Capítulo 2
Vengo otra vez como de costumbre a hacer uso de mis simbolitos. A lo largo del capítulo, aparecerá este (♪♫) en 2 momentos para señalar canciones de inspiración y ambientación por si desean escucharlas al mismo tiempo que disfrutan su lectura. En la primera ocasión, será la canción "Resilient- Katy Perry" y en la segunda "Tears of Gold- David Bisbal & Carrie Underwood".
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Mientras llegaban al hotel, Astrid se perdió en la música y olvidándose incluso del hecho de que no estaba sola, comenzó a cantar.
(♪♫) Sé que tiene que haber lluvia si quiero ver el arcoíris,
y sé que cuanto más alto subo, más fuerte sopla el viento.
Sí, me he ido a dormir noche tras noche golpeando una almohada,
pero ¿sabes que cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas?
Hipo no pudo evitar sonreír al escucharla, pero para no avergonzarla, se enfocó únicamente en contemplar el paisaje.
Porque soy resistente, un momento lleno de flores,
no dejaré que el concreto me retenga, oh no.
Soy resistente, nacida para ser brillante.
Me verás crecer a través de las grietas, sí.
Porque verás a esta flor crecer a través de las grietas.
Frunció el ceño al comenzar a asociar todo lo que había atravesado su lady desde hacía dos años que la conocía con la letra de la canción y tanto fue así que, terminó perdiéndose en sus pensamientos.
Tengo que deshacerme de toda esta piel si quiero la distancia,
dejar que entre el sol, sacar las malas hierbas y enfocar mi visión.
Porque no hay errores, solo dobleces, roturas y fricción,
pero ¿sabes que cuanto más caliente es el fuego, más puro es el oro?
Y no solo eso, sino que, también su pasado. Desde el accidente de sus padres hasta las lesiones por el patinaje, el duelo de la pérdida y las injusticias de la vida para con ella.
Porque soy resistente, un momento lleno de flores,
no dejaré que el concreto me retenga, oh sí.
Soy resistente, nacida para ser brillante.
Voy a crecer a través de las grietas, sí.
Vivir una vida exigente, donde para triunfar, tenía que esforzarse arduamente por siempre ser la mejor.
Porque morí a cada invierno,
pero sobreviví a todas las estaciones.
Mírame ahora, mírame ahora, estoy en mi mejor momento, sí.
Ellos trataron de envenenar el agua,
pero yo era un poco más fuerte.
Mírame ahora, mírame ahora, ilumino la habitación, oh, sí.
Sin olvidar mencionar la envidia de algunos que querían verla rendirse; mandar todo por la borda y simplemente conformarse con una vida sencilla.
Porque soy resistente, un momento lleno de flores,
no dejaré que el concreto me retenga, oh, no.
Soy resistente, nacida para ser brillante.
Voy a crecer a través de las grietas, sí.
Verás a esta flor crecer a través de las grietas. (♪♫)
Sin duda esa canción la describía; a pesar de todo, ella continuaba brillando como el oro. Sonrió orgulloso y, en el momento en que Astrid estacionó el auto, se acercó a besarla.
- ¿Y eso a qué se debió? -preguntó la sonriente rubia una vez que se separaron.
-Solo quería recordarte que te amo.
-Sé que me amas; me lo dices todos los días con tan solo verme a los ojos- sinceró besándole la mejilla- también te amo.
-Sabes... tal vez ahora yo sea más desvergonzado y atrevido, pero tú te volviste más romántica. Hasta creo que puedes arrebatarme el puesto- comentó con gracia mientras se bajaban del auto.
-Ay, no creo. Aquí el alumno no superará al maestro- dijo segura de sí misma entrelazando su mano a la suya.
-Ya lo veremos.
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Astrid suspiró al sentir el agua caliente contra su cuerpo, pues debido al cansancio del trabajo y el malestar de su rodilla, había optado por meterse al jacuzzi con el que contaba la habitación. Con delicadeza y paciencia, se acomodó el cabello de tal manera que no se le mojara mientras esperaba a que su novio le acompañara, quién al entrar al cuarto, le sonrió. Le devolvió el gesto con gusto, además de mirarlo con coquetería antes de que empezara a desvestirse.
Dado a que Hipo ahora tenía mucha más confianza en sí mismo, no se avergonzó de que Astrid le viera durante tanto tiempo, al contrario, soltó una risa discreta al ver cómo le brillaban los ojitos y como sus pupilas se dilataban. Cuando entró al jacuzzi, lo hizo con mucho cuidado para no caerse. Terminó sentándose recargando la espalda en el borde de la tina mientras que ella se sentó delante suyo, en el espacio entre sus piernas. Esta se acurrucó en su pecho en búsqueda de otra fuente de calor, y él por acto de reflejo la abrazó por la cintura para facilitarle la tarea.
- ¿Y cómo te fue hoy? -preguntó la Hofferson cerrando los ojos al disfrutar del agua caliente y de su compañía.
-Bastante bien. Ya llegaron los cuadros y, vaya que el que me tocó es grande- dijo Haddock a la vez que le daba un beso detrás de la oreja.
- ¿Dimensión?
-Creo que como de 80 pulgadas, pero no me hagas mucho caso, porque me concentré más en la historia detrás de la pintura- reveló con gracia.
- ¿Es interesante?
-Oh sí, es bastante inspiradora diría yo.
-Te escucho.
-Primeramente, sí es del siglo XIX, es la imagen de una batalla, de cuando los burgueses esclavizaron a los pueblos rurales para trabajos de la industrialización. La pintura trasmite la lucha de los más pobres por su libertad, pero sabes, hay un detalle que se me hace bastante curioso.
- ¿Cuál?
-Sabes que por ese tiempo no era tan común que las mujeres se unieran a la guerra, sin embargo, había muchas. Aunque eso no es lo interesante aquí, sino que una de ella sobresale más.
- ¿Por qué?
-Aparece dándose un beso con su pareja y, de hecho, lo más gracioso es que es lo que más resalta del cuadro.
- ¿¡Un beso en plena guerra!? -preguntó asombrada.
-Sí, no sé... supongo que las relaciones eran muy complicadas. Imagínate, uno de los dos podría haber muerto en cualquier segundo; tenían pocos momentos para compartir su amor y ese beso pudo ser el último.
-Ay no, espero que ambos hayan sobrevivido. Digo, tiene que vivir el amor.
- ¿Sabes que es todavía más extraño? -insistió con una risa dulce al verla conmovida por la historia.
- ¿Qué?
-Qué se parecen a ti y a mí; él es castaño y ella rubia- contó pensativo- o tengo razón o estoy loco y simplemente les veo un parecido porque estoy enamorado de ti y te veo en todos lados- añadió en broma.
-No creo mucho en los temas de reencarnación y esas cosas de almas gemelas, pero ¿qué tal que esa fue nuestra vida pasada? sería muy bonito que fuéramos tú y yo y que, después de haber vivido esa vida juntos, nos volviéramos a reencontrar en esta- relató haciendo la cabeza hacia atrás para verlo a los ojos.
- ¿Ves como sí te has vuelto más romántica? -le recordó riendo con fuerza antes de inclinarse para atrapar sus labios en un beso- pero sí, es un bonito pensamiento.
-Bueno sí, un poquito- concedió disfrutando del beso.
-Luego te investigo más sobre esa guerra y si hay información sobre la pareja.
-Gracias, gracias- dijo con emoción.
-De nada preciosa. Pero oye ¿a ti cómo te fue?
-Oh, esa es una interesante historia.
-Soy todo oídos.
La Hofferson le contó su mañana, desde que su jefa le mencionó que tendría a su primer paciente, hasta los primeros ejercicios que empleó con Einar para empezar la rehabilitación.
-Estoy seguro de que lo lograrás, Mi lady. Eres increíble y tienes talento para empatizar con los demás, sé qué harás que el niño pueda volver a caminar; pero ya te digo que, tendrás un camino difícil. Seguramente yo estaba con más o menos los mismos problemas que él cuando fui a mi rehabilitación o quizá peor, pero créeme, cuando cumplas la meta, él estará bastante agradecido contigo.
- ¿No llegó a fastidiarte tu fisioterapeuta en algún punto del proceso?
-Había días que sí- confesó con gracia- pero, ella sabía que no lo sentía en serio; siempre fue buena conmigo y le estoy muy agradecido por todo lo que hizo por mí. De hecho, cuando caminé sin flanquear, fui corriendo a visitarla; recuerdo que se alegró mucho al verme- añadió con nostalgia.
- ¿Y ya no la has visto? -preguntó al percibir la tristeza en su voz.
-No, le perdí el rastro. Al parecer la transfirieron y ya no supe donde quedaba su actual empleo.
-Es una verdadera lástima, se escuchaba como una gran mujer.
-Lo era. También era muy inteligente. Además de ser fisioterapeuta, estudiaba biología; me acuerdo bien porque a veces me enseñaba sus libros de botánica.
-Wow, eso es increíble- dijo pensativamente, pues no sabía porqué razón esa descripción se le hacía conocida.
-Sí, pero bueno... así pasan las cosas a veces.
-No todas las personas están destinadas a quedarse en tu vida, pero sí que es seguro que aquellas que se van, dejan una huella en ti.
-Tan sabia como siempre. ¿Del cuaderno de tu madre?
-Sabes que sí- expuso con una sonrisa antes de comenzar a acariciarle las piernas y el cuello. Haciendo que, Hipo por inercia se inclinara para besarla mientras pasaba las manos por su abdomen y pechos.
Tras escuchar el primer jadeo, supieron exactamente qué hacer. Entraron en un juego de caricias y besos e inmediatamente salieron del jacuzzi para correr a la cama a tropiezos, dónde se unieron como uno solo. Hacer el amor era un deleite, por ello, pese a tener muchos deberes, siempre se hacían espacio para el sexo. Al llegar al clímax, cayeron rendidos y, tras regular sus respiraciones, se cubrieron con las mantas.
-Te amo -dijo ella acurrucándose en su pecho.
-También te amo- devolvió estrechándola en sus brazos.
Pero antes de que alguno pudiera agregar algo más, el celular de la chica sonó. Astrid hizo una mueca, pero se estiró para tomarlo de su bolsa y contestar.
-Hola Magnus- saludó alegremente volviendo a acurrucarse junto a Hipo, quién se dispuso a mimarla acariciándole el cabello.
-Hola rubia ¿cómo estás? -respondió el chico en el mismo tono.
-Bien, bien ¿tú qué tal?
-Todo en orden, oye, ¿tienes tiempo de venir el viernes a la pista?
-Mmmm, puedo intentar salir temprano del trabajo, ¿por qué?
-Es que quieren hacer una promo para apoyar al centro recreativo y a un orfanato con las ganancias, ya sabes cómo funciona esto de la mercadotecnia. Aún no me dan los detalles ni a papá, pero están emocionados por grabarlo. ¿Qué dices?
-Supongo que no tiene nada de malo, suena a una buena causa, ¿quiénes irían?
-Solo nos pidieron a ti y a mí. Algo raro para mi gusto, pero bueno, quizá nos hagan hacer algo estético en dúo.
-Suena raro, ya que pudieron llamar a colegas que sí son dúos, no a unos solistas.
-Lo sé, por eso quiero conocer los términos el viernes antes de firmar contrato.
-Estoy de acuerdo, nos vemos el viernes entonces.
-Perfecto, nos vemos Hofferson, salúdame a Hipo.
-Claro que sí, gracias, lo mismo para Brenda.
-Gracias, adiós.
Al terminar la llamada, Astrid se quedó con el ceño fruncido.
-Ni me digas que, a mí también se me hace rara esa petición- dijo el castaño, pues su lady había hablado tan cerca de él que había escuchado toda la conversación.
-Lo sé, pero no podemos desconfiar a primera vista de las personas. Aun así ¿me acompañarías?
-Claro que sí, yo encantado; lo sabes.
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El resto de la semana se pasó relativamente rápido y, afortunadamente Astrid e Hipo consiguieron terminar sus deberes a tiempo para ir a la pista de patinaje. Storm le había ayudado a su prima a empacar un atuendo rojo para la promo, similar al que había utilizado en la recaudación de fondos tiempo atrás, solo que este tenía un diseño más llamativo en las mangas. Una vez Haddock aparcó el auto, bajaron tomados de la mano y, tras ingresar al lugar, se sorprendieron al ver a tanto personal de producción.
-Un gusto señorita Hofferson- saludó el director estirando la mano para estrechar la suya.
-Hola, ¿qué tal? -atinó a decir esta devolviéndole el saludo.
-Por aquí, por favor. En un momento estoy con usted- indicó señalando las gradas, dónde estaban los Hansen y la próxima integrante de aquella familia; Brenda.
-Buenas tardes, chicos- mencionó Fergus, a lo que la pareja le devolvió el saludo.
-No sé ustedes, pero yo daría todo por irme a dormir ahora mismo- confesó Magnus soltando un bostezo.
- ¿No dormiste anoche, verdad? -dijo la rubia con burla.
Magnus optó por hacerse el desentendido, pero Brenda respondió por él.
-No se decidía por el estilo del pastel para la boda. Terminé durmiéndome antes de que escogiera una opción.
Hipo no pudo evitar reírse ante ese comentario, ocasionando que el patinador le mirara como diciéndole: ya te veré cuando estés en mi lugar.
-Astrid Hofferson, Magnus Hansen ¿me permiten? -intervino amablemente el director en la conversación.
Los patinadores lo siguieron para hablar en privado y, mientras el resto esperaba cualquier indicación, Fergus rebuscó en el bolsillo de su chaqueta.
-Antes de que se me olvide, toma esto Hipo- dijo entregándole un gafete- es para visitantes. Úsalo, sino pensarán que eres de la prensa y ya sabes cómo se ponen.
-Es verdad, muchas gracias- respondió el mencionado con amabilidad colocándose el gafete.
- ¿Y cuánto cree que se tarden, señor Fergus? -preguntó Brenda con timidez.
-Querida, ¿cuántas veces te he dicho que me tutees?, has salido con mi hijo desde hace casi cinco años y estás a punto de convertirte en mi nuera- mencionó con gracia, haciendo que la chica riera nerviosa antes de abrazarlo- pero respondiendo a tu pregunta, no lo sé. Ellos se manejan solos con sus patrocinadores, así que, todo dependerá de si aceptan o no, pero lo que sí es que las grabaciones son tardadas.
-Entonces será mejor que nos sentemos- opinó el castaño, a lo que los otros dos estuvieron de acuerdo.
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-De acuerdo, a ver si entendí... este promo es de Astrid y yo bailando una canción estilo contemporánea mientras aparecen frases motivacionales y hablan de su producto. Esperando que, con eso, aporten donaciones al lugar que van a indicar al final o que compren el producto para ayudar al orfanato y centro recreativo- recapituló Hansen de forma analítica.
-Así es. Ustedes verán el resultado antes de ser transmitido para que verifiquen todo y, bueno, es una apuesta grande, ya que, se les va a pagar hoy mismo por su participación y si esto no funciona, nosotros somos los que perdemos- indicó el director con tranquilidad.
-Bien, pero entenderá que también se lleva nuestra imagen con eso. Me refiero a que, si al final no se nos da lo que promete, quedaremos marcados. Así que, para que todas las partes estén tranquilas, habrá un contrato, ¿está de acuerdo? -pidió la rubia de brazos cruzados, pero manteniéndose cordial.
-Desde luego que sí, lo que les genere más confianza.
No se perdió tiempo para realizar el contrato y, una vez que los patinadores estuvieron conformes con las normas, firmaron.
-Una pregunta más... ¿por qué nos eligió a nosotros? -comentó la rubia con duda.
- ¿A qué se refiere señorita Hofferson?
-Ella se refiere a que porqué eligió a dos solistas y no a una pareja que sí es dúo. Aquí en Berk y, en general en el país hay muchos patinadores que harían un buen trabajo- completó Magnus mirándolo atentamente.
-Ah, no vayan a pensar que menospreciamos a sus colegas, para nada. Solo que, mis analistas saben que ustedes son los patinadores más estéticos físicamente y que tienen las personalidades más atractivas para el público. Eso nos da puntos desde el lado comercial, mientras que, por el lado profesional, sabemos que son increíblemente talentosos y los más exitosos y populares del momento en Noruega.
-Ah vale, ya entendimos. Nos iremos a cambiar- dijo la rubia estando a punto de sonrojarse.
-Claro, pero antes de que lo hagan, esta es la pista que bailarán. Hagan lo que puedan, ustedes son los profesionales- comentó dándoles el nombre de la canción.
Los chicos tomaron nota, para después regresar sobre sus pasos hasta las gradas y tomar las maletas que traían sus trajes mientras buscaban en sus celulares la canción "Tears of Gold".
- ¿Firmaron? -preguntó Fergus mientras degustaba de una bolsa de papitas que estaba compartiendo con su futura nuera y con el novio de su ahijada.
-Sí, lo hicimos. Vaya ¿quién lo diría?, al parecer sus analistas dicen que somos los deportistas más guapos de Noruega y que por eso nos buscaron... ¡qué halago! -les dijo el Hansen menor en una risa antes de dirigirse a los vestidores.
-Perfecto, lo que nos faltaba, que alguien le subiera más a Magnus su estúpido ego- comentó en broma la Hofferson, para luego alcanzarlo, pues sabía que su "hermanito" era todo menos ególatra, pese a saber que era bastante atractivo.
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Cuando salieron de los vestidores, hasta parecía que se habían puesto de acuerdo, pues Magnus llevaba un conjunto negro que combinaba a la perfección con el atuendo rojo de Astrid. Enseguida fueron atendidos por los maquillistas y estilistas y, tras una hora de preparación, quedaron listos. Esa fue la parte fácil, ahora venía la complicada; inventar una coreografía rápida y precisa. Primeramente, escucharon por separado la melodía hasta aprenderse la letra y sentir la música correr por sus venas. Y después, cuando estuvieron conformes con la idea en sus cabezas, se reunieron para compartirla entre sí.
Sin embargo, antes de comenzar con el rodaje, entraron a la pista para una sesión de fotos y tomas lentas que también se utilizarían. Y, tanto Brenda como Hipo no pudieron negar que Magnus y Astrid como pareja deslumbraban demasiado; ambos tenían ojos azules bastante expresivos, cuerpos espectaculares y fuertes personalidades que se olían a kilómetros. Además de guapísimos, más cuando los vieron posar para la cámara lenta, ya que se les alumbró con luces neón y efectos de viento con ayuda de un ventilador.
Al reproducir la canción las primeras veces, sufrieron de uno que otro traspiés debido a la falta de costumbre de patinar con alguien a su lado y en sincronía. No obstante, al aumentar el ritmo, empezaron con las piruetas y cargadas. Y, al incorporar el baile contemporáneo, ahora sí se mostraron como un dúo funcional y natural, pero... había algo que al director no le terminaba de gustar.
-A ver, el ensayo número tres estuvo casi perfecto. Chicos, mis respetos en serio; para media hora de preparación, esta coreografía es sensacional- halagó con sinceridad y admiración- pero... nos está faltando un elemento importante.
- ¿Cuál? -preguntó la rubia mientras regulaba su respiración.
-El romance. No parecen una pareja de enamorados; solo colegas que se llevan bien, ¿me explico?
-Bueno, entienda que no somos actores, es difícil bailar y transmitir algo así en tan poco tiempo- justificó Magnus mientras tomaba agua- pero déjenos intentarlo otra vez a ver si queda.
-Muchas gracias.
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-No chicos, seguimos sin ese sentimiento de por medio- lamentó el director luego de otros dos ensayos, pues sus analistas le aseguraban que el video no estaba reflejando lo que querían.
-Escuche, me es difícil ver a Astrid de esa manera; es como mi hermana menor. Es raro para nosotros actuar así, más si nuestras parejas nos están viendo desde las gradas- comentó Magnus con ligera incomodidad.
-Lo entiendo, de verdad que sí, pero prometimos entregar un trabajo de calidad, por no olvidar mencionar el propósito de este- explicó sin querer sonar grosero. El hombre también se sentía entre la espada y la pared, pues su jefe había sido muy estricto con el trabajo que requería si deseaba conservar su empleo- y, de hecho, tendremos que tomar otra medida.
- ¿Qué medida? -preguntó la rubia con el ceño fruncido, pues aquel tono de voz no le gustó en lo absoluto.
Fergus, Hipo y Brenda mientras tanto, estaban observando a los chicos hablar con el director calmadamente hasta que, en un momento, vieron al Hansen menor escupir el agua que había tomado y toser escandalosamente, y a la rubia sonrojarse, además de alegar algo que no parecía haberle gustado.
-Oh no, ¿qué pasó? -le cuestionó Brenda a su futuro suegro.
-No sé, pero no es bueno- respondió este con preocupación- y bien, ¿qué les dijo? -añadió para cuando tuvo a su hijo y ahijada frente a él.
-No hay manera de decir esto sin que suene estúpido- dijo Magnus tocándose el puente de la nariz con frustración.
-Quieren que nos besemos, porque hasta ahora hemos sido unos pésimos actores- soltó la rubia rodando los ojos.
- ¿En serio? ¿Se los soltaste así sin más? -chilló consternado antes de recibir un asentimiento que le hizo golpearse el rostro.
-Pero, no lo haremos a menos que... ustedes estén de acuerdo- explicó dirigiéndose a Hipo y Brenda- y antes de que pregunten, sí. Aceptaron darnos más paga por el beso, pero rechazaremos todo si ustedes se niegan.
La pareja de ambos se miró en completo shock. Y, debido a que los dos eran conocidos por su timidez, comenzaron a balbucear sin sentido hasta que, consiguieron hilar una oración.
-Pues... ¿solo es un beso sin algo romántico, no? -atinó a decir el castaño.
-Ajá, sí. Sería rápido y así, ¿no? -secundó Brenda torpemente.
- ¿Eso es un firme sí o no, chicos? -intervino Fergus por los patinadores al verlos más que incómodos- escuchen, tienen la presión encima al haber firmado contrato; sería un problema deshacerlo, pero lo harán si ustedes no quieren esto. Es por eso que necesitan una respuesta segura.
Ante ello, Hipo y Brenda asintieron con más confianza, haciendo que los otros dos suspiraran aliviados. Y, antes de dirigirse de nuevo al centro de la pista para la grabación, les prometieron que todo acabaría rápido.
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Había llegado la hora de la verdad. Luego de haber repasado la coreografía una vez más sin el beso, le indicaron al director que ahora sí venía la toma definitiva.
-No me vayas a golpear por besarte- pidió Magnus preparándose psicológicamente para aquel momento.
-Te lo prometo- dijo Astrid posicionándose con los brazos en la cintura mientras mostraba una sonrisa.
-Que los dioses nos ayuden- musitó colocándose detrás suyo para sujetarla por la cintura.
(♪♫) Al empezar la melodía, patinaron juntos hacia adelante mientras Hansen iba cambiando la posición de sus manos para ahora tomarla de las suyas e ir haciendo que las estirara a los costados. A cambio, ella hizo la cabeza hacia atrás para verlo a los ojos y, como tenía que meterse en su papel de enamorada, tuvo que imaginar que estaba con Hipo, si no, esto no funcionaría. Mismo caso para Magnus, pues cuando hubo un cambio de ritmo, le sonrió como si se tratara de Brenda, para luego soltarla y patinar sincronizadamente hacia atrás. Hicieron un Triple Toe Loop, seguido de un Flip, para terminar deslizándose en un solo pie al pasar por la curva de la pista.
La rubia se giró y se le acercó tomando impulso para que la cargara y elevara por sobre su cabeza mientras mantenían su sonrisa de "enamorados". Posteriormente a dar un giro sobre su mismo eje con ella en brazos, la bajó y bailaron con mayor energía moviendo las manos de arriba a abajo junto a movimientos de cadera cada que se llegaba al coro, ya que la canción era hermosa a pesar de toda la situación. Ejecutaron un Doble Axel, un Triple Lutz, un Salchow y finalizaron con una cargada Triple Twist Lift; la cual consistía en que ella fuera lanzada hacia arriba en posición horizontal para dar tres giros y él estaría listo para atraparla.
Cuando volvieron a estar ambos sobre el hielo, llegó el momento. Magnus tomó a Astrid por la cintura antes de hacerla inclinarse hacia atrás, asemejando a como se daba un beso francés, y sabiendo que todos los estaban mirando, la rubia lo tomó del rostro para jalarlo hacia sus labios. Al besarse, cerraron los ojos y dejando de pensar en todo, se correspondieron ligeramente para que la escena se viera más real. Pero, ahí no fue donde tuvieron que emplear más autocontrol, sino que al separarse para brindarse una mirada cómplice que daba a entender lo mucho que se amaban (♪♫).
- ¡¡Perfecto, corte!! -gritó el director con emoción, sabiendo que no sería despedido.
Pero, debido a que los patinadores estaban tan desconcertados por lo que acababan de hacer, no se dieron cuenta de que estaban cerca de la orilla y, dado a que seguían patinando, terminaron estrellándose y cayendo al suelo.
- ¡¡Astrid, Magnus!! -gritaron varios en el lugar a la vez.
-Auch, quítate de encima que me estás aplastando- se quejó la rubia, pues Magnus había caído en sus piernas.
-Espera que no está fácil pararme porque tu patín se atoró en mi traje, y cuidadito con esas cuchillas que no quiero cortes en mis mejillas- reclamó en el mismo tono.
Tras un poco de forcejeo torpe, lograron ponerse de pie y, con toda la vergüenza del mundo, se dirigieron al contento director junto a todo su equipo.
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Hipo y Brenda se quedaron impactados. Si no fuera porque sabían que los patinadores eran leales a ellos, sí que les habrían creído que eran una pareja. Tras verlos darse la mano con el director a modo de despedida, se les acercaron sin atreverse a mirarlos a los ojos.
-Pregunta... ¿ya lo habían hecho antes? -dijo de repente Brenda para sorpresa de todos.
- ¿¡El qué!?, ¿¡Besarnos!? -gritó la Hofferson roja de la vergüenza.
- ¡Solo estando pasados de copas! -exclamó Magnus antes de cubrirse la boca al darse cuenta de lo que acababa de soltar.
De pronto, se escuchó un grito ahogado y Astrid se enfureció tanto con él que, lo golpeó en las costillas, haciendo que se cayera de rodillas.
- ¡¡Habías prometido jamás hablar de eso, Magnus!!, el pasado se queda en el pasado.
- ¿De qué nos perdimos? -preguntó el castaño, debido a que ahora que había salido ese secreto a la luz, necesitaba una explicación.
-Cuando tenía 14 años y él 17, estábamos estresados por una competencia de la liga juvenil y junior, así que estúpidamente se nos hizo fácil tomar una botella de sidra para tratar de calmarnos. Nos la terminamos toda, y estando ebrios, nos besamos- contó Astrid tras soltar un suspiro. Al confesar aquello, no supo cómo interpretar la mirada de su novio, pero su mismo nerviosismo le impidió verlo por mucho tiempo a la cara.
-Fue mi culpa, Hipo. Yo era el mayor, además que, inicié el beso. Perdón por todo esto, no quise causarles problemas. El pasado es pasado y nosotros jamás tendríamos algo- declaró Hansen queriendo encaminarse a la salida al empezar a sentirse sofocado, pero su prometida lo detuvo para darle un abrazo.
-Lo siento amor, no quise estresarte. Sé que me amas, como yo te amo a ti- declaró Brenda antes de ser correspondida.
Astrid mientras tanto, no fue capaz de mirar a Hipo todavía, solo hasta que, este se le acercó para acunar su rostro entre sus manos y sonreírle.
-Siempre será Hipo y Astrid, ¿no?
-Siempre- declaró con seguridad abrazándolo con fuerza.
-Bueno, tenemos que irnos. Vamos a ver algo del salón para la boda- mencionó Magnus con menos incomodidad que antes- ¿no hay malos entendidos entre nosotros, verdad? -añadió para Hipo.
El castaño en respuesta le sonrió, además de ofrecerle chocar puños, algo que Magnus hizo con alivio y, cuando Brenda le dio un abrazo a Astrid, se dejó en claro que entre ellas tampoco había conflictos. No obstante, cuando los patinadores trataron de despedirse, la incomodidad volvió a sus cuerpos, por lo que solo se les ocurrió despedirse con un golpe en el hombro por parte de ella y con revolverle el cabello por parte de él.
-Sabes Hofferson, puede que yo rompiera la promesa de no hablar del otro beso, pero tú rompiste la promesa de no golpearme por haberlo hecho- le comentó con gracia.
-Hansen, mejor vete antes de que de verdad te lastime- le advirtió divertida a la par que tomaba su maleta y se abrazaba a Hipo.
Con eso, Magnus salió de la pista con una sonrisa abrazado a Brenda mientras Fergus terminaba de despedir amablemente a todos los de la producción.
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Una vez en casa de los Haddock, Hipo y Astrid estaban disfrutando de una pequeña sesión de besos en la sala, estando ella sentada a horcajadas sobre él. O al menos así fue hasta que esta rompió el contacto.
- ¿Seguro que estamos bien? -preguntó angustiada.
-Lo estamos, tranquila. Sé que era tu trabajo, aunque, me preguntaba si...
-No, jamás salimos en el pasado. Hay personas que están destinadas a amarse, pero no en un sentido de pareja, sino de hermandad, como él y yo- interrumpió gentilmente al imaginar que diría- no te negaré que mis padres y los de Magnus pensaron que terminaríamos juntos, pero no duró mucho al ver cómo nos comportábamos. Magnus ha salido con Brenda desde hace cinco años y son realmente felices; ese era su destino, así como el mío fue conocerte hace dos años.
-Me alegra que hayamos coincidido, aún me parece un sueño- sinceró dándole un besito en la nariz.
- ¿Pero uno bonito?
-El mejor de mi existencia- aseguró jalándola para unirse en un nuevo beso.
- ¿En serio Hiccstrid?, ¿Siempre los tenemos que encontrar así? -preguntó Toothless con diversión abriendo la puerta de golpe.
-Hola Romeo- saludó la rubia separándose de los labios de su castaño.
- ¿Han considerado alquilar un cuarto privado? -secundó Storm con el mismo tono de voz que su novio.
-Hola Julieta- saludó el Haddock mayor rodando los ojos con diversión.
- ¿Qué hacen en casa? pensé que estarían aún en la universidad con sus amigos- comentó Astrid bajándose del regazo de Hipo.
-Oh no, la verdad es que, preferimos venir con ustedes a pasarla bien, porque los extrañamos muchísimo- contó el pelinegro con cierto nerviosismo.
Los mayores compartieron una mirada rápida sabiendo que les ocultaban algo, así que entrecerraron los ojos para hacerlos confesar.
- ¡¡Bueno ya, necesitamos su ayuda!! la policía nos busca- reveló la rubia de mechones azules al borde del colapso.
- ¿¡¡Qué!!?
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¡Tará! xd, a ver, antes de que me maten, no hubo un momento Lemon explícito con el Hiccstrid, porque vamos, es muy temprano, apenas es el capítulo 2 JAJA.
DATO CURIOSO: acaban de leer una escena eliminada de "UN NUEVO COMIENZO", la promo del beso de Astrid y Magnus iba a pasar desde el libro pasado, pero hasta apenas pude publicarla xd.
No piensen que apenas se me están ocurriendo las cosas para hacerlos pasar por un montón de emociones, oh no 7u7, detrás de cada capítulo de cualquiera de mis historias siempre hay trama que cambia o que jamás sale a la luz.
Y bueno, creo que no tengo otra cosa que decir más que, ¿alguna teoría de porque Toothfly es prófugo de la justicia? xd
Nos vemos pronto ;)
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