Capítulo 18.

Geno y Reaper finalmente estaban en Swapfell, recorriendo el "abandonado" Snowndin.

Reaper iba unos pasos adelante, de hecho, iba flotando, era un Dios, pero eso no le quitaba lo flojo; por su parte, Geno iba distraído, observando su alrededor.

-Qué asco.- comentó en voz baja.

-Mmm... seguramente es culpa de tu hermano.- a lo lejos veía algunos monstruos comenzándose a hacer polvo, por lo que se acercó a ellos.

-Uh..- optó por mantener distancia y no hacer nada que interrumpiera la labor de su acompañante.

El Dios se inclinó un poco, hasta poder estar más a la altura de sus víctimas, dos monstruos, implorando por su vida, arrastándose por el suelo para poder pedir ayuda, Reaper, quien ya estaba acostumbrado a ver este tipo de cosas, volvió a ponerse bien de pie y con ayuda de su hoz, terminó por arrebatar la vida de ambos monstruos, dejando de lado sólo un gran rastro de polvo. Geno, volteó su rostro, él no estaba acostumbrado a esto.

-¿Ves?.- se volvió con el otro.- si fueras como tu hermano o los otros, tú tendrías que ver esto siempre, y es difícil, aún para mi.-

-Huh, lo sé...- miró al piso.

-Mmm..- observó las casas destrozadas.- hablo en serio cuando digo que tu hermano es culpable de esto.-

-¿Por qué?.-

-No lo sé... destrucción es como un sinónimo de Error.- rascó su nuca.

-No lo creo, Error podrá ser un idiota...pero no un estúpido.-

-¿Quieres que responda a eso o que sólo te diga que sí?.-

-....- le dedicó una mirada de molestia.

-Ah, vamos, Geno, encanto, sólo bromeo. Pero sí, esto es culpa de tu hermano, conozco bien su trabajo.- miró al horizonte con frustración recordando esas veces en la que igualmente tuvo que limpiar el desastre de Error.

-¿Crees que siga aquí?.-

-Mejor que no... cuando se pone así es difícil pararlo, y bueno, ese es trabajo de Ink, donde quiera que esté.-

-Hmmm..-

Caminaron un poco más, mientras más avanzaban, Reaper debía encargarse de cada monstruo herido de gravedad. Al final, llegaron a las afueras de Snowdin, ahí encontraron a Error, el cual, estaba modificando los códigos del universo mientras reía como maniático psicópata.

-Geno....Geno tú hermano tiene problemas.-

-Ah...- suspiró.- ¿no vas a hacer algo?.-

-Mmm..no, no soy Ink, yo sólo soy el Dios de la Muerte.- habló indiferente.

-Ugh..¡Oye, tú! ¡idiota!.- gritó en dirección a su hermano poniendo sus manos a los costados de su boca para aumentar el sonido de su voz.

Error detuvo su risa y volteó a mirar a su hermano.

-¿Qué haces aquí?.- habló con molestia.

-¿Que haces tú aquí, estúpido? ¿qué te crees? ¡vas a meterme en problemas con Ink!.-

-Cállate, vete de aquí antes de que destruya este lugar con ustedes en el.-

Geno y Reaper intercambiaron miradas. El de bufanda roja comenzó a buscar con la mirada una forma de detener a su hermano, al no encontrarla, se inclinó al suelo y, como ya había hecho en anteriores ocasiones, entre sus manos formó una bola de nieve; se alzó y fijó su mirada a la nuca de su hermano.

-¿Te vas a poner así?.- amenazó alzando la bola en su mano derecha hasta la altura de su hombro.

-Ajá, lo que digas.- lo ignoró.

-Uh, Geno...- Reaper trataba de llamar la atención del nombrado.

-Así lo quisiste tú, imbécil.- lanzó la bola dando directo en la parte trasera de la nuca de Error, tan "fuerte" fue el impacto, que el Glitch cayó al suelo desconcertado.

-¡QUÉ DEMONIOS TE PASA!.- gritó con el rostro sobre la nieve.

-Nada.- se alzó de hombros.

-¿Nada? ¡Nada!.- se levantó mientras caminaba hasta su hermano mayor.- ¡Esto no es nada!.-

-Meh.- habló indiferente.

-¡Y tú qué!.- se dirigió a Reaper.

-No, yo nada.- retrocedió un poco.

Todos guardaron silencio unos segundos.

-Eres un estúpido.- habló Geno.

-¿Cómo me llamaste?.- preguntó con cierto tono sombrío.

-Te dije estúpido y además de estúpido, sordo.-

Error lanzó unos hilos con rapidez hasta su hermano, hilos que fueron cortados con la hoz de la muerte antes de que pudieran llegar a su objetivo.

-Ugh, ¿sabes qué?, Afronta tus problemas tú solo, pedazo de imbécil, estoy harto de siempre tener que dar la cara por tus cosas; tal vez podrías dejar de humillarme y hacer algo por ti mismo.- Geno abrió un portal de vuelta a su pantalla de guardado, dejando a ambos solos.

-Uhh... ignórame, yo.. voy a terminar de hacer mi trabajo y me iré.- se dirigió a cualquier otro lugar lejos de Error.

El Destructor estaba molesto, ofendido, ¡¿cómo pudo su hermano faltarle al respeto de esta forma?!, aunque bueno, quizás Error ignoraba algunas cosas; desde su punto de vista, Geno era toda su familia, debía protegerlo, debía ayudarlo, aún si tuviera que ser cruel con él, todo era por su bien y progreso, y para terminar, que Geno se digne a hacerle este tipo de "escenitas" como si fuera un niño pequeño, después de todo lo que ha hecho por él, era injusto, claro, según Error, y, bueno, había que aceptarlo, Geno a veces también solía pasar límites, como ahora, haciendo sentir mal a Error, pero, había que recordar que esta vez, Error fue el que se comportó como un niño, si bien, Geno no sabía qué había causado que su hermano se pusiera así, el Glitch también pudo no dejarse llevar por sus miedos y controlarse.

Geno ya estaba en la pantalla de guardado, una vez llegó, se sentó en el suelo abrazando sus piernas, pegándolas a él, tratando de calmar sus respiraciones, desafortunadamente no lo conseguía, en sus cuencas sentía gruesas lágrimas formándose de a poco, buscando desesperadamente caer por sus pómulos hasta encontrarse con el suelo.
Estaba molesto, aunque, quizás exageró hace unos momentos, se había pasado, pero era comprensible, tantas dudas e inseguridades en él provocaron que la más mínima cosa le hiciera explotar, por eso se comportó de tal forma.
No lamentaba nada, todo esto era culpa de Error, él sólo trató de hacer algo, aún cuando no lo haya logrado.

Sintió las lágrimas caer como ríos, llevó su mano hasta su pómulo derecho para limpiar unas cuantas lágrimas. Suspiró y ocultó su rostro entre sus rodillas.

A veces sentía que Error no lo quería, es decir, Error no quiere a nadie, pero.. por ahí se entiende la idea.

Había veces en las que su hermano podía hacerle sentir muy feliz, a gusto, le hacía reír, le hacía sentir vivo.... pero otras, solía hacerle sentir de lo peor, un estorbo, un inútil, bastaba sólo unas cuantas palabras para que lastimaran profundamente; había ocasiones en las que las palabras de Error eran como cuchillas que se clavaban en la pobre alma de Geno, lastimándolo y eso no lo veía el Destructor; Error no sabía cuántas veces había hecho llorar a su hermano, Error no sabía todas las veces en las que Geno deseó estar muerto por su culpa.

Tal vez Error nunca lo sabría... porque Error sólo ve las cosas desde su punto de vista.

Al final, ninguno de los dos era perfecto, y, mientras su ego y orgullo los dominaran, dejarían de hablarse hasta que uno de los dos se disculpase.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top