Una vez que Dust se vio lo suficientemente lejos del portal, se detuvo, miró hacia atrás por sobre su hombro y suspiró, después de mucho estaba solo de nuevo, por fin tenía tiempo para él mismo, como antes. 

Caminó por los alrededores, todo seguía igual, nada era distinto, claro, no se había ido por mucho tiempo, pero aún así, algo pudo haber cambiado en su ausencia; en vista de que no y que todo seguía igual, buscó un lugar en el cual pudiera sentarse a descansar o algo; después de unos minutos de caminata, encontró un lugar perfecto para parar, era apenas un pequeño monto de nieve y polvo, por supuesto, el polvo no le importó, estaba ya muy acostumbrado, así que, literalmente, se recostó de espaldad sobre el.

Respiró profundo, parecía que se había olvidado de todo eso; pasar tiempo con Geno le había alejado de lo que, según él, era lo que más le gustaba hacer, estar solo.

Antes de siquiera recordar a su hermano, tanta "tranquilidad" provocó en él un ligero estado de sobnolencia, lo que causó que, de a poco, sus cuencas se fueran cerrando lentamente, sus respiraciones se hicieran más lentas y relajadas, para, al final, quedarse profundamente dormido.

Aunque estuviera dormido, su expresión era neutra, definitivamente era distinto, por lo menos con Geno había algo que cambiaba, de vuelta aquí, era como si sus problemas volvieran a caer sobre él, viéndose reflejados, obviamente, en sus sueños.

Por supuesto, para Nightmare, quien, se encontraba en su actual reino, es decir, la misma ubicación actual de Dust, esto le venía de maravilla; el haber ido y "atormentar" a su mejor esclavo con la nueva adquisición de su hermano para los esclavos a su mando, le afectó a tal grado que, sin necesidad de que él se lo ordenara, Error, había ido a destruir un universo. La decisión de Dust por preferir venir aquí, había dejado a Geno en su soledad, lo que implicaba que Nightmare se veía presente en sus tormentos mentales, y bueno, en cuanto al encapuchado, él también era influenciado por el Rey de las Pesadillas.

Nightmare, sentado en su actual trono, meditó unos segundos, tal vez era momento perfecto para ir y hablar con Geno, ahora que se veía solo, no lo lastimaría..... bueno, a no ser que sea necesario, pero sólo en un caso extremo, simplemente iría a hablar sobre el supuesto plan para la supuesta ocasión. Antes de abrir el portal, sintió a Geno ya no tan sumido en sus problemas, al desconocer la razón, salió, mediante un portal, directo hasta la tan dichosa pantalla de guardado.

Una vez se encontró en el lugar, se mantuvo oculto a plena vista, él se camuflajeaba bien con el lugar, la verdad.

Observó a la distancia a Geno, desafortunadamente, no estaba ya solo.

Sin hacer nada, se mantuvo quieto, con intención de oír lo que hablaban a lo lejos.

-La verdad, deberías pensarlo mejor.- suspiró.

-Es que no sé, estoy muy confundido.- se abrazó a si mismo.

-Para eso me tienes a mi, gatita~.- apegó al contrario hacia él.

Geno, no dijo nada, sólo le proporcionó al Dios una mirada que expresaba que se encontraba muy confundido, con miedo, preocupado, inseguro.

Por su parte, Reaper, al ser esta una de las muy, pero muy pocas veces en las que veía a Geno así; claro porque, estaba acostumbrado a verlo, depresivo, pero no agobiado ni aterrado; llevó su mano izquierda para acariciar la nuca de Geno con delicadeza.

-¿Qué te preocupa?.-

-.......Estando con ellos, no estoy nunca solo, incluso mi hermano pasa más tiempo conmigo.-

-Auch... ¿y yo?.-

-Bueno, contigo es distinto...- sonrió.

-¿Porque me amas?.- le proporcionó una mirada pervertida a Geno.

-No...- lo miró indiferente.- Sólo eres tú, y así... pues... me caes... bien.-

-Bueno, algo es algo.- sonrió.

Geno guardó silencio, recargó su cráneo sobre el hombro de Reaper y suspiró.

-Yo te sugiero que no te quedes con ellos.- habló con seriedad.- si te sientes solo.... ven a vivir conmigo a mi universo, podrías pasar tiempo con los demás Dioses.-

-Mmm... gracias...- se separó un poco.- Pero....-

-Antes que digas que no, haz el intento.-

De inmediato, Geno, hizo una expresión de duda.

-Por favor.- rogó.

-Mmmmmmmm... no sé...- agachó la mirada.

Desde atrás, Nightmare estaba escuchando aún, restándole importancia al asunto, sabía que Geno no se sentiría bien en Reapertale, así que abrió un portal de vuelta a Heaventale y dejó a esos dos solos.

-Podríamos divertirnos~.-

-Uh...- desvió la mirada.- bueno..- suspiró.

-¿En serio?.- preguntó esperanzado.

-Mmm..no...-

-Me das falsas esperanzas, Geno, eso duele.-

-Heh.. gracias, pero es que...- volteó la mirada a la nada recordando a Dust.

-Sí...- agachó su cabeza con una expresión de tristeza.- lo entiendo..- volvió a alzar su mentón con una sonrisa melancólica.- Sólo... no olvides que siempre estaré si me necesitas, ¿de acuerdo?.-

Geno asintió.

-Gracias.-

-Lo que sea por ti, Geno...- a pesar de que mantenía su sonrisa, parecía que le dolía más que cualquier otra cosa.- En fin, entonces, ¿qué harás?.-

-Yo... no. Lo. Sé.- se alzó de hombros.- terminé más confundido que antes, huh.-

-¿Sabes qué? Si te conviertes en asesino, yo estaría siempre cerca de ti~.- coqueteó.- aunque me gustas más así.-

-Mmm... bueno, terminaré la misión y si aún me veo a gusto, me quedaré y si no, volveré a mi antigua vida.-

-Astuto, Geno, inteligente y razonable.-

-Lo sé.- rió egocéntrico.

-Bueno ¿te llevo a algún lado? Ya me voy y de paso podría no sé, llevarte a donde quieras.-

-Mmmmm... tal vez deba buscar a Error, ¿a dónde irás?.-

-A dónde sea que alguien esté muriendo.-

-¿Eso es...?.-

-Son.. muchos universos, Geno, entre mi hermano y yo los dividimos.-

-Bueno, bueno, iré contigo a dónde sea que vayas, si me aburro, regresaré ¿bien?.-

-Me parece perfecto.- sonrió el Dios.

-Vamos entonces.- ambos se levantaron, Reaper abrió un portal a su primer destino y a la par entraron en él; seguro Swapfell era un buen lugar para empezar.