Capítulo 8

Disfruten su lectura UwU.

.

A la mañana siguiente, Hipo se despertó con una enorme sonrisa, puesto que Astrid Hofferson acababa de convertirse oficialmente en su prometida y muy pronto sería su esposa. ¿Qué podría ser más perfecto que eso?, pensó mientras ambos bajaban las escaleras de la unidad de departamentos mirándola con expresión boba.

- ¿Qué? -le preguntó ella quitándose un mechón del rostro para ponerlo detrás de su oreja con la mano que lucía su anillo de promesa y el de compromiso.

- ¿No te parece que Astrid Haddock suena muy bonito?

-Probablemente, pero no todavía; te amo- se despidió con gracia robándole un beso, para luego subirse a su auto.

- ¡Te amo! -devolvió con fuerza antes de que esta abandonara el estacionamiento.

Por el resto de la semana no pasó nada fuera de lo normal. El castaño trabajó arduamente en la restauración de la pieza de arte que le quedaba y, la rubia atendió a sus pacientes con una sonrisa muchísimo más reluciente que de costumbre, con la cual incluso hizo que Einar soñara despierto. No obstante, llegado el sábado, se dieron un respiro de ir a hacer compras y mejor optaron por quedarse en cama hasta pasando medio día, para luego bañarse juntos y desayunar tranquilamente justo antes de que tocaran el timbre. Se miraron con extrañeza, pero una vez que la rubia se levantó a atender, abrió los ojos con sorpresa al observar por la mirilla a Storm y Toothless.

-Hola rubia, sé que te debe sorprender vernos después de tanto tiempo- saludó Storm con nerviosismo y con un rubor en las mejillas cuando la puerta se abrió.

-Pues la verdad es que sí, ¿están bien? -cuestionó la mencionada haciéndose a un lado para dejarlos entrar.

-Estamos bien, solo veníamos a disculparnos- prosiguió el avergonzado Toothless- y si me permites, quiero empezar yo. Lamento todo lo que te dije, me dejé llevar por mis pensamientos erráticos, y dioses, te respondí como mi yo de 13 años, lo siento mucho en verdad; no debí desquitarme contigo.

-Y yo también lo lamento. Claro que sabía que no viviríamos juntas por siempre; después de todo, tenías una vida antes del accidente de mis tíos, pero de verdad que estoy feliz por ti y, por eso es que estoy muy avergonzada de mi comportamiento- concluyó la Hofferson menor con lágrimas en los ojos.

- ¿Por eso estaban tan preocupados de hablarnos? -simpatizó Astrid con una sonrisa- aprecio su disculpa y la acepto. Pero no se agobien; somos familia, no pasa nada.

- ¿Segura? 

-Claro, todo está bien.

-Es un verdadero alivio, muchas gracias- aseguró el pelinegro- ¿sabes si mi hermano...? -intentó preguntar, pero se acobardó en el último minuto.

-Está en la cocina- respondió sabiendo que quería decirle.

Entonces, las Hofferson lo vieron inhalar una enorme bocanada de aire para armarse de valor y acercarse a la cocina, dónde Hipo al apenas verlo lo ignoró por completo y prefirió seguir viendo su celular. Bueno, resultó ser que el castaño sí fue el que más se enojó tras todo lo acontecido.

-Hola hermanito- saludó con nerviosismo.

-Hola Tannlos, ¿necesitas algo? -preguntó este todavía sin verle a los ojos.

-Vengo a pedirte una disculpa, lamento todo lo que te dije; no fue mi intención decirte que te fueras de la casa de esa manera.

- ¿Un poquito exagerada tu reacción, no? -comentó en un reproche.

-Sé que te hice daño. Además, no debí usar el nombre de papá para decir que se avergonzaría de ti si viera lo que hiciste ese día- explicó con la voz entrecortada debido a su indiferencia.

- ¿Decir que papá se decepcionaría de mí únicamente porque me acabé la pasta de dientes y porque no te compré tu jugo de frutos que tanto te gusta? ¿De verdad Tannlos? eso es caer demasiado bajo incluso para ti.

- ¡Perdóname! -insistió poniéndose de rodillas.

-Puedo perdonarte si le cambias el aceite a la moto- propuso mirándolo finalmente a los ojos.

-Pero no sé hacerlo. ¡El que tomó en preparatoria talleres de mecánica y mecatrónica fuiste tú! ¡Yo solo tomé el taller de diseño ambiental!

- ¿Ahora me estás llamando nerd? -cuestionó alzando una ceja, claramente ofendido.

- ¡¡No!! quiero decir que tú eres el inteligente; no yo- corrigió a tropiezos.

-Cámbiale el aceite a la moto y estarás perdonado- repitió mostrándole las llaves.

-Ush, está bien; dame eso- dijo tomándolas derrotado y bajando las escaleras hacia el estacionamiento.

- ¿Es en serio? -intervino la rubia mirándolo divertida- ¿no estás realmente enojado con él, verdad?

-No soy rencoroso, pero sí estaba ligeramente molesto. Así que antes de ceder tan fácil a sus ojitos de dragón para perdonarlo, cobré mi venganza- explicó con una sonrisa, provocando que su novia se riera con ganas.

-Hipo, no sé si te ofendí de alguna manera, pero si ese es el caso, perdóname también- se apresuró a hablar Storm con voz chillona.

-No Storm, tranquila; tú y yo estamos bien- consoló dándole un apretón de manos, liberándola así de la presión de sus hombros.

-Entonces por eso pudiste hacerle mejoras a tu prótesis- soltó Astrid de pronto viéndolo con curiosidad- porque además de tu experiencia en el dibujo para realizar los diseños, tomaste clases de mecatrónica para modificarla.

-Toothless no se equivocó cuando dijo que era un nerd en la preparatoria- explicó sonrojándose.

-Eso no importa cuñado, Astrid de todas formas se hubiera enamorado de ti; siempre le atrajeron los inteligentes- comentó la risueña rubia de mechones azules, quién recibió un leve codazo por parte de su prima.

-Hubiera sido interesante comprobar eso, porque incluso usaba lentes- dijo con inocencia de lo que provocaría ese comentario en su novia.

- ¡Búscalos, tengo que verte con ellos! -exclamó con euforia la rubia.

-Ay no Astrid, me voy a ver ridículo- negó intentando esquivar su mirada, pues sabía lo convincente que podían ser sus ojitos.

-Anda Hipo, ¿no vas a complacer a tu lady? ella quiere verte con lentes- presionó la Hofferson menor con diversión.

Tras estar cinco minutos insistiéndole, el castaño finalmente tuvo que ir a su escritorio a buscar los dichosos lentes. Los limpió y tras respirar profundamente, se los colocó. Al mirarse en el reflejo de la pantalla de su celular se asombró al percatarse de que no se veía tan mal a como recordaba. ¿Habrá sido efecto de la pubertad?, pensó de pronto, pero mejor prefirió que Astrid le diera su opinión, a quién por cierto le brillaron los ojitos al verlo.

-Storm tiene razón, me hubiera enamorado de ti- afirmó la rubia acercándose para besarlo en los labios y abrazarlo con fuerzas en cuanto este le correspondió gustoso. Sin embargo, para cuando iban a profundizar el contacto, Toothless regresó con la cara llena de hollín.

-Soy un fracaso, perdón Hipo- dramatizó el pelinegro echándose al suelo- ni siquiera encontré el tornillo para vaciar el aceite viejo.

-Lo sé- contestó el aludido con arrogancia- ni siquiera te llevaste la llave para aflojar el tornillo, ni el embudo para verter el nuevo aceite.

- ¡Ay no, ni para eso sirvo! -se lamentó cubriéndose el rostro, a lo que el castaño rodó los ojos con diversión y, tras colocarse delante de él, lo sujetó de la mano para ayudarlo a ponerse de pie.

-Ya dramático, estás perdonado. Y ya qué, después le cambio el aceite a la moto- le aseguró sonriente, haciendo que su hermano inmediatamente lo abrazara aliviado. 

.

-As, ¿y ese anillo? -le preguntó Storm a su prima un rato después de que se pusieran al corriente de lo que habían hecho las últimas semanas y dado a que no reconocía el anillo que tenía puesto junto al de promesa.

-Ohh- respondió la mencionada antes de mirar a su novio con una sonrisa- bueno... es que Hipo me pidió matrimonio y ¡le dije que sí!

Al instante, se escuchó un fuerte chillido de felicidad por parte de la extrovertida Siri, quién corrió a abrazarlos pidiendo ser la madrina, mientras que Tannlos tras salir del shock inicial, igualmente los felicitó, además de garantizarles una sesión de fotos para el día de la boda.

-Debemos empezar a ver tu vestido, las flores, el lugar; uy, ¡todo será magnífico! 

-Calma Tormentita, ni siquiera hemos hablado de una fecha- soltó con gracia tratando de frenarla, pues esta ya había empezado a caminar de un lado a otro mientras anotaba sus ideas para la boda, sin embargo, Storm no pareció hacerle mucho caso.

-Estoy muy feliz por ti y papá también lo estaría- le comentó el pelinegro a su hermano mayor mirándolo con orgullo.

-Gracias, la verdad es que todavía no me lo creo, pero, juro que estoy inmensamente feliz- sinceró Hipo sonriéndole agradecido antes de verlo leer un mensaje de texto que provocó que frunciera el ceño- ¿qué pasa?

-Nada, es que mañana voy a ir a una junta.

- ¿Junta? ¿De qué?... ¿Ya tienes trabajo? -cuestionó desconcertado.

-Mmmm sí, ya tengo trabajo. Decidí entrar con mamá- confesó muy apenas. Storm se había enterado de su decisión a inicios de semana, y a pesar de que le seguía pareciendo extraño que se uniera a la empresa después de haber luchado por años para alejarse de ese mundo, sabía que tenía todo su apoyo.

- ¿Y te sientes bien con eso? 

-No lo sé, solo quiero intentarlo en lo que consigo sesiones fotográficas, porque ha sido complicado estos meses. Posiblemente haya demanda hasta diciembre, ya sabes, es la época más popular para las fiestas- atinó a decir alzándose de hombros- tranquilo, estoy bien. Además, no voy diario, por lo que el ritmo no ha sido pesado.

-Bueno... pero, ¿sabes que cualquier cosa puedes decirle a mamá o a mí, verdad?

-Sí, lo sé. Siempre lo tengo presente; gracias.

.

Las siguientes semanas fueron un completo caos. Astrid había pedido entrar una hora más temprano a su trabajo para salir antes y así poder entrenar teniendo todavía la luz del día. Pero, debido a la insistencia de Hipo, no estaba autoexigiéndose demasiado, además que, aceptó tomar un pequeño descanso para ir a comer a la casa Hofferson por el cumpleaños número 22 de Storm y Toothless, quiénes nuevamente decidieron celebrar al mismo tiempo. Y, también estaba el hecho de que por petición de estos, aprovecharían la ocasión para hacer público su compromiso. Al principio, se habían negado argumentando que era su momento y que habría otra oportunidad para llamar la atención de todos, sin embargo, los festejados insistieron. 

- ¿Y cómo van con la mudanza?, ¿Ya se instalaron por completo? -le preguntó Gylda a su sobrina mientras llevaban los cubiertos a las mesas para la fiesta que empezaría en unas horas.

-Oh sí, hace unos días Hipo consiguió una oferta de un comedor que está súper bonito, y de regalo le dieron una pantalla, la cual logramos empotrar a la pared. Ya solo nos hace falta una sala, pero no queremos ir deprisa.

-Me alegra muchísimo; en unos días espero que Valka y yo finalmente podamos ir a visitarlos; los extrañamos.

-Y nosotros a ustedes. Las esperamos con mucho gusto.

Su conversación continuó con fluidez hasta que empezaron a llegar los invitados, pues a diferencia de Hipo y Astrid que ya preferían celebrar sus cumpleaños con menos gente, Toothless y Storm aún disfrutaban de hacer festejos a lo grande. Por lo que, en cuanto el lugar se llenó, la rubia fue a sentarse junto a su castaño.

- ¿Ya te vieron el anillo? -preguntó él susurrándole al oído.

-No, creo que no lo alcanzan a ver por estar cerca el anillo de promesa, lo cual es bueno porque no quiero que todos sepan, solo mis tíos y tu madre.

-Excelente, eso me da tiempo de mentalizarme para su reacción. 

-Oye, no sé tú, pero siento que Storm y Toothless están derrochando una energía junto a sus amigos de la cual ya no creo poder seguirles el paso aunque me lo suplicaran- contó risueña.

-Se llama vivir la vida de un adulto independiente con muchas horas de trabajo y responsabilidades, pero cero minutos para tomar una buena siesta- respondió con diversión- en lugar de estar teniendo una guerra de espuma, me gustaría más estar viendo una película, acurrucados en el sillón con una mantita mientras comemos palomitas.

-Uy sí, que rico, ese plan me encantaría- secundó acercándose para besarlo, no obstante, se vieron interrumpidos cruelmente debido a que los cumpleañeros junto a sus amigos decidieron bañarlos en espuma.

Astrid chilló al sentir la espuma por todo su rostro y dado a que Hipo comenzó a toser al sentir como la espuma había entrado a su boca, solo alcanzó a sujetarla de la mano para arrastrarla al cuarto de baño y poder enjuagarse.

- ¿Estás bien? -preguntó ayudándole a quitarse la espuma de los ojos, ya que él había recibido la mayor cantidad de espuma.

-No sé, si termino intoxicado por esta cosa, mata a Toothless de mi parte por favor- pidió sintiendo amarga la boca y girándose para ahora ayudarla a quitarse la espuma que tenía en el cabello.

-Te lo prometo; le daré una muerte lenta y tortuosa.

-Muchas gracias- puntualizó antes de ahora sí terminar con el espacio entre ambos, pues ni una guerra de espuma le iba a impedir comérsela a besos.

Cuando la fiesta finalmente acabó, la pareja consideró que no faltaría mucho para irse a casa, por lo que les pidieron a Gylda, Finn y Valka que les regalaran un minuto para hablar en privado.

- ¿Qué pasa? -preguntó la castaña con extrañeza, pues Toothless y Storm estaban dando saltitos a su alrededor sabiendo que les dirían.

-Amm, yo...- intentó decirle su hijo mayor, pero los nervios de repente le hicieron quedarse callado.

- ¡Hipo me pidió matrimonio! -anunció la feliz Astrid sujetándolo de la mano para calmarlo y enseñándoles a los demás su anillo de compromiso.

Valka y Gylda les sonrieron enseguida y los abrazaron dándoles cientos de felicitaciones, pues habían estado esperando tanto tiempo a que llegara ese momento. En cuanto a Finn, tras digerir la noticia, abrazó a Astrid mientras miraba a Hipo con los ojos entrecerrados, dándole a entender que aceptaba la unión, pero que no se atreviera a descuidar a su sobrina; algo que sin dudar este le prometió. Con ello, finalmente el hombre le dio un abrazo en el que juró que terminaría con un dolor de espalda dada la fuerza que empleó.

Inevitablemente todos empezaron a comentar acerca de las cosas que necesitarían para que la boda fuera perfecta, pero Hipo y Astrid se limitaron a observarlos con una sonrisa, ya que sentían que todas las ideas eran un tanto exuberantes. Querían algo mucho más sencillo y, debido a que la rubia era figura pública, no querían que la prensa irrumpiera en su día; sin embargo, les dejarían fantasear con cómo sería su boda ideal en lo que tomaban una decisión.

.

A la tarde siguiente, Hipo estaba recostado en la cama viendo la televisión mientras esperaba a que la rubia volviera de su entrenamiento debido a que el material con el que trabajó en la mañana le había mareado tanto que no creyó que fuera buena idea acompañarla a la pista. Y, Astrid estuvo más que de acuerdo con él en cuanto llegó a casa para cambiarse y tomar sus patines; es más, de lo mal que lo vio, le prohibió abandonar la cama hasta que ella regresara.

De tan cómodo que se encontraba metido entre las sábanas, estuvo a punto de quedarse dormido, sin embargo, cuando dieron inicio las noticias locales, prestó atención al escuchar a la presentadora mencionar algo sobre el patinaje.

-Como saben, una de las competencias más demandadas para el patinaje artístico está por llegar. Todavía no nos revelan el nombre del evento, pero al parecer ya se tienen a todos los competidores que lucharán por un lugar en la final. Y aquí en Noruega hay muchísimo talento, así que esperamos un increíble espectáculo.

Mientras la presentadora daba el reporte, en la parte de atrás comenzaron a mostrar un collage con los patinadores más sobresalientes en la última década. E Hipo sonrió al ver la foto de su lady entre todos ellos; se veía absolutamente hermosa, especialmente porque salía con el traje con el que había ganado el oro en su última competencia.

-Pero, para dar una mejor cobertura a esta nota, hemos contactado a Heather Berserker- explicó la mujer antes de que se añadiera un recuadro donde estaba la pelinegra a manera de videollamada- muchas gracias por aceptar nuestra invitación señorita Berserker, es un honor.

-Muchas gracias a ustedes, siempre me ha gustado estar cerca de aquellos que siguen mi trayectoria profesional- aseguró la mencionada con una sonrisa.

-Su hermano y usted ya están listos, ¿verdad?

-Desde luego, hemos estado preparándonos a diario para todo lo que se viene, ya que hay mucho talento en todas partes del mundo; no subestimamos a ninguno de nuestros colegas.

-Tengo entendido de que es muy cercana a varios colegas del país, ¿es correcto? 

-Claro, algunos desde niños. Somos una gran familia.

-Entonces... ¿podemos decir que suelen entrenar juntos?

-Siempre que podemos, pero últimamente nuestros horarios no han podido coincidir, a excepción de Astrid y Magnus por tener al mismo entrenador. 

-Hablando de ellos, ¿qué opina sobre qué dicen que están en una relación?, la gente ha estado comentando sobre esto a raíz del promo en el que ambos participaron hace unas semanas dándose un beso. Muchos han afirmado que esa actuación no fue forzada.

-Eso es erróneo; ellos son cercanos, pero no como lo quieren pintar; soy testigo de que se tratan como hermanos. Son profesionales y el trabajo de la promo fue con fines caritativos. Además, como bien saben, ambos tienen pareja... es cierto que la novia de Magnus no sale a cámara, a diferencia del novio de Astrid, pero a lo que voy es que ellos son felices con las personas que eligieron; no tendrían por qué estarles mintiendo.

- ¿Pero entonces jamás tuvieron algo?

-No, y si lo hubieran tenido, todos lo sabrían; digo, sus redes sociales han estado activas desde hace años.

Una vez que la patinadora aclaró todo lo relacionado a sus amigos, contestó un par de preguntas más referentes a cómo estaba tomando su familia la competencia, un poco de su trayectoria profesional, para finalizar con los mejores deseos por parte de la producción para que lograra clasificar.

Hipo suspiró con cansancio, pues claramente había visto venir las teorías de que Astrid y Magnus eran pareja, pero eso no evitaba que fuera molesto. Afortunadamente Heather supo cortar el rumor de tajo, así que solo les quedaría lidiar con las notas amarillistas. Aunque, de la curiosidad que le surgió por el reporte, tomó su celular para hacer una búsqueda rápida sobre qué es lo que decían actualmente sobre Astrid y él. 

¿Astrid Hofferson e Hipo Haddock comprometidos?

Desde hace unos días hemos estado siguiendo de cerca a una de nuestras parejas favoritas del espectáculo y, tenemos el placer de compartirles dos noticias. La primera es que creemos que ¡Hipo y Astrid ya viven juntos! esto debido a que nuestras cámaras los han visto salir de una zona residencial diferente de donde teníamos conocimiento que vivían, pero eso no es todo... desde inicios de esta semana, logramos captar a Hofferson saliendo de sus entrenamientos con un anillo muy bonito en el dedo anular. Y no, no es el anillo de promesa que la misma pareja nos reveló tiempo atrás por medio de una trasmisión en vivo desde la cuenta de Haddock; este anillo es completamente diferente; trataremos de investigar más sobre el tema y por este medio les traeremos la resolución al misterio de si tendremos pronto una boda.

Tras terminar de leer la nota, observó las imágenes que habían añadido. Una era de ellos en la tienda donde usualmente compraban sus cafés antes de irse a trabajar y la otra de Astrid dirigiéndose a su auto tras salir de la pista donde claramente se veía su anillo de compromiso.

-Que listos son- atinó a decir bloqueando su celular; la prensa sí que era intuitiva.

No creyó que hubiera manera de negar las declaraciones, pero dejaría que su lady decidiera el momento apropiado para revelar que estaban comprometidos; después de todo, ella era figura pública desde muchísimo tiempo antes que él y sabía manejar mejor a la prensa para que no se metieran de más a su vida privada. En fin, después de eso se le fue el sueño, así que se entretuvo leyendo uno de sus libros favoritos hasta que escuchó la puerta del departamento abrirse y casi enseguida vio a su prometida entrar a la habitación arrastrando los pies y tallándose los ojos.

- ¿Mi lady? ¿Todo bien? -le preguntó dejando a un lado su libro para incorporarse y poder saludarla.

-A veces odio entrenar- declaró ella dejándose caer en sus brazos, donde apenas y este pudo atraparla.

-Oye no, dame solo un segundo; déjame llevarte a la cama, no te duermas por favor- exclamó en vano, puesto que Astrid se quedó profundamente dormida apenas le dejó caer todo su peso- está bien, ven aquí- susurró con una sonrisa cargándola suavemente para depositarla en la cama.

Le quitó los tenis, sudadera y sujetador, además de deshacerle su trenza para que durmiera cómodamente. La acomodó de tal forma que su cabeza descansara sobre su pecho y, una vez él volvió a tomar su libro, la besó en la frente antes de retomar su lectura.

.

Unos días después

Finalmente había llegado la fecha de la boda de Magnus y Brenda, la cual se realizaría en Bog Burglar, por lo que Storm y Toothless se adelantaron al viaje dos días antes de la fiesta para disfrutar de la bonita playa del lugar. Especialmente porque Hansen se había encargado de alquilar dos casas para sus invitados. Debido a sus trabajos Hipo y Astrid tuvieron que viajar un día después, así como el matrimonio Hofferson, pero aun así, todos llegaron sin presiones. 

-Y por fin llegaron- saludó Dagur recibiendo a la rubia y al castaño con un enorme abrazo, pues Mala, Eret, Niels, Storm, Toothless, Heather, Patapez, Magnus y Brenda ya estaban ahí- rubia, ¿¡esto es un anillo!? -añadió en un grito sujetándole la mano.

La aludida ante ello, se quedó helada, ya que no había querido anunciar todavía su compromiso por respeto a la boda de su "hermano mayor", y no se diga Hipo; él de repente deseó que la tierra se lo tragara.

- ¡Tará! parece que has arruinado la sorpresa- respondió la Hofferson con una sonrisa nerviosa.

- ¿Cómo? ¿Qué sorpresa? -preguntó Eret agitando las manos sin entender.

-No quería decir nada hasta después de la boda de Magnus y Brenda aquí presentes, pero Hipo y yo nos acabamos de comprometer.

Las chicas fueron las primeras en ir a felicitarlos, seguido de los demás, a excepción de Magnus y Eret, quiénes no habían salido de su asombro y, tanto fue el impacto de que la pequeña Astrid estaba a punto de casarse que el primero se vio en la necesidad de sentarse un momento para recuperar el aire que había perdido.

- ¿Estás bien Magnus? -cuestionó acercándosele con un ceño de preocupación. 

-Estoy bien, solo me tomaste con la guardia baja- balbuceó el chico en respuesta. 

-Además, era solo cuestión de tiempo para que esto ocurriera- secundó Eret sonriéndole sutilmente- estamos felices por ti, por los dos.

- ¿Seguros? -cuestionó Astrid con duda mientras le hacía señas a su castaño para que se acercara.

-Seguros- confirmó Hansen levantándose para rodearla en un abrazo- de verdad me alegro por ti- añadió en un susurro para enseguida darle una mirada de aprobación a Hipo. Y luego de que su mejor amigo también abrazara a la rubia y le diera un fuerte apretón de manos a Haddock, decidieron que debían ir a comer todos juntos antes del gran día.

.

-Oye As, ¿estás bien? -le preguntó su novio una vez estuvieron en la cama y al sentir que esta no podía conciliar el sueño.

-Claro que sí, es solo que siento demasiado; hay un sinfín de sentimientos encontrados en mi interior, creo que es el estrés de todo- sinceró abrazándose a él con aire distraído- supongo que esta es la señal para relajarme un poquito, ¿no? Antes de que lleve mi cuerpo al límite.

-Así es, por eso te recomendé que redujeras las horas que vas a entrenar cada quince días a la mitad, ¿qué dices?... además, te extraño; extraño verte para comer todos los días o simplemente para hablar antes de que caigas rendida por el sueño- sinceró viéndola con tristeza.

-Perdóname, mi intención nunca fue dejarte solo o lastimarte- dijo aferrándose a su cuerpo.

-Lo sé, no te disculpes por eso.

-Está bien, por mi salud física y mental, y también por ti, dejaré de exigirme tanto de vez en cuando. Además, yo también te he extrañado y mucho.

-Gracias, sabes que solo quiero lo mejor para ti- expresó restregando su nariz contra la suya.

-Lo tengo presente, gracias- declaró antes de que ambos se quedaran dormidos.

.

Por la mañana, Astrid se despertó con renovada actitud y, al terminar de bañarse, se puso una bata para primero maquillarse y peinarse. Hipo por su parte, al haberse despertado mucho después, se metió deprisa al cuarto de baño temiendo que se le hiciera tarde.

- ¿Rubia?, oye, soy yo, necesito tu ayuda- exclamó Storm de repente tocando a su puerta, a lo que la rubia fue a abrirle con extrañeza. 

-Si vienes a pedirme preservativos, no sé esta vez donde los guardó Hipo- habló una vez salió de la habitación a fin de hablar más en privado. 

- ¿Qué? ¡No!, Tannlos y yo traemos los nuestros- negó apenada recordando lo sucedido en la boda Berserker- hemos crecido, no somos tan inocentes ahora.

- ¿Entonces?

-Solo vine a darte este regalo- sinceró mostrándole una pulsera azul que iba a combinar perfectamente con el vestido que usaría para la fiesta, el cual era de estilo coctel y de color azul cielo.

-Wow, muchas gracias Tormentita, pero no tenías que darme nada- aseguró abrazándola con cariño.

-Tómalo como mi regalo de tu pre-boda- bromeó devolviéndole el gesto- bueno no, en realidad era por tu cumpleaños, pero se tardaron mucho tiempo en entregármela; quizá se debió a que fui muy quisquillosa con los detalles del diseño.

-Es perfecta, gracias- insistió dándole un beso en la mejilla.

-No hay de qué, anda, termina de arreglarte que ya no tardamos en irnos.

-De acuerdo.

Cuando Astrid se puso su vestido, sonrió enternecida al ver cómo Hipo salía del baño a tropiezos y lograba ponerse en menos de dos minutos un pantalón beige y una camisa blanca estilo cubavera. 

- ¿Sabes cuanto amo tu torpeza? -le susurró mientras lo abrazaba por la cintura.

-Lo sé, era imposible que te resistieras a toda mi vinkidad- devolvió con gracia, haciéndola reír de inmediato.

-Por supuesto, esa era la clave de todo.

.

Cuando la ceremonia dio inicio, Astrid estaba mirándola embelesada desde la primera fila. Se abrazó a Hipo y sintiendo la arena entre los dedos de sus pies debido a que estaban en la playa, observó cómo las sonrisas de todos los invitados estaban acompañando al futuro matrimonio. Especialmente las de sus padrinos Fergus y Anja, y de los padres de Brenda, Krista y Lars. Ellos sin duda eran los más orgullosos del lugar, aunque extrañamente sus tíos estaban igual de emocionados.

Se perdió en sus pensamientos más de lo que le hubiera gustado, pues en un parpadeo ya habían llegado a la parte donde los novios intercambiaban las sortijas de matrimonio y solo hasta que los aplausos resonaron con fuerza, fue capaz de despertar por completo. El encargado de dirigir la ceremonia había sellado el enlace y Magnus y Brenda habían compartido su primer beso como esposos.

- ¿En qué estás pensando ahora? -interrogó el castaño al captar que no estaba muy concentrada.

- ¿Te gustaría que nos casáramos de una manera diferente?

- ¿Qué tienes en mente? -preguntó mientras los novios empezaban a tomarse fotos con los invitados, teniendo de fotógrafo especial a Toothless, por supuesto.

-Al mero estilo vikingo; como nuestros ancestros.

-Por Thor, claro que sí. Esa es una idea única.

-Y, ¿te gustaría que fuera antes de Snoggletog?

- ¿Antes de Snoggletog? -repitió asombrado- ¡pero eso es en cinco meses más o menos!

-Sí, así es... ammm, ¿muy pronto? -preguntó nerviosa.

-Para nada, más bien yo quería preguntarte, ¿¡por qué tardaste tanto en decirme una fecha!? Por mí, mañana mismo me caso contigo- aseguró dándole un beso de piquito de la emoción.

-Siempre está la opción de correr a Las Vegas- bromeó, haciéndolo reír con fuerza.

-Voy a pensármelo, después de todo, Alvin puede conseguirme boletos y dado a que no tarda en venir a Berk; puede ser una buena oportunidad.

-Me gusta- declaró con una sonrisa pícara antes de mirar al frente y notar que era su turno de que pasaran con los novios a tomarse una fotografía.

.

.

Bueno, ya no hay problema entre los Haddock y las Hofferson, así que, pueden dejar de tener ese pendiente. 

Por otro lado, ¿qué dicen?, ¿qué es lo que hará el Hiccstrid con respecto a su boda?

Nos vemos pronto ;)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top