Capítulo II: Nunca Te Abandonaré

Un buen inicio de semana

ADVERTENCIA- Me gusta la música algo vieja como ya notaron, pero si a ustedes no lo invito a que ignoren las canciones que ponga y ustedes piensen en la que les guste, ¡siempre con respeto amigos! Sin más….volvemos.

VIVO EN EL MAR.

CAPÍTULO II- !NUNCA TE ABANDONARÉ!.

En cielo matutino de Kalos está en fuego, dos jóvenes llevan un intento de repeler bestias envueltas en negra niebla, con mirada roja cual sangre y colmillos amarillos como el trueno, de su boca más formada sale envueltas grandes ráfagas de fuego, y con alas en sus espaladas sumándoles sus cercanos 2 metros de estatura, parecía un suicidio heroico la hazaña del rubio Clemont y el joven entrenador Ash por proteger a sus amigas Korrina y Serena.

5 de los 6 pokemon miembros del conocido como "escuadrón suicida" del entrenador Ketchum estaban derrotados, Ash y Clemont estaban de pie mirando la escena mientras tomaban aire y planeaban que hacer, Korrina y Serena estaban ocultadas detrás de ellos con Lucario y Braixen cansados mirando como esos chicos de pie suspiraban pesadamente, levaban cerca de 20 minutos en ese vaivén de golpes, truenos y gritos por parte de los dos mientras lidiaban con su poca o nula experiencia dominando sus poderes nuevos, Ash maquinaba que hacer, todavía habían problemas, Torterra estaba derrotado y pareciera que con una pata lastimada, encima suyo ocultaba a un buizel que con sus últimos esfuerzos disparaba agua protegiéndose así con el colosal pokemon tipo hierba, Pikachu y Charizard estaban al frente defendiendo a sus compañeros, pero el agotamiento pasaba factura a los pokemon de Kanto que retrocedían poco a poco, en el aire Gliscoor y Strarraptor en el aire chocaban contra sus oponentes, aunque su vuelo rozaba el suelo ya por la falta de descanso.

Al lado opuesto Luxray estaba marcado por un duro combate, y chespin en su lomo echado disparaba misiles aguja en un intento para apoyar a su compañero agotado, los demás debieron de ser devueltos a sus pokeball por el agotamiento o por haber sido vencidos.

-bien…- Ash dio un suspiro agotado y flexiono sus piernas y con sus manos coloco una pose de pelea mientras el rubio ponía sus manos en pose defensiva y sus piernas se flexionaban, al mirarse la sorpresa vino con la respectiva pregunta

-no sabía que practicabas Krav Magá…- el rubio respiraba agotado.

-en Alola no todo fue hacerme el tonto…- rio Ash- y nunca me dijiste que sabias Sambú (Arte Marcial Soviético).

Rio el agotado Clemont

- cuando eres hermano mayor siempre debes estar preparado y no podemos pelear con lo máximo pues temo lastimar a Korrina o Serena-

Ash hizo memoria y milagrosamente algo se le ocurrió
- Clemont a 10 minutos vi una cueva-

-Donde podríamos ocultar a Korrina y Serena…- Clemont completo mientras Ash asentía

-Sellaré la entrada con mi aliento de hielo-

-y lo recubriré con rayos para que nadie entre…- Clemont dio la parte complementaria del plan

-bien…- Ash tomo sus pokeball de su mochila- ¡regresen todos!-

Y la luz roja devolvió a los cansados pokemon mientras Clemont lo imitaba

-Pikachu al hombro de Serena!- Ash ordenó mientras el roedor saltaba al hombro de la peli miel- Clemont yo puedo cargar a Serena a la cueva, pero necesitaré que tu cargues a Korrina- a pesar de las circunstancias el carmesí adornó las mejillas de los 4.

-Bien- Clemont soltó un suspiro y cruzó sus brazos en X a la altura del pecho, generando de nuevo que los rayos rodearan sus brazos- ¡Ahora!

Ash se elevo un poco y con su mirada de la cual un rayo de color rojo se trazó generando una línea de fuego que hizo de cortina Ash voló donde Serena y Clemont corrió donde Korrina ambas ya habían devuelto a sus pokemon a sus pokeball.

-¡Serena sujétate!- Ash la tomo por la cintura y elevo el vuelo mientras ella se aferraba a su cuello algo asustada.

-Kori, a mi espalda pronto- Clemont se puso en cuclillas y la rubia subió mientras todos tenian sus mochilas.

-Ash no me dejes caer- Serena algo asustada se abrazó al chico mientras Ash se sonrojó más

Nunca te soltaré…- le sonrió y mientras Clemont empezaba la carrera con la rubia a su espalda

-¡No te sueltes Kori!- Clemont saltaba velozmente las ramas seguido de Ash que volaba lo más estable posible, nunca había volado y ahora estaba con Serena aferrada a él, lo cual provocaba un sonrojo entre ellos, los rubios no eran ajenos a estar teniendo que aguantar la alegría de estar tan cerca y el nerviosismo que lo acompaña.

Clemont era un hombre de ciencia, y que debido a que practicaba artes marciales había desarrollado una condición física mejor pues después de estar fuera de la misma durante el primer viaje con Ash decidió volver a hacerlo y ahora agradecía a Bonnie que le motivó con Korrina para volver a estar en forma ya que podía correr con la rubia amada en su espalda, estaba asustada, ella temblaba, él creía que por la situación y mientras saltaba decidió darle ánimos. Ash por su parte estaba notando igual que Serena estaba asustada pues temblaba mucho, él la iba a proteger, no importaba el precio.

-Korrina- Clemont hablo mientras Ash hacia lo propio con Serena

-Serena- Ash llamo la atención mientras los rubios se miraban y la performance con el entrenador hacían lo mismo.

-nunca te abandonaré….hasta que muera- Ambos al unísono dijeron y ellas soltaron unas lagrimas de felicidad al escuchar ese pequeño detalle de los chicos con cada una. Pero antes de responder

-!Clemont!- Gritó Korrina- ¡están detrás! – ella oculto su rostro en la espalda de Clemont y espero el golpe.

El rubio a escuchar no dudo en darse la vuelta y mirar como un colmillo estaba a centímetros de su pecho, el hizo lo que su mente le planteó mejor, ocultó con su cuerpo a la rubia y con su mano detuvo el colmillo

-¡No le tocarás un pelo a Korrina!- él hizo uso de toda la fuerza que tenia y dio una descarga fuerte deteniéndole

Ash voló y con un golpe le alejo de ellos mientras sostenía a Serena con su otra mano.

-Clemont- ella susurro mientras él retomaba su carrera, Ash suspiró pues puso ayudarlos, ese detalle provoco que uno se acercara y tratara de tomar a Serena agarrándole la pierna de la bota café.

-¡Ash!- ella estaba asustada y el chico no dudó en elevarse un poco para impulsarla, con su aliento empujo al enemigo y con atrapo a Serena en el aire cargándola al estilo nupcial.

-Si quieren lastimarte.- Ash estaba llegando a la cueva mientras Clemont depositaba a Korrina suavemente dentro y se preparaba para la contienda- deberán matarme 2 veces…-

-¡¿2 veces?!- ella estaba algo confundida mientras él la dejaba en la entrada con Korrina

-Sí…- el se sonrió- porque volvería a la vida con tal de protegerte- le regaló una sonrisa

Ella lo miro pero antes de decir nada el gélido aliento de Ash cerró la entrada, con una gruesa capa y Braixen improvisó una fogata, Serena abrazo la mochila de Ash y Korrina se sentó a su lado.

-Tranquila- le sonrió la rubia- estarán bien….-

-¿Cómo lo sabes?- ella estaba triste y su voz salía con pena

-Nuestro amor les protegerá….- Korrina sonrió ladeadamente mientras afuera sonaba una batalla campal entre las bestias del pokemon Girantina, Ash y Clemont dieron rienda suelta a sus habilidades, aunque inexpertos les bastaba para escapar y atacar con fiereza, no era el deber lo que los motivaba, era algo mas fuerte, Korrina y Serena estaban dentro, y ellos eran lo que aseguraba que nada les pasaría, Ash y Clemont con pesar, recibieron cortes, fueron quemados, golpeados y caían al borde de quedar inconscientes debido al cansancio, la batalla y las heridas, pero aun quedaba uno.

-¡Débiles humanos!- la voz grave de esa cosa se hizo presente- ¡su era a acabado! Todos perecerán y los Metalition gobernaremos, ¡todo bajo ordenes del gran Girantina!-

Ash estaba agotado, un delgado hilo de sangre le recorría la frente y bajaba desde su ceja por su ojo derecho, dolía sí, pero nada que mirar sonreír a Serena no lo valiera.

-¿Hablan?- Clemont entro en asombro- vaya….- se incorporó y en su mirada azul de nuevo los truenos rodeaban sus iris, Ash estaba en pie y de nuevo se elevo un poco

-¡¿Quién eres?!- grito Ash

-¡quién demanda….- el metalition miró al chico, esas z en las mejillas eran un recordatorio del enemigo Red, el hombre de acero con corazón de diamante y así su mirada se torno en miedo, el gran enemigo de casi 2 metros temía ante el recuerdo del fallecido Red.

-¡No me vencerás de nuevo Red!- grito la bestia- ¡soy el capitán Pestrok líder de los metalition de la oscuridad! No volveré a caer ante ti!-

-¡¿Red?! – Ash intercambió miradas con Clemont que le sonrió

-Acabémoslo, el pobre esta en el pasado- Clemont hizo una bola amarilla que estaba rodeada de truenos y rayos que colocó en la palma de su mano derecha

-¡No me vencerán míseros humanos!- Pestrok embistió a toda velocidad mientras sus colmillos estaban recargados de una marca roja sangre.

Ash voló y Clemont le siguió en una carrera de igual velocidad, un salto grande y un golpe en el pecho que agrieto una especie de armadura, seguido por el impacto de la bola de energía acabando por la maldición del metalition les demostró que acabó, pero su cansancio hizo que ambos salieran disparos contra la pared de hielo que al chocar la humanidad de Ash y Clemont que rompieron en cristales diminutos y aterrizaron mientras Korrina y Serena corrían a socorrerlos.

-Serena tengo algo de medicina en mi mochila- Korrina elevó la cabeza de Clemont en sus piernas y con ayuda de lucario recargo a Ash sobre la mochila de Clemont, mientras la mano de aipom hacia de almohada- saca a los pokemon de Ash y Clemont atenderemos a todos….

-¡Sí!- ella hizo lo ordenado y se acomodo con Ash mientras dejaban a los chicos descansar ellas curaban al ultimo pokemon, Torterra. Al acabar ellas se acercaron a ellos y se acomodaron a su lado con el fuego y la luz de la luna y miraban a sus héroes, Ash estaba con su chaleco cortado, la herida en su ceja estaba ya curada y varios raspones en la cara, sus puños palpitaban y su pecho emanaba calor, Serena se sentía tranquila, él le prometido cuidarla y allí estaba, echo polvo y con su típica sonrisa marca Ketchum, de que todo va a estar bien, de que todo estaba bien y que mientras ellos siguieran juntos nada fallaría, esa sonrisa que a ella le robaba el corazón. Ella solo miró al chico sonreírle un poco

Korrina se sentó a mirar a Clemont, el rubio que ella miró convertirse en un hombre echo y derecho, un pacifista de excelencia y siempre dispuesto a dialogar para solventar inconveniencias o máximo recurrir a batallas pokemon acababa de dar la mejor pelea por mantenerla a salvo, el chico que cuando ella le enseño a patinar se cayo y rio estaba con sus lentes rotos, su cabello alborotado y su camisa rota en donde por protegerla el colmillo le hizo un corte. Si el amor no era eso, ninguna sabía que sería. Ellos estaba alli echo polvo y sin poder moverse, agotados y sin despertar nada más.

-Korrina- Serena habló- ellos son…-

-Maravillosos- ella sonrió- ahora debemos cuidarlos…-.

-Con nuestra vida- Serena algo sonrojada se recostó con Ash, se sentía segura alli, y Korrina hizo lo mismo, ellas estaban agotadas emocionalmente.

En algún lugar del espacio tiempo

-te dije que ellos no fallarían- el dios pokemon sonrió

-solo suerte hermano- bufo Girantina- aun no acaba-

-Aun no empieza – Arceus sentenció-…aun no has visto nada de mí-

-¡Y tú de mi tampoco!- Grito en enfurecido pokemon legendario.

Continuará.

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