Capítulo 5
¿Listos para el drama? 7u7, porque yo sí.
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En ese momento, Storm salió hecha un rayo de la casa para abrazar a su novio, quién no paraba de derramar lágrimas.
-Es mejor que ya se vayan. Contesten solo lo necesario, ya después le explico a Toothless que pasa; porque seguramente Siri ya le contó casi todo- comentó Astrid rápidamente, a lo que sus tíos le agradecieron infinitamente su ayuda.
El matrimonio Hofferson tomó las últimas cosas que llevaría al viaje antes de salir de casa con su sobrina detrás de ellos. Metieron las cosas al auto y, en cuanto el Haddock menor se les acercó, la rubia retrocedió unos pasos.
- ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué no puede quedarse, por qué nunca nos dijeron nada!?
-Chico, entiende que es una presión por parte de mi trabajo. Si no acepto la oferta, deberé asumir las consecuencias de eso para toda mi familia- mencionó Finn tratando de calmarlo.
-Pero señor, Siri puede vivir conmigo; ya somos adultos y podemos tener un hogar propio- insistió el pelinegro hecho un mar de lágrimas.
-Pero ninguno de los dos trabaja, o dime ¿cómo le harían? porque no puedo dejar que tu madre o hermano la mantengan. Mi hija es mi responsabilidad hasta que pueda valerse por sí misma, Toothless, entiende que no lo hago por querer separarlos.
Mientras se daba aquella charla acalorada, Astrid vio de reojo como su novio salía de su casa casi con la misma desesperación que su hermano.
-Oh no, más caos no- dijo por lo bajo antes de correr hacia él para frenarlo en seco.
- ¿¡Por qué no me dijiste que te ibas de la ciudad!? -demandó saber el castaño con voz herida.
-Hipo Haddock, cállate por dos minutos por favor. En un momento te explico todo y no, no me voy a ir de Berk- pidió seriamente cubriéndole la boca para que no hiciera un escándalo.
El mencionado sin entender que pasaba realmente, pues su hermano solo había atinado a decirle "Storm me acaba de decir que ella y su familia se mudarán de Berk", no le quedó más que aguardar en completo silencio. Por otro lado, Toothless pudo calmarse, o más bien, resignarse a la cruel realidad de su vida a futuro al igual que su novia, por lo que Finn y Gylda ante tal escenario, optaron por despedirse de Astrid para después subirse al auto. Storm sin embargo, la miró detenidamente antes de seguir a sus padres, ignorando el abrazo que trató de darle dado a que seguía enfadada con ella.
-Tengan buen viaje y mándenme mensaje cuando lleguen- solicitó Astrid con una sonrisa estando recargada en la ventanilla del lado de su tío.
-Claro As, también cuídate mucho. No olvides llamarnos si necesitas cualquier cosa- pidió su tía, a lo que esta le guiñó un ojo en respuesta.
-Cuídate mucho Tormentita; recuerda que te amo con todo el corazón. Perdóname por no haberte dicho antes mi plan; no quería arruinar nada, lo sabes- dijo para la Hofferson menor, quién no le dio una respuesta a cambio.
Pese a que su acción le dolió, no se lo dejó ver a nadie de su familia. Prefirió regalarles una última sonrisa y alejarse del auto para dejar que se pusiera en marcha, haciendo que los hermanos Haddock la miraran sin entender, pero antes de que Hipo pudiera decirle algo, el pelinegro se le adelantó.
- ¿Qué carajo fue eso? ¿Por qué no fuiste con ellos?
-Porque la decisión que ellos tomen es distinta a la mía; tómalo si quieres como que ya somos familias separadas.
- ¿O sea que tú también te vas, pero a otro lado? -preguntó ahora sí su novio con tristeza.
-No quiero hablar de este tema con los dos a la vez. Hipo, dame un segundo con tu hermano, por favor, te juro que te explicaré todo- pidió con súplica, ya que no quería que su propuesta se volviera horrible dada la situación.
El castaño a pesar de mostrarse molesto por tanto misterio y secretos a medias, se alejó de ellos lo suficiente como para no poder escucharlos.
-Toothless, escucha, sí, yo tomaré un camino aparte al que ellos elijan, ya que mi lugar de trabajo está fijo aquí, así como mi futuro. Crecí y mi tío debe ver por su familia núcleo y lo que es mejor para ellas; yo ya no soy su responsabilidad.
-Pero si tú te quedas, podrías hacer que Storm viva contigo- opinó en una voz chillona.
-Sí lo pensé, pero no puedo. A pesar de que Storm es mayor de edad, todavía depende económicamente de sus padres, y yo no tengo el suficiente dinero para sostenernos a las dos por tanto tiempo. Conmigo viviría mal después de unos meses y no quiero darle esa experiencia cuando con sus padres está perfectamente bien, ¿me entiendes? queremos lo mismo, su bienestar. Por eso yo no puedo ser responsable de ella, ni tú tampoco; no podemos cargar con ese peso.
Su cuñado no fue capaz de replicar más, así que simplemente empezó a llorar de nuevo antes de regresar sobre sus pasos para entrar a su casa, cerrando la puerta de un portazo. Astrid suspiró con pesar, pues jamás imaginó que las cosas terminarían así, pero al menos esperaba que no todo se hubiera arruinado al observar a su molesto novio, quién aguardaba seriamente de brazos cruzados a unos metros.
-Ven, vamos a mi casa- pidió una vez estuvo delante de él.
Hipo se tocó el puente de la nariz con frustración, pero tras soltar un bufido, la acompañó en silencio. Una vez en el hogar Hofferson, la rubia preparó su desayuno, pues ya tenía bastante hambre y la cabeza había empezado a dolerle. Se sentó delante suyo, comió de forma apresurada y, al alzar la mirada para verlo a los ojos, se relamió los labios.
- ¿Recuerdas cuando me lastimé la rodilla y escapamos a Bog Burglar por unos días?
Al escuchar aquella pregunta, el castaño la miró sin entender, pero le dio un asentimiento.
- ¿Y te acuerdas de que ahí fue la primera vez que hablé de independizarme para tomar mis propias decisiones, aunque en ese momento fuera irracional por no tener empleo?
-Sí, y después de eso, a pesar de que estabas bien con tu familia, no descartaste la idea- respondió un poco más calmado.
-Exactamente. También te había contado cuanto me molestaba que la privacidad de mi familia se viera expuesta debido a la prensa, siendo que ellos no aceptaron la vida de ser figuras públicas. Yo los sigo arrastrando a este ambiente y la verdad es que ya quiero pararlo.
- ¿Y entonces qué decidiste hacer?
-Mira, desde hace unas semanas la idea de independizarme me invadió nuevamente. Lo de la oferta de trabajo de mi tío lejos de Berk llegó después, pero eso precisamente fue el impulso final que necesité para decidirme. Quiero empezar mi propia vida, a la vez que protejo a mi familia de las cámaras, ¿me entiendes? y no quería decirte nada hasta tener algo sólido que contar y no una simple idea al aire.
- ¿Eso quiere decir que ya tienes donde vivir? -preguntó con el corazoncito apachurrado, pues vaya que se había acostumbrado a que Astrid era su vecina.
-Sí, el día que fui por mi auto al taller de Bocón alquilé el nuevo departamento- reveló con una sonrisa nerviosa- no iba con la idea de rentarlo ese día, pero el lugar me enamoró. No está lejos de aquí, solamente a diez minutos en auto, porque no voy a dejar la ciudad, también por eso no te dije nada antes.
-Lo entiendo As, esto es parte de tu sueño, lo respeto y comprendo muchísimo; estoy muy feliz por ti, en serio- le dijo con una sutil sonrisa y estando tentado a preguntarle algo que cambiaría la situación todavía más.
-Pero Babe, no pongas esos ojitos de cachorro que todavía no termino de hablar.
- ¿Eh? ¿Cómo?
-En un rato va a venir una camioneta de mudanzas para llevar mis cosas al departamento, pero renté el lugar pensando en no vivir completamente sola- reveló emocionada al verlo abrir los ojos con enorme sorpresa- Hipo Haddock, lo que estoy tratando de decirte es que... ¿te gustaría vivir conmigo? -preguntó mirándolo como la enamorada que era.
Sin embargo, el aludido ante dicho cuestionamiento dejó de sentir hasta su propio pulso por un instante, pues ni en sus sueños más remotos vio venir ese movimiento, por no olvidar mencionar que ni siquiera se sentía con la capacidad de hallar su voz para responderle.
-Si se te hace muy pronto, lo entiendo perfectamente, no te preocupes. Mi invitación estará disponible para cuando quieras, yo siempre te esperaré con los brazos abiertos.
- ¡¡No!! -gritó saliendo del shock- es decir, ¡¡sí!! sí quiero vivir contigo.
Astrid en respuesta, lo abrazó con fuerza para finalmente respirar con tranquilidad después de estar varios días en completa tensión. Y el beso que selló su nuevo compromiso, fue el toque perfecto para pensar que todo estaría bien.
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- ¿Cuándo viene la camioneta de mudanzas? -preguntó Haddock aún sin creerse lo que estaba sucediendo.
-En media hora, si quieres acompáñame a llevar la primera carga de mis cosas y así terminas de decidirte si vienes conmigo o no.
-Ay Astrid, es que no hay nada que decidir, me quiero ir contigo. Además, ya te lo había dicho; yo te seguiría hasta el fin del mundo.
-Aun así, ven a ver primero el departamento- insistió sonriente.
-Bueno, pero no me harás cambiar de opinión; ya estás atrapada con este chico de una pierna- bromeó, haciendo que ambos estallaran en risa.
Mientras esperaban a que el tiempo avanzara, hablaron de otras cosas hasta que, Elin tocó a la puerta de la casa Hofferson.
-Ay, muchas gracias en serio por ayudarme- le dijo Astrid a su colega de patinaje dándole un abrazo.
-Cuando quieras, para eso estamos- le aseguró la sonriente chica presentándole a su padre.
- ¿Cuáles son las cosas que llevará? -preguntó el señor Holt con amabilidad.
-Estas, por favor- indicó la rubia señalando una pila de cajas que estaban en la cocina, las cuales el castaño ni siquiera había notado al entrar a la casa.
El padre de Elin, junto a un compañero, comenzaron a subir las cajas a la camioneta y mientras tanto, Hipo se acercó a su rubia para poder hablarle al oído.
- ¿Cuántas cosas ya te estás llevando?
-Prácticamente casi todo, solo me faltan mis cosas del patinaje y fisioterapia, pero esas necesito llevarlas en mi auto por lo delicadas que son.
- ¿También tu cama y muebles?
-Sí. Hoy dormiré en la cama de Storm y ya mañana llevo lo que haga falta.
- ¿Cómo fue que empacaste tan rápido?
-Me levanté a las tres de la mañana para guardar todo- contó orgullosa.
-Entonces, es mejor que también empiece a empacar ¿no?
-Tranquilo, tómate tu tiempo. Yo soy la que ya tenía prisa por tener que ocupar el piso, pero tú puedes ir a un ritmo más lento si así lo deseas- le explicó acariciándole la mejilla para después salir a supervisar que subieran sus pertenencias con cuidado.
Una vez terminaron con dicha tarea, Astrid subió a su auto para guiar a los Holt a su nuevo departamento, teniendo a Hipo de copiloto, quién no iba a admitir en voz alta que se sentía nervioso, sin embargo, aquella sensación desapareció en cuanto vio las unidades departamentales.
- ¿Bonito, no? eres el primero que viene- señaló a la par que iba estacionándose.
- ¿No te salió demasiado caro? -preguntó más por curiosidad que por estar preocupado de no poder con los gastos, ya que, además de contar con el salario de su trabajo y de otros independientes, tenía en el banco un fideicomiso que su padre le había dejado como ayuda para dar el primer impulso a su vida independiente.
-Creo que por lo que ofrece, vale la pena. No salió tan costoso como imaginé y Eret dice que vivir aquí es increíble.
- ¿Cómo que Eret? -cuestionó confundido.
-Ah cierto, olvidé decirte que viviríamos arriba de Eret, él se acaba de mudar hace poco y, de hecho, a Niels de tanto que le gusta el lugar, está pensando en mudarse también- contó con una sonrisa antes de indicarles a los de la mudanza que subirían de a poco las cosas a través del elevador.
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Cuando dejaron las cosas en el departamento, la Hofferson les agradeció a los Holt por sus servicios y, una vez les pagó lo acordado, teniendo un pequeño descuento por insistencia de Elin, se encargó de explicarle a Hipo todos los beneficios que tenía el sitio.
-Me encanta el lugar. No sabes las ganas que tengo de ya mudarme contigo- sinceró este dándole un abrazo que fue inmediatamente correspondido.
-Me alegra escuchar eso. Vamos, te regreso a casa para que puedas hablar con tu mamá y también para que sepas cómo está Toothless después de todo lo que pasó con Storm; ambos me preocupan.
-Tranquila, estarán bien; sabrán acoplarse a lo que está por venir, tal y como nosotros lo hemos hecho- le aseguró acariciándole los nudillos de su mano- espera, ¿no vas a acomodar tus cosas?
-Sí. Por eso dije, te llevo a tu casa y ya de ahí me regreso a acomodar.
- ¿Pero no quieres que te ayude? digo, después de todo, esta será nuestra casa- mencionó ligeramente ruborizado por ahora hablar en plural con respecto a una vivienda.
-Prefiero que hables con tu madre. De todas formas, solo son las cosas de mi cuarto, pero si te sirve de consuelo, con lo que sí me vas a ayudar es con las cosas de la cocina, sala y comedor- comentó guiñándole un ojo.
-Bueno, si insistes- aceptó plantándole un tierno beso en la mejilla.
Y así fue. Una vez el castaño se despidió de su rubia desde el umbral de la puerta de su hogar, soltó un suspiro antes de entrar y encontrarse con la preocupada Valka en mitad de la cocina.
-Hipo, ¿qué pasó? -le preguntó la mujer frunciendo el ceño- porque tu hermano no ha dejado de maldecir y gritar desde que los Hofferson se fueron.
-De hecho, de eso quería hablar contigo mamá- externó rascándose la nuca.
- ¿Qué pasa? ¿Y para quién era esa camioneta de mudanzas?
-Todavía no es seguro que la familia Hofferson se mude, sin embargo, acaban de salir de viaje para ver la casa que podría ser su nuevo hogar debido a una oferta del trabajo de Finn; es por eso que Tooth reaccionó así- aclaró tomando asiento en la sala al igual que ella- pero la que sí es un hecho que ya se mudará es Astrid; la camioneta de mudanzas era para ella.
-Ahora todo cobra más sentido, me alegro muchísimo por ella- dijo con una sonrisa comprensiva- pero, estás bastante tranquilo con la noticia- añadió extrañada.
-Es que no se irá de Berk, es más, acabo de llegar de conocer su departamento; está muy bonito.
-Con razón... y bueno, con respecto al otro tema, puedo entender perfectamente a Finn si decide llevarse a Gylda y Storm; de ser mi caso, haría lo mismo si eso implica obtener un mejor bienestar para Tannlos y para ti. No te preocupes por tu hermano, en cuando se tranquilice, hablaré con él para que logre comprender todo esto.
-Te lo agradezco. Porque a mí de seguro no me hará caso y me soltara algo como "para ti es fácil decirlo, Astrid está aquí".
-Sí, lo sé hijo, estate tranquilo.
-Mamá, hay otra cosa que no te he dicho- dijo estando al borde de perder los nervios- Astrid me propuso que viviéramos juntos y le dije que sí- reveló para sorpresa de la castaña- ya estuvimos hablando de los gastos y no te preocupes, el dinero nos alcanza perfectamente.
-Pero, ¿qué no ibas a proponerle primero matrimonio? -atinó a preguntar confundida.
-Pues sí, pero ella se me adelantó- comentó risueño- pero, no importa, eso me da pauta para pedirle matrimonio en otro momento más especial, ¿estás de acuerdo con mi decisión?
-Sé que no me estás preguntando por lo que harás, sino informando.
-Lo sé, pero no quiero irme sabiendo que no estás de acuerdo.
-Cariño, adoro a Astrid; es parte de la familia desde hace tiempo y estoy deseosa de que ya sea mi nuera oficialmente. Claro que estoy contenta de tu decisión, solo me sorprendí de que la tomaras tan rápido. Pero, sé perfectamente que lo pensaron bien, así que solo puedo estar feliz por ustedes- contó dándole un fuerte abrazo mientras sonreía de oreja a oreja- tu padre estaría muy orgulloso de ver que ya te independizarás; ahora el siguiente paso es formar tu familia.
-Gracias mamá, significa mucho- aseguró sintiendo mariposas en el estómago.
- ¿Cómo que ahora tú te independizarás? -preguntó abruptamente Toothless al pie de las escaleras.
Madre e hijo se giraron hacia su dirección al escucharlo y, el castaño optó por acercársele lentamente.
-Sí hermanito, he decidido iniciar mi vida independiente con Astrid; me iré a vivir con ella- reveló con duda, pues sabía que no tenía las palabras adecuadas para darle la noticia dado su estado anímico actual.
- ¿¡Qué!? ¿¡Me estás queriendo decir que Astrid decidió mantenerte a ti que a su propia prima!?
- ¿¡De qué carajo hablas Tannlos!? sabes perfectamente que tengo empleo, me parto la espalda haciendo trabajos por fuera y que ahorro todo el tiempo para mi futuro, si he decidido vivir con ella es porque perfectamente cubro mis gastos. Sé que estás molesto por la situación de Storm, pero entiende que con un solo sueldo, Astrid y Storm no podrían sobrevivir tanto tiempo y el punto de independizarse es ya no pedir dinero a nadie.
-¡¡Me da igual lo que digas!! pero anda, vete con ella que, por lo visto, este ya no es tu hogar- le escupió furioso antes de salir de casa para no verlo a la cara.
No obstante, el castaño no pudo evitar sentirse herido por su comentario, además de cuestionarse si había tomado una decisión sabia o precipitada y, Valka pareció darse cuenta.
-No lo pienses demasiado, hiciste bien en optar por vivir con Astrid, tu hermano solo está molesto. No te lo dice en serio y lo sabes.
-No sé mamá, creo que piensa que lo he traicionado...
-Pero no es así, tú tienes derecho a hacer tu vida con la mujer que amas en el momento que quieras. El que Tannlos sea tu hermano menor, no significa que siempre tendrás que ayudarle a resolver sus problemas, deja que lo haga por su cuenta- puntualizó tomándolo por los hombros- anda, no te culpes por eso y mejor empieza a empacar tus cosas.
-Tienes razón, gracias de nuevo, eres la mejor- sinceró dándole otro fuerte abrazo- te voy a extrañar mucho, no pienses que no.
-Lo sé, pero no te preocupes, te visitaré pronto- afirmó esbozando una sonrisa- solo una cosa Hipo...- agregó antes de que este subiera las escaleras- no quiero nietos antes del matrimonio. Has las cosas como se deben, por favor.
-Claro mamá, si no, sé que mi padre vendría desde el Valhalla junto a Erick para matarme y llevarme con ellos- respondió risueño antes de ahora sí dirigirse a su habitación, dónde inmediatamente separó las cosas que serían más fáciles de transportar y, luego de ir por unas cajas a la bodega, empezó a empacar hasta que, recibió un mensaje de su lady que le hizo detenerse por un momento.
-Mira, coloqué una plantita cerca del balcón, yo creo que queda bien. Ya terminé de acomodar mis cosas, ya voy de regreso a la casa de mis tíos.
Y junto al mensaje, estaba añadida la foto de aquello que describió, haciéndolo sonreír como tonto mientras tecleaba su respuesta, pues a pesar de que lamentaba estar peleado con su hermano, valía la pena el nuevo comienzo que estaba por vivir con su novia.
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Con Astrid
Una vez llegó a la casa de sus tíos, inmediatamente llamó a Eret para contarle la grandiosa noticia del nuevo cambio en su vida al seguir siendo el único que estaba enterado del tema.
-Suena perfecto, rubia, pero ¿cómo se lo tomó Storm? -le preguntó el pelinegro una vez escuchó la primera parte del relato.
-Ni siquiera me dejó explicarle, tampoco sabe sobre que Hipo vivirá conmigo. Hace rato le mandé un audio contándole la situación para que no se enterara por terceros, pero no ha recibido mi mensaje, seguramente aun no llega a la otra ciudad, así que solo me queda esperar la bomba.
-La verdad siempre duele, pero tranquila, sabes que te ama, así que, no puede estar molesta contigo por siempre.
-Eso espero Eret.
-Anímate, todo irá bien.
-Lo haré; te lo prometo- aseguró de mejor humor.
-Oye, pero te sugiero que a quien sí ya le cuentes sobre esto sea al sobreprotector de Magnus. Por favor, que no lo quiero escuchar a las 3:00 am insultándome afuera de mi departamento por no haberle contado tus planes. No es que me preocupe dejarlo en el frío, aclaro.
- ¿Qué no tú también eres sobreprotector conmigo? -preguntó divertida para molestarlo un poquito más.
-Bueno sí, pero desde la boda de Dagur aprendí a no meterme en un terreno tan frágil como lo es Hipo para ti- contestó en el mismo tono- Magnus es al que aún le gusta jugar con fuego.
-De acuerdo; te lo concedo, en estos días lo llamo y te cuento que me dice, ya que ha estado vuelto loco con la boda y la llegada de su mamá.
-Oh sí, hablando de eso, su madre me invitó a una comida familiar, pero Magnus me dijo que quiere que vaya con Niels- dijo temeroso.
- ¿Y cuál es el problema?, sabes que su madre te ama como si fueras su propio hijo.
-Lo sé, pero me importa su opinión. Sabes que ella me ha apoyado mucho y, no sé... supongo que estoy nervioso de cómo me vea ahora. Ven conmigo, y trae a Hipo de paso.
-A mí no me han invitado, no puedo llegar de colada y hasta con invitado- respondió estallando en una risa.
-Vamos, sabes que los Hansen te invitarán. Seguramente Magnus ha tenido cosas que hacer y por eso no te ha llamado, pero sé que lo hará.
-Si eso ocurre, sabes que te contaré los detalles, si no, rezaré a los dioses por ti y Niels. Nos vemos después, un besito; te amo- respondió divertida antes de colgar, pese a su insistencia de que no lo hiciera, pues ya hasta había empezado a sugerir distintas formas de entrar al hogar Hansen sin invitación.
A pesar de que quiso disfrutar del sufrimiento de Eret, por lo visto, los dioses lo habían escuchado, ya que al poco rato recibió una llamada de Magnus para invitarla a la comida que estaba organizando su madre, además de decirle explícitamente "lleva a tu castañito que mamá lo quiere conocer". Sonrió al ver la suerte que tenía su amigo, pero un minuto después borró toda expresión de su rostro al darse cuenta de que ahora Storm era la que le estaba llamando.
-Ni digas nada para intentar justificarte- soltó la Hofferson menor con molestia apenas aceptó la llamada.
-Hola para ti también, ¿llegaron bien?
-Sí, el lugar es tan horrible que hasta hay un lago con patitos bebés al frente del vecindario- exclamó con evidente sarcasmo.
-Lamento escuchar eso.
- ¿Por qué no me dijiste que le ibas a pedir a Hipo que se mudara contigo esta mañana?
-Porque no me dejaste explicártelo, te enojaste y ya no me dejaste hablar. Pero tú ya sabías sobre mi deseo de vivir con él, te lo había dicho cientos de veces.
- ¡Bueno ya! no estaba pensando con claridad hace rato, lo olvidé.
- ¿Sigues molesta conmigo?
- ¡¡Obviamente!! pero papá quería que hablara contigo, y la verdad es que, la culpa me estaba consumiendo por dentro por no haberme despedido de ti.
-Entonces sí me quieres, que dulce de tu parte- dijo con tono cariñoso.
- ¡¡Ush, cállate rubia!! solo te hablé para disculparme por no haberte dicho adiós, pero por lo demás sigo molesta; ten bonita noche.
Y luego de eso, le colgó.
-Buenas noches Tormentita...- musitó todavía en la línea, a pesar de que sabía que su prima no la escucharía.
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Al día siguiente, al llegar del hospital, Astrid estaba terminando de subir las últimas cajas a su auto cuando escuchó a sus espaldas como la puerta de los Haddock se abría de golpe, mostrando a un furioso Toothless que se notaba a leguas que no había dormido en toda la noche. Le extrañó su comportamiento, pero no fue capaz de investigar que le pasaba, pues Hipo alcanzó a correr para frenarlo de golpe sujetándolo del brazo.
-¡¡No tienes porqué reclamarle nada!! ¡¡A ella no la metas en nuestros problemas!! -le gritó el castaño confrontando a su hermano.
-Pues papá estaría decepcionado de ti- le soltó fríamente golpeándolo en el pecho.
Debido a que el Haddock mayor no se esperó esa contestación, no logró mantener el equilibrio y terminó cayéndose de sentón. Aunque, eso no fue lo que más le dolió, sino su corazón por ver hasta qué grado Toothless podía enojarse con él. Y más al percatarse de que ni siquiera se había dado la vuelta para asegurarse de que estuviera bien.
-Babe, ¿te lastimaste? -le preguntó la rubia agachándose para sobarle con cuidado el pecho y la espalda.
-Estoy bien, solo estamos discutiendo más que de costumbre- mencionó poniéndose de pie con su ayuda.
- ¿Es por mi culpa, cierto?
- ¿Qué? no Mi lady- negó de inmediato abrazándola por la cintura- empezamos a pelear antes de irme al salón de arte porque me acabé la pasta de dientes y una cosa llevó a otra. Y, dado a que sigue sensible por lo de ayer, cuando llegué, me atacó con todo el veneno que guarda en el interior.
-Pero Hipo, no puedes dejar que haga lo que quiera, te pudo haber lastimado- comentó abrazándolo más fuerte para tratar de protegerlo.
-Lo sé, pero no soy capaz de tener límites tan fuertes con él; es mi hermano- atinó a decir en un suspiro cansado- lo que sí es que conmigo se puede meter todo lo que quiera, pero contigo no; eres mi adoración- agregó acariciándole la mejilla con amor.
- ¿Seguro que es solo eso?
-Te lo juro, oye ¿crees que pueda empezar a llevar mis cosas? -comentó para cambiar de tema y, sobre todo, para ser capaz de sonreírle, pues a pesar de los problemas que había en casa, seguía emocionado por la mudanza.
-Claro que sí, de hecho, ten; mi primer regalo ahora que viviremos juntos- expresó entregándole una pequeña cajita.
Al abrirla, este vio que era su propio juego de llaves del departamento. Sonrió con alegría antes de acercarse a besarla dulcemente en los labios, además de susurrarle un pequeño, pero significativo "gracias". La Hofferson llamó nuevamente a los Holt preguntando si tenían espacio libre en su agenda para que llevaran las cosas y, afortunadamente así fue. Una vez empezaron a subir las cajas a la camioneta de mudanzas, Valka se le acercó, aprovechando que su hijo estaba distraído supervisando el traslado de sus pertenencias.
-Solo te encargo que lo cuides mucho, querida- dijo tomándola de las manos- es uno de los regalos más preciados en mi vida.
-Claro que lo cuidaré, lo prometo, Valka. No voy a fallarle.
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La rubia se quedó asombrada al ver que Hipo prácticamente ya había empacado todo. No había necesidad de hacer otro viaje más que para ir a recoger la moto familiar por insistencia de Valka de que este tuviera un medio de transporte para ir al trabajo ahora que ya no podía contar fácilmente con el vehículo. Pero no la malentiendan, que eso la tenía más que encantada.
- ¿No te vas a despedir de Toothless? -preguntó confundida una vez se subió al auto y su novio la imitó casi enseguida.
-No, Tannlos sigue muy molesto conmigo, y bueno, yo también, el drama que hizo hace rato fue innecesario. Después haré las paces con él, quizá mañana o pasado que venga por la moto.
-De acuerdo, de cualquier forma, te entiendo, Storm también sigue enfadada conmigo- relató poniendo en marcha el vehículo y teniendo detrás a la camioneta de mudanzas.
- ¿Te dejó explicarle la situación?
-Se lo dije por mensaje de voz. Al parecer entendió mi punto, porque no me reclamó como lo hizo tu hermano, pero eso no significa que no esté enojada conmigo por no haberle contado las cosas un poco antes.
-La semana estará tensa con este problema de por medio, ¿no lo crees?
-Bastante, más porque mañana, saliendo del hospital tenía pensado ir a ver precios de muebles y esas cosas.
- ¿Y cuándo pensabas decirme para ir contigo?
-A eso iba- dijo con una sonrisa nerviosa- mi idea era ir mañana saliendo del trabajo, pero te quería consultar de que si querías ir o hasta el miércoles.
-Mañana está bien, por mí no hay problema. Ah, y de una vez te voy avisando que el siguiente mes de renta, lo pago yo, ya que en este te me adelantaste.
-Bueno, pero hoy yo invito la cena, ya que todavía no tenemos refrigerador, ¿trato?
-Trato.
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Una vez descargaron las cosas de Hipo y se realizó el pago correspondiente, este empezó a acomodarlas mientras Astrid ordenaba comida a través de una aplicación en su celular.
-Sabes que debemos pensar- comentó ella en voz alta para que la escuchara al estar en la otra esquina del departamento.
- ¿Qué cosa?
-Dado a que son tres habitaciones, una puede ser tu estudio de arte, la otra donde practique mis coreografías y tenga mi equipo de fisioterapia y la más grande nuestra habitación principal. Por lo que no sé si fue buena idea traer dos camas individuales, siendo que debemos comprar una matrimonial.
-Mmmm, podríamos dejar una, si quieres en el cuarto de mi estudio, para que también sea una habitación de huéspedes de ser necesario; por eso no hay problema; la cama no me estorba- mencionó acercándose a ella para abrazarla.
-Entonces solo me desharé de mi cama- informó rodeándole el cuello con sus brazos- ¡ya sé a dónde llevarla! al orfanato, ahí seguro podrán darle un excelente uso.
-Estoy de acuerdo; es un bonito gesto- susurró sobre sus labios- entonces, ¿cama matrimonial?
-Sí, ¿o prefieres una King Size? -preguntó pícaramente mordiéndole el labio inferior.
-No, no, el otro tamaño está bien. Entre más cerquita esté de ti, mejor; además, hasta donde sé, tú siempre buscas mi calor.
-No puedo mentir en eso... ¿sabes lo feliz que me hace que estés aquí conmigo? debido a mi pasado, jamás esperé tener algo así; pensé durante mucho tiempo que todo lo bueno que llegaba a mi vida, tenía fecha de vencimiento. Sin embargo, agradezco inmensamente que tú sigas aquí, porque no puedo imaginar un mundo sin ti- sinceró con los ojos cristalizados dándole un beso de piquito.
-Yo también soy feliz, te lo he dicho muchas veces; tu fuiste el milagro de mi vida; sin ti estaría perdido, mi vida no tendría el mismo sentido que tiene ahora, porque tampoco puedo imaginar un mundo sin ti- devolvió mientras le acariciaba las mejillas, pero cuando estaba cerca de devorarle la boca, tocaron a la puerta.
-La comida llegó- dijo con voz cantarina checando que en su celular se marcaba que el pedido había llegado.
-Y yo que quería ir directo al postre- sinceró de manera juguetona dejando que fuera a abrir la puerta.
-Créeme, tendremos mucho tiempo para eso- le respondió risueña una vez recibió la comida e hizo el pago- porque desenvolver el dulce adictivo que eres, siempre será una maravilla y deleite para mis ojos- agregó con picardía lanzándole un guiño, ocasionando así un fuerte sonrojo por su parte, además de una risa nerviosa; la misma risa que la había enamorado desde la primera vez que la escuchó.
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Bueno, ahora ya saben que es lo que Hipo quería preguntarle a Astrid 7u7... ¿emocionados?
Pasaron muchas cosas en este capítulo ¿inquietudes? ¿dudas?
Nos vemos pronto ;)
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