Capítulo 30 - ¿Por qué?
La madrugada del tercer día estuvo tan llena de niebla como la del segundo.
La comitiva recorrió el resto del bosque hasta encontrarse con la ciudad siguiente, a eso de las dos de la tarde.
-Exploramos para ver si encontramos comida. -(T/N) indicó una vez se encontraban en la avenida principal.- Nos vemos aquí en media hora.
-Espera- Un momento. -Alfred la detuvo del hombro cuando ella estaba a punto de girarse para irse a hacer lo que acababa de indicar. La (nacionalidad) le regaló una mirada cansada de "habla rápido".- ¿Nos vamos a separar?
-Eh, ¿sí? -contestó ella, aunque sonó como una pregunta.- Necesitamos cubrir terreno. No les digo que se vayan cada uno por su cuenta, pero los dieciséis juntos no lograremos nada en el tiempo que tenemos.
-¿E irás sola? -insistió el de lentes.
(T/N) simplemente se encogió de hombros, sacudiendo su mano de donde estaba y alejándose del grupo. Algo le decía que si continuaba discutiendo con ese rubio, no haría más que perder tiempo.
De modo que el grupo se dividió y partieron cada dúo por su lado, Alfred decidiendo seguir a la (nacionalidad).
Para su sorpresa y alivio, Alfred permaneció en silencio durante buena parte del trayecto, solo hablando para indicar un lugar en el que podrían encontrar lo que buscaban. Lograron recolectar suficiente comida como para durarles por un par de días más, eso asumiendo que los demás habían juntado más o menos lo mismo.
Se encontraban en su camino de regreso cuando uno de los dos rompió el silencio.
-¿Tienes miedo?
Por sorprendente que parezca, quien habló fue (T/N).
Alfred la miró, confundido por lo repentino y... aleatorio que había sido eso.
-¿Eh?
-Te hice una pregunta.
-Ah- Sí, lo sé, es que- -Alfred se tropezó en sus palabras, y ella detuvo la marcha para girarse a verlo.- Pensé que era obvio que todos tenemos algo de miedo, (T/N).
-¿Ah sí? -ella se cruzó de brazos, intrigada.- ¿Por qué?
Alfred soltó un sonido como si se hubiese atragantado con aire.
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Por qué no tendríamos miedo? -retortó, exasperado.
-¿Tal vez porque no les sirve de nada? -otra vez, su respuesta sonó como una pregunta.- Tenemos cosas más urgentes que hacer que tener miedo.
-(T/N), la urgencia y el miedo no se cancelan entre ellos.
-¿No? ¿Cómo hicieron todos ustedes para sobrevivir, entonces?
Alfred la miró por un rato en silencio, como si estuviera esperando que ella se riera, o que le regalara una sonrisa traviesa y le dijera que era una broma.
Pero ella permaneció impasible.
-Gosh, estás hablando en serio. -murmuró, su expresión decayendo a algo entre pena y miedo.
-No es momento de bromas, Alfred. -asintió ella.
-Escucha, (T/N). -Alfred suspiró, cansado, como si se estuviera preparando mentalmente para algo.- En la mayoría de casos, todos los que sobrevivimos estamos aquí porque logramos, de una forma u otra, combatir nuestros miedos y salir adelante. -explicó, serio.- Pregúntale a quien quieras; en ningún momento dejamos de temer por lo que fuera a sucedernos. Pero si estamos aquí es porque fuimos lo suficientemente fuertes para continuar a pesar de eso. -una pausa.- ¿No tienes tú... miedo?
(T/N) se quedó en silencio.
-Sí sabes que está bien-
-Sí, lo sé. -lo detuvo ella, sabiendo a dónde iba con eso.- Nunca pensé que tener miedo fuera algo inherentemente malo. -aclaró, y Alfred pareció relajarse apenas un poco. Pareció.- Pero sí es un gran inconveniente, y algo que no me sirve en este momento.
-¿Por qué?
La (nacionalidad) estuvo a un pelo de soltar un quejido de impaciencia.
-¿Cómo que por qué...? -exhaló ella, irritada.- Fue mi idea salir en este viaje y fui yo la que pidió que se armara una comitiva; la seguridad de ustedes quince es mi responsabilidad. -se indicó a sí misma con su pulgar, golpeándose de casualidad en el pecho. No dejó que la pequeña punzada de dolor apareciera en su rostro.- ¡No tengo tiempo para tener miedo!
-(T/N), todos aquí somos adultos. -resaltó el rubio, más serio que nunca.- Y todos elegimos acompañarte por voluntad propia, porque consideramos que lo que propones es, en efecto, algo que se debe hacer cuanto antes. -añadió.- Nadie esperaba que velases por nosotros cuando aceptamos ir en este viaje. No somos tu responsabilidad.
-De acuerdo, como digas. -intervino ella antes de que él pudiera decir algo más.- No tengo que velar por ustedes, excelente, un problema menos. Pero aún así tengo que-
Se quedó callada, pensando en lo que iba a decir.
Tenía que... ¿qué? No tenía nadie más bajo su responsabilidad además de ella misma, ¿en quién diablos estaba pensando? Si no tenía que velar por ellos, entonces no tenía que ser fuerte por alguien más, ¿o no?
¿Podía dejarse tener miedo de nuevo?
...
¿...De nuevo?
¿Cuándo dejó de tener miedo, exactamente?
-¿Tienes que...? -ayudó Alfred, algo en su tono indicando que sonreía triunfante, como si su reacción fuera lo que había estado esperando.
-Tengo que asegurarme de que el plan funcione. -dijo eventualmente, tan seria como antes pero, y aunque casi no se notara, menos decidida.- No voy a descansar hasta que dejemos de vernos obligados a sobrevivir y podamos comenzar a vivir de nuevo. No tengo... -lo miró directo a los ojos, intentando enfatizar su punto pero siendo traicionada apenas por el cansancio en su mirada.- No tengo tiempo para tener miedo.
Alfred no dijo nada, expresión tranquila, como si hubiera logrado lo que buscaba.
Dejaron el tema y retomaron su camino de vuelta a la avenida principal.
~~~~~~~~~~
Tiempo de calidad con el alfredo, gentita (?
Este cap es algo corto, pero sentía que no quedaba bien ni en el anterior ni en el que sigue :'v
Ah, y lamento decirles que el cap siguiente lo subiré no el martes que sigue, sino el subsiguiente (???
O sea, el 12 de febrero
Sorry );
Nos vemos entonces ^^7
Les loveo <3 <3 <3
-Gray
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top