era bonito; pero Kim Taehyung, ese servidor del conde, tenía otro tipo de belleza que no pasaba desapercibido, tal vez...¿Ella tendría la oportunidad de enamorarlo? "
—Soy la amiga de infancia de su alteza, no quiere que me haga daño.
—Por supuesto, yo tampoco quiero que mi señor se haga daño, oh...tienes algo en el pelo.
Taehyung notó que Park Jimin había salido por la puerta de aquel pasillo para visitar el jardín y cuando notó aquel gesto, sus cejas se fruncieron y ya no tenía un rostro muy amigable, el pelinegro estaba echo una fiera y con fuertes zancadas se empezó a acercar. Taehyung fingió no verlo, sonrió divertido, quitando o fingiendo quitar algo del pelo de aquella bonita mujer.
—¿De dónde es usted, señorita Sungkyung? tiene un color de pelo bastante bonito.
—¿Usted cree? en la verdad mis padres-...¡Ah!
Ella pegó un grito cuando una mano la agarró del pelo y la tumbó al suelo. Ella trató de librarse de las manos que la habían cogido, pegando gritos de dolor. Aquello llamó la atención de otros sirvientes, que se asomaron curiosos para saber que acontecía. Taehyung solo se quedó quieto viendo como el Conde se puso encima de aquella mujer y le ofreció una fuerte bofetada, lleno de celos.
Eunwoo apareció por el campo de visualización junto a otras personas, la consorte viuda también se asomó ante el caos ocasionado. Sungkyung se liberó de aquel hombre y buscó dirigirse hacía su amado; pero Park jimin aceleró sus pasos y le volvió a tomar del pelo.
—¡Mujerzuela barata!—gritó el pelinegro muy alterado—¡Eres una total desvergonzada! ¿Cómo te atreves a coquetear con uno de mis sirvientes de alto rango y que está comprometido, tienes un poco de dignidad, es un orgullo ser una gata rompe-hogares?
Las doncellas de Park Jimn sonrieron divertidas conversando entre ellas mientras las del palacio, no iban ni siquiera a defender a esa mujer, ya que sentían también una satisfacción en su interior, ver como esa supuesta sirvienta, era tratada de esa forma. Era injusto que ella recibiera un sueldo incluso mayor al de ellas y no hacía nada más que calentar la cama del segundo príncipe.
—¿Se puede saber qué sucede aquí?—intervinó Eunwoo que trató de liberar a su amada del fuerte agarre que Park Jimin poseía.
Jimin soltó a la mujer y limpió sus manos como si hubiera tocado al ser más sucio existente en la tierra.Eunwoo frunció el ceño y miró en dirección de Kim Taehyung, quien le sonrió espléndido, inocente.
—Su alteza, príncipe—cambió la actitud Park Jimin—, esta humilde sirviente no ha tenido ni el mínimo respeto por mi persona. Se atrevió a tocar lo que me pertenece. Estaba coqueteando de forma descarada con mi servidor—Park Jimin contempló al príncipe con una ceja enarcada—, como Noble, solo la estoy educando para que aprenda cual ha sido su error.
—¡Yo no hice nada, maldito loco-...—una bofetada fue a caer en el rostro de aquella mujer, Jimin suspiró.
—¿Loco? ¿Acaso no puedes notar la diferencia entre ambos? yo soy un noble y tu solo parte de la servidumbre ¡Soy el Conde del norte de Saudé, me debes respeto, mujer!
—¿Acaso no sabes quién soy?—habló ella muy ofendida—¡Yo soy-...
—¡Una sirvienta, eso es lo que eres!—le recordó Jimin, enfurecido—, tal vez no lo sepas, pero el joven Kim no es un sirviente cualquiera, fue educado desde su inicio y criado por la nobleza, bajo la protección de un Duque, sirvió a la casa por mucho años y estuvo bajo la tutela de un conocido Marquez cuyo nombre era Dongwook que pertenece al norte de este país. Luego vino a trabajar conmigo, su rango, es mucho más alto que el tuyo.
—¡Aún así yo-...—la protagonista trató de defenderse,pero la mano del principe la detuvo, ella le contempló, consternada.
—SeungKyung, inclínate y discúlpate—ordenó Eunwoo al darse cuenta que si tenía un problemas con aquel poderoso hombre que tenía una fuerte base de militares bajo su orden, no podría llegar al trono.
—¿Qué?—interrogó ella sorprendida al escuchar las palabras de su amado—, pero-...
—Hazlo, es un orden, discúlpate por tu comportamiento—ordenó con una voz fuerte.
Ella al darse cuenta de que la situación no era favorecedora, conteniendo sus lágrimas en los ojos, se inclinó temblorosa ante aquel Conde, Park Jimin sonrió gustoso en su interior al darse cuenta que había puesto en su lugar a esa mujer que miraba con ojos de lujuria a su amado.
—Por favor, perdone a esta humilde servidora que no conoce cual era su puesto—musitó entre dientes, conteniendo su molestia interna.
—Bien, está disculpada, espero que una situación como esta no vuelva a suceder. Entiendo que mi servidor es un hombre muy guapo, pero déjame advertirte...es un hombre casado—sonrió Park Jimin espléndido—, nos retiramos a nuestro cuartos.
Jimn se despidió y tras él, Kim Taehyung contempló a la doncella, quien le miró con sumo ojos tristes, Taehyung solo se despidió fingiendo lástima y siguió a su esposo.
Cuando ambos llegaron al cuarto, Jimin se giró a ver a Taehyug con ojos casi aniquiladores. Taehyung se sentó en una silla, el mayor se dirigió a él, agitado y lo señaló varias veces, lleno de molestia total.
—¡Descarado,degenerado! Debería dejarte ciego y amputar las manos que tocaron el cabello de esa mujer o tal vez solo arrancarle los cabellos y dejar pelona a esa mujerzuela.
Taehyung sonrió divertido, de alguna forma le gustaba ver aquella reacción de su amado. Tomó la mano de Park Jimin y lo sentó sobre sus piernas, el peli-negro se estremeció al estar sobre aquel hombre, se cohibió muy avergonzado y las mejillas sonrojadas.
—Es divertido ver sus reacciones, aunque supongo que la pobre señorita Lee no le gustó tanto. Si no fuera tan importante, su cabeza no estaría puesta con su cuerpo. Hacerle daño a la favorita del Príncipe Eunwoo, puede traerle problemas.
—¿Problemas? ¡Problemas le daré yo si esa mujer vuelve a verte con esos ojos! se que le gustas, se le nota. En aquella cena, no te quitó la vista: ¿Por qué debo tener un esposo tan guapo? es un pecado, debería guardarte en mi castillo como un tesoro intocable y jamás dejarte salir.
—No te pases—protestó sorprendido.
—¡Ah, me gustaría hacerlo! pero no va con mi carácter.
Taehyung puso sus manos sobre el vientre de Jimin y acarició, recordar que allí ese hombre llevaba a su hijo, lo hacía sentir muy feliz. Emocionado, aunque temeroso del futuro por igual.
—¿Quieres un niño o una niña?—Jimin canturreó, rodando sus brazos alrededor del cuello de Taehyung.
—Con que tu seas que me des a nuestro hijo, estoy feliz, lo demás es de menos—acarició los negros cabellos de su amado, hizo una mueca.
—¿Qué hablaste con esa mujer, a la hora del té?
—Ya sabe que soy hijo del emperador, mi madre era la Emperatriz—comentó con suma tranquilidad.
—¡Oh dioses!—Jimin se levantó sorprendido al escuchar aquello—¿Eres el Principe heredero de este país? no...espera—trató de calmarse—, si alguien se entera de esto, no está bien.
—La Consorte Imperial, que es la madre del principe Eunwoo, es alguien peligrossa, mi madre me sacó del palacio, porque habían ordenado mi muerte.
—¿Eh? espera un momento, esa mujer de la que hablas...¿Quién es y por qué no la hemos visto? he conocido a las amantes del Rey en la cena que tuvimos, pero esa mujer en específico, no se encontraba aquí.
—Jimin, eso no importa—tomó de nuevo a su esposo de las manos y lo sentó con cuidado sobre sus piernas—, quiero regresar a Saudé contigo—suplicó un tanto triste—, no quiero ser un príncipe.
—Regresaremos—afirmó Jimin que recostó su cabeza sobre el hombro de Taehyung.
Taehyung sonrió gustoso y apretó el cuerpo ajeno sobre él, con sumo cuidado y olfateando el aroma de su amado.
Sungkyung se sentó agitada en la cama y sudorosa, había tenido una horrible pesadilla en aquella madrugada, se bajó para salir de aquel cuarto a ir a la cocina, debía tomar un poco de agua, calmar la sed que sentía en ese preciso momento. Tomó un pequeño candelabro y caminó por el pasillo, saliendo del cuarto del principe, se cubrió con una bata y mientras caminaba logró ver al joven Kim que contemplaba una pintura en especial, la luz tenue de la luna alumbraba a ese hombre y el cuadro presente sobre la pared. Sungkyung arregló rápido sus cabellos y se olfateó, se acercó con disimulo.
—Oh, joven Kim—llamó ella ofreciendo una sonrisa.
Taehyung miró a su izquierda, viendo a la mujer y solo fingió una sonrisa.
—Señorita...yo lamento lo que le sucedió esta tarde—mintió con descaro ya que disfrutó la jalada de cabellos que Jimin le hizo a esa mujer, que fue culpable de la muerte de Park Jimin.
—Oh, no se preocupe. No sabía que usted era un hombre comprometido. Me disculpo mucho.
—Ah, era eso. Estoy comprometido pero fue un matrimonio arreglado desde un principio, yo...—Taehyung contempló a la doncella de pie a cabeza—, no estoy enamorado de esa persona.
Ella al escuchar aquel dato, sintió una pequeña victoria en su interior y se puso nerviosa. Park Jimin frunció el ceño ya que estaba escuchando aquella conversación debido a que había ido a buscar a Taehyung porque no lo encontró a su lado a esas altas horas de la noche. Se había escondido en uno de los cruces del pasillo, escondido. El sangre mixta se cruzó de brazos, pensativo ante lo que oía.
—¿Y qué hay del Conde Park? es muy cercano a él, por lo que veo.
—Él es mi vida y muerte, señorita Lee—agregó con sin dudar aquel hombre—. Sé lo que siente por mí.
—¿Eh?
—Se que le gusto, señorita—sonrió aquel hombre y se acercó a ella, la tomó del cuello y luego la golpeó contra la pared, ella soltó un grito ahogado.
Jimin asomó su cabeza, contemplando aquella situación, asustado y sorprendido de aquel cambió radical de Kim Taehyung, notó como unos ojos amarillos sobresaltaron y unos filosos caninos y unas uñas alargadas se incrustaron sobre aquella joven doncella.
—¿J-joven K-kim?
Taehyung le dio un golpe en la nuca a la mujer, haciendo que ella cayera inconsciente, Jimin se estremeció y vio como su amado empezó a caminar con aquella mujer en la espalda, y se dirigió a un lugar.
El sangre mixta lo siguió en silencio, tratando de ser sigiloso, se dio cuenta que empezaron a salir del castillo y se alejaban de aquel jardín, Jimin se giró a ver al palacio para luego ver al frente. Kim Taehyung quitó lo que parecía ser una malla y como había hecho un enorme hoyo bajo tierra, el tipo tomó del cabello a la doncella y tiró el cuerpo aún con vida en aquel hoyo, sonriendo ladino. Empezó a cantar tomando la pala que estaba al lado de una montaña de tierra, empezando a llenar aquel hoyo con el cuerpo de aquella joven. Park Jimin se quedó en frio ante lo que acaba de ver, se había terminando de esconder arriba de una rama. Irene y Joy contemplaron a su amo, ya que lo siguieron, cautelosas de que algo sucediera.
—Esta tan desquiciado como usted—agregó Irene sorprendida de lo que estaba viendo.
—Pienso que peor, la está enterrando viva—Joy afirmó , nerviosa.
Taehyung terminó de sepultar aquella mujer y dio suaves golpes a la tierra, con una gran sonrisa de victoria. Una fuerte tormenta se hizo presente, empapando el cuerpo de aquel licántropo y como sus cabellos húmedos se deslizaron sobre su rostro, dejando que la camisa blanca se pegara a su cuerpo, el joven sonrió y alzó su mirada al cielo, pasando sus manos por sus cabellos hasta hacerlos atrás.
Nadie sabía que pronto, la situación en el palacio Imperial, se pondría patas arriba.
5-febrero-2024:
¡Hola, hemos vuelto de nuevo con esta historia, me había dado un buen descanso para poder mantener las ideas en orden y tener un poco de inspiración, de aquí, estaré actualizando seguido. Gracias por su paciencia y apoyo en este Vmin.
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!
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