[02]

Cuando la noche había caido, Kim Taehyung ya tenía sus maletas preparadas y el doctor le habia dado el visto bueno de encontrarse bien de salud, que no había ningún problema con él. Por lo que al final, el joven solo le dijo a su madre que había sido un momento de locura al despertar de un largo sueño.

Además, no quería ser visto como un loco y que lo enviaran lejos, a un edificio para dementes. Mientras caminaba por el pasillo llevando unas toallas que su madre Sejeong le había pedido, logró ver a un joven delgado, de cabelleras negras y largas, de piel muy blanca y bastante bonito, comparando su apariencia al de un gato.

—¡Oh!—exclamó al pensar bien en aquellas caracteristicas.

—Joven Taehyung—llamó Min Yoongi al sirviente. Notó que el chico frenó en seco y casi dejó caer las toallas.

—¿Si...señor?—Taehyung se sintió nervioso, sabía quien era ese chico. Había concluido que cayó en la historia paralela de Santé, donde el tercer consorte sobrevivió y el Duque también, y aquellos estupidos protagonistas- porque válgame dioses que eran unos sin cerebro y obsesionados religiosos- habían muerto—¿Se le ofrece algo?

—Escuché de mi esposo que te irás a servir a la casa del conde Park.

Taehyung afirmó con rapidez y tragó saliva con dificultad, no sabía como actuar en ese momento, todo parecía un sueño aún y no quería verse como un bicho raro frente a sus personajes favoritos: ¡Él sufrió sobre todo la muerte del pobre y débil consorte! le había parecido injusto que muriera así no más. Agradecía a la cruel escritora que le hizo una historia paralela a los antagonistas de Santé.

Si tan solo fuera como el tercer consorte, que después de haber caído en un sueño al punto de la muerte, decidió cambiar y optó por no ser el débil personaje, quedándose al final con el Duque y salvando al amor de su vida: "¡Ah, eso si era amor verdadero!"

—Lo admiro.

—¿Hmm?

—¡No sabe cuánto lo admiro!—chilló Taehyung lleno de orgullo, no podía controlar su emoción y alegría. Dejó las toallas sobre una pequeña mesa redonda que se ubicaba en el pasillo y tomó las manos del omega con una gran sonrisa—. Mamá me contó la historia de como casi estiró la pata y volvió a la vida ¡Como una persona nueva!

—Ah...bueno, hay situaciones que requieren tomar valor.

—¿No es una gran historia de amor? El como pudo salvar el Ducado y enamoró al señor Jeon y le dio cinco hijos y ahora viven-...¿Cuántos años han pasado?—interrogó extrañado.

—Llevamos juntos 27 años—inquirió con una sonrisa dulce aquel omega—¿Por qué estás tan emocionado? no es como si fuera la primera vez que nos vemos.

—Es solo que...yo también quisiera tener el valor para conquistar a la persona que me gusta. Toda mi vida he sido un pusilánime. La única vez que tuve valor...—Taehyung recordó como salvó la vida de aquella niña pero que al final, murió por jugarle al "héroe". Supongo que hacer buenas acciones no siempre te traerá lo mismo.

—¿Lo dice por el joven Park?—inquirió divertido aquel omega y se soltó con cuidado de las manos del humano—. Se que te ha gustado desde que eras muy pequeño, muchas veces te escondías para que no te viera y solo lo contemplaba a escondidas, pensé que tu amor por él pasaría; pero veo que no es así.

—¿Cómo podría odiar a semejante pastel dulce?—inquirió ofendido aquel joven.


Yoongi forzó una sonrisa: "¿El joven Park, un pastel dulce? el prefería compararlo con café amargo. A lo largo de los años, seguía siendo un poco frio con él.

—Es notorio que el amor es ciego—agregó Yoongi con cierta ironía.

—El joven Park odia a los humanos ¿Pero no es un avance que vaya yo a trabajar con él?

Por el pasillo apareció Jungkook, Taehyung tragó duro y tomó rápido las toallas ya que sabía que el Duque podía ser celoso con su amado y no deseaba ser aniquilado en ese lugar ¡Tenía mucho que hacer ahora y era salvar la vida de su personaje preferido!

—Espero que hagas un buen trabajo en la casa del Conde, no te des por vencido. al Duque tampoco le gustaban mucho los humanos al principio—rió con dulzura—. Te he visto crecer y se que eres capaz de lograr muchas cosas.

—No quiero sonar como un loco pero...¿No es como si hubiera un Dios jugando con nosotros y nuestras vidas? ¡Ah! es más, hace poco leí una historia y estoy muy molesto ¡La escritora mató a mi personaje preferido!

—¿Oh? ¡Entiendo ese sentimiento!—chilló Yoongi al escuchar aquellas palabras afirmando con rapidez—¡Pero yo tuve la oportunidad de jalarle los cabellos a la escritora, de forma personal!

Taehyung abrió y cerró la boca con sorpresa, maravillado.

—¡Guau! que envidia, yo no se que haría si pudiera conocer a esa escritora.

—Yo que tu la maldiciera—sonrió espléndido Yoongi—, acercate...te enseñaré unas cuantas palabras.

Jungkook se fue asomando viendo como aquellos dos se quedaban pegados y Yoongi parecía decir algo al humano, quien escuchaba con suma atención.

—Joven Kim—llamó el duque al servidor, acomodando sus manos tras la espalda mientras mantenía su pose de autoridad dominante.

—¿¡Qué, hijo de puta?!—gritó de un solo Taehyung copiando y exclamando lo que Min Yoongi le acaba de decir—oh...no me refería a usted—chilló el humano al darse cuenta que lo había dicho en voz fuerte.

Yoongi se giró y miró en dirección de su esposo, enarcó ambas cejas un tanto apenado por lo acontecido, sonrió espléndido, fingiendo inocencia.

—¿Se puede saber...qué le estás enseñando al joven Kim?—interrogó muy sospechoso el Duque a su esposo.

—¡Valor a la luz-...—Yoongi iba a cantar una canción vieja que recordaba, pero se detuvo a tiempo y sonrió, soltando un suave carraspeó—,solo le decía como debe defenderse de forma verbal ante un ataque a su persona.

—Joven Kim, le sugiero que no aprenda nada de mi esposo, a veces olvida ser un poco recatado—ordenó Jungkook al sirviente mientras se iba acercando, rodeó su mano alrededor de la cintura de su esposo, aferrando a su amado a él, le dio un beso en la frente para luego volver su mirada al servidor.—. Siga con su trabajo, pronto vendrá el carruaje de Conde Park por usted.

Taehyung afirmó y se empezó a apresurar un tanto nervioso por los ojos rojos casi aniquiladores que el Duque tenía hacia él. Cuando cruzó por el pasillo, soltó un suspiro de alivio. En su mente tenía la memoria del antiguo propietario de aquel cuerpo, lo que le ayudaba a pasar más fácil desapercibido y que nadie sospechar de que ya no era el Kim Taehyung que habían conocido.

Además, con esos años, el Duque Jeon y Min Yoongi habían quedado solos, ya que sus hijos ya se habían casado y formado sus propias familias, lejos del Ducado, unos se fueron a otros países, trabajando en lo que les gustaba, ya sea uno que hizo su empresa de joyería, otra de diseñadora, uno hizo su pastelería y cada uno era exitoso.

Le hubiera gustado conocer a los hijos del tercer consorte ya que parecía que el personaje donde reencarnó, solía llevarse bien con los hijos del Duque ya que los gemelos y él no se llevaban por mucho tiempo.

Alguien a su edad ya estuviera casado con una linda familia y tres hijos. Pero él se había quedado en la gran mansión con sus madres y al parecer enamorado del joven Park desde que era niño. Ahora que había entrado a esa novela de Saudé, tenía aun tiempo para pensar en como salvar la vida de su personaje favorito.

Debía admitir que hizo una tontería al conocerlo: ¡Pero no es que pudiera controlarlo! al verlo sintió que no pensaba de forma racional, era el tipo más guapo que había visto en su jodida vida. Y siendo su personaje preferido, con quien congeniar y sintió lástima por su pasado y la trágica muerte, no podía quedarse de brazos cruzados.

—Joven Kim—llamó una doncella que se le acercó por el pasillo—. Ya vino el carruaje por usted.

Taehyung le entregó las toallas a otro sirviente que iba de paso, corrió despavorido a su cuarto. Mijoo que estaba colgada en el techo, vio a su hijo ir a gran velocidad como si fuera perseguido por alguien. La líder de las vigilantes se tiró al suelo, viendo al joven ingresar a su cuarto y en menos de unos segundos salir con su enorme y pesada maleta que apenas podía cargar. Ella suspiró y se acercó, tomando aquel objeto como si no tuviera peso alguno.

—¿Ya vinieron por tí?—Mijoo notó la gran sonrisa del humano, suspiró con leve tristeza ya que el bebé que había adoptado ya se había convertido en un adulto y ahora le tocaba dejar el nido. Aunque ella le gustaría que el chico viviera bajo ese techo y fueran una familia muy unida y feliz, sabía que atando a su hijo no le ayudaría en nada. Debía conocer el mundo exterior, gente nueva, paisajes. Valerse por si mismo.

—¿Estás preocupada?

—Confió en ti, solo me da un poco de miedo que el joven Park te haga algo. Se que no es una mala persona pero aborrece a los humanos. Trata de hacerle ver que eres un humano que vale la pena.

—¡Sí, madre!

Sejeong llegó ya que había escuchado que su hijo ya estaba a punto de partir, la ama de llaves corrió, abrazando el gran cuerpo de su hijo.

—Te echaré de menos. Esta puertas siempre estarán abiertas para tí y cuando te quieras convertir en un impuro, solo debes decirle a nuestro señor.

Los tres se dieron un abrazo. Taehyung se sintió acogido por aquellas mujeres, su rostro se entristeció un poco. En su vida pasada, no tuvo una madre que le diera amor, se crió con sus abuelos ya que su madre era muy pobre y trabajaba en otra ciudad, solo viéndola a los meses y cuando ella llegaba siempre le prometía que regresaría por él.

Pero su madre nunca regresó por él. Y la última vez que la vio de nuevo, ya era un adulto, trabajaba como mesero en un restaurante y entonces la vio, agarrada de la mano de un hombre y con un niño de unos diez años, a quien abrazó y le daba besos, diciendo lo cuanto lo quería. Esa noche al regresar a su pequeño cuarto, lloró desconsolado al darse cuenta que nunca fue importante para su madre.

Se había refugiado en las historias y cuando leyó Saudé, se sintió identificado con el personaje de Park Jimin, como si sus almas vivieran en mundos paralelos pero con una historia casi idéntica.

Cuando se subió al carruaje, su madres se despedían con un movimiento de mano. Taehyung les ofreció una media sonrisa, lo sentía mucho por el personaje a quien poseyó su cuerpo; pero quería hacer algo por el mismo, aunque fuera una vez. No quería quedarse estancado en un mundo donde el reloj seguía girando pero cada día era una copia del anterior, la misma rutina monotona.

El carruaje arrancó, Sejeong limpió sus lágrimas con un pañuelo mientras Mijoo tenía la cintura ajena agarrada con su cola, enrollada mientras la punta se meneaba de la felicidad por su hijo que haría su propio camino.



Park Jimin se encontraba contemplando su rostro en un espejo, el chico limpió su rostro con una paño húmedo. Su ama de llaves se encontraba a su lado, el Sangre Pura le entregó el paño y se levantó, tomando su bata roja y semitransparente, que tenía un cuello afelpado de plumas rojas, también en las esquina de las mangas, era largo con una cola que se arrastraba. El vampiro sacudió sus cabellos negros y alzó el rostro mientras se acercaba a la ventana, viendo la neblina cubriendo por completo los árboles.

—Hoy viene el nuevo ayudante—comentó Park Jimin sin ver detrás suyo a la ama de llaves.—El nuevo y joven mayordomo, hagámoslo sentir como en casa—enarcó una ceja y un tono cargado de sorna.

Irene, su ama de llaves, afirmó con un leve cabeceo, ofreciendo por igual una sonrisa aunque era gélida.

—Es el primer humano que pisa estas tierras ¿Está seguro de esto?

—No durará mucho. No hay un humano que aguante este frío mortal, nosotros somos vampiros y no hay problema con el cambio de clima, le doy un mes. Se arrepentirá y regresará al Ducado, además...—Park Jimin recordó la sonrisa de Kim Taehyung cuando era un niño, pasó su mano por su rostro un tanto pensativo—. Hace mucho años que no lo veía, se convirtió en un hombre...

—¿Quién, mi señor?

—Hablo conmigo mismo, no prestes mucha atención.

Irene contempló la espalda desnuda de su señor, ya que la bata era de tela semi-transparente y solo cargaba su pantalón de pijama. Visualizó un tatuaje de la fases de la Luna que se mantenía en medio y largo de su espalda.

Una persona apareció detrás de aquellos dos, siendo la vigilante de Park Jimin, Joy.

—Mi señor, ya llegó el joven—comentó y se levantó con suma elegancia.

La ama de llaves se giró, viendo a la vigilante de pie a cabeza y luego miró de un golpe al frente para enarcar una ceja derecha, mordiendo un poco su mejilla izquierda.

—Gracias Joy. Irene, ve a darle las indicaciones a ese hombre.

—Como usted ordene, amo—afirmó la impura que desapareció en un instante.

Park Jimin mordió su dedo pulgar un tanto nervioso. Odiaba a los humanos, por supuesto que lo hacía después de ver que eran seres con mucha maldad y también cinismo que podían llegar a convertirse en monstruos y muchas veces no parecían tener un límite y disfrutaban del dolor ajeno.

Esperaba que ese chico no durara mucho, solo lo aceptó por su amigo Jeon Jungkook. Además no podía dejar vacío el puesto del mayordomo, no tenía por el momento otra opción para escoger.


Kim Taehyung dejó caer su maleta por la sorpresa, viendo aquel castillo ubicado en medio del bosque: "¡Pensó que era una casa grande, no un maldito castillo!" solo rogaba que no hubieran historias de ultratumba ya que era un miedoso a los fantasmas.

La puerta principal de metal se abrió, apareciendo una hermosa joven de piel pálida, cabellera negra ondulada y elegante que cargaba un uniforme de sirviente, dejando en claro que era de las que trabajaban allí.

—Joven Kim, bienvenido—agregó aquella doncella.

Taehyung se quedó asombrado por la belleza de la vampira, quien le hizo un gesto para que ingresara. Si analizaba bien a esa mujer, según el libro de Saudé, era la ama de llaves de aquel lugar, la mano derecha de Park Jimin. Irene, una vampira sangre pura pero no era de clase noble, era una plebeya debido a que su familia fue hace mucho tiempo desterrada de sus tierras por una disputa familiar y se quedaron sin títulos y riquezas. Por lo que, para sobrevivir empezó a trabajar para el padre del joven Park Jimin y era la Nana de aquel Sangre pura.

Park Jimin confiaba en ella para entregarle su propia vida.

Al ingresar, se quedó maravillado viendo el interior del castillo, al contrario de lo tenebroso del exterior, adentro estaba muy bien decorado, habían varias pinturas con marco de oro, estatuas de varias figuras y jarrones que de seguro valían más que una casa. No le gustaría quebrar uno de esos o sería pan muerto.

—¡Esto es fenomenal!—exclamó arrastrando su maleta por el peso. Notó a varias doncellas que iban pasando haciendo sus trabajos—¡Esto parece un casting de miss universo!—exclamó sorprendido por la belleza de las vampiras que iban de un lado a otro—¿No hay alguien feo por aquí?

—Me puede entregar la maleta—ordenó Irene extendiendo su mano.

—No se preocupe, yo puedo llevarla—sonrió un poco nervioso, notó el rostro muy serio de aquella ama de llaves—. Bueno, una manita de más no está mal—susurró entregando aquella maleta, que la mujer tomó con la más gran normalidad del mundo y se la entregó a otra doncella.

Taehyung miró el techo maravillado, empezó a girar: "¡Era increíble, había leído como era el interior del lugar, pero ya viendo, era mucho más lujoso de lo que se imagino!." Se detuvo cuando se sintió mareado y vio un punto rojo bajar las escaleras con lentitud. El humano se quedó estático al ver al vampiro bajar con lentitud las escaleras y suma delicadez, vistiendo aquella bata de color rojo que lo hacía exaltar más.

Park Jimin se maldijo interiormente, cuando menos sintió sus piernas ya caminaban hacía la entrada del castillo.

Kim Taehyung sintió sus piernas flaquear, estar enamorado era poco. Daría su vida por ese hombre.

—Espero que el viaje no haya sido muy cansado, es un viaje de cinco horas—comentó Park Jimin notando como el chico se iba acercando y cuando terminó de bajar las escaleras. El humano se hincó, poniendo un pie en el suelo y con el otro se sostuvo, tomó su mano y le ofreció un beso—¡¿Q-qué hace?!—gritó alterado quitando rápido su mano cuando un beso fue depositado sobre su piel.

—No pude resistirme de ofrecerle mi mas grande devoción—exclamó Kim Taehyung que alzó el rostro, viendo con sus ojos oscuros y profundos al vampiro frente a él, ofreció una cálida sonrisa—. Siempre me pareció hermoso, joven Park.

—¡Estas loco! ¿Eres un pervertido acaso?—Kim Taehyung recorrió su mirada por el pecho de Park Jimin. El mayor se cubrió con sus manos con rapidez, y los ojos abierto en par al darse cuenta que ese humano se lo estaba devorando con la mirada—¡Demente, vete a tu cuarto!

Park Jimin retrocedió nervioso sin saber como reaccionar, dirigió una mirada a su ama de llaves y le hizo un gesto de que se llevara rápido a ese tipo de allí: ¡Que lo desapareciera de su vista en ese instante a ese descarado!

La ama de llaves cogió del cuello a Kim Taehyung, quien se quedó abobado, viendo al mayor subir las escaleras con rapidez, soltó un suspiro sintiendo que ya podía morir en paz. Había sido un riesgo besar la mano del tipo; pero era parte de su plan. Debía hacer que ese vampiro se acostumbrara a él y notara que su amor era puro y de seguro, se daría cuenta algún día de sus sentimientos y lo valoraría.

O tal vez no. Pero no perdía nada en tratar.


Park Jimin se dejó caer en el suelo de un golpe al sentir su corazón latir con rápidez, se cubrió su boca, sintiendo sus mejillas calientes y sonrojarse, recordando la mirada de Kim Taehyung intensa hacía él y aquella sonrisa ladina y socarrona que le ofreció después de besarle la mano.

Era peligroso, debía mantenerse alejado de ese humano y le ordenaría a Irene que mantuviera a ese tipo muy ocupado.

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Jue-22-junio-2023: 

Nota autor: Tal vez la otra semana tengamos separador. Jeje, estaré actualizando los días Lunes en la noche UwU

¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta pero no quema!

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