[11]
Park Jimin ingresó al cuarto de invitados, logrando ver como el joven que había rescatado hace una semana, se encontraba sentado en la cama tomando una sopa que le habían dado aquella mañana. El vampiro se sorprendió, en serio ese tipo era muy bonito, se acercó y puso ambas manos sobre su espalda.
—El doctor dijo que se encuentra mejor de salud.
—Si, muchas gracias por haberme salvado la vida—sonrió aquel tipo que trató de levantarse; pero su herida aún estaba cicatrizando—. No me puedo parar a saludarlo, me disculpo.
—No se preocupe, debe mantenerse descansando no sería bueno que su herida se abra,no pude verlo antes, debido a que estaba ocupado Había estado ocupado y por eso no te pude visitar—Park Jimin enfocó su vista en el collar que se mantenía sobre la mesa—. Me gustaría saber quien es usted, tengo entendido que ese emblema de ese collar pertenece a la familia imperial.
El joven contempló aquel artefacto y afirmó con lentitud, tomándolo entre sus manos, al abrirlo, pudo ver una foto de su madre.
—Mi nombre es Cha Eunwoo, se que no lo parece pero soy un príncipe del reino de Sughed—musitó con cierto pesar—. Estaba cumpliendo una orden de mi padre, cuando fui acorralado por unos bandidos.
—No entiendo, estás muy lejos de la capital—comentó con sorpresa—, a dos semanas si hago bien las cuentas ¿Por qué vienes tan lejos? este es el condado de Suaudé, estás en el norte.
—Escuché que en el norte había un hombre que me podía ayudar a entrenar mejor con la espada, perteneciente al condado de Saudé.
Park Jimin frunció el ceño: ¿Un maestro de la espada? debía ser otro humano, de seguro en algún momento escuchó sobre alguien así, pero, el único que conocía era un cazador de quiropteros, que ya era un hombre mayor cincuenta años, donde todos sus antepasados, también fueron asesinos de vampiros.
—Creo haber escuchado de alguien así—ofreció una cálida sonrisa y se sentó con elegancia—. Pero no entiendo porque serías atacado, en estos lugares no suele haber ataques a personas, el norte es un lugar calmado.
—Sospecho que...también pueden haber sido órdenes para asesinarme. No soy el único hijo del rey y mis otros hermanos también quieren el trono.
—¿Puedo ver a la persona que tienes en ese artefacto?—el chico afirmó y mostró aquella mujer, la chica era de cabelleras muy negra y piel pálida, pensó que adentro estaría la misma foto que Kim Taehyung poseía en el suyo; pero era otra mujer—¿Quienes suelen llevar estos artefactos? tienen un diseño muy bonito. La mujer en la foto es preciosa.
—Es mi madre, solo los que pertenecemos a la familia imperial podemos llevarlo. El rey usa uno de oro, los príncipes de plata y los que son primos o perteneciente a la otra rama, de cobre. Cada hermano lleva la foto de su madre, soy hijo de la segunda concubina de padre. Solo el hijo de la emperatriz era quien heredaría el trono; pero...ese hermano murió.
—¿Hijo de la emperatriz? pero tengo entendido que ella murió hace-...
—27 años, así es—afirmó aquel príncipe que juntó sus manos y miró en dirección de la ventana, notando el hermoso paisaje y un poco nublado que se extendía—. En la verdad el bebé desapareció, la Emperatriz ordenó a una doncella que se lo llevara. Padre buscó a ese niño pero lo último que se supo es que había muerto unas semanas después. Por eso al no haber un heredero al trono, todos los hermanos nos mantenemos en constante guerra.
—¿Cuántos dijiste que eran?
—Somos cinco, de diferentes mujeres. A padre le gustan mucho las mujeres.
Park Jimin frunció el ceño: "¿por qué ese tipo se ponía a contarle esa parte de su vida? se supone que al ser un príncipe, trataría de ser desconfiado de quien le rodeaba; pero era muy inocente, debía ser porque le salvó la vida. Se había metido en una situación que no tenía mucha compresión. La familia imperial, se sabía que no era muy devota hacía los vampiros."
—Si necesita algo, puede llamar a una doncella, cuando se recupere, es libre de irse y volver a buscar a ese hombre.
Kim Taehyung terminó de poner la comida de los caballos en su lugar indicado, hace una semana que lo habían puesto en ese trabajo y parecía que Park Jimin no le quitaría el castigo. Después de lo acontecido aquella noche, ni siquiera se habían visto o cruzado alguna palabra: "¿Acaso ese hombre esta tratando de evitar de nuevo?"pensó soltando un largo y cargado suspiro, creía que había logrado de nuevo una victoria, pero no parecía así, además, ese personaje principal de Saudé se encontraba dentro de la mansión y con esa su carita de niño bonito ¡Debía estar seduciendo a Park Jimin!
Con solo imaginarlo, soltó un gruñido y cerró con fuerza la puerta del establo. Dahyun pegó un grito del susto ya que iba llegando con una canasta que traía fruta y el almuerzo de aquel mayordomo. Hizo un puchero, sabía que su amigo se encontraba bastante molesto esos días, debidos a que lo habían quitado de su trabajo usual.
—No sé cuando sufro más,si amandote o queriendote olvidar, no se que mas puedo esperar de tí, si no tengo la esperanza de un mañana ¡Es mi vida un desierto con el viento a tu favor, es mi vida un infierno porque no tengo tu amoooooor~—cantó la doncella y estiró sus brazos en dirección de aquel chico, se giró y se hizo la desmayada, siendo atrapada por una mano de Kim Taehyung, ella sonrió espléndida—¡Andale, sonríe que es un bonito día!
—Está nublado.
—¡Pero en mi mente sigue siendo un bonito día!—ella puso sobre una mesa de madera vieja aquella canasta, sacando la comida—. Ordené que te hicieran de pollo, ya que son los que más te gustan, debes comer mucho para tener la energía en este trabajo tan duro.
—Eres la mejor—sonrió espléndido Taehyung, tomó una silla y se sentó con cuidado tomando un pan.
—¿Por qué el amo te castigó?—le preguntó—. No me has querido decir nada y me preocupo mucho por tí, eres...el único amigo que tengo en este lugar—comentó de último con cierta tristeza.
—¿En todos estos años que has trabajado aquí no tienes un amigo?
—No, es decir, he tratado; pero ya tienen sus propias compañías y quise acercarme también al chef, pero no es un tipo tan sociable que se diga. Las vigilantes es otro mundo, pasan encerradas en el último piso, o solo salen a vigilar todo el área.
—Yo tampoco tenía amigos en el instituto—afirmó Taehyung tratando de hacer sentir mejor a la joven—. No es algo de lo que tengas que ponerte triste, siempre dicen que llegará a su tiempo la persona indicada, una alma gemela, ya sea de amistad o de amor.
—¡Güau, eso sonó tan genial! ¡De seguro debe haber un príncipe por allí buscándome y yo-...—una figura apareció enfrente de Dahyun que soltó un grito del terror, al ver un rostro muy pálido y unas grandes alas, junto ojos oscuros—¡Ay, dioses del olimpo!—chilló y se refugió detrás de Kim Taehyung.
Mina pasó a su lado humano, contemplando a la doncella y solo desvió la mirada.
—Joven Kim, el amo desea que vayas en la noche a su oficina, solo a esa hora estará libre, después de la ocho, quiere conversar con usted.
Taehyung afirmó, dejando en claro que había recibido aquella orden.
—Ah, solo eres tú—rió espléndida Dahyun alzando el pecho con orgullo, fingiendo ser valiente, como si segundos antes no estuvo temblando del miedo—. Mina ¿Cierto?
—He terminado mi trabajo—Mina retrocedió nerviosa cuando Dahyun se acercó muy emocionada extendiendo una naranja en su mano. La Vigilante se giró sobre sus talones y extendió sus alas para salir volando.
Dahyun abrió y cerró la boca, ofendida de que esa vampira le haya rechazado su amabilidad y rica fruta.
—¡Pero que mujer mas fría, ya la temperatura es bastante baja aquí para que vengas a enfriar también el ambiente—exclamó la más joven empezando a pelar la naranja—¡Ni te quería dar, fijate!
Taehyung terminó de comer el pan, sorprendido de que Park Jimin lo haya llamado a su oficina aquella noche. Notó a su amiga que se sentó empurrada y logrando quitar la cascara de la naranja. Su mirada se posó sobre el techo de aquel castillo, notando como la Vigilante Mina, contemplaba de forma fija a la doncella, suspiró con lástima.
"Mina nunca pudo decirle a la doncella Dahyun sus sentimientos; pero siempre la contempló y la amó en silencio" logró recordar una frase de la novela de Saudé, cuando era el lecho de muerte de Mina, quien fue atravesada por una estaca de metal en su corazón. La escritora había sido muy cruel con los personajes, por lo menos los que murieron, tuvieron una muerte rápida, exceptuando a Park Jimin que sufrió mucho.
Y todo era culpa de ese hombre, ese tipo que dormía sin ninguna culpa sobre una suave y grande cama, siendo servido como una deidad.
Cuando cayó la noche y la hora indicada en que Kim Taehyung había sido llamado. Park Jimin se encontraba caminando de un lado a otro esperando que el tipo ingresara a ese lugar, lo había evitado una semana, creyendo que era lo mejor después de lo acontecido aquella noche. No sabía ni como verle la cara, con solo recordarlo, una vergüenza volvía a él: "¿En serio ellos dos lo hicieron?" además, si tenía lejos al humano, podía pensar en frio la situación de ambos y su futuro.
Escuchó como la puerta fue tocada tres veces, Park Jimin se alteró y corrió a tomar una copa de vino que había depositado en la mesa de la sala de reunión. Se sentó sobre el escritorio y carraspeó, haciendo una pose de elegancia y tranquilidad total.
—Pase—ordenó viendo a la derecha y alzó la copa, dando un sorbo al vino.
Kim Taehyung al ingresar a la oficina, notó como aquel vampiro se encontraba de piernas cruzadas, vistiendo un traje negro y su rostro viendo a la derecha mientras degustaba un vino, su ceño se frunció e hizo un saludo de respeto a su señor.
—¿Sabes por qué te castigue y te mandé una semana al establo?—interrogó Jimin sin saber de que hablar en ese momento y fue lo mejor que se le ocurrió. Aunque por dentro solo quiso decir: "Te extrañé; pero mi orgullo no me lo permitía decirtelo".
—No lo sé, dígamelo usted, porque de mi lado pienso que no le gustó lo que hicimos ¿Fui tan malo en la cama? traté de ser lo más gentil posible.
Jimin se atorzonó con la bebida y dejó la copa sobre el escritorio, se bajo y suspiró tratando de controlar sus emociones ante la repentina
—Necesitaba pensar en frío, mantenerte lejos y evitarte era lo mejor por el momento. Ni siquiera estamos casados e hicimos algo así.
—¿Acaso necesitamos estar casados para tener sexo? podemos ser amantes, no le veo problema.
—Soy el heredero del Condado de Saudé, no puedo tener un hijo fuera del matrimonio, no se vería bien, más cuando soy un omega. Seré humillado por la alta sociedad... ¿Pero en qué mundo vives pensando que es tan fácil?
—No le veo ningún problema, entonces casémonos. De todos modos prometí pedir tu mano cuando fuera un adulto, aunque la situación fue al revés, probé el glaseado antes de tiempo.
Park Jimin abrió y cerró la boca al escuchar aquella propuesta.Cubrió su rostro tratando de pensar en frío y no dejarse llevar por sus sentimientos.
—Dices eso ahora pero en aquel entonces tú...me rechazaste y rompiste mi corazón—Kim Taehyung apresuró sus pasos en dirección de Park Jimin y se hincó frente a él, el vampiro bajó la mirada, viendo al humano, notando aquellos ojos castaños que reclamaban su perdón y suplicaban por él, desvió la mirada—. No te dí permiso para que te acercarás a mi.
—Romperé ese permiso, se que mis palabras pueden sonar vacías después de lo que hice aquel día, pero tengo una razón por la cual hice eso, lo he amado desde la primera vez que lo vi, Conde Park. Ha sido el único que ha habitado en mi corazón y mente, mis sentimientos son sinceros.
—¿Cómo se supone que podré olvidarlo?
—No estoy pidiendo que lo olvide, suplico que pueda ver el futuro. Si mis sentimientos no fueran reales, no me hubiera entregado a usted.
—¡Hiciste lo mismo con las dos mujeres anteriores! tener sexo para tí debe ser lo normal.
—¿Dos mujeres anteriores?—inquirió extrañado, sus cejas se enarcar, el doctor debió haber comentado algo al vampiro cuando le hizo el examen físico—. Estaba borracho, no fue nada serio—frunció el ceño al tratar de arreglar esa situación—. Además, dice que si queda en estado y no ha contraído matrimonio, lo verán mal ¿Cierto? soy su perfecta solución.
—¿En serio te casarías conmigo si llego a tener un bebé tuyo?
—Dije que me iba a responsabilizar, además pedí su mano mucho tiempo atrás.
Jimin se ruborizó, se dirigió a la ventana, ofreciendo la espalda a Kim Taehyung, su corazón latía con suma fuerza y la emoción de aquellas palabras bombeaban una y otra vez en sus pensamientos. Trató de mantener la compostura y se giró con un rostro serio.
—A-a...mi...me gustó—susurró y desvió su mirada al sentir como Kim Taehyung le había tirado una sonrisa casquivana—. Lo de esa noche, me gustó.
Taehyung se acercó al cuerpo de Park Jimin y acarició la mejilla para luego rodear ambas manos sobre la cintura del mayor, lo acercó a él, presionando sus pelvis y sin dejar ninguna separación entre sus cuerpos. Jimin soltó un quejido y se cohibió al sentirse pequeño e indefenso entre los brazos de ese hombre. Es como si pudiera dejar que Kim Taehyung hiciera lo que se le antojara con su cuerpo y alma.
Taehyung no lo dudó y besó aquellos labios carnosos con suma delicadeza, Park Jimin se estremeció gustoso, buscando un poco más de intensidad e ingresó su lengua, Taehyung le correspondió y lo levantó para sentarlo sobre el escritorio, moviendo un poco unos papeles que estaban encima.
Irene que iba a ingresar con una bandeja de plata frunció el ceño al escuchar ciertos sonidos sospechosos, vio como su hermana apareció por el pasillo, tarareando y llevando consigo unas galletas y postres para entregar.
—¡El panadero con el pan, el panadero con el pan!—cantaba la alegre Dahyun, hasta que su hermana mayor se le acercó—, Irene no tocaste la puerta.
—Ya no lo quieren—comentó de un solo la ama de llaves.
—Pero ni siquiera preguntaste, hay que tocar la puerta ¡Deja que lo haga!—la chica se acercó para tocar la puerta y su hermana la detuvo a tiempo—¡Ah, Irene!
—No es el momento, tenemos que retirarnos.
—¡Pero los postres deben ser entregados cuando aún están-...
Irene silbó de cierta forma característica y apareció Mina, la ama de llaves le entregó a su hermana, alzándola y poniéndola entre los brazos de aquella vampira. Ambas se contemplaron con sorpresa y miraron a la ama de llaves.
—Llevala a su cuarto a que descanso, mi amo necesita privacidad.
—Como ordene, señora—comentó la vigilante para sostener bien la delgada y pequeña joven sobre sus brazos.
Irene se dirigió a ver la puerta de la oficina, enarcó ambas cejas y se dirigió por el pasillo. Ya lo había sospechado desde que vio como su amo estaba adolorido después de su llegada del celo y parecía reacio a querer hablar de Kim Taehyung. Su señor no podía evitar sus sentimientos verdaderos después de todo y se había entregado, una lástima que el joven Park no se resistió mucho contra ese humano; pero ella no podía interferir en ese evento.
Park Jimin quitó sus prendas inferiores con rapidez y se puso boca arriba sobre el escritorio, abrió sus piernas por inercia, quedando Kim Taehyung en medio de ellas. El menor desabotonó su pantalón y sacó su semi-erección que al quedar libre, presionó sobre la entrada del vampiro, quien gimoteó, moviendo sus caderas en búsqueda de más.
—La segunda vez ya no puede ser una casualidad ¿O sí, joven Park?—sonrió gustoso aquel joven al ver como las pupilas del mayor estaban dilatadas y buscaba desesperado por él—. Después de esto, no se puede arrepentir, porque no hay vuelta atrás.
Park Jimin solo afirmó con lentitud, Kim Taehyung acomodó su pene por la entrada del omega, notando la lubricación. Sin previo aviso, empezó a entrar y ofreció una estocada, el vampiro soltó un gemido y se aferró al más alto.
No había vuelta atrás, lo había decidido. Kim Taehyung sería su amado.
Irene tocó la puerta del cuarto donde el joven que su amo salvó se encontraba, la vampira ingresó con la cena para aquel humano, notando como el joven se mantenía parado, contemplando el bosque que se mantenía a la lejanía. Ella acomodó la bandeja sobre la pequeña mesa redonda de aquel cuarto.
—Su cena, joven.
Irene vio como el chico se giró un poco, cerrando un medallón que llevaba a una hermosa joven en su interior, la ama de llaves frunció el ceño, un tanto desinteresada.
—Muchas gracias, el Conde Park ha sido muy amable conmigo—comentó para acercarse y contemplar aquella rica comida—. No se como pagarle todo esto.
—Mi amo es una persona amable—comentó Irene manteniendo su rostro neutral.
—Debe serlo...me gustaría enviar una carta a una amiga—comentó mostrando un sobre sellado—. Porfavor.
Irene afirmó, tomando aquel sobre y se giró sobre sus talones, salió del cuarto y cerró la puerta. Eunwoo, el protagonista del libro de Saudé, contempló aquella comida y luego volvió de nuevo su mirada al medallón, sonriendo.
Mar-15-agosto-2023:
Gracias a cada uno por su apoyo, nos vemos la próxima semana. Besitos.
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta pero no quema!
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