Capítulo 31 (L.A): Eros y Harmonía.
Ya había pasado una tiempo después de la pelea de ambos guerreros.
Habían hablado lo suficiente como para ponerse de acuerdo en algunas cosas, antes de vivir juntos.
Como que respetarían su espacio personal, nada de peleas dentro de casa y sobre todo respeto mutuo si alguno tenía pareja.
Aunque hablando de Ares no era el dios más popular entre las damas.
Su único gran logró fue cuando estuvo con Afrodita... para al final después de engendrar varios hijos, esta lo mandara a volar.
Después de eso se quedó en total título de soltería.
Aunque claro el nunca dejo de intentar buscar el amor con ayuda de su Hijo Eros y su hija Harmonía.
Aunque todo terminaba en fracasó ya que su padre era muy tontos cuando iniciaba las relaciones.
Eros lo describía como alguien que ama y se entrega con pasión, con una gran intensidad y por ello a veces el dios salía lastimado.
Sin embargo ambos hermanos no se rendían querían que su padre fuera feliz... porque aunque no lo crean, entre todos los padres griegos... El era el único que se preocupaba por sus hijos.
Un claro ejemplo cuando protegió a Alcipe del maldito pedazo de basura Halirrotio.
(Autora: Halirrotio es hijo de Poseidón, Halirrotio trato de abusar de Alcipe, al ella lograr escapar fue a pedir ayuda a su padre, el cual terminó por matarlo y fueron a un juicio por asesinato por la ira de Poseidón... cabe aclarar que fue el primer juicio por asesinato en la historia, además es mi historia favorita griega.)
Demostró un amor incondicional a sus hijos... claro a su manera.
Por eso con frecuencia esos dos se soportaban por ayudarle pero también había límites en sus poderes.
-¿Entonces Padre que te pareció la última cita?-Preguntaba eros emocionado pues tenía poco que había llegado a la casa del dios junto a su hermana para interrogarlo.
-No me agrado esa diosa... era muy arrogante e intento humillarme algunas veces.-Decía totalmente serio Ares, mientras llegaba con tazas de te y galletas para sus hijos.
-Vez te dije que no era buena idea hacer eso.-Decía Harmonía algo seria mientras ayudaba a acomodar la mesa.
-No se porque tanta insistencia en que tenga pareja, estoy bien solo.-Decía calmado Ares mientras servía el té.
-Eso es mentira.-Decían ambos al mismo tiempo mientras miraban con mucha seriedad a su padre.
El ambiente estaba algo tenso, hasta que cierto espartano entró a la casa, así ganándose una mirada algo fría por parte de los hijos de Ares.
-¿Interrumpo algo?-Pregunto el espartano algo nervioso por esas miradas que lo mataban y analizaban al mismo tiempo.
Y como no, en esos momentos no estaba vestido presentable.
Llevaba puesto su típico traje de batalla y tenía algo de sangre en esta, producto de una batalla improvisada contra varios dioses menores que se atravesaron en su camino, intentando sobrepasar el límite.
Eso porque el había salido a ver a sus 300 soldados y empezar un entrenamiento amistoso por los viejos tiempos.
-Papá no sabía que ya tenías un interés romántico.-Decía Eros algo emocionado.
Logrando que Ares escupiendo su té y que el espartano se sonrojada.
-¡Solo somos amigos!-Grito Ares algo nervioso mientras limpiaba el té derramado en la mesa.
-No es ese tipo de relación.-Decía rápidamente el espartano mientras con su casco instalaba evitar que se mirada el sonrojo.
Pero lo que no sabían esos dos es que eros tiene el poder de ver las auras de las personas.
Un aura rosa pálido, Es un amor por florecer.
Un rosa fuerte, Es un amor intenso.
Un aura dorada, es un amor correspondidos o que ambos individuos sienten lo mismo.
Un aura Roja, es la tensión sexual de ambos individuos.
Y el aura coral es una mezcla de Tensión sexual y un amor que puede florecer con facilidad.
Aura que en esos momentos mostraban Ares y el espartano.
Pero Eros ama cuando esas auras al final se vuelven doradas.
Como la que vio hace poco en su tío Hades, el cual está intensamente flechazo por el emperador chino.
Eros empezó a sudar y empezó a sonrojarse, siempre que hacía eso era porque su emoción de que iba a surgir el amor.
Harmonía lo noto y empezó a seguirle el juego.
Esos dos eran unos desgraciados cuando se unían y pero aun cuando le cuenten a Anteros sus malévolos planes para juntar a esos 2.
-Ni siquiera lo piensen.-Exclamo muy serio Ares, el conocía muy bien a sus hijos y sabía lo que planeaban con solo verlos.
-Papá sabes que no me detendré una vez que vi esa Aura, ¿Verdad?.-Cuestionó muy emocionado Eros, tan emocionado que sus alas se habían manifestado.
Lo cual asusto de sobre manera a Ares... ya sabía lo que venía.
Vio directo al espartano el cual no entendía nada y le dio un señal de que corriera.
-Corre.-Murmuró Ares a Leónidas al cual escuchar eso, no dudo en obedecer su dios Ares.
Solo para al final ver como ambos corrían sin dirección por el territorio del dios, siendo perseguidos por ambos hijos.
Más un Eros que ya había sacado su arco y estaba disparando a Diestra y siniestra en contra de estos dos.
-Sigue corriendo y no te deten...-Antes de que terminara la frase, el dios Ares cayó cuesta abajo por una colina... arrastrando de paso a Leónidas el cual intento evitar que el dios cayera, sujetando su capa.
Pero ambos rodaron la colina, para al final quedar uno sobre el otro.
Apenas ambos iban a levantarse cuando una flecha atravesó a Leónidas y al estar viendo a Ares, este quedó flechado por el dios... creando una aura de color rosa fuerte.
-Mi dios Ares...-Decía Leónidas algo nervioso, pero aun estaban en una posición incomoda y Ares estaba tratando de que tampoco lo flecharan como habían hecho con Leónidas.
Pero sus intentos fueron en vano porque Harmonía creo una distracción y Eros ataco por la espalda.
-Leónidas...-Decía Ares con cierto brillo en sus ojos.
Ahora ambos tenían un aura rosa intenso.
Pero ambos estaban tímidos y avergonzados.
-¿Qué tal si tienen una cita?-Sugirió de manera algo malvada Eros mientras guardaba su arco y flechas.
-Tiene uno que tener la incitativa... vamos a dejarlos solos a ver que sucede.-Decía calmada Harmonía.
-Claro... solos.-Decía con algo de sarcasmo Eros, antes de irse junto a Harmonía dejando al dios y Humano solos.
Ahora ambos no dejaban de verse y sonreír tímidamente.
-¿Quieres ir a entrenar?-Pregunto tímidamente Ares.
-Me encantaría...
Así ambos se fueron a una cita en la sala de entrenamientos del dios y el resto del día se la pasaron entrenado, comiendo y charlando animadamente.
*Mientras tanto en el palacio de Afrodita*
-No era lo que esperaba.-Decía decepcionado Eros, mientras seguía observando por un cristal en forma de corazón.
-Sabes que va a ser lento, todo a su ritmo.-Decía calmado Anteros, el cual se había colado una vez le contaron el chisme.
-Pero Papá si parece feliz... creo que hay que darles espacio, con el tiempo quedarán juntos, estoy segura de Ello.-Decía emocionada Harmonía mientras agrandaba un poco más el espejo.
-¿Por cierto quien de ustedes irá por su tío Poseidón?-Cuestiono Afrodita la cual también se había colado una vez los querubines le contaron el chisme.
Todos pusieron cara de asco y rechazo ante esa mala idea.
-No quiero.-Decía rápidamente Eros mientras guardaba el cristal.
-Primero tiene que ir Eros y después yo.-Decía algo serio Anteros ganándose una mirada de odio por parte de Eros.
-Recuerden qué es un pedido de Caos y yo no tengo tiempo para hacerlo, así que tiene que ir uno de ustedes dos.-Decía algo seria Afrodita, ganándose una mirada de desaprobación por parte de sus hijos.
-No me gusta lo que le quieren hacer al tío Poseidón.-Decía algo apenada Harmonía.
La orden de Caos fue que tiraran una flecha dorada a Poseidón para que se enamorará de Sasaki Kojiro pero... a Sasaki darle con una flecha de plomo para que odiara con toda su alma a Poseidón.
-Es injusto... no lo digo por Poseidón.. lo digo por Sasaki Kojiro... Madre el aura de esos dos es tan hermosa... una aura rosa pálido que se transformó en dorada con el tiempo, sin necesidad de que yo o anteros nos involucráramos, un amor basado en confianza es poco común.-Decía Eros totalmente apenado por esos dos.
-Lo se pero es una orden del primordial Caos.-Decía cansada Afrodita.
-Sería bueno que un día de estos alguien le contará la verdad sobre lo que realmente le pasó a su hija...-Decía Harmonía recordado varias cosas del pasado.
-Tal vez algún día...-Decía sería Afrodita.
Al final mandaron a Eros a tal misión.
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